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martes, 29 de noviembre de 2022

Odio la Navidad

Aunque esta pueda ser la época favorita del año para muchas personas, a mí no es que me haga mucha gracia. No es que no me gusten las luces que decoran las ciudades o los turrones o los regalos, todo lo contrario. Sin embargo, no me gusta nada el frío que hace en esta época del año, ni los villancicos, ni ese optimismo que parece invadir a todo el mundo en esta época.


En primer lugar, es cierto que de pequeños puede que la Navidad fuese una de las mejores etapas del año porque venían el Olentzero y los reyes magos, pero a medida que te haces mayor, en algunos casos, puede que esa magia que rodea a la Navidad vaya desapareciendo. Porque al final, en todas las fiestas se hace lo mismo: comer y recibir regalos. Así que, yo creo que hoy en día, uno de los motivos principales para celebrar la Navidad es simplemente tener una excusa para gastar dinero, comer sin importar saltarse la dieta y salir de fiesta.


Por otra parte, la época del año en la que se celebra la Navidad tampoco es que me encante y creo que esta es la principal causa por la que no me gustan estas fiestas. Y es que de verdad que no soporto el frío y que los días sean tan cortos. Si fuese por mí, la temperatura se quedaría siempre en torno a los 20ºC, lo que puede sonar algo irónico viniendo de una persona que vive en el norte de España. Pero a mí el invierno se me hace eterno y no veo el momento de volver a poder salir únicamente con la sudadera sin tener en cuenta el frío que hace por las mañanas.


Otra cosa que detesto de estas fiestas es la tristeza de los días posteriores a la Navidad, ya que las calles están totalmente desiertas por el frío y la corta duración de los días. Además, parece que ese positivismo que hay en torno a estas fechas desaparece completamente con la llegada de enero.


Por lo tanto, quizá no es que odie completamente la Navidad, sino la etapa del año en la que se celebra y la monotonía de estas fiestas. Con esto no quiero aguarle las vacaciones a ninguno/a, porque entiendo que a la mayoría de las personas les guste disfrutar en estas fiestas.

lunes, 28 de noviembre de 2022

"COMO POTES, ME PIRO"

Sé que es un tema asqueroso y espero que esta entrada no le de ganas de vomitar a nadie. Por todo lo que querais, os lo suplico, que no os de ni siquiera una arcadita. Y es que es escuchar un “estoy mareado”, un “me duele la tripa” o un simple sonido o amago de arcada y en menos de 2 segundos me puedes ver saliendo de dondequiera que esté, con los ojos cerrados y los oídos tapados. 


Aunque la gente se ría cuando lo escucha, no entienda de lo que les hablo o se burlen, a mi me da algo cada vez que se pueda dar la posibilidad de que alguien vomite. Tengo fobia a los vómitos. No sé por qué, ni de dónde viene, pero es así. Como he dicho antes, cada vez que veo que alguien puede acabar echándolo todo, huyo. Creedme cuando os digo que esto no es nada gracioso para mí: imaginaos vivir con alguien que se marea en el coche, tener de amiga a una celíaca o estar rodeada de posibles sucesos con potas alrededor. Sea quien sea quien esté potando, desaparezco; dejo de ser buena amiga sin pensarlo, y solo me centro en salir de ese lugar lo antes posible. Ya es un reflejo.


Yo de fiesta soy un espectáculo, porque no puedo ni estar cerca de alguien que sé que está hasta arriba de alcohol. Y lo mismo ocurre en una excursión en bus o en un viaje en coche. Mis sentidos “antipotas” se agudizan en este tipo de situaciones y mi cabeza es algo así constantemente; “esa persona se está mareando, me preparo para correr”, “que nadie me diga que tiene ganas de vomitar, porque salto del coche”, “como potes, me piro”. A la gente le parece algo natural, lo más normal del mundo, pero para mí es como una pesadilla, un sufrimiento y estrés enormes. Aunque claro que la persona que vomita también lo pasa mal, yo rezo para que pare cuanto antes y que ambas dejemos de sufrir. 


Creo que llevo desde cuarto de primaria sin vomitar y desde mucho antes conociendo esta fobia, pero los comentarios y las bromas siguen sin hacerme gracia. Que sí, que sí, que ya te he visto hacer una arcada falsa, para ya con la bromita. No me vas a hacer correr hasta que sea real; entonces no me verás a 10 kilómetros a la redonda.


Pensar antes de abrir la boca

Pensar antes de hablar es una de las frases que más pienso y que no cumplo, en un día normal. Me suele pasar muy a menudo que quiero decir algo que ya tengo en la cabeza, pero que luego al decirlo, no me expreso correctamente. Quiero decir todo lo que tengo en la cabeza antes de decir la primera palabra. Creo que tengo que mejorar en este aspecto, y si lo mejoro, se que me irán mejor las cosas porque podré expresarme correctamente.


Las palabras que utilizamos marcan mucho en la forma en que los demás nos ven, se convierten en el reflejo de lo que somos. Si eres una persona que cuida su vocabulario y sus expresiones te verán de diferente manera si no lo haces. 


Expresarse adecuadamente tiene muchas ventajas, no solo hablar bien. Al expresarte bien y saber cuando hacerlo te puede ayudar a solucionar problemas, convencer a alguien sobre algo o salir de una situación incómoda. Ya que si dices algo inadecuado en un mal momento te puede generar problemas y ya no habrá excusas que valgan.


En conclusión, pienso que es algo muy importante en nuestras vidas, ya que nos influirá directamente en el día a día. También creo que se debería hacer más hincapié en mejorar esta habilidad ya desde el colegio hasta la universidad, el tema de la oratoria.


Frases como “No es necesario decir todo lo que se piensa, lo que si es necesario es pensar todo lo que se dice” o “No abras tu boca a menos de estar seguro de que tus palabras son más valiosas que tu silencio”, son frases que debería metérmelas en la cabeza y reflexionar sobre ellas.


domingo, 20 de noviembre de 2022

LA MIMO DE GRAN VÍA

 Lucía, también conocida como “la mimo de Gran Vía”, ha sido una de las artistas callejeras que más he visto en toda mi vida. Para muchos vizcaínos, esta mujer formaba parte de la conocida calle de Bilbao, vestida de blanco y sujetando siempre la misma rosa roja. Ahora que ha fallecido, no será lo mismo cruzar estas calles.


Lucía Moreno era una mujer argentina que tras venir a España a querer demostrar su arte decidió formar parte de los artistas callejeros. Desde su primer día de llegada, salía a la calle a posar con una actitud triste y melancólica e intentaba cautivar a los paseantes de Bilbao para intentar conseguir algún beneficio económico. Aunque era muy conocida en la calle Gran Vía, también solía estar en otros lugares como Basauri. La mujer mantuvo su posición por años hasta que hace una semana por culpa de una enfermedad tuvo que ser ingresada en el hospital de Santa Marina. Finalmente, hace unos días Lucía falleció tras no poder combatir contra esta enfermedad.


Para mí, Lucía era una gran figura que demostró que si quieres demostrar algo o hacer sentir algo a alguien no basta con demostrarlo sólo un día, sino todos. Por eso, tanto yo como muchos que la conocían por haber demostrado su amor hacia el arte la recordaremos como un gran pilar de Bilbao. 


sábado, 5 de noviembre de 2022

Los años 80

La década de los 80 es muy conocida y recordada por mucha gente, sobre todo por aquellos que la vivieron en su plenitud, que ahora mismo rondan entre los 50 y 70 años. Con años marcados por el optimismo y estímulo creativo.

En esta época, la tecnología avanzó muchísimo hasta tal punto de que numerosas empresas desarrollaron ordenadores personales bastante avanzados para el momento. También destaca la creación del Walkman, el teléfono móvil, los CDs o las grabadoras de vídeo VCR.


Aunque las primeras vídeo consolas fueron creadas en la década de los 70, a principios de los 80 se fueron popularizando a mayor nivel, a tal punto de abarrotar las salas recreativas. Además, se crearon numerosas consolas y videojuegos como por ejemplo la Nintendo creada en 1983, la Game Boy en 1989 e incluso el Super Mario Bros.


Por otro lado, se encuentra el sector musical el cual sufrió grandes cambios. Fue una época de innovación y libertad para crear y expresarse y destacan géneros con el electro-pop o el techno. Algunos cantantes y grupos españoles fueron Mecano, Hombres G, Celtas Cortos, Joaquín Sabina…


Además, en esta década destacan acontecimientos históricos muy importantes como por ejemplo el incidente de Chernobyl sucedido en 1986 y que tuvo un gran impacto medioambiental a nivel europeo, afectando a los países de su alrededor. O la caída del Muro de Berlín en 1989, lo que supuso el final de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética.


En resumen, la década de los 80 fue una gran época revolucionaria con algunos incidentes aunque recordada por muchos con gran nostalgia.


miércoles, 2 de noviembre de 2022

Desde que tengo uso de razón, siempre me han enseñado el significado de la palabra empatía y la importancia de ayudar al otro. Como cuando le ofreces a una persona mayor ayuda para abrir una puerta pesada, cuando a alguien se le cae un objeto sin darse cuenta al caminar por la acera o simplemente siendo amable con los demás. Pero… ¿qué pasa cuando uno realiza una buena acción hacia otra persona y el resultado no es el esperado? Mi mamá pasó por esa situación hace 35 años.

Pongámonos en contexto para entender la situación. En ese entonces, no existían los móviles, no había internet y, en su casa, ni siquiera tenían un teléfono fijo. Una tarde, ella se encontraba con su hermana y dos amigas en el living de su casa. En ese cuarto, había un gran ventanal que les permitía ver el jardín que estaba al lado de la calle. En un momento, vieron cómo un pajarito se acercó a su jardín con algo en su pico, dejó dicho objeto en el césped y se fue volando rápidamente.

Las cuatro adolescentes salieron intrigadas a ver qué había dejado el pajarito y se sorprendieron al encontrarse con un Documento Nacional de Identidad. Todas estaban de acuerdo en encontrar a su dueño y devolvérselo ya que, en esa provincia y en ese tiempo, el trámite para obtener un documento de ese tipo podía llegar a tardar hasta ocho meses. Lo primero que hicieron fue buscar el nombre de su respectivo dueño en la guía telefónica, donde encontraron su número y dirección. Una vez obtenido el número, tuvieron que acercarse a una telefónica para poder comunicarse con el dueño. Acordaron que él pasaría a recogerlo por su casa esa misma tarde.

Cuando vino les explicó muy amablemente que, una semana atrás, le habían robado el auto y, con él, un maletín con varios documentos importantes. Como el DNI era uno de ellos, necesitaba saber dónde lo habían encontrado para poder recuperar el maletín. Imagínense su reacción cuando cuatro chicas de entre quince y dieciséis años trataron de explicarle que “había venido un pajarito que, en su piquito, trajo ese documento y se fue volando.”

La situación se tornó bastante violenta porque nunca les creyó y las amenazó con llamar a la policía exigiendo la aparición de su maletín. Varios minutos más tarde, el señor se fue enojado y sin agradecerles la buena acción.



Querido final de curso:

Querido final de curso;
2º de bachiller no ha hecho más que empezar y algunos (por no decir todos) ya te esperamos con ansias. 
Sabemos que este año va a ser duro, que todos debemos dar el máximo de nosotros mismos, pero en tan sólo dos meses, a la mayoría ya nos ha dado tiempo a frustrarnos, agobiarnos y estar a punto de tirar la toalla. Y repito, A PUNTO, porque no ha sido así, ni será. Porque por mucho que nos invada el estrés sabemos que al final de este último sprint estás tú, la motivación y esperanza de muchos de nosotros.

Siendo sinceros, ninguno sabemos cómo llegaremos a junio, si sobreviviremos a todos los exámenes, si conseguiremos la nota que necesitamos, si todo saldrá bien...puede que no, ¡o puede que sí! 
Pero en estos momentos no nos queda otra que esperarte con las expectativas por los cielos, ¿no crees?

Desde el primer día que pisamos las clases en septiembre, empezamos a mirar agencias de viajes y graduaciones de todo tipo en busca de la mejor oferta, que si Mallorca, que si Salou, que si discoteca con barco, que si cena y DJ... La verdad que ponernos de acuerdo 90 personas está siendo difícil, pero lo que está claro es que todos tenemos el mismo objetivo; recibirte a lo grande. 
Contigo llegará la recompensa de todo el esfuerzo dedicado a lo largo del año; un viaje juntos, una graduación juntos, pero todo juntos. Porque tu llegada no sólo significará el final de 2ª de bachiller, sino también el de nuestro camino juntos. 
Después de 16 años de rutina, recorriendo el mismo camino de casa al cole y del cole a casa, muchos de nosotros dejaremos de ver esas caras que llevamos viendo desde los 2 años. Las mismas con las que hemos crecido y compartido diferentes clases año tras año. Y aunque a veces digamos que estamos hartos de ellas y que lo único que queremos es empezar un nuevo curso desde cero, en un sitio nuevo y con caras nuevas, en el fondo sabemos que algo de pena ya nos va a dar separarnos. 
Es por eso que no nos puedes fallar, tienes que hacer que todos estos años hayan merecido la pena. Así que esperamos hacer contigo del final de esta estampa y principio de otra impresionante que nos espera, una experiencia para recordar.

Deportes Extremos

Hoy en día, el deporte forma parte de la vida de muchos de nosotros. Normalmente, le dedicamos varías horas a la semana porque nos aporta un montón de cosas buenas a nuestra vida como: Estar en buena forma física, el poder socializar o poder relajarnos y desestresarnos haciendo alguna actividad que nos guste. Sin embargo, hay algunas personas que llevan el deporte a un extremo, en el que llegan a jugarse sus propias vidas. Estos, son los amantes de los deportes extremos.

La verdad, es que la mayoría de deportes pueden considerarse extremos si se llevan a un punto en el que practicarlo te pueda llevar a tener daños graves en tu cuerpo o a matarte. A mi se me vienen a la cabeza muchisimos ejemplos como: Los deportes aéreos, acuáticos, de motor o de montaña. ¿ Pero, porque hay gente que tiene gusto por este tipo de actividades ? Una de las respuestas más comunes a esta pregunta es la adrenalina, sin embargo, aunque juega un papel muy importante yo creo que la razón va más alla. Para empezar,  si tu quieres practicar uno de estos deportes de manera extrema necesitas miles de horas de entrenamiento, lo que se traduce en disciplina. Por esto, cuando consigues una gran proeza o un buen truco sientes una sensación indescriptible que te hace estar feliz, debido a que con tu esfuerzo has logrado hacer algo muy difícil que pocas personas lo han hecho. En parte, la sensación de desafiar a la muerte también te motiva y hace que acabes viendo la vida desde otro punto de vista que pocas personas conocen, pero que merece la pena. También, este tipo de deportes están muy relacionados con la naturaleza, lo que te aporta una sensación de paz.

Yo me considero un fan de estos deportes y me encanta verlos. Yo os aconsejo que les deis una oportunidad porque os pueden sorprender. A mi me gustaría poder practicarlos en un futuro pero claro, a pesar de estar super entrenado la muerte siempre esta presente y existe mucha gente que ha fallecido practicando estos deportes. 


Montar en bicicleta

 Montar en bicicleta


A todos de pequeños nos han enseñado a montar en bici. A muchos niños les puede dar miedo caerse y hacerse daño cuando están empezando, pero al final todos aprenden. Saber andar en bicicleta te da libertad y te permite ir a sitios que quizás no puedes ir andando porque están muy lejos.


Un día en verano hablando con mi primo, me dijo que no sabía andar en bicicleta. Rápidamente se lo conté a mi padre y a mis hermanas y nos propusimos enseñarle. Al principio nos costó convencerle ya que como otros muchos niños, tenía miedo de caerse. Tras estar un tiempo, finalmente aceptó. Como no tenía bicicleta, fuimos al desván de mi casa y cogimos una que yo usaba cuando tenía su edad. No teníamos mucho tiempo para enseñarle porque nuestro primo volvía a Bilbao en pocos días.


El primer día fue un desastre. Teníamos que sujetarle todo el rato y no conseguía ir recto, siempre se caía hacia algún lado. Pasaba el tiempo y no parecía haber ningún progreso. Terminó el día enfadado y sin ganas de volver a intentarlo.


Teníamos la esperanza de que el segundo día fuera mejor, sin embargo, fue todo lo contrario. Seguía sin poder ir solo pero ahora, en vez de dar pedales hacia delante los daba hacia atrás. Ninguno sabía por qué hacía esto, decía que lo hacía sin querer, pero creíamos que lo hacía a propósito para irse a casa.


El tercer día por fin consiguió andar solo. A partir de ahí empezó a mejorar y terminó sabiendo cómo montar en bici perfectamente. Nos confesó que aunque según él había sufrido bastante, se alegraba de haber aprendido.


Estrellas fugaces

 

Las estrellas fugaces me parecen algo maravilloso de ver, aunque a su vez es muy difícil conseguir observar alguna. Por suerte, durante el año, hay diferentes periodos donde es más común que se produzcan lluvias de estrellas, lo que hace que las podamos ver más fácilmente. Sin embargo, al vivir en una ciudad, la contaminación del aire y la luz hace que sea muy complicado distinguir todas las estrellas que se encuentran en el cielo, y  aún más difícil conseguir ver si pasa una estrella fugaz. Afortunadamente, una de estas lluvias de estrellas suele ocurrir  a mediados de agosto, cuando no estoy en Bilbao, sino en mi pueblo. Mis amigos y yo solemos aprovechar para pasar esa noche en la playa e intentar verlas. Muchas veces el cielo está bastante nublado y no conseguimos ver ninguna, pero aún así, nos lo seguimos pasando muy bien todos juntos. Por suerte, ha habido varios años en los que hemos podido ver muchas y ha sido algo alucinante. 

Normalmente cuando vemos una estrella fugaz, pedimos un deseo, pero, ¿de dónde viene esa tradición? En la antigüedad, las estrellas eran asociadas con seres divinos, incluso, muchos pensaban que se trataban de ángeles. Por ello, al ser tan poco común observar una estrella fugaz, estas pasaron a ser señal de buena suerte para quienes las vean. 

Hay mucha gente a la que estas creencias les parecen absurdas y no logran entender por qué hay personas que lo hacen. Yo, personalmente, no suelo tener muchas esperanzas de que el deseo que pida se vaya a cumplir, pero aún así cada vez que veo pasar alguna, no pierdo la oportunidad de pedir algún deseo, no vaya a ser que tenga suerte y se haga realidad. Eso sí, en algunos casos pasan tan rápido, que no te da tiempo ni a pensar qué deseo pedir. 


No te preocupes querida

Han sido muchas las veces que he empezado a ver una película, pero me ha costado seguirla. Muchas obras no me causan esa impresión que me haga seguir viéndola. A veces acabo viendo una película solamente por haberla empezado y querer terminarla de una vez. “No te preocupes querida” me ha fascinado desde el primer momento, ofreciéndome la intriga que creo que debe tener una buena historia.

La he visto 2 veces desde su estreno en septiembre. La primera fue en el cine y debo admitir que fue la mejor. Ver una película en tu casa no tiene comparación con verla en una butaca, ante una pantalla de más de 15 metros de largo. La experiencia que obtuve de esta película mejoró sin duda gracias a la magia del cine. 

Alicia es una ama de casa norteamericana que vive una vida de ensueño. Entre otras cosas, tiene un marido encantador que se ocupa de sus necesidades. Además, tiene la posibilidad de realizar las actividades que desea durante todo el día. Esto es lo que lleva soñando toda su vida, ¿o no? 

A lo largo de este filme, suceden eventos extraños que llevan a la protagonista a replantearse su propia existencia. Lleva toda su vida creyendo en el bien que realiza su ciudad: el Proyecto Victoria. ¿Es todo lo que le han contado realmente cierto? Ya no sabe en quién confiar, ni siquiera en su propio marido.

Hay muchas referencias divertidas dentro de la película. Por ejemplo, la más obvia, el nombre de la propia protagonista. Este hace referencia al libro Alicia en el País de las Maravillas, una chica lejos de su hogar que debe enfrentarse a lo desconocido. ¿Qué decisión tomará Alicia? Como muchos de nosotros, puede que acepte sin cuestionamiento alguno la realidad que la rodea, o puede que decida emprender el viaje para encontrar LA VERDAD.

Semana del…

Hay una semana cada evaluación que los alumnos tenemos, para algunos es la semana del estrés, para otros la semana del no parar, y para mí es la semana del infierno, y con esta semana me refiero a la semana de exámenes. Una semana a la que nos afrontamos es los primeros cursos de la ESO y que ahora nos vuelve a tocas en Segundo de Bachiller. Llevo unas cuantas semanas pensando en cómo afrontar esta semana, y aunque este blog se lea después de la semana de exámenes me parece bien escribirlo por si sirve para otras evaluaciones.

Cada evaluación, los estudiantes nos enfrentamos a una o dos semanas de exámenes. Cuando estás en la ESO tampoco nos afecta mucho, ya que solo hay que estudiarse 10 páginas de cada asignatura y no son muy difíciles. Pero teniendo en cuenta que estamos en segundo de Bachiller, la presión aumenta y se nota. Todos estamos agobiados y estresados porque no nos da tiempo, no sabemos exactamente lo que va a entrar en el examen, por mucho que estudiamos no podemos asegurarnos una buena nota, no sabes si los apuntes están bien… Sobretodo sabiendo que la nota influye en nuestro futuro, debido a que forma parte de la nota de selectividad, y no todos tenemos la suerte de que la carrera que queramos hacer tenga una nota menor de 12 o 13.

Es una semana que no destaca específicamente en ser de las mejores del curso, pero hay muchas maneras de afrontarla. Está la manera fácil de rendirse, llorar y rezar para intentar que te salga bien y que entrene el examen lo que has estudiado, o está la opción de afrontarla con fuerza aunque no sea lo que más nos apetece. Yo creo que debemos centrarnos en qué es lo que queremos, poner un objetivo e intentar conseguirlo. Con esto no digo que nos pasemos las 24 horas del día estudiando. Lo que quiero decir es que nos organicemos bien y demos todo lo que podamos dar esforzándonos al máximo, pero también descansando, saliendo a la calle para desconectar y disfrutando los momentos que no estemos estudiando para coger energías.


En conclusión, la semana de examen, aunque no nos guste, tenemos que dar lo mejor de nosotros, fijándonos en nuestros objetivos, sin rendirnos, pasando tiempo estudiando, pero sobre todo descansando y disfrutando con la familia y amigos mientras que no estudiamos.

martes, 1 de noviembre de 2022

Ordenador o libro

 


Aprovechando que hace una semana nos dieron un ordenador a cada alumno/a para poder utilizarlo en clase, quiero expresar en esta entrada mi opinión sobre este tema.


Nos hemos pasado muchísimos años viendo como cada vez eran más los colegios que usaban la tecnología como una nueva forma de enseñanza.

Al principio, me parecía algo increíble y pensaba que esto nos iba a facilitar a todos a la hora de estudiar, hacer trabajos o coger apuntes, en definitiva, pensaba que era el futuro, y en cierta forma lo es, pero no para el ámbito académico, ya que ahora que tengo la posibilidad de poder usar el ordenador, solamente lo cojo cuando tenemos que preparar algún proyecto o cuando tenemos que buscar información en internet.

Esto es así, porque prefiero seguir usando el método tradicional, es decir, cuaderno y bolígrafo. Y es que, me he dado cuenta, de que a pesar de que sea agotador coger apuntes a toda velocidad sin poder parar y dejando algo de información por el camino, mientras escuchas la explicación y redactas la información a mano, al mismo tiempo estas reteniendo en la cabeza dicha información.


Es por eso, que no estoy a favor de la tecnología para este tipo de tareas, ya que aunque no lo pensemos, en la gran mayoría de veces, cuando una semana después de haber cogido esos apuntes estás en tu casa estudiando, te das cuenta de que lo que estás estudiando te suena y que algo ya te lo has aprendido. 


Amistades de Aeropuerto Parte 2

A mi me tocó ir a trabajar a una granja a 30 minutos en tranvía del centro de la ciudad y a ella, a pesar de que le tocó en una casa cercana a la mía, tuvo que irse porque la madre contrajo Covid. Pues bien, la muy afortunada fue a una residencia llena de italianos justo cerca del centro de la ciudad a 3 minutos andando de la playa. Me alegré por ella aunque claro que me dio una envidia terrible. 

Pues bien, comenzamos a quedar desde el primer día. Visitamos todo lo que había que visitar, conocimos a multitud de personas que ella me presentaba de su residencia y puedo decir, sin ningún reparo, que si no llego a conocerla, probablemente hubiera sido un viaje muchísimo más aburrido. Hicimos amistad con personas de todas partes del mundo, como una francesa que trabajaba conmigo en la granja o dos americanas que ocuparon la habitación de la francesa una vez ésta se fue, pero aun así Mei y yo siempre nos mantuvimos juntos y es que ella fue una persona de las conoces un día y es como si la conocieras de siempre. 


Además, un día me preguntó dónde veraneaba y cuando le respondí que en Lekeitio, me dijo que ella tenía familia allí, le pregunte cómo se apellidaban y me dijo que Txakartegi. Entonces aluciné. Una chica que había conocido por no saber controlar mi tono de voz en un aeropuerto de otro país, era mi prima, claro que no era prima primera pero eso no lo hace menos familia. A mi que me registren, pero nunca me había llegado a imaginar una casualidad tan grande. Y es que cuando dicen que el mundo es pequeño, es que lo es, es enano. Para mi ella ahora es tan prima como cualquier otra, y es que hay personas que conoces en los momentos más inesperados de la vida, que pueden llegar a marcar una diferencia abismal en ella. Me ha enseñado una cantidad enorme de cosas y doy gracias a la divina providencia que Mei se presentara de una forma tan estúpida e inesperada, siendo a día de hoy alguien con la que me aseguraré de no perder el contacto jamás.


A la vuelta, en el aeropuerto no conocí a nadie porque ya me mimetizaba con las masas, entendía a las señoras faltonas al respeto y sabía cómo tenía que hacer las cosas. Y es que no solo aprendí a desenvolverme en un país extranjero, sino que aprendí que son las situaciones más inesperadas las que pueden llegar a marcar la diferencia.


Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...