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viernes, 30 de septiembre de 2022

La felicidad de viajar

 Últimamente me han entrado muchísimas ganas de viajar y de visitar nuevos países y culturas. Muchas veces me gustaría ser rica solo para poder coger un avión o un barco y viajar a la otra punta del mundo las veces que quisiera y cuando quisiera. Además, no solo me gusta la experiencia de visitar el sitio, sino que también me gusta recorrer el tryecto hasta llegar a mi destino. En definitiva, todo lo relacionado con viajar me parece emocionante. 

Por un lado, aunque sé que tengo todo el tiempo del mundo por delante, es algo que me encantaría hacer cuanto antes. Pero hay ocasiones en las que apenas puedo contenerme y es ahí cuando empiezo a divagar y a pensar en todos lo sitios que me gustaría visitar. Con esto no quiero decir que no me guste el lugar donde vivimos, es más, no puedo quejarme. Pero al final, una siempre se cansa de estar siempre en el mismo sitio y de la rutina y ahora mismo, como se suele decir, estamos en edad de experimentar y de aprender. Así que creo que estos años pueden ser muy buenos para viajar, ya sea con la familia o los amigos.

Por otro lado, me gustaría visitar todo tipo de sitios, tanto ciudades como campos o incluso lugares con paisajes muy distintos a los nuestros. Porque creo que al hacer esto, nos podemos dar cuenta de que no todo el mundo vive de la misma forma que nosotros y que eso no tiene por qué estar mal. Es decir, porque a nosotros nos parezca extraña la manera de vivir de países orientales o africanos, por ejemplo, eso no significa que nosotros seamos mejores que ellos. Creo que esa es una de las razones por las que viajar puede ser beneficioso, ya que al hacerlo tienes la oportunidad de reflexionar y darte cuenta de cómo de distintas somos las personas alrededor del mundo.  

Sin embargo, puedo entender que la gente que viaja mucho, sobre todo por trabajo, quiera pasar temporadas en casa. Porque al final, viajar puede suponer un gran esfuerzo físico y mental y de vez en cuando poder estar en tu propia casa y dormir en tu cama puede resultar verdaderamente reconfortante.

En conclusión, creo que hoy en día somos muchas las personas que soñamos con poder descubrir sitios que son desconocidos para nosotros. Pero todavía tenemos toda la vida por delante y quizás no es necesario viajar todo lo que podamos en el menor tiempo posible. Es decir, hay que ir poco a poco disfrutando de todos los viajes y experiencias que nos depare el futuro.



jueves, 29 de septiembre de 2022

Miedo escénico

 Todos tenemos miedo a algo. Algunos miedos, son más visibles que otros, como lo es por ejemplo el miedo escénico.


El miedo escénico, es el miedo a hablar o leer delante de un público. Aunque yo más que un miedo, lo veo como una reacción que tiene el cuerpo ante los nervios, es decir, algunos cuando tienen que hacer una exposición se ponen rojos, otros tiemblan, a otros se les olvida lo que tenían preparado y en mi caso, me hace repetir las palabras varias veces.


Todas aquellas personas que han compartido conmigo mínimo una asignatura desde que comenzó la ESO, saben a lo que me refiero y han visto lo difícil que se me hace hablar delante de una clase entera.


Recuerdo como al principio no comprendía porque me pasaba eso y se me hacía casi imposible decir una frase sin haber tartamudeado, a pesar de tener bien preparado y memorizado dicho oral.


A lo largo de los años, algunos, con la intención de ayudar, me decían que me imaginase que la clase estaba vacía. Pero en verdad, creo que la mejor forma de acabar con este miedo, es simplemente enfrentarse a él. ¿Difícil? Si, pero no queda otra. Y es que a medida que ha ido pasando el tiempo, he seguido teniendo ese obstáculo, pero lo he ido viviendo de una forma diferente. Al principio, cuando me daban la fecha de una exposición oral, me ponía nervioso desde el primer momento, y el día de la presentación se me hacía interminable.

Ahora, en cambio, sigo poniéndome nervioso pero en menor medida y al terminar, es como si no hubiese sucedido nada.


A pesar de esto, he sido afortunado, ya que tanto los profesores como mis compañeros/as, han sido respetuosos siempre con este tema, y han sabido esperar el tiempo necesario hasta que terminase la presentación.


La empatía

     


                                        ¿ VIVIMOS EN UN MUNDO CON EMPATÍA ? 


¿ Nos paramos a pensar en los motivos que tiene alguien para actuar de una manera que no entendemos? ,¿ tenemos la paciencia suficiente cuando alguien no actúa con la rapidez que nosotras pensamos que lo haríamos? , ¿ damos importancia a los sentimientos de los demás ante un hecho determinado? , si tengo que ser sincera respondería que no. 


Una persona oye risas a su espalda y piensa que se están riendo de ella , se gira , pone mala cara y el resto  piensa que es una persona desagradable. ¿Por qué no pensamos que puede ser alguien con algún tipo de complejo y que toda risa a su al rededor piensa que es por ella?, ¿ por qué no preguntamos qué te pasa? , la respuesta es sencilla, la empatía brilla por su ausencia. 


Cada persona desde que nace llena su mochila de experiencias buenas y malas , de más o menos amor y comprensión , de necesidades ,  de alegrías , de tristezas que determinan nuestro carácter. Tenemos que utilizar todo lo vivido para aprender a no juzgar , a no tener prejuicios , a preguntar que sienten los demás y a ser sensibles. 


Frases como “ ponte en la piel de la otra persona” o “ ponte en los zapatos del otro” , nos ayudan a entender que es la empatía , es comprender el estado de ánimo de alguien y sus reacciones por lo que le ha pasado y por lo que ha vivido. No vale juzgarlo desde nuestra experiencia. 


El niño del autobus

 Hace ya unos meses, (antes de verano) subía en bus a mi casa como casi todos los días. En ese autobús escuche una conversación que no pensé que llegaría a escuchar en pleno siglo XXI. 

Subía sentada, cuando de repente se me sentaron al lado una madre y un hijo de unos 3 años aproximadamente, todo seguía normal, hasta que de repente la madre le miro la mano a su hijo y vio que tenía las uñas pintadas, entonces le dijo: "¿Quién te ha pintado las uñas?" y el niño le respondió que se las habían pintado en clase. En ese mismo momento la madre le dijo que no dejaran que le pintaran más las uñas que eso era para chicas y que él no podía.

Escuchar esta conversación me da mucho que pensar, ¿solo las mujeres podemos pintarnos las uñas? ¿No se supone que cada uno es libre de hacer lo que quiera?.

Todos tenemos el mismo derecho a pintarnos las uñas, ponernos vestidos... Cuando vemos que un hombre se pone un vestido o se pinta las uñas, se le critica y se le clasifica sin ningún motivo. Si todos queremos la igualdad y se supone que estamos luchando por ello, ¿por qué se siguen escuchando estas palabras por la calle?

 He llegado a la conclusión de que, aunque pensamos que vivimos en una sociedad abierta, todavía  mucha gente vive anclada en el siglo anterior. 

Volver a viajar

 Este año va a ser mi último año del colegio, el cierre de toda una etapa y el inicio de una nueva que no sé que me deparará. Y en el medio, un verano que espero con gran ilusión para poder viajar con mis amigas y familia. Pensando en esto me he dado cuenta de que en estos últimos años no he podido viajar por la pandemia y de que lo he echado mucho de menos.

Empecé viajando cuando era pequeña, porque parte de mi familia vivía en Mallorca y los visitábamos todos los años. Mis dos hermanos y yo éramos muy pequeños y debo admitir que el viaje en avión era gran parte de la diversión. Creo que gracias a esas primeras experiencias nunca le cogimos miedo a viajar, ni por aire ni por mar.

Cuando nos fuimos haciendo mayores viajamos a nuevos lugares. Normalmente hacíamos cada año un viaje en familia de una semana, en verano o en Semana Santa.

Si soy sincera no tengo mucho recuerdo de los museos, ni de las iglesias, ni de los pueblos que hemos conocido. Para mí lo que se queda de los viajes son las experiencias que se viven. Recuerdo como si fuera hoy que cuando llegamos a Venecia, por ejemplo, no encontrábamos el apartamento en el que nos íbamos a alojar. Nos habían dado el nombre de un barrio y nosotros lo buscábamos como si fuera una calle. Era tarde, se estaba haciendo de noche y estuvimos más de media hora dando vueltas. Preguntamos a un lugareño y, al final, resultó que habíamos pasado por delante del apartamento ni sé la de veces. Este tipo de experiencias solo se viven cuando conoces nuevos lugares.

Viajar también me ha enriquecido mucho a nivel personal. El año pasado pasé un trimestre en Irlanda. Conocí otra cultura, sus gentes, su gastronomía... Me permitió darme cuenta de que cualquier sitio que conoces te enriquece y, cuánto más te integras en él, más lo hace. En mi corta vida no he salido de Europa y me falta mucho más por conocer. Por eso, tengo tantas ganas de poder volver a viajar.

Estoy enamorada

Estoy enamorada. No de una persona, sino del cielo. Pero, ¿por qué? Fácil; el cielo es lo más bonito que he visto en mi vida. Es algo que me asombra y me maravilla, cada día me sorprende y no me canso de ver cómo cambia. 

Me gusta todo del cielo. Para empezar, disfruto viendo las nubes grises y gigantes que están clavadas en él durante el otoño y el invierno, que más tarde harán que llueva. La lluvia me hace estar tranquila y con ella me siento más viva. Me hace sentirme protegida, aunque sea irónico. Los días grises y tristes como hoy hacen que la gente se de cuenta del tiempo que hace y desea que cambie, que de repente no llueva. Pero ver las calles mojadas, el olor de la lluvia contra el suelo y la naturaleza más verde que nunca me hace apreciar el cielo más de lo normal. 

Pero eso no es lo que más me gusta del cielo. Sin duda con lo que más disfruto son con los amaneceres. Los atardeceres están muy bien y pienso que son preciosos, sobre todo en verano, donde todo lo relacionado con el cielo me parece mejor. Sin embargo, en mi opinión, no hay nada que supere un amanecer rosado con nubes colocadas unas encima de otras y presenciar el inicio de un nuevo día. Y es que ver un amanecer de película, con 4 tonalidades diferentes y el frío de las 7 de la mañana, marca la diferencia entre un buen día y un día como otro. 

Todos los días me siento a desayunar con la esperanza de ver por la ventana el cielo de esta forma, su mejor forma. Desde que empezó el curso solo he visto dos amaneceres que merezcan la pena y las dos veces me he emocionado tanto que casi lloro. Aunque no sería la primera vez que me ocurre. Creo que es porque veo tantos amaneceres deprimentes que con que uno destaque me alegra una semana entera. 

Aunque a otros no les parezca tan bonito, a mi me hace mucha ilusión ver cómo está el cielo. Tanto el día, cuando se puede ver todo lo que he dicho antes, como la noche, en la que las estrellas y la Luna destacan, me hacen sentir miles de emociones que espero que no se desvanezcan jamás. 


miércoles, 28 de septiembre de 2022

¿Qué es mejor el libro o la película?

 ¿Qué es mejor el libro o la película? ¿Se debe leer el libro antes o después de ver la película? ¿En el libro se cuenta lo mismo que en la película? Estas, son muchas de las preguntas que nos solemos hacer cuando nos enteramos que una misma historia esta plasmada tanto en libro, como en película. Desde mi punto de vista, yo prefiero leer antes el libro que ver la película, pero quiero recalcar que esa es mi opinión personal. 

Muchos creen que ver una película equivale a leerse un libro, que no hay diferencia. Obviamente, está claro que ver una película implica mucho menos esfuerzo, pero entonces ¿Cuál es el problema? Fácil, que los libros no son iguales a las películas.

Cuando leemos un libro, tenemos la oportunidad de imaginarnos ese mundo paralelo, que estamos leyendo, a nuestra manera. Está claro, que nos lo imaginamos según los detalles que nos va relatando el autor, aún así, nuestra imaginación es infinita, y lo que yo me esté imaginando al leer un libro, no será lo mismo que lo que tu te imagines. Cuando lees un libro, tu atención se dirige a las palabras, que juntas crean sensaciones, sentimientos, olores, sonidos, imágenes,... te imaginas un universo entero. Esto, es una de las oportunidades que las películas no te pueden brindar. ¿Nunca os ha pasado que te imaginabas a los protagonistas de una manera, y al ver la película, estos tenían rasgos totalmente diferentes? Esa es una de las razones por las que me gusta más leerme el libro que verme la película.

Por otro lado, las películas sí que nos dan esas imágenes, esos escenarios "ya hechos". En las películas estamos viendo lo que otros se han imaginado al leer el libro. Estas, no te dan la oportunidad de echar a volar tu imaginación, no, estás obligado a ver lo que otra persona ha proyectado en la película, y no tienes otra opción. Además, desgraciadamente, es muy difícil plasmar todo un libro en una sola película, y es por ello que hay muchas escenas que no se graban; escenas que a ti te parecieron importantes, pero que el autor las paso de largo. Las películas son como un resumen, pierden muchos matices de los libros. 

De todos modos, cada persona es un mundo completamente diferente, y están a los que les gusta mas ver una película y a los que no. No hay mejor o peor, no tienen nada que ver, la cuestión es averiguar qué te gusta a ti. 

lunes, 26 de septiembre de 2022

¿El pueblo cura o anestesia?

 Uno de los mejores momentos del verano, que durante el año siempre estamos deseando que llegue, es ir al pueblo. Porque todos los que tenemos la suerte de veranear en un pueblo, sabemos cual es esa sensación que se vive allí. Hay gente que dice que el pueblo cura. ¿Pero… realmente cura o anestesia? 

Tras todo un año de esfuerzo, de continuo trabajo y de diferentes sensaciones, al llegar el verano todos sentimos una tranquilidad y una alegría porque nos queda todo el verano por delante. Pero para mí, cuando realmente desconecto del curso y de todo en año, es cuando voy al pueblo. Cuando en agosto estoy rodeada de la gente de allí, que a pesar de solo verles un mes al año, es como si no hubiese pasado el tiempo. Porque no cambian, siempre te tratan igual y con ellos tienes la confianza de siempre. Allí puedes hablarles de tus problemas que has tenido durante el curso, de las broncas con tu familia, de los momentos más duros del año… porque ellos también te van a contar los suyos, y vais a buscar soluciones juntos. Y ahí es cuando al final te das cuenta que no eres la única persona con problemas, y hacen que te sientas mejor porque te ayudan y tú les ayudas a ellos. 

Pero a parte de que te ayudan con algunas cosas que te han pasado durante el año, también te das cuenta de que cuando estás allí te olvidas totalmente de la vida que tienes en Bilbao. Te pasas el día haciendo planes, yendo a la playa/piscina, comiendo todos juntos un bocata o en una barbacoa, yendo a otros pueblos cercanos, saliendo de fiesta… no paras. Hacen hasta que se te olvide que septiembre empieza otro nuevo curso, con nuevas dificultades, y sobre todo este año con una de las pruebas más importantes de nuestras vidas. Porque cuando estás allí, no piensas en otras cosas, solo en pasarlo bien y disfrutar todos los días.

Y después cuando llega septiembre, es cuando vuelves a la realidad y te das cuenta de que tienes que volver a cumplir tus obligaciones, y vuelven todas las preocupaciones que desaparecieron cuando empezaba el verano.

Por lo tanto, no creo que el pueblo cure o anestesie, creo que el pueblo cura y anestesia, porque allí te ayudan y te aconsejan con todo lo sucedido durante el año y hacen que te olvides de todo y que disfruten cada uno de los días que pasas allí.

domingo, 25 de septiembre de 2022

 Miedo a fracasar


Sé que todos fracasamos alguna vez, de maneras distintas, en cosas mas importantes que en otras. Pero a mí, hay una cosa que es la que más miedo me da, no conseguir mis metas y sueños académicamente hablando. Solo el imaginar que tras todo el esfuerzo hecho estos años no sirvan para nada, me deja el pensamiento totalmente vacío. Justamente, este es un año importante y me imagino que todos habréis pensado en esto también.

Estoy cada día pensando que por más que me esfuerce, no voy a conseguirlo. Sin embargo, hay momentos en los que me encuentro más animada y me siento capaz de conseguir las notas que necesito. Por eso es que todos los días son una locura, en un momento estas bien y al siguiente te entran ganas de llorar. Además, también esta ese miedo a "decepcionar" a mis aitas. Ellos nunca me han exigido nada, ni mucho menos presionarme y siempre han estado orgullosos de mi, pero aun así, siento que si no consigo lo que llevo diciéndoles años que quiero hacer, pues de algún modo les voy a fallar.

Siempre nos dicen que quien quiere, puede, que con trabajo y sacrificio puedes conseguir lo que te propongas pero, ¿ Y si no es así? ¿Y si, aun dando todo de mi misma no lo logro? Hay tantas preguntas que casi siempre intento evitar, porque es solo pensar en intentar dar alguna respuesta y automáticamente agobiarme. 

No quiero terminar teniéndome que buscar alguna alternativa, no quiero optar por la segunda opción más que nada porque no la tengo. No me veo en nada más, por lo que no se que haré en caso de no conseguirlo. Es increíble como cuando era más pequeña lo daba por hecho, daba por hecho como sería mi vida y ahora que cada vez está más cerca, más borroso lo veo. 

LA TERAPIA DE LA MÚSICA

“La música expresa todo aquello que no puede decirse con palabras y no puede quedar en silencio”- Victor Hugo


Siempre he pensado que la música es una especie de terapia gratis. Si estás triste, te pones alguna canción y te animas. Si no sabes qué hacer, pones música y se te va el aburrimiento. Por eso mismo, yo creo que sin todo esto no seríamos nada.


Hace unos años apareció en la tele un programa en el que explicaba cómo hemos hecho que nuestra vida dependa de la música. Cada vez es más común escuchar una canción de fondo en lugares públicos o incluso ponerlo nosotros en nuestras casas. 


Eso me hizo pensar en cómo la música me afecta a mí.


Desde siempre he estado vinculada a la música aunque fuera un poco. A mi madre le encantaba la música clásica y nos apuntó y mi hermana y a mi desde muy pequeñas a clases de piano. Después de eso me di cuenta de que, aunque prefería escuchar antes de tocar, escuchar canciones me hacía sentir mejor y más tranquila.


Además, la música me ha sido de gran ayuda estos últimos meses, ya que he pasado más tiempo de lo normal sola en casa. Otros años mi horario del cole solía coincidir con el de mis padres o mi hermana, pero esta vez no ha sido así y muchas veces tengo que comer o estar en casa sin la compañía a la que estoy acostumbrada a estar. Por eso mismo, siempre me pongo música de fondo y, aunque parezca mentira, me hace sentir como si de repente estuviera con alguien en casa.


Por todo eso, sé que sin escuchar canciones en mi día a día no podría vivir y que gracias a ellas mi vida es más tranquila.

HACERSE MAYOR

 Me da mucho vértigo lo rápido que pasa el tiempo y es una sensación muy extraña cuando me pongo a pensar en ello. Los días, las semanas, los años se pasan volando. En mi cabeza hace nada estaba en 3 de la ESO, mi hermana seguía en el cole y  mi hermano estaba en los primeros cursos de la universidad. Ahora lo pienso lentamente y me doy cuenta de que han pasado 3 años de eso y no me puedo creer lo cercano que tengo ese recuerdo. Mi cabeza niega que el año que viene no voy a estar en el cole, que mi hermano esta trabajando y que mi hermana lleva 2 años sin estar en el cole. 

Al pensar en esto, en mi cabeza se juntan dos emociones, la primera es que no soy consciente de lo rápido que pasa el tiempo. La segunda, el vértigo que me da ver que  mis amigos, mis seres queridos, y sobre todo yo, nos hacemos mayores. Porque hacerte mayor significa que tienes que tomar decisiones que van a determinar tu futuro, que tienes muchas responsabilidades y que ya no haces las cosas para que no te echen la bronca o porque te obligan, simplemente las haces para ti mismo, pensando en tu futuro y en tu felicidad. 

Tenemos que disfrutar cada etapa de la vida al máximo, porque todas tienen su parte buena y mala, y con todo lo que tenemos que hacer y el poco tiempo que tenemos, cada vez es mas difícil pararse a pensar si estamos haciendo las cosas bien , si estamos disfrutando y sobre todo si somos felices y conscientes de la suerte que tenemos.

sábado, 24 de septiembre de 2022

El otoño

 Últimamente me he dado cuenta de que el otoño es una de mis estaciones favoritas. Aunque es verdad que también se puede llegar a relacionar con la vuelta al cole y por eso, no suele ser de agrado para mucha gente. Sin embargo, si obviamos este hecho y nos fijamos en nuestro alrededor, nos podemos fijar en todos los cambios que hay en nuestro entorno en esta época del año. Creo que esa es la característica principal por la que me gusta tanto esta estación. 

En otoño se puede apreciar un gran cambio con respecto al verano: las hojas empiezan a caerse, los árboles se tiñen de rojo, por las mañanas ya comienza a hacer más frío... Pero un rasgo que me gustaría destacar es la luz que hay en esta época del año. Si nos fijamos, los atardecederes tienen colores más rojizos y anaranjados y la luz es mucho más débil que la que hay en verano, lo que hace que todo el ambiente cambie, haciendo que todos los colores que nos rodean se suavicen. 

Por otro lado, otro rasgo del que mucha gente no se suele dar cuenta pero que a mí me encanta, son los olores. Es decir, sobre todo como consecuencia de los cambios de temperatura, después de que haya caído una helada suele ser muy común que el rocío lo cubra todo, lo que hace que el ambiente se impregne en el olor a la hierba húmeda y al humo de las chimeneas. Aunque es cierto que esto es algo que quizás se aprecie más en el campo que en la ciudad.

Por último, como la mayoría de personas, suelo asociar el otoño a la caída de las hojas. Sin embargo, este aspecto puede ser relacionado con la llegada del invierno y en cierto modo, para mí tiene un significado algo triste, ya que esto quiere decir que el invierno y los días cortos se aproximan. Por eso, muchas veces es preferible dejar pasar por alto ese detalle y simplemente disfrutar de la caída de las hojas mientras caminas sobre un manto de hojas que crujen con cada una de tus pisadas.

En conclusión, puede que lo que más me guste del otoño sea que haya tanto contraste con el verano y poder experimentar todos los cambios por los que pasa la naturaleza para recibir al invierno. Pero también es cierto que puede llegar a tener un aire algo melancólico y por eso, quizás no sea la estación preferida de muchos.

Mi pelo no es tan sagrado

Mi pelo ha sido siempre algo bastante distintivo de mí. Desde pequeña he ido cambiando mi apariencia y probando estilos diferentes. Aunque hay personas que piensan que su pelo es sagrado, yo no me canso de cambiar el mio; no porque no me guste, sino porque me lo paso bien y me gusta experimentar. 

He tenido el pelo de tantas formas distintas que a veces hasta se me olvida alguna. Nací con el pelo rizado, hasta que nació mi hermana y desaparecieron los rizos. Hasta los 4-5 años mi ama era quien me cortaba el pelo: me hacía el flequillo desnivelado que a ella le encanta, y me dejaba los rizos voluminosos por detrás. Un día me lo intentó cortar aita y casi se lleva mi oreja por delante, desde entonces no le dejo coger unas tijeras. Luego el pelo se me alisó de natural y lo llevaba por los hombros, con todo tipo de peinados.

Cuando vi "Rompe Ralph" cambié de estilo por completo y me lo corté desnivelado, un lado más largo que el otro para parecerme a uno de los personajes.  A mucha gente le pareció un cambio genial y a mí me encantaba tener el pelo tan corto, pero muchas otras personas se burlaban y me llamaban de todo. Otros hacían y aún hacen comparaciones o me ponen motes bastante divertidos. Por suerte, nunca me han afectado los comentarios sobre mi pelo. En primaria, decidí raparme un lado, pero fue a más y acabé rapandome toda la parte de atrás y el otro costado. Lo dejé crecer hasta volver a tenerlo por los hombros, y ese fue mi estilo a finales de la ESO y primero de bachiller: el pelo largo y que me tapara la mitad de la cabeza rapada. 

Llevaba desde el verano pasado queriendo más cambio aún, tenía ganas de raparme la cabeza entera y parecer un kiwi. El día siguiente de terminar primero, el 26 de mayo, por fin lo hice y no puedo estar más contenta. Me encanta cómo crece tan rápido, cómo durante todo el verano la gente me decía cosas preciosas y divertidas, me encanta ponerme kilos de gomina y hacerme peinados horribles en casa y me encanta pensar en los próximos cortes que me haré. Pero sobre todo me encanta estar tan cómoda conmigo y sentirme tan a gusto.



viernes, 23 de septiembre de 2022

Las comparaciones

 Hace unos días, una amiga y yo estuvimos hablando sobre cómo somos entre nosotros los seres humanos actualmente y nos dimos cuenta de que siempre estamos en una competición constante queriendo ser mejores que el resto.

Es verdad que el hecho de compararse con otras personas, puede ser bueno, más que nada porque en cierta cantidad es algo necesario. De esta manera, nos podemos dar cuenta de aquellas cosas que nos gustaría tener o por las que nos gustaría luchar en la vida, por ejemplo, yo, puedo ver que mis abuelos, a pesar del tiempo que ha pasado desde que se conocieron, se siguen queriendo tantísimo como el primer día y a mi eso, me da envidia ya que yo también quisiera conocer a alguien con quien poder pasar el resto de mi vida.


Sin embargo, muchas veces, al estar comparándonos con el resto no nos damos cuenta de que no valoramos aquello que hemos conseguido o aquello que tenemos porque solo pensamos en que el resto tiene más y por tanto, no valoramos nuestros propios logros. Esto, puede hacer que te conviertas en una persona ambiciosa y egoísta, que en cierta porción, no es malo, pero hoy en día, hay mucha gente así que llega hasta al punto de que ni siquiera quieren ayudar a los demás ya que no quieren que nadie haga las cosas mejor que ellos.


Además, el hecho de estar continuamente comparándote con el resto puede hacer que tengamos poca autoestima y que demos por hecho que el resto son mejores que nosotros o que todos tienen mejor apariencia física, cualidades… cuando en realidad, cada uno y cada una de nosotras somos los mejores en algo, porque cada ser humano tiene sus virtudes y sus defectos y es por ello que todos brillamos a nuestra manera, cada uno diferente al resto, porque somos únicos y eso es lo que nos hace especiales a cada uno de nosotros y no somos unos mejores ni peores que otros, somos nosotros y nos tenemos que querer tal y como somos porque, ¿si no lo haces tú, quién lo va a hacer por ti?

FUENGIROLA

    

               FUENGIROLA

Hay veces que tengo un momento para pararme a pensar en cosas que me relajan, que hacen que pueda sentir calma dentro de mi día a día como adolescente. La mayoría de la gente tiene una canción favorita, una peli que le gusta o su deporte favorito. Pero a mi, lo que me ayuda a sentir total tranquilidad es la ciudad en la que veraneo todos los años, Fuengirola. Seguramente, no soy la única que se siente de este modo. Sin embargo, el hecho de saber cuando termina mayo dentro de poco voy a viajar a la tierra de mis abuelos, me llena de felicidad.  

Fuengirola es una ciudad que choca directamente con el mar, por lo que no supone ningún problema ir a la playa. Otra de las cosas destacables de Fuengirola y sus alrededores, es la gran variedad de actividades con las que puedes disfrutar al máximo tus vacaciones de verano. Pero, a pesar de todas las cosas que hay y de las nuevas que aparecen todos los años, lo que mas me gusta a mi es el ambiente. Salir de casa una noche a las nueve, y ver bares y restaurantes llenos de gente pasándolo bien, cenando o celebrando una fiesta. También cabe destacar que es una ciudad muy turística, por lo que a veces hay gente cantando por la calle que fácilmente te pueden sacar una sonrisa. Algunos de estos días salgo a cenar con mis padres, y vaya donde vaya todo es emocionante y está rebosante de alegría y buen rollo, a pesar de que lo haya visto miles de veces. Porque cuando disfrutas algo de verdad, cuesta mucho aburrirse de ello. Además, un día que haga mucho calor, en mi caso, tengo la playa enfrente de mi casa.

En conclusión, estoy muy feliz de tener un lugar donde poder relajarme y disfrutar junto a mi familia. Por lo que, estoy segura de que si alguien decide visitar esta ciudad, no se va a arrepentir.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Soñar a lo grande

Parte 1


Todos hemos tenido alguna vez un sueño, meta o algún objetivo que ha despertado motivación en nosotros por querer conseguirlo. Pero, ¿cuántos de esos sueños o metas que hemos tenido en nuestra cabeza han sido grandes?

El concepto de "soñar a lo grande" se considera oportuno utilizarlo en momentos en los que pensamos que lo que queremos conseguir es difícil de conseguir o, en otros casos, casi imposible de hacerlo. Y cuando le decimos a algún compañero, amigo o familiar ese sueño o meta que queremos lograr, puede que esta empatice con nosotros y nos anime a seguir adelante con el objetivo de llegar a conseguir esa meta que deseamos conseguir. Pero, en otros casos, la persona a la que se lo contamos nos muestra su desaprobación con dicha idea diciendo que es completamente imposible lograr el objetivo que nos estamos proponiendo.

¿Cuántas veces nos hemos visto en esta situación? Puede que algunas personas lo hayan vivido varias veces, otras, no muchas y puede que alguna que otra, ninguna. Creo que lo que de verdad hace especial al ser humano es la diversidad de gustos y opiniones que tiene, porque cada persona tiene su propia manera de pensar y de hacer las cosas. Estamos acostumbrados a hacer las cosas que nos gustan y de la manera que nos gusta, por lo que cuando escuchamos algo diferente, nos impacta. 

Las personas que han soñado con crear una empresa o ser dueños de algún negocio multinacional no estaban bromeando. Esas personas hoy en día son magnates de los negocios y jefes de grandes empresas como: Amazon, Apple y muchas mas. ¿Acaso esas personas no soñaron a lo grande? ¿Acaso esas personas se rindieron a mitad de camino porque dicha meta era difícil de lograr?

¿Alguna vez os habéis preguntado cual es vuestro gran sueño o gran meta? Esa idea que tenéis en la cabeza con la cual soñáis poder hacer realidad, pero creéis que será imposible. Pero, ¿acaso  habéis comprobado que ese sueño o meta es imposible?

Soñar es gratis, pero el  camino que hay que recorrer hasta conseguir que se haga realidad es costoso y muy difícil. La vida no dejará de ponernos obstáculos  cada vez que demos un paso hacia adelante, pero si la persona cree en sí misma de que puede lograrlo, tiene muchas probabilidades de que así sea. Por desgracia, el creernos que lo podemos lograr no siempre es cierto, ya que el mundo es injusto. Pero eso no debe ser obstáculo para seguir en nuestro camino hacia la cima de la montaña donde se encuentra nuestra meta.

lunes, 19 de septiembre de 2022

El poco tiempo libre

Hoy en día tenemos menos tiempo libre del que me gustaría. Desde siempre me ha gustado salir a la calle con mis amigos, actividad la cual se ve  mermada por los horarios escolares, ya que no solo tenemos que ir de lunes a viernes, sino que nos mandan tareas extraescolares las cuales sumadas a el tiempo que pasó en el gimnasio no me permiten tener un margen para ver a mis amigos, aunque sea 45 minutos.

Esto es muy sencillo, mi hora habitual de entrada al gimnasio suele ser entre las cinco y cinco y media, un dia normal el tiempo que pasó en el gimnasio ronda la hora y 45 minutos, es decir que desde que me levanto para ir a clase (7:30 de la mañana) hasta que salgo del gimnasio (7:15 de la tarde) el único momento libre que tengo es para comer.

Claro, si me paro a analizar esto, me doy cuenta que desde que me levanto hasta que salgo del gimnasio son 12 horas, menos el tiempo que nos dejan para comer (dependiendo de que tenga clase por la tarde o no), nos deja con una media de 10 horas de trabajo diarias, y eso sin contar los deberes que tenga que hacer y el tiempo que necesite para estudiar.

Es cierto que para descansar tenemos el fin de semana, eso si no hay exámenes ni mucho trabajo, pero de 7 dias solo estar con tus colegas 2 (y no el dia entero), me parece muy poco tiempo, y la solución que yo propongo es dejar el miércoles libre, un dia el cual tengas una media de 4 horas de  trabajo pero los puedas realizar desde casa. Sería mejor para todos ya que te podrías levantar  algo más tarde y tendrás más tiempo de ocio y descanso.

Y esto se podría hacer  perfectamente gracias a las nuevas tecnologías, ya lo comprobamos en la pandemia que no era necesario ir a clase para realizar trabajos, si para aprender materia nueva, pero no para hacer ejercicios o powerpoints, asique yo usaría el miércoles como día de trabajo desde casa.


domingo, 18 de septiembre de 2022

Odio leer

 Desde que era pequeña me han inculcado que leer es super importante. Para mi madre era fundamental que yo cogiera ese hábito, porque según dicen, leer te aporta cosas maravillosas. Entre ellas: conocimiento, experiencias,entretenimiento y cultura. Pero para mi desgracia, no he resultado ser una persona fanática de la lectura . Hasta el punto de que no he leído ningún libro de manera voluntaria en los últimos 6 años. A excepción de una saga romántica de la cual me compré 4 libros y solo acabé leyendo el primero. 

Que conste que no me siento para nada orgullosa de mi rechazo hacia la lectura. La gente me suele decir: "Seguro que te acabas enganchando a algún libro, solo que no has encontrado el tipo de libro que realmente te gusta”. Llevo escuchando esa frase toda la vida. He probado con romance, misterio, terror, fantasía y  muchos más géneros. Sin embargo, no hay manera de que acabe un mísero libro, son todos aburridos y me canso enseguida de ellos.

Muchas veces me angustia el hecho de que me tenga que imaginar yo misma las escenas en mi cabeza. Siento que aparte de tener que hacer el esfuerzo de leer, encima tengo que montar yo las escenas en mi cabeza. Además, ¿por qué iba a leerme un tocho de cientas páginas, cuando podría verme una película de hora y media?. La pena es que seguro que hay maravillosas historias que solo hay en libros y que siento que me estoy perdiendo.

Realmente me da pena porque muchas veces voy a librerías y las portadas me llaman muchísimo la atención, de hecho, me dan ganas hasta de comprarme el libro. Aun así, es abrir la primera página y ya me he aburrido de ver tanto texto. Siento verdadera envidia cuando oigo a la gente fan de la lectura hablar de historias leídas, de personajes, finales etc…  Me encantaría poder aportar algo en ese tipo de conversaciones, pero sinceramente si para eso tengo que leerme 300 paginas, prefiero verme una serie y comentarla con mi amiga. 

Supongo que para gustos los colores y pues a mí personalmente leer me espanta. Diría que sigo con esperanza de disfrutar de algún libro en un futuro, pero para que mentir.

Los móviles

Los móviles 

Hace poco me encontré unas fotos de mis padres cuando eran jóvenes, por supuesto las fotos eran en papel, no en digital, como son hoy en día. Me paré un momento y pensé: Mis padres las fotos que tienen, son de momentos especiales que han vivido en su vida, viajes, su boda, fotos en familia...Esas fotos en media hora mas o menos ya las has mirado y te vienen a la mente algunos de los mejores momentos que has vivido. 

Pero, ¿y yo? ¿Mi móvil está lleno de fotos, son necesarias todas ? ¿Todas tienen algún significado?

Cuando ellos eran jóvenes no habían tantos avances como ahora. Cuando la gente se iba de viaje o en el día a día, disfrutaban mucho mas de la compañía, ya que no tenían ninguna dependencia al móvil ,como mucha gente ahora, que nos pasamos el día mirando a una pantalla.

Antes, si te ibas de viaje te llevabas una cámara de fotos y sacabas fotos a las cosas importantes Disfrutabas del viaje al máximo porque no tenias ningún aparato electrónico que te distrajese. Luego cuando volvías, las imprimías y se las enseñabas a tus seres queridos en persona con mucha ilusión. 

Hoy en día en cambio, también hacemos eso, pero tendemos a mandarlas por mensaje a nuestros familiares, o mucha gente las sube a redes sociales para mostrar lo que están haciendo. De esta manera no lo vivimos igual. 

Enseñar las fotos en persona es mucho mas conmovedor y bonito. Yo cuando veo fotos de mis padres o de mis abuelos cuando eran jóvenes, y me lo enseñan ellos me hace mas ilusión, que cuando me manda una amiga alguna foto o sube una historia a Instagram enseñando lo que esta haciendo.

Pasamos el día con nuestro teléfono, en vez de disfrutar de unas bonitas vistas que tenemos enfrente o escuchar el sonido del mar, es decir, observar cada detalle. Preferimos sacarnos fotos, para luego subirlas a nuestras redes sociales y que en nada se pierdan entre todas las cosas que no sirven para nada de nuestros teléfonos.



9 MESES

Cuando yo nací, mi prima Itsasne tenía 18 años. Yo soy su primera y única prima chica y siempre hemos tenido una estupenda relación. El día de mi 17 cumpleaños, fui a comer con mi familia a un restaurante y cómo no, tuve muchos regalos (privilegios por ser la pequeña ...). Pero ese día no fui yo la única protagonista, mi prima se había guardado para el postre la noticia de que; ¡estaba embaraza de dos meses! Nos hizo a todos muchísima ilusión y a partir de ese momento, toda la conversación empezó a girar en torno al embarazo y al futuro bebé.

Os quiero compartir cómo he vivido estos meses siendo espectadora privilegiada de un embarazo paso a paso con sus incógnitas, sus momentos de subidón y momentos de desesperación. Esta aventura se divide en tres partes:

Primer trimestre: Todo sigue igual

Mi prima sigue sin tripa pero se pasa las mañanas vomitando, le han crecido las tetas y siempre tiene sueño. En mi cabeza tengo miles de preguntas ¿será niña o niño? ¿le caeré bien? ¿seré su prima favorita? ¿me dejarán cuidarle? ¿perderé todos mis privilegios al dejar de ser la pequeña? 

Segundo trimestre: Esto va enserio

Ahora es evidente que mi prima está embarazada y también sabemos que el puesto me lo quitará una NIÑA. No me mal interpretéis, me encantan los niños y no puedo estar más emocionada pero cuesta renunciar a 17 años de reinado. Si hay un día especial, es la primera vez que la acompañé a la consulta del ginecólogo para hacerse una ecografía. Es increíble pensar que mi prima tenga esa renacuaja metida en la tripa y es más alucinante aun que haya tenido el privilegio de verla y oírla; cada día me cae mejor. En este tiempo he tenido que aprender muchas palabras nuevas: cuna de colecho, cojín de lactancia, cambiador, Bugaboo...¡QUE ESTRÉS! 

Tercer trimestre: ¡Aquí no entramos!

La renacuaja ya tiene nombre, han decidido que se llamará NORA. ¿Os podéis creer que aunque haya hecho el esfuerzo de hacer un Máster en marcas de carritos no me hayan preguntado ni la opinión? Simplemente increíble...Sólo a mi prima se le puede ocurrir quedarse embarazada en el verano más caluroso de la historia; hace dos meses que no reconocemos sus tobillos... es más, si aprecias tu vida, nunca le lleves la contraria a una embaraza en el tercer trimestre y mucho menos si hace calor!!!. 

Mañana día 19, mi prima sale de cuentas (otra palabra que he aprendido). El gran momento está a la vuelta de la esquina...¡Qué nervios! Mi prima dice que en su cuerpo ya no caben dos y que tiene que salir por narices. Hablando de narices, esto me recuerda cuando mi tía contó que un amigo suyo decía que un parto es lo mismo que intentar sacarse una mesilla por la nariz. ¿Te imaginas?

En conclusión, si segundo de bachiller ya es un año especial, para mi va a ser doblemente especial porque van a coincidir mis 18 años con el primer año de vida de Nora. Nos esperan grandes momentos juntas y aspiro a ser igual de buena prima que ha sido su madre conmigo.

Las fotos

 Me encanta sacar fotos, atardecer bonito, foto, mis amigos y amigas guapas, foto… Pero lo que más me gusta de sacar fotos es verlas al de un tiempo. Los recuerdos, de alguna manera se podría decir que están coleccionados en fotos y eso es lo que las hace tan especiales para mí. ¿A quien no le ha trasmitido nunca nada una foto? Las fotos, pueden hacer que sintamos muchas cosas, así cómo, tristes, cuando vemos una foto de alguien que echamos de menos o contentos, al ver una imagen del viaje que hiciste con tu familia en verano… Tienen el poder de llevarnos en el tiempo y hacer que volvamos a revivir por un momento algo que vivimos ya sea hace una semana o hace siete años. 

Hoy en día, generalmente, la gente, guarda sus fotos en memorias, por el contrario, a mi, me gusta seguir haciendo lo que se hacía antes, ir a la tienda e imprimirlas. Pienso que de esta manera las fotos tienen más seguridad y por tanto, será  más difícil que se pierdan, porque, ¿a cuantos de vosotros se os a roto el móvil y no habéis podido recuperar las fotos? Es por ello que creo que lo mejor es imprimir las imágenes y hacer álbumes. Me pasaría horas mirando álbumes de fotos, de hecho, muchas de las veces que voy a casa de mi abuela miro los álbumes de fotos que tiene en casa y a pesar de haber visto las fotos muchas veces siempre me transmiten lo que me transmitieron el primer día que las vi y eso hace que nunca me canse de verlas.

Nuestra imagen y apariencia

 ¿Por qué nos gusta tanto fingir? ¿Por qué nos da miedo mostrarnos tal como somos al mundo? ¿Por qué nos cuesta tanto? Hoy en día, más de la mitad de las personas del mundo son falsas, realmente no son como dicen ser. Pero ¿por qué mentimos? ¿por nosotros o por los demás? ¿a quién queremos complacer?

Es verdad que a veces fingir puede resultar divertido, seguro que más de uno nos hemos pasado horas frente al espejo para ponernos guapos, pero luego cuando nos preguntan, solemos responder con un; "me he puesto lo primero que he pillado". En el coqueteo todos queremos parecer más guapos, más inteligentes, más carismáticos, porque al principio el amor es ciego. Como nunca hemos visto a esa persona antes, tenemos la oportunidad de mostrarle nuestra mejor cara. Pero, ¿Cuándo sabemos que hay que parar? Sin darnos cuenta, esto de mentir se convierte en un circulo vicioso, y muchos no saben controlarlo. 

La mentira es muy peligrosa, y muchas veces no le damos la importancia que se merece. Pensamos que una pequeña mentira no puede herir a nadie, pero ¿y si sí? 

Esta claro que todos hemos intentado impresionar a los demás a primera vista , pero no entiendo realmente por qué lo hacemos, ya que después de conocer a la otra persona, muchos nos quejamos de que no era como pensamos que era. Ni siquiera nosotros mismos somos felices fingiendo todo el rato, y manteniendo la mentira tanto tiempo, porque cansa. Entonces, si nadie somos perfectos, ¿para qué fingir?

Las redes sociales también son herramientas que utilizamos para afianzar nuestra mentira, dado que, nuestro destinatario de nuestro mensaje o publicación no está con nosotros cuando lo publicamos. Por lo tanto, no puede comprobar si lo que decimos es auténtico o no. Podemos construir la imagen que queremos que tenga de nosotros y proyectarla. Todos podemos usar las redes sociales como escudo, y lo hacemos. Nuestros seguidores no verán nuestras "partes negativas" si no las mostramos.

Yo creo que tenemos que tener cuidado con pretender lo que no somos, porque este tipo de cosas, antes o después, se acaban descubriendo. Los demás deben aceptarnos tal y como somos, y no por nuestra imagen o físico. Y lo mismo por nuestra parte. 




Todo llega a su fin

 

Hace poco más de una semana que empezamos la rutina. Todos recordamos siempre el primer día de clase con muchos nervios, ganas de ver a compañeros de clase, las presentaciones de las asignaturas, profesores nuevos...  

Este año es algo más especial, porque si todo sale bien es nuestro último año en el colegio en el que muchos de nosotros llevamos desde los 2 años. Se cierra un ciclo de nuestras vidas, nuestros caminos se separan y llegan las despedidas de esos compañeros con los que solo coincidimos en el colegio. Pensándolo bien, aunque en todos estos años hayamos pasado por malos momentos la sensación de abandonar el cole me produce tristeza. 

Toca empezar de nuevo en otro centro con nuevos compañeros y compañeras y llega una nueva etapa a  nuestras vidas y para ello tenemos que pasar por la famosa selectividad.

Ahora bien, ¿cuántas veces hemos podido escuchar en esta semana la maldita palabra?  ¿cuántas veces nos han dicho que nos jugamos nuestro futuro? Somos conscientes de la importancia de este curso, pero muchas veces nos agobiamos más de la cuenta por la presión a la que nos sometemos.

Esto no ha hecho nada más que empezar, pero estoy convencida que en un abrir y cerrar de ojos estaremos a finales de mayo nerviosos todos estudiando para la selectividad, pensando sobre nuestro futuro, con los nervios de la nota final. 

Al acabar el colegio no tenemos un destino asegurado, en años anteriores sabíamos que íbamos a comenzar otro curso donde siempre, con los de siempre... En cambio ninguno sabe dónde estará en septiembre del año que viene. 

Esta etapa está llegando a su fin, y espero que la suerte nos acompañe, que la vamos a necesitar. 

Siguiendo al calor

 

Llega el verano, y con ello, las vacaciones. Todos buscamos un lugar al que ir para poder disfrutar del calor cómodamente. Muchos van a la playa y otros prefieren el monte. Pero desgraciadamente, después de unos meses todo esto se acaba y tenemos que volver a Bilbao para trabajar o estudiar, y por mucho que nosotros nos movamos, hay algo que nunca se mueve de la ciudad que abandonamos una temporada, el calor. 

Ahora que no estamos tumbados en una hamaca y tenemos obligaciones que cumplir, nos quejamos del buen tiempo. Después de estar meses buscando un lugar caluroso para disfrutarlo en vacaciones, nos quejamos de tenerlo en nuestra casa.

Pero, ¿por qué somos así de contradictorios? ¿Qué nos hace querer buscar algo que ya tenemos? Sinceramente no lo sé y tampoco creo que nadie lo sepa, pero tengo la teoría de que es la necesidad humana de tener siempre algo que hacer, algo que cambiar.

Después de pasar todo el invierno en Bilbao, el verano nos da la oportunidad de poder cambiar un poco de aires. A veces nos engañamos diciendo que nos vamos porque en otros sitios soportamos mejor el calor, pero, ¿es así realmente?.

Por muy absurdo que parezca, yo me incluyo en este grupo  que buscan el calor aunque lo tengan en casa. De alguna manera, creo que toda esta historia de buscar un lugar para pasar unos días y disfrutar del tan ansiado calor que nos hace ser felices. 

Normalmente yo no suelo innovar mucho en vacaciones de verano y suelo ir siempre al mismo lugar, que ya sé que va a hacer calor y sé que hay una playa donde acogerlo cómodamente. También sé que si me quedo en Bilbao va a haber la misma temperatura, pero no lo tomaría con tantas ganas.

En conclusión, por mucho que el calor no se mueva, sentimos la necesidad de que nos tenemos que mover, y buscamos una excusa para hacerlo. Para eso, decimos que vamos a buscar un lugar con temperaturas altas para pasar las vacaciones y así nos llenamos de planes y cosas que hacer para mantenernos entretenidos. Pero, cuando volvemos a casa, nos damos cuenta de que el calor no es algo que nos guste o que queramos encontrar.

 

El aburrimiento, ¿bueno o malo?

Todos sufrimos aburrimiento diariamente. El aburrimiento es esa sensación que normalmente consideramos negativa, ya que, surge cuando no nos estamos divirtiendo. Sin embargo, diferentes estudios han demostrado que el aburrimiento tiene muchas ventajas.

En la sociedad en la que vivimos creemos que siempre hay que ser productivo, tener muchas cosas que hacer y no estar parado. ¿Nunca has tenido la sensación cuando estás aburrido de que no estás aprovechando el tiempo y te has sentido culpable por ello? Cambiar esta visión del aburrimiento puede ayudarnos en nuestro crecimiento. Piénsalo, ¿nunca se te han ocurrido ideas para un proyecto de clase cuando no estabas haciendo nada y tu atención no estaba fijada en pensar en ello?

Por un lado, el no tener nada que hacer ayuda a buscar nuevos estímulos y nuevas cosas que hacer. Es decir, el aburrimiento sirve como motivación para probar nuevas actividades e incluso adoptar nuevas aficiones.

También te ayuda a fijarte en tus alrededores y sentir curiosidad por ellos. Lo que hace que adquieras nuevos conocimientos. Me pongo como ejemplo cuando digo que muchas veces por la vida tan ajetreada que llevo he sobrepasado detalles de mi alrededor tan simples como fijarme en lo bonito que es un edificio. Un día pasas por él, te fijas y piensas, ¿Cómo no me había fijado antes?

En un estudio que se llevó a cabo en 2011 por la antropóloga Genevieve Bell se concluyo que cuando los participantes se aburrían y no lograban centrar su atención en una tarea por su falta de interés en ella, buscaban otros enfoques de la misma para volverla más atractiva, por ejemplo, buscando nuevas maneras de completarla utilizando recursos más creativos.

En definitiva, Unamuno tenía razón cuando dijo, "El aburrimiento es el fondo de la vida, y el aburrimiento es que ha inventado los juegos, las distracciones, las novelas y el amor."

Almería

         

                                                  MEDUSAS  EN ALMERÍA 


Este año a sido el primero desde hace mucho que mi familia y yo nos vamos a un sitio diferente que no sea Galicia. 

Al principio se nos hizo un poco raro el cambio pero ya que mi tía se había mudado a Almería y hacia mucho que no la veíamos, decidimos cambiar nuestro destino de vacaciones y probar algo diferente. 

Cuando llegamos fuimos directamente a casa de mi tía a comer, para darles una sorpresa y aprovechar la tarde con ellos, después fuimos al apartamento, nos pareció precioso, la terraza tenía unas vistas súper bonitas y toda la casa estaba genial. Descargamos del coche y colocamos todas las cosas en su sitio, nos cambiamos y fuimos a dar un paseo por el Toyo para ver cómo era.   

Nos encantó el pueblo y como hacía tan buena temperatura, aprovechamos para cenar fuera y comentar que nos gustaría hacer a cada uno, para probar diferentes cosas, ya que nos íbamos a quedar hay 15 días. 

A la mañana siguiente nos despertamos pronto para ir a la playa. Decidimos ir a una que nos había recomendado el propietario de la casa. Era una playa preciosa en Cabo de Gata y no había mucha gente, había mucho espacio entre grupos de personas y estaba muy bien porque no tenias que poner unas toallas encima de otras. Jugamos un rato a las palas, aunque poco porque lo mejor era estar en el agua, y eso hicimos, nos metimos al agua y estuvimos ahí jugando casi una hora y media, la temperatura del agua estaba buenísima y era tan cristalina que se veía el fondo. 

Unas horas después, nos fuimos otra vez a casa a comer y por la tarde después de la piscina venían mis tíos de Almería para dar una vuelta por el Toyo, tomar algo e ir a cenar. 

Eso era lo que hacíamos muchos días, menos los días que teníamos un plan diferente. 

Al día siguiente fuimos a visitar por la mañana a mi tía a su casa para darle una sorpresa porque era su cumple, después de eso nos fuimos a la playa de Almería que nos había recomendado mi tía, que era a la que ellos siempre iban. 

Fuimos a la playa y como hacía tanto calor, mi madre, mi hermana pequeña y yo decidimos meternos al agua, pero mi padre nos dijo que no nos metiéramos que había oído decir a un chico que había visto una medusa, pero como el chico que lo había dicho estaba muy lejos pensamos que no nos iba a picar a nosotras. Entramos al agua y un rato después mi madre y yo empezamos a nadar  hacia la derecha porque la corriente nos llevaba hacia el otro lado. Y en ese momento, de repente mi madre y yo estiramos el brazo a la vez, y acto seguido mi madre levanta el brazo súper rápido, le miro y le pregunto : ¿ Ama medusa? , y antes que de mi madre me respondiera Carla y yo salimos corriendo del agua y como en la orilla había piedras pequeñas, yo me clavé una en el pie y Carla se callo de rodillas. 

Mi madre fue al puesto de socorro y allí le dieron una pomada para calmar el dolor , mientras que mis hermanas, mi padre y yo recogíamos las cosas para irnos. Cuando nos estábamos yendo en el coche paramos en una tienda de comida y compramos unas galletitas saladas, porque no hay nada que no se pueda arreglar con unas galletitas saladas después de la playa. 

Al día siguiente decidimos ir a un pueblo que se llamaba Níjar, es un pueblo precioso que visitamos en una mañana y después fuimos a la playa, había tres opciones de playas y decidimos ir a la de las Marinicas.

Esperábamos tener suerte y que no nos pasara nada. Mi padre se metió al agua donde se había metido muchísima gente y estuvo un buen rato , entonces mi madre , Carla , Lucia y yo nos fuimos a levantar de la toalla y de repente mi padre sale corriendo del agua, viene y nos dice que le ha picado una medusa. No nos lo podíamos creer, había muchísima gente y le picó a el. 

Aun así mis hermanas, mi madre y yo decidimos meternos al agua, creímos que si nos metíamos lejos de donde se había bañado mi padre, no nos iba a pasar nada. Con lo que nos metimos, pero solo en la orilla, porque en la orilla las medusas se veían, estábamos en el agua refrescándonos, siempre en la orilla y pendientes de que no hubiera ninguna medusa a nuestro al rededor, y de repente dice Lucia he visto algo y en ese momento Carla salió del agua corriendo, pero no había nada. Una rato más tarde salió Lucia y se quedó en la arena sentada con los pies en la orilla. Mi madre y yo seguíamos  tranquilas en la orilla y lo que no sabíamos es que teníamos la medusa detrás, otra vez mi madre y yo movimos el brazo para atrás y ahí estaba esperando la medusa para picar a mi madre, la medusa abrazo con sus tentáculos el brazo de mi madre y mi madre me dijo Nuria que le había vuelto a picar, me doy la vuelta y veo a la medusa flotando en el agua nuestro lado y le dije a mi madre : “ Ama, vamos, sal del agua, estoy viendo a la medusa, la tenemos detrás”. Salimos corriendo, fuimos al pesto de socorro y el chico le dijo a mi madre: “ Eres la segunda persona a la que atiendo hoy, solo he atendido a dos personas en todo en día “. Y mi madre le dijo: “ Si, el otro era mi marido” . El chico se empieza a reír y nos dice : “ Pues ya es mala suerte porque no he atendido a nadie más que a vosotros dos”.


Pero aun así nos quedaban muchos días y no podíamos no ir a la playa, a si que para el resto de días nos compramos unas gafas de bucear para ir rotándonos y en el agua mientras uno vigilaba al rededor los otros se bañaban, vimos que nos salió bien la jugada y eso fue lo que hicimos el resto de días hasta volver a Bilbao. 

Fue una nueva experiencia muy chula, a parte de lo de las medusas, nos lo pasamos muy muy bien, por ejemplo hicimos esnórquel  y estuvo muy guay y nos gustó mucho. 

Pero yo diría que el año que viene volvemos a Galicia y no experimentamos más. A ver que pasa el verano que viene. 

sábado, 17 de septiembre de 2022

Ea

¿Tienes la suerte de tener un pueblo en donde poder pasar y disfrutar tu verano?

Es posible que mucha gente no conozca lo que es la sensación de veranear en un pueblo. En este caso, yo soy afortunada y sé lo que es. Sé que es mi refugio, donde las cosas siempre son iguales y nunca cambian, donde me siento segura, protegida y amada. También es el lugar donde puedo estar relajada, alejada de todos mis problemas y preocupaciones. 

Aunque sé que cada pueblo tiene su encanto, el mío es inigualable y se podría decir que es hasta “exótico”. Porque Ea tiene ese “no se qué” que te hace querer volver, no sólo cada verano sino cada Semana Santa también. Este pueblo tiene familiaridad, el saludar a todo el mundo que pasa aún sin saber realmente quiénes son, que la gente te pregunté a ver que tal te va a ti y a los diferentes miembros de tu familia, que una vez que llegas al pueblo dejas de ser tu y pasas a se la/el hij@ o la/el niet@ de.

Ea tiene algo especial que hace que el tiempo pase más rápido de lo que queremos. Llegar a mediados de junio e irte a principios de septiembre y que parezca que solo has estado una semana, sin exagerar, y no casi tres meses. Por que si, mi pueblo tiene esa capacidad.

Ea no es sólo los edificios, la playa, el muelle y sus puentes. Ea también es la gente que lo complementa. Esa gente que no desperdicia una noche si hay la posibilidad de salir de fiesta y es que, en caso de que no haya fiestas de pueblos de al lado, los de Ea nos montamos nuestra propia fiesta con un altavoz y listo, porque no necesitamos nada más que nuestras cuadrillas para pasárnoslo bien.

Ea, aún siendo todo esto que dicho anteriormente, también son: días enteros de muelle comiendo en el chiringuito con tus amigos, mediodías de cafe y helado, tardes de pipas, pintxos y cotilleos, noches de colacao calientes acompañados de cartas o noches de fiestas duras, y mañanas aún más duras.

Porque este pueblo tiene eso que te hace volver siempre, a casa, a sentirte segura y en paz.


Disfruta del momento

 "Deja de esperar al viernes, al verano, a la vida. La felicidad se consigue cuando dejas de esperar a que algo llegue y disfrutas de lo que estás viviendo en el presente". Esta es una frase que leí hace poco y que me gustó mucho, porque creo que últimamente mucha gente siente que lo que hagamos ahora decidirá todo nuestro futuro, que en cierto modo es verdad. Pero también es cierto que si ahora no conseguimos lo que queremos, existen muchas maneras de llegar a nuestro objetivo, es decir, todavía nos queda toda una vida por delante y nos podemos equivocar porque tenemos tiempo de sobra para resolver nuestros errores. 

Por eso, muchas veces, al sentirnos presionados o estresados, nos olvidamos de disfrutar todo lo que podamos a lo largo de la semana y esperamos deseosos al viernes para finalmente poder descansar de todas nuestras preocupaciones. Sin embargo, no creo que este deba ser nuestro objetivo, sino que, para poder hacer nuestras vidas algo más amenas, deberíamos intentar disfrutar de los pequeños detalles del día, y darnos algún capricho a lo largo de la jornada, como por ejemplo: salir a hacer deporte o simplemente a dar un paseo, quedar con amigos, ver una serie, leer un buen libro, escuchar música... lo que sea que te haga feliz. 

Y aunque sea cierto que durante la semana tengamos menos tiempo libre, ya sea por el colegio o por las extraescolares, no debemos dejar que eso nos impida disfrutar de la semana. Porque no puede ser que solamente podamos descansar dos días a la semana.

Dicho esto, creo que es muy importante entender que pese a que estos años sean importantes para decidir nuestro futuro, si nos equivocamos, todavía tenemos la posibilidad de arreglar nuestros errores y por eso, no es necesario sentirse estresado o presionado. Por otro lado, creo que es necesario saber que hay que intentar sacarle el máximo provecho a todos los días y no solo a los fines de semana o al verano. Es decir, disfruta del momento.

martes, 13 de septiembre de 2022

Lenguajes del amor

Los lenguajes del amor

Hace un tiempo descubrí el concepto de "lenguaje del amor" y me interesó muchísimo desde el inicio. La idea la desarrolló Gary Chapman en un libro de psicología, donde separa 5 tipos de lenguajes del amor. Estos lenguajes son formas que tenemos de expresar nuestro amor o amistad en cualquier tipo de relación, y me gustaría explicarlo para que cada uno entendamos cómo damos y recibimos amor y cuál es nuestro lenguaje predominante. 

El primer tipo del que quiero hablar es el lenguaje de "contacto físico": esta es una forma de expresar nuestro amor o nuestros sentimientos de forma física, mediante abrazos, besos, choques de manos, caricias... Puede que mucha gente no esté cómoda con este lenguaje, y lo entiendo porque es algo muy personal e íntimo. Pero justo por eso me parece algo tan importante, tan bonito. "Algunos abrazos deberían ser eternos".

Otro tipo de lenguaje es el que se llama "tiempo de calidad". Consiste en pasar tiempo con la otra persona, momentos en los que entiendes, compartes, disfrutas y estás cómodo. Pienso que, al tener estos mometos, las relaciones se hacen más fuertes, y personalmente aprecio mucho este tiempo. Incluso a veces estás disfrutando tanto con alguien que ni siquiera te das cuenta de lo presentes que están estos instantes.

Hacer "actos de servicio" es también una forma de expresar tu amor, gratitud o sentimientos hacia alguien. Estos actos significan hacer favores sin esperar nada a cambio, ayudar en casa o en el colegio, gestionar problemas... y aunque no se aprecien al pincipio, dicen mucho de cada uno.

El cuarto es el lenguaje de los "regalos". No se trata de dar muchos regalos o muy caros; en mi opinión, este tipo de regalos son más como detalles o pequeños regalos que alguien hace a una persona a la que quiere. Yo disfruto mucho haciendo estos regalos, y en mi caso los detalles que me gustan hacer son pulseras, pequeños dibujos, algún souvenir de un viaje o cualquier cosa personal que a esa persona le pueda hacer ilusión. Me gusta hacer regalos y ver que la gente a la que quiero se alegra y lo aprecia. 

El último es el lenguaje de las "palabras de afirmación", que pienso que es el más importante y el que más se tiene que tener en cuenta si queremos expresar nuestro amor. Verbalizar nuestro apoyo, ayuda, gratitud, amor, felicitación, amabilidad o elogios es algo muy necesario para hacer saber a la otra persona lo que uno siente y piensa. Al recibirlo, nos hace afirmar nuestras creencias, nos hace sentirnos bien, menos inseguros y más queridos. Muchas palabras que decimos pueden ayudar a las personas que queremos  y a su bienestar.

En resumen, creo que los 5 lenguajes son importantes y necesarios y, como he dicho antes, ayudan tanto a mantener en pie las relaciones como a hacerlas más fuertes. Cada persona tiene su forma de expresión y eso se debería comunicar y mantener, pero pienso que intentar combinar todas sería lo ideal para que una buena relación funcione. 


Mi experiencia con el baile

Ya son 7 años los que llevo bailando. Al principio lo hacía como extraescolar en mi antiguo colegio, pero con el tiempo, pasé a una academia llamada Fusión. Desde que empecé he probado una gran variedad de estilos, así como el contemporáneo, break dance, etc. Pero con el que me siento más cómodo es el urbano. A primera vista puede que no parezca tan bonito como puede llegar a ser el contemporáneo, pero la belleza del baile está detrás del esfuerzo de aprenderse los pasos e intentar perfeccionarlos, repitiéndolos una y otra vez.

Han sido muchas las veces que he tenido que presentarme delante de un público y hacer mi coreografía. Es verdad que al principio no es una experiencia muy cómoda. No es lo mismo bailar en una academia junto a tus compañeros que delante de 300 personas. Lo más importante es que una vez que te relajas eres capaz de hacer la coreografía exactamente como quieres. Menos mal, porque no son pocas las horas que he invertido en ello. 

Es más, hace unos años empecé a competir en este deporte. No tiene comparación con ir un par de horas a la semana a tu academia y bailar un poco. En el escenario ya no bailas tú solo: bailar se convierte en un compromiso, te comprometes con tus compañeros para dar tu mejor parte. Es increíble poder empezar a reconocerte en algo que te encante. 

Aunque la mejor parte de competir no es si bailas en sitios como el teatro Arriaga o si compites a nivel nacional. La mejor parte es la compañía que consigues, personas con las que puedes expresarte libremente. Bailar se trata de dar y recibir. Como todo en la vida, supone esfuerzo, pero al final vale la pena. 

La primera clase es algo que siempre recordaré. Entrar por la puerta y preguntarme qué hacía ahí. A partir de ese momento, descubres algo que te apasiona. Te dedicas a hacer y aprender muchos bailes y a ser paciente con tus compañeros y contigo mismo. Una de las primeras cosas que aprendí fue que ser el único chico en una clase llena de chicas no tenía nada de malo. Al fin y al cabo, en eso consiste el baile: en aceptarse a uno mismo.






Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...