Que llegue ya el verano

 Creo que el objetivo de todos nosotros este año es quitarse ya la selectividad de encima para poder disfrutar del verano. Sin embargo, como ocurre todos los años, después de no haber hecho nada durante todas las vacaciones, cuando toca volver al colegio y estudiar, es como si una nube se posara sobre nuestras cabezas y se quedase ahí hasta el verano siguiente. Y es que parece que nuestro año ronda en torno a esta estación, ya que es el único momento en el que estamos completamente libres de obligaciones. 

Pero las vacaciones no son el único objetivo que tenemos. Este año, por ejemplo, todos estamos expectantes de saber en qué carrera entraremos y por eso, este puede ser el año en el que más nos estemos esforzando. Sin embargo, una vez logrado ese objetivo, el siguiente será acabar la carrera, después hacer un máster y finalmente, trabajar para acabar viviendo eternamente de forma monótona para esperar con ganas siempre a lo mismo: las vacaciones. Y cuando finalmente nos jubilamos, en muchas ocasiones ya se es demasiado mayor para disfrutar de todo con lo que habías soñado de joven.

Es decir, parece que vivimos en un ciclo en el que estamos constantemente poniéndonos metas que debemos cumplir, para que, una vez las consigamos, nos pongamos otras. Total, que al final, por muchas ganas que tengamos de lograr nuestros objetivos, siempre vamos a estar más pendientes de descansar y relajarnos. Porque al final, por mucho que te guste tu trabajo, siempre vas a preferir estar de vacaciones rodeado de la gente con la que te encuentras agusto. Pero parece que cuando envejecemos y por fin no tenemos obligaciones, no sabemos lo que hacer con nuetras vidas. 

nostalgia agridulce

Es muy habitual que la gente me encuentre hablando de cosas de hace años y siento que a veces soy un poco pesada con este tema, pero no puedo parar. Me apasiona hablar de las cosas de antes, porque las recuerdo como si fueran mágicas. 

Uno de mis temas de conversación favoritos son los programas de televisión que veíamos cuando éramos pequeños. Llegábamos de clase después de tomarnos la merienda, sin preocupaciones, y encendíamos Clan, Boing o Disney Channel. Eso era felicidad. Ahora hablo con nostalgia y tristeza de series como las Winx, Jessie, Los Rugrats, Phineas y Ferb, Shake It Up, La banda del patio, Lazy Town y de muchas más que nos hicieron pasar momentos increíbles. Entonces no lo sabíamos, pero fueron los mejores años.

Pero no solo se trata de unas pocas series; se trata también de ilusión. Noto en niños y niñas de primaria el entusiasmo por crecer, por llegar a casa o jugar con amigos… cosas simples, cosas de pequeños. Daría mucho por revivir eso algún día. Las horas incontables que nos hemos pasado jugando en la “plaza de los leones” (Jado), lo que hemos disfrutado con un trozo de plastilina, el viaje de todos los domingos al videoclub ya cerrado o las volteretas que pegábamos sin importarnos nada más que no hacernos rasponazos en las rodillas no tienen precio. Y lo triste es que no lo valoramos en el momento, que es algo de lo que nos damos cuenta cuando crecemos y estamos viviendo lo que creemos que es peor. 

Lo mismo pensaremos dentro de 20 años, cuando nuestros problemas sean algo más grande que el saber si hemos pencado o no un examen que entonces no valdrá nada. Sea lo que sea lo que esté haciendo, siempre disfrutaré hablando y recordando la música que escuchaba de pequeña, las series que veía, aquella rutina “insufrible” que tenía. Incluso si eso me trae un sentimiento de nostalgia agridulce.

Ser monitora

Ser monitora de niños pequeños es una tarea importante y gratificante que requiere de una gran cantidad de habilidades y paciencia. Yo llevo siendo monitora desde el segundo trimestre, de niños de quinto de primaria; unos niños muy revoltosos, pero en el fondo un amor. Estos niños pequeños son curiosos, energéticos y necesitan una atención constante. Como monitora, tu trabajo es asegurarte de que estén seguros, felices y se diviertan mientras participan en actividades recreativas y educativas.

Una de las habilidades más importantes que un monitor de niños pequeños debe tener es la capacidad de ser paciente. Los niños pequeños son impredecibles, a menudo necesitan repetir las mismas cosas varias veces y, en ocasiones, pueden ser difíciles de manejar. Yo me suelo poner muy nerviosa, porque no me gusta echar la bronca, sin embargo, justo mi grupo es uno de los peores respecto al comportamiento y tengo que hacerlo.

Otra habilidad importante es la capacidad de ser creativo. Los niños pequeños tienen una gran imaginación y les encanta explorar nuevas ideas. Como monitora, tienes que fomentar su creatividad y pensar actividades que despierten su curiosidad y les permitan aprender de manera divertida.

Ser una persona responsable es de manual cuando se trata de ser monitora de niños pequeños. No solo debes asegurarte de que los niños estén seguros mientras están bajo tu responsabilidad, sino que también debes estar preparada para manejar situaciones imprevistas y tomar decisiones rápidas en caso de emergencia.

En resumen, ser monitora de niños pequeños es una tarea importante y gratificante que requiere una gran cantidad de habilidades y paciencia. Si tienes la capacidad de ser paciente, creativa, responsable y amable, entonces estás listo para asumir este papel y brindar una experiencia inolvidable a los niños pequeños que están bajo tu cuidado. Yo realmente os lo recomiendo.

 

Desde ayer, no hago mas que oír hablar de la maternidad subrogada y los vientres de alquiler. Todo el mundo opina si está bien o mal, si es explotación de la mujer o si esas mujeres lo hacen voluntaria y gratuitamente.

Hasta ahora era un tema que todo el mundo conocía, la maternidad subrogada o vientres de alquiler, y hasta es muy probable que algunos de nosotros conozcamos familias/niños nacidos por este método, pero no con la diferencia de edad de este caso entre la madre y la niña, 68 años.

¿Cuál es la edad máxima para tener un hijo y no un nieto?

Yo no sé la respuesta a esta pregunta pero, aun estando segura que el amor y cariño de su madre no le va a faltar, creo que cuanto mayor eres menos energía y paciencia tienes para cuidar, educar, ayudar y entender los problemas de ese hijo, porque los hijos y los padres vemos y vivimos las cosas de diferente manera, porque la vida evoluciona y muchas de nuestros vivencias y problemas son diferentes a los de nuestros padres, pero cuanta menor sea la diferencia entre nosotros más ”fácil” les será ayudarnos, entendernos y aconsejarnos, si es que nos dejamos.

Además, en este caso, debido a la diferencia de edad entre madre e hija, la realidad de esta niña cuando sea adolescente, si es que no se ha quedado huérfana antes, es que, en vez de tener una madre que la entienda, aconseje, ayude y acompañe en esta etapa, tendrá unas obligaciones y responsabilidades que no le corresponde por edad, que serán las de cuidar y estar pendiente de una madre muy mayor. Serán como abuela y nieta.

Definitivamente, yo creo que esta madre ha tomado una decisión egoísta, sólo ha pensado en ella, en no sentirse sola, pero no ha pensado en su hija, a la que seguro no le va a faltar nunca nada material, ni nadie que la cuide, pero a quien si le faltará su madre cuando más la necesite. Esta es mi opinión la cual no significa que lo que digo es cierto, porque hay diferentes opiniones a cerca de este tema y los respeto.

 

Hace un par de días estuve hablando con una amiga sobre el cómo sería ser hija única y lo dejamos en que sería un poco aburrido, pero luego me puse a 

pensar y me di cuenta que yo no sería la misma persona si no fuera por mis hermanas.  

Creo que tengo una de las mejores relaciones de hermanas que se puede tener. Mi hermana es como una amiga que me conoce mejor que nadie. 

Para mí, mi hermana es una de las personas más importantes de mi vida , ella lo sabe todo sobre mí y gracias a eso sabe que hacer en cada momento para que yo me sienta bien.  Sabe hacerme reír , sabe preocuparse por mí , sabe cuidarme, sabe apoyarme e infinitas cosas que hace por mí.

 

Está claro que nos peleamos de vez en cuando, pero es algo normal que te pasa hasta con tus amigas y otras personas. Pero lo que me trasmite ella, no me lo trasmite nadie. Sé que siempre que la necesite va a estar para mí y cuando tengo un mal día o estoy mal. Ella sabe que hacer para sacarme una sonrisa, por lo menos aunque sea un rato en el que pueda desconectar y disfrutar. 

Por eso, me siento una persona super afortunada y quiero seguir creciendo junto a ella y que nuestra relación vaya creciendo con nosotras. 

Nunca me he parado a pensar todo lo que ha hecho y sigue haciendo por mí, y ahora me doy cuenta de que sin ella yo no sería quien soy a día de hoy. Ella me ha hecho sentirme especial y sentirme bien conmigo misma. 

La quiero muchísimo, y posiblemente no se lo haya dicho lo suficiente.

La Mafia

La mafia. La palabra por sí sola tiene una connotación negativa. ¿Pero qué es la mafia en realidad? ¿Es solo una organización delictiva que controla el crimen organizado? ¿O es algo más profundo, una cultura y una forma de vida?

Para mí, la mafia es como un mundo aparte. Ese mundo parece que está gobernado por sus propias leyes y reglas. Además, se rige por su propio código de honor, algo así como un juego de ajedrez, donde cada movimiento es calculado y planeado con cuidado. Pero no os equivoquéis, la mafia no es solo un juego. De hecho, es una realidad aterradora que ha arruinado la vida de muchas personas y ha causado un gran daño a la sociedad. 

La sensación de navegar por las aguas turbias de la mafia es como estar en un bote a la deriva en medio del océano. El mar puede estar tranquilo y hermoso, pero debajo de la superficie hay corrientes y peligros que no puedes observar. Al igual que en la mafia, nunca sabes en quién puedes confiar y siempre debes estar alerta para protegerte a ti mismo y a tu familia.

Sin embargo, hay algo en la estructura y la jerarquía de la mafia que es fascinante. Es como si fueran su propia sociedad, con sus propias reglas y formas de hacer las cosas. Pero al mismo tiempo, la corrupción y el crimen que se llevan a cabo dentro de la mafia son completamente inaceptables.

En definitiva, la mafia es un mundo peligroso y oscuro que no recomendaría explorar. Pero al mismo tiempo, es fascinante e intrigante. Como cualquier otra cosa, creo que es importante recordar que hay una línea clara entre lo que es correcto e incorrecto, y nunca debemos cruzarla. 

NADIE COMO TÚ

NADIE COMO TÚ

Cruces, viernes frío de invierno a las ocho y media de la tarde. Salí de la tripa de aquella mujer. Salí yo y otra personita más unos minutos más tarde. La mujer tenía que descansar, había perdido mucha sangre y estaba muy cansada. Por esa razón, aquel hombre que estuvo a su lado en todo momento se encargó de darnos el bibe. 

En el momento que me cogiste en tus brazos, me sentía segura. Es curioso que siendo un desconocido, en lugar de darme miedo, hacías que me sintiera arropada en aquellos largos brazos. Parece que tuvimos una conexión especial. Note una conexión que nunca más he podido experimentar y lo cierto es, que nunca he conocido a alguien como tú, ni creo que lo haga.

Me gusta de ti que contigo puedo ser yo. Que aún sabiendo que tengo mis fallos, en vez de juzgarme por ello, me ayudas a mejorarlos. Me ayudas a crecer como persona, a progresar. Me enseñas a querer y a quererme, a escuchar y escucharme, a reír y sobre todo a saber reírme también de mi misma.

Te admiro. Admiro de ti que sabes hacer de todo. Sabes mantener la calma en los momentos difíciles. Sabes hacer reir a cualquier persona. Sabes empatizar. Sabes trabajar. Sabes hasta arreglar la lavadora que tiene 20 años y amuma piensa que ya ha llegado su fin.

Desde el primer momento del día, en cuanto me despierto, lo primero que quiero es ir a donde ti. Porque sé que aunque no tenga ninguna gana de ir a clase y esté de mala leche porque tenga que ir, tú me vas a sacar una sonrisa. Empezaré a darte besos hasta que me digas que no sabes que ropa ponerte y nos reiremos. Nos reímos porque tenemos que afrontar con ganas el día. Cuando llegué a la tarde, después del día monotono que habré tenido, ahí estarás tú para sacarme una sonrisa de lado a lado, para desahogarnos de todo lo que hemos ido acumulando en el día o para estar un ratito viendo Tiktok los dos juntos.

Lo afortunada y agradecida que me siento por tenerte en mi vida no es normal. Porque sí, a mi ya me tocó la lotería el día que entraste en mi vida. Y como desde aquel primer día, en tus brazos siempre estaré segura. Te quiero, te quiero con tus fallos, te quiero sonriendo, te quiero enseñándome, te quiero creciendo y te quiero de cualquier manera. 

La niñez

 Mis padres siempre me decían cuando era más pequeña que la mejor etapa que iba a vivir es la niñez. Es una época en la que no tienes grandes preocupaciones, sino que estás centrado principalmente en disfrutar y jugar con tus amigos. Era una época en la que todo lo que hacías era una nueva experiencia, lo que te ayudaba a mejorar y a vivir todos los días con más ilusión.

Además, la niñez es una etapa muy importante de nuestra vida ya que lo que vivamos en ella va a influir en gran medida en nuestro futuro. Durante la niñez, se establecen las bases para el aprendizaje, la personalidad, las relaciones sociales y la salud mental y física. Por otro lado, la niñez es también una época de vulnerabilidad y dependencia, donde los niños necesitan cuidado, amor y protección de sus padres. Los niños que crecen en ambientes seguros y afectuosos van a tener más probabilidades de desarrollar una buena autoestima, relaciones positivas y una capacidad para hacer frente a los desafíos de la vida, lo que les va a beneficiar mucho en su futuro.

Sin embargo, desafortunadamente, muchos niños en todo el mundo no tienen la suerte de vivir en estos ambientes agradables sino que tienen que lidiar con muchas dificultades como la pobreza, la violencia, la falta de educación... Estas experiencias pueden tener un impacto duradero en la salud y el bienestar de los niños, y van a provocar que niños con muchas capacidades de triunfar no puedan alcanzar su máximo potencial en la vida.

En conclusión, la niñez es una de las etapas más importantes en el desarrollo humano, por lo que es importante que se haga todo lo posible para garantizar que todos los niños tengan acceso a ambientes seguros y protectores, lo que les permitirá tener un futuro mejor y contribuir positivamente a la sociedad.

Pues sí, soy una miedica

  Desde pequeña he sido una persona muy pero que muy miedica. Este sentimiento es uno de los que las personas intentan esconder, por creerse mas fuertes o más maduros. Yo, en cambio, nunca ha sido algo que haya escondido, es más, creo que cualquier persona de mi al rededor sabe que soy de las personas mas miedicas que existen.

El miedo es el sentimiento que más experimento en mi día a día. Da igual en que situación esté, siempre hay algo que me causa temor..  antes vivía ese sentimiento con más angustia, pero por suerte, cada vez lo voy relativizando un poco más. Podría decir que estoy aprendiendo a "vivir con miedo", aunque también puede ser porque me voy haciendo más mayor (adulta).

Ahora me hace gracia recordar que en 4 de primaria, mis padres me tuvieron que decir que los reyes, el Olentzero y el ratoncito Pérez eran los padres por el simple hecho de que cada navidad o cada noche que se me caía un diente pasaba un miedo terrible porque entraban en mi casa, me pasaba la noche entera despierta escuchando ruidos y llorando desconsoladamente sin poder dormir sola esas noches.

Mi mayor miedo creo que es que me roben, tanto en casa como por la calle o de fiesta. Cuando era más pequeña, el miedo me hacía tener pesadillas constantes y no querer incluso dormir ninguna noche de la semana. Finalmente, terminé yendo a un psicólogo que me ayudo a hacer frente a estos problemas y conseguí empezar a conciliar el sueño, y poco a poco como he dicho antes estoy aprendiendo a "vivir con miedo".

Espero, que este miedo empiece a reducirse cuanto antes porque no quiero que esto siga aumentando y acabe teniendo consecuencias peores. Me hace pasar muy malos ratos de agobio y angustia.

No entiendo nada

Cuando mi abuelo de parte de mi papá estaba en Perú, trabajaba en un montón de cosas, una de ellas era construllendo casas. Sin embargo, un día tuvo un accidente en el trabajo produciéndole daños que le han provocado que día de hoy le cuesta expresarse o recordar cosas. 

Por esta razón, siempre que hablas con él te suele contar lo mismo, aunque, por suerte o por desgracia no siempre en el mismo idioma, ya que puede empezar hablando en castellano y terminar hablando en quechua. Cada vez que pasa esto mi mente intenta procesar lo que ha dicho, pero nunca entiendo nada, algo de lo que mi abuelo se da cuenta, ya que se empieza a reír, yo supongo que es por la cara que se me queda. En mi opinión es un idioma realmente muy difícil, entre muchas cosas por su pronunciación y su gramática, por ejemplo “tupananchiskkama”, esto se utiliza para despedirse y su significado sería más o menos “hasta que la vida nos vuelva a encontrar”, pues decir “adiós” es como si nunca más le volvieses a ver. Por eso cada vez que me despido de mi abuelo no le digo adiós sino hasta luego. 

Por otro lado, el quechua me recuerda mucho al euskera y es que al no estar tan expandido ha ido evolucionando de distintas formas en los diferentes lugares, pues no se habla igual en un pueblo que en otro, por tanto, si quieres aprender un idioma no muy hablado es muy importante saber de qué región en concreta es de la que quieres aprender. Asimismo, veo un también parecido a la hora de conjugar los verbos con el aditza, ya que tienen una estructura parecida.

Otro aspecto que me recuerda al euskera es por ejemplo, cuando quieres decir hermano o hermana dependiendo de quien lo diga se dice de una manera o otra, pues esto mismo sucede en el quechua, pero de una forma más habitual, pues si yo me dirijo a ti si eres un chico tendría que terminar la frase con “turíy” pero si eres una chica tendría que acabar la frase con “ñañáy”. 

Aunque, me parezca un idioma bastante lioso voy a intentar aprender por lo menos lo básico, así cuando vuelva a ver a mi abuelo pueda entenderle y responderle. Estoy segura de que quedará sorprendido. Pd: Como dato quería decir que si alguna vez vais a Perú y os encontráis con una persona que en vez de pronunciar las palabras con E las dice con la I, seguramente sea porque haya aprendido quechua antes que castellano y en el quechua no existe la E, solo se usan las vocales A,I,U (aunque esto depende del sitio en el que se hable).