domingo, 6 de abril de 2025

blog XIX

 Siempre he pensado en el momento en el que acabaría bachiller y una nueva etapa de mi vida empezaría, lo he esperado con tanta ilusión que ahora que está a punto de llegar, no sé que hacer. Ha sido mucho tiempo y todo ha pasado tan rápido que a veces me cuesta creer que haya sido real.

Si me tuviera que quedar con algo de estos años, serian los profesores que han intentado que lo que puede ser un día más aburrido de colegio, se vuelva interesante e incluso entretenido. He llegado a interesarme mucho en materias gracias a ellos y es algo con lo que estaré siempre agradecido. 


Puede que haya cometido errores a lo largo de estos años, pero no cambiara nada en mi vida. Tantos trabajos enviados, tantos exámenes aprobados, suspendidos... si tuviera que realmente cambiar algo seria ese "miedo" con el que me adentre en bachiller, ya que me ha impedido lograr muchas cosas. También intentaría centrarme un poco más al inicio, pero eso es algo para lo que ya tendré tiempo.


La conclusión definitiva con la que me quedaría seria que por mucha pena que me de irme y dejar atrás estos maravillosos años de mi vida, estoy seguro que siempre los recordare con cariño.

Blog XIX

Esto de terminar el cole, la graduación, el cambio a la uni... son momentos que veía que cumplían otros, que le tocaban al resto pero a mí y a mis amigos no nos iba a llegar nunca. Pero sin darnos cuenta, cursos y cursos iban saliendo del cole, hasta ahora, que nos toca a nosotros. 

Creo que va a ser muy raro vivir un primer verano en el que no sepa que me voy a encontrar a la vuelta, en septiembre. En el que sepa que no voy a volver a esos mismos profesores, mismo colegio, mismos amigos... Va a ser muy raro. 

Echando la vista atrás, y dándome cuenta de que año tras año me he recorrido todas las clases y todos los edificios del cole, desde el patio de arriba hasta el primer piso, me vienen muchos recuerdos y muchos momentos. Porque aunque no haya terminado todavía, ya que nos quedan aún momentos como la graduación, se puede oler ya el final. 

Por eso, aunque a veces ni siquiera era consciente, palabras como exámenes, castigos o retrasos no van a ser las primeras que se me ocurran cuando me acuerde del cole. Sino que me vendrán a la cabeza otras como risas, diversión y amistad. Porque quieras que no, los momentos buenos han sido mucho más que los malos. Por eso, espero que aunque las siguientes generaciones que ocupen nuestro lugar no vayan a ser ni mucho menos iguales que la nuestra, tengan una experiencia tan buena y se lleven un recuerdo tan completo como el que me llevo yo del curso. 

XIX

 Mi trayectoria en el colegio no ha sido muy larga, pero ahí ha estado. ¿Con qué me quedo? Pues no sé, supongo que con muchas cosas pero no sabría decir con cuales. Me han pasado tantas cosas malas con las que preferiría no quedarme que no puedo decidir con que si quedarme de estos años.

¿Qué recuerdos borraría? Una pregunta interesante, porque podría decir que todo mi primer año en el colegio, ya que puedo asegurar que fue el peor año de mi vida hasta la fecha; pero voy a decir que no borraría ningún momento, porque todo eso me ha llevado a ser la persona que soy ahora, y estoy orgullosa de lo que esos momentos de mierda me han llevado a ser.


 Por lo tanto, las “conclusiones” que saco de esto no las tengo aún muy claras, ya que sigo preguntándome todas las mañanas por qué me salí de Jesuitas. Pero en general, me alegro aunque sea un poquito de la experiencia que he vivido en este colegio y de las personas que he conocido aunque no todo haya sido bueno, he conocido a un par de personas que si no hubiese estado aquí no hubiese conocido. Al fin y al cabo han sido tres años que me han marcado mucho y se que nunca los olvidare.

Blog XIX

Pues bueno, en Escolapios he tenido  mejores y peores momentos pero sin duda me voy a acordar de los mejores:

Yo me quedo con la clase de 4 de la ESO, que venía con ganas a clase, era impresionante lo bien que me lo pasaba cuando entraba Joni por la puerta listo para dar clase y lo único que hacíamos era boicoteársela y vacilarle. Lo más top fue lo del altavoz, ponerle sonidos del Xokas mientras explicaba es de las cosas con las que más me he reído en mi vida probablemente. 

También era muy divertido cuando alguien hacía experimentos como Ibai con el globocoche o Iván con el chévere. 

Además de ese año me llevo una gran amistad que ha derivado en otras que es el Kotas, que si no fuera por este colegio no le hubiera conocido. 

De bachiller no me llevo grandes momentos la verdad, lo que si que me llevo es otra gran amistad que es Mario, que es lo único saco en positivo de bachiller. 

En Escolapios llevo toda mi vida, no me da pena irme la verdad porque llevo 15 años aquí y quiero cambiar de aires pero ha sido muy bonito.

Blog XIX

 Echando la vista atrás me he dado cuenta de todo lo que he vivido y las experiencias que he tenido desde que vine en 1º de la ESO. Sinceramente, la gran mayoría de los recuerdos que tengo son momentos en los que me he divertido y pasado en grande con mis amigos y compañeros desde el primer momento en el que los conocí.

Poco a poco fui conociendo mejor a mis compañeros y profesores, cada año que pasaba me hacia mejor amigo de los compañeros que he tenido. He llegado a un punto en el que tengo cierto cariño a la gran mayoría de ellos, y con los que no mantengo contacto me alegro al encontrármelos, como diría Marcos, por los bares.

Soy consciente de que hay también recuerdos no tan buenos: sustos con las notas, el estrés de los exámenes, alguna que otra pelea... pero cuando echo la vista atrás los recuerdo con cierto sentimiento de añoranza.

Creo que voy a echar mucho en falta este ambiente que había en el colegio para sustituirlo por la universidad. No dudo que me ofrecerá nuevas experiencias, buenas y malas, pero ha sido una etapa que va a ser difícil superar. Igualmente todavía queda un poco tiempo para seguir disfrutando.

Las broncas con los profesores, las pachangas en educación física, las excursiones... todo tan memorable. Me llevo muy buenos recuerdos.

se acaba el curso

 Estamos a pocos días de que se acabe el colegio, y echando la mirada atrás me doy cuenta de todo lo que he vivido desde mis inicios en Ikasbide hasta Escolapios. Sin duda lo que he sacado en este camino, aparte de buenos amigos, son recuerdos buenos, más qué malos.

Todo empezó en Ikasbide. En los primeros cursos tengo el recuerdo de pasarme todos los patios castigados, ya que no hacía los deberes ni a patadas, también la vez que actuamos en el teatro Arriaga y ganamos un premio, sin duda algo que nunca olvidaré, puesto que no todo el mundo puede decir que ha actuado en el Arriaga.

La ESO fue una etapa interesante, nos encerramos en casa y no parábamos de jugar a la Play en clase, la vuelta fue graciosa, ya que siempre tenían que enviar a gente a casa por covi y la clase eran un descojono. La verdad que parecía que íbamos a clase más a pasar el tiempo que a aprender, como en 4 de la ESO que parecida más un plató de comedia que otra cosa. Por último, bachiller ha sido un poco más de lo mismo buenos recuerdos y gente maravillosa

En conclusión. NO olvidaría nada, ya que creo que de lo que no se disfruta se aprende, y eso me ha hecho llegar hasta este punto. Me pone un poco triste pensar que se acabe, pero sé que no perderé relación con los compañeros fácilmente.

  



Blog XIX

 Mi trayectoria en el colegio comienza en quinto de infantil. Antes, iba a Cervantes, pero mis aitas decidieron cambiarme, ya que vomitaba cada vez que entraba a clase porque no me apetecía ir. 


Principalmente, me quedo con todos los amigos que he hecho aquí. Son relaciones que me quedan para toda la vida, y que se han convertido en un pilar fundamental.


Si que es verdad que tuve una época un tanto fraudulenta en segundo de la Eso, ya que era un pelín liante me portaba un poco mal. Si que es verdad que ahora estoy madurando y pienso que el hecho de que llegará una nota a casa cada día, debido a mí comportamiento erróneo, hacía que mis padres sufrieran. Y eso sí que es algo que me hubiera gustado cambiar, pero pienso que son cosas de la edad. Que nos creemos los mejores y nos da igual todo.


En cuanto al recuerdo, recuerdo que el primer día que llegué, llegué llorando por lo nervioso que estaba. Porque aunque no lo parezca, soy muy vergonzoso con las nuevas experiencias.


En definitiva, me quedo con una experiencia muy positiva del cole, ya que en bachillerato sobre todo, no voy a decir que tenía ganas de venir a clase, pero sinceramente no me disgustaba. Nos hemos reído, vacilado…. Si que es algo que agradezco b

astante.

BLOG XIX

 Me resulta extraño acabar el cole después de tantos años. Siento una mezcla de sentimientos. A modo general, he tenido mejores momentos que peores. La verdad es que me he echado buenas risas que serán difíciles de rememorar. 

De estos años me quedo con muchas cosas, pero sobre todo con los amigos que he echo y por el buen grupo que hemos formado. Amigos con los que seguiré quedando y que probablemente muchos de ellos serán para toda la vida. Además, también me quedo con la ayuda y cercanía de algunos profesores, con las excursiones, la semana de calasanz…

Por otra parte, si tuviera que borrar algo, sería algunas de las cosas que hicimos en cuarto de la eso con Josune. No voy a negar que me lo pasaba en grande, aunque si es verdad que en muchas ocasiones nos pasábamos. Aun diciendo esto, considero qué aquella clase fue en la que mejor me lo he pasado.

El año que viene será diferente, y aunque vaya a echar en falta muchas anécdotas del cole creo que es momento de cambiar y hacer algo nuevo. Me apetece hacer nuevas cosas y cambiar la rutina, después de tantos años me empiezo a cansar de lo mismo. De mismo modo, no solo es momento de acabar el cole sino también de conocer nuevas cosas y tener más autonomía.

En conclusión, no me puedo quejar de esta etapa en el cole. He sido muy feliz. Lo único que espero es que durante los próximos años esté tan a gusto como lo he estado hasta ahora.





Blog XIX

 Después de tantos años, nuestra etapa en este colegio está llegando a su fin. Esto me llena de sentimientos encontrados. Por un lado, es un poco triste dejar atrás algo sobre lo que ha girado mi vida hasta ahora. Probablemente, mi camino se separará con el de muchos de mis compañeros con los que he compartido gran parte de mi tiempo. Pero, por otro lado, es un momento de nuevos comienzos y experiencias, de ir a la universidad y dedicarme a lo que realmente me gusta.

En cuanto a los recuerdos que me llevo, no borraría ni uno. Todo lo que me ha pasado en los largos dieciséis años en el cole, tanto lo bueno como lo malo, me ha cambiado y me ha convertido en la persona que soy ahora. Aún así, habrá algunos recuerdos que atesoraré más, todas las personas que he conocido en clase, los eventos como los días de Calasanz y los rastrillos, o las excursiones y convivencias. 

No va a ser fácil despedirme del sitio que me ha visto crecer, donde he aprendido mucho de lo que sé, donde he descubierto y jugado el deporte que me gusta y donde he conocido a algunos de mejores amigos. No obstante, la vida siempre está cambiando y uno debe adaptarse a ella. Aún así, mi conexión con este colegio no se ha cortado del todo, seguiré viniendo aquí a entrenar o simplemente al estar de paso. Incluso cuando ya no vuelva más, sabré que le debo lo que soy en gran parte a lo vivido en Escolapios.



Blog XIX

 Estamos a nada de acabar el curso y es increíble que esta vez ya no vayamos a volver. A pesar de haber hecho ya todo el curso de 2º de bachiller todavía no he asimilado que se termina nuestra etapa en el cole. No llevo desde los dos años pero aún así siento que llevo toda mi vida. Y claro, después de tanto tiempo, me da un poco de cosa acabar el cole y pasar a la universidad.

Lo mejor de todo, sin duda, son los amigos que me llevo. Hemos vivido de todo juntos: risas, broncas, días buenos, días malos… Y se que a pesar de que nos vayamos a seguir viendo fuera del cole, ya no será como antes. 

También me acuerdo de un montón de momentos: en los patios, las clases donde no hacíamos nada, las convis… Momentos que ahora puedo pensar que son simples pero que sé que en un futuro echando la vista atrás veré con mucha nostalgia.

Si pudiera quitar algo, sería el estrés. Los días antes de los exámenes, los trabajos de última hora, o cuando pensabas que no llegabas a todo. Eso ha sido lo peor, pero bueno, se que son parte del proceso y me han ayudado a ser como soy hoy en día.

En resumen, ha sido que me ha enseñado mucho y que, aunque a veces me quejaba, voy a echar de mucho de menos.


XIX

 Lo que más valoro de todo este tiempo son las amistades que he construido. Son relaciones que me llevo para siempre, personas que se han convertido en pilares importantes en mi vida y con quienes he compartido momentos inolvidables.

No todo ha sido perfecto, claro. Recuerdo especialmente segundo de la ESO como una época algo turbulenta. Era un poco revoltoso y no me portaba precisamente bien. Hoy, con algo más de madurez, me doy cuenta de lo que suponía que mis padres recibieran informes diarios por mi comportamiento. Sé que les preocupaba y me habría gustado evitarles ese sufrimiento. Aun así, creo que son cosas propias de la edad: creemos que lo sabemos todo y que nada nos afecta.

Uno de los recuerdos más claros que tengo es el de mi primer día aquí. Llegué llorando de los nervios. Aunque muchos no lo sepan, soy muy tímido cuando se trata de enfrentar nuevas experiencias.

En resumen, me quedo con una experiencia muy positiva en el cole. Especialmente en bachillerato, aunque no voy a mentir diciendo que venía encantado todos los días, sí puedo decir que no me disgustaba venir. Ha habido muchas risas, bromas y buenos ratos. Y eso, sin duda, es algo que agradezco de corazón.

Blog XIX

 No me puedo creer que quede tan poco para terminar el curso e irme del cole. Siendo sincera, aunque tenga muchas ganas de terminar y empezar una nueva etapa, me da un poco de pena acabar. Llevo en el colegio desde infantil, es decir, desde los dos años. Básicamente se puede decir que he crecido en él y la imagen y recuerdos que me llevo son muy buenos. 

Con lo que sin duda alguna me quedo es con todas las amistades que hecho. Ya sean las que hice con 2-3 años como las que hice hace 6 o incluso el año pasado. Muchas veces, cuando estamos juntas mis amigas y yo empezamos a recordar juegos que hacíamos en el patio, "negocios" que se montaban en clase, anécdotas graciosas... siendo todas situaciones que nos llenan de nostalgia.

Por otro lado, es increíble lo rápido que ha pasado el tiempo. Hace nada estábamos todos en primero de la ESO celebrando dos semanas sin clase, y ahora, nos encontramos a menos de un mes de terminar 2º de Bachiller. La verdad es que no me puedo quejar de mi experiencia en el cole, ya que no he tenido ninguna mala experiencia la cual me gustaría borrar. 

En conclusión, aunque me dé mucha pena acabar todo e irme, estoy muy agradecida por todo lo que he podido vivir y todos los buenos recuerdos que me llevo. Ahora solo queda disfrutar y aprovechar los últimos días que quedan antes de acabar todo. 

Blog XIX

 Estamos a pocos días de acabar el curso pero, sobretodo, a pocos días de terminar nuestra trayectoria en el colegio. En mi caso, llevo en este colegio desde los dos años, toda la vida. Es muy fuerte pensarlo. Prácticamente he crecido, he aprendido y he conocido a mis mejores amigos aquí. He vivido momentos muy buenos y también malos. Pero sobre todo me quedo con todo lo que aprendido, no solo en clase, sino también con mis compañeros y como persona.

Si me pongo a pensar, me vienen muchos recuerdos a la cabeza. Las excursiones, los juegos en los patios, las convis, la pandemia, las risas en clase…También me acuerdo de los nervios antes de un examen o cuando discutía con algún amigo. Pero, después de tanto tiempo eso también lo considero buenos recuerdos. Si tuviera que borrar algún recuerdo, probablemente borraría esos momentos de agobio o de estrés, al pensar que algo no me había salido suficientemente bien o que no debería de haberlo dejado para el último momento.

La conclusión que saco de todos estos años es que este colegio ha sido como mi segunda casa. Aquí he pasado más horas que ningún otro sitio. Y aunque a veces me haya quejado o haya tenido días malos, estoy muy agradecida. Me voy con recuerdos que creo que nunca se me van a olvidar..

Además, espero conservar a mis amigos toda la vida y no perder el contacto. No todo es malo, también me voy con muchas ganas de empezar una nueva etapa de mi vida, aunque sé que voy a echar mucho de menos mi rutina y venir aquí con todo mi curso. Al fin y al cabo, cuando algo ha formado parte de toda mi vida es imposible que no vaya a echarlo de menos.

Blog XIX

 Es difícil pensar que solo nos queda una semana obligatoria todos juntos. Yo, personalmente, llevo alrededor de 15 o 16 años en este colegio, es decir, desde los dos años. Sin duda, hemos vivido numerosas experiencias que nos han marcado y de las cuales nos llevamos buenos recuerdos.

Me quedo con muchos momentos, pero sobre todo me quedo con las diferentes personas que he llegado a conocer. Desde infantil hasta segundo de bachillerato, he tenido la oportunidad de conocer a diferentes personas y algunas sin duda son amistades que espero que me duren y no se pierdan con los años. Además, ha habido muchos profesores que nos han marcado por sus ganas de enseñar y se notaba que disfrutaban dando clases. 


No sabría muy bien qué borrar, ya que las experiencias, aunque sean malas, siempre sirven para aprender algo nuevo. No obstante, si pudiera borrar algo, serían esos días, llenos de intriga o de estrés, por algún examen o por las notas. Aunque es cierto que nos aportan algo. 


En definitiva, estos años me han marcado y este colegio nos ha ayudado a crecer a nivel personal. Aunque suene un poco triste, tengo ganas de afrontar una nueva etapa llena de experiencias nuevas que me marquen y que me hagan crecer como persona.



Blog XIX

Cada día se acerca más el final de no solo 2º de Bachillerato, sino nuestra etapa escolar en Escolapios. Ese centro nos ha dado buenas y malas experiencias, pero está claro que nuestra etapa en él nos ha marcado y siempre la recordaremos con cariño. Parece mentira que solo nos quede esta semana juntos como alumnos del colegio, pero al mirar atrás siempre recordaremos estos años con unas risas.

De ellos, sobre todo, me quedo con las amistades que me llevo, porque aunque algún que otro pueda llegar a ser muy cansino, especialmente este final de curso, es algo que te llevas del cole. Yo creo que de los años en los que mejor me lo he pasado en el cole, probablemente haya sido cuarto de la ESO. Estoy segura de que siempre recordaré las risas que nos echábamos en clase por cualquier motivo o las excursiones que nunca acababan bien. Siempre me quedaré con los experimentos en física y química, la tontería de presentaciones que hacíamos en religión o las clases de economía en las que no hacemos absolutamente nada.

Por otro lado, no creo que borrase nada. Sí que es cierto que todos tenemos malas experiencias que nos encantaría eliminar, pero ahora mismo no recuerdo ninguna específica. Eso sí, algo negativo de mi experiencia seguro que serían esos días o semanas en las que tienes muchos trabajos y exámenes. No obstante, aunque hayan sido momentos de estrés, creo que me han servido para aprender y crecer y al final son momentos que toca vivir sí o sí.

En definitiva, mi paso por el colegio ha estado lleno de buenos y malos momentos, más positivos que negativos, pero sí que tengo ganas de terminar ya. Me apetece dar comienzo a una nueva etapa llena de nuevas oportunidades, experiencias y nuevas personas por conocer, aunque siempre llevaré conmigo los recuerdos de estos años.


Blog XIX

 Tras 16 años en este colegio en breves llegará el día de despedirme y son muchos los recuerdos que tengo. Si tuviera que elegir uno, sin duda me quedaría con las fiestas de Calasanz, desde los hinchables y talleres de pintar la cara cuando estábamos en infantil, pasando por distintos juegos y bailes en primaria y la ESO hasta torneos de futbol y de tortilla este último año. Pero no todo son buenos recuerdos. Cuando tenía 5 años tuve una enfermedad en la pierna y estuve un tiempo sin poder jugar, correr... solo podía estar sentado en una silla. Para mí fue una etapa muy dura porque siempre he sido muy activo, y tener que estar en el patio sentado en una silla era muy duro, por eso es algo que borraría de mi etapa en el colegio.

Después de reflexionar y para concluir me quedo con todos los amigos y amigas que he hecho durante estos 16 años. Con todos los buenos momentos vividos juntos y sobre todo que muchos de mis actuales amigos y amigas son los mismos con los que empecé en el aula de 2 años. Por todo esto solo puedo dar las gracias por esta etapa de mi vida que cierro en pocos días. Por un lado me da pena irme del colegio, pero por otro, tengo muchas ganas de empezar una nueva etapa en la universidad y conocer nuevos amigos y amigas. 


XIX

 Después de tantos años, nuestra etapa en este cole está llegando a su fin, y la verdad, se me hace un nudo en el pecho. Es una mezcla de emociones difícil de explicar. Por un lado, da pena dejar atrás algo que ha sido parte de mi día a día durante tanto tiempo. Seguramente, muchos de los compañeros con los que he compartido tantos momentos tomen caminos diferentes al mío. Pero, por otro lado, también siento ilusión por lo que viene: empezar una nueva etapa, conocer gente nueva en la universidad y, sobre todo, estudiar algo que realmente me apasiona.

Si pienso en todo lo que me llevo de aquí, no cambiaría nada. Han sido dieciséis años llenos de aprendizajes, experiencias, momentos buenos y no tan buenos que me han ayudado a crecer y a ser quien soy hoy. Algunos recuerdos los guardaré con especial cariño: las personas con las que he compartido clase, los días de Calasanz, los rastrillos, las excursiones, las convivencias… todos ellos forman parte de mí.

Sé que no va a ser fácil despedirme de este lugar. Aquí he crecido, he aprendido muchísimas cosas, descubrí el deporte que me encanta y conocí a algunos de mis mejores amigos. Pero la vida es así, está en constante cambio, y toca seguir adelante y adaptarse. Aun así, mi vínculo con el cole no se rompe del todo. Seguiré viniendo a entrenar o, quién sabe, tal vez a saludar cuando pase por aquí. Y aunque llegue el momento en que ya no vuelva, siempre llevaré conmigo que parte de lo que soy se lo debo a lo vivido en Escolapios.

Blog XIX

 A la hora de repasar mi trayectoria escolar, me gustaría dividirla en dos etapas; una primera que pase en otro colegio, donde mi mayor aprendizaje fue un “búscate la vida”, lo cual fomentó mi autonomía y mi responsabilidad, ya que noté cierta falta de acompañamiento en los peores momentos.


De estos últimos 4 años en este colegio me gustaría destacar las amistades con las que he compartido unos momentos muy felices. De este colegio puedo destacar las facilidades y recursos que me han dado para poder continuar con una de mis mayores pasiones: facilitándome documentaciones y permisos, permitiéndome ausencias durante campeonatos, etc. Creo que echaré de menos esas risas que tenemos en clase, porque jugando y riendo también se aprende. 


De mi trayectoria escolar borraría castigos sin justificación que recibí en mi primera etapa, que me hacían sentir incomprendida. A su vez aprendí que en la vida no todo tiene que ser justo y que lo importante es cómo afronto individualmente las situaciones independientemente de que sean justas o no.


A pesar de que he vivido malos momentos, los recuerdos que siempre se quedarán 

conmigo serán los bonitos.Y todavía espero que mi último recuerdo bonito este por venir; aprobando todas a la primera y sobre todo el viaje de fin de curso. 


Sé que el día de mi graduación vendrán a mi cabeza muchísimos recuerdos y emociones con todos los momentos felices y tristes que he vivido en los últimos años, y espero antes de seguir mi camino, recordar con cariño mis 18 años.


Blog XIX

Es difícil empezar este blog porque significa de alguna forma aceptar que dentro de poco me voy a tener que despedir de este colegio. Y habiendo llevado desde los dos años aquí me resulta un tanto complicado hacerlo incluso se me atragantan un poco las palabras.

Este colegio ha sido básicamente el epicentro de mi existencia. Mi colegio, donde estudio, de donde son mi amigos, donde juego a baloncesto y de algún modo mi casa. Alguna vez este curso yendo al baño en esos momentos en los que todos están en clase y voy por los pasillos sola he sentido un poco de nostalgia. Porque es imposible no mirar dentro de las clases y recordar la que en un entonces fue tu clase y de repente te vuelven todos los recuerdos que una vez fueron tu presente. 

Es complicado elegir con qué me quedo y qué me gustaría borrar porque han pasado tantas cosas aquí dentro. Me quedo con mis recuerdos, mi clase de primaria de C, mi cuarentena de 1º ESO, mis míticos Calasanzs, todos mis tutores y profes y, por su puesto, todos mis amigos. Todas estas cosas me han hecho ser como soy hoy en día y por mucho que haya cosas de antes que querría borrar mirando desde ahora parece que ya no tienen tanta importancia. 

En fin, es complicado pensar que esta es mi última semana como alumna en escolapios porque no lo parece después de tantos años. Por mucho que no siga siendo alumna de este colegio yo sé que voy a seguir viniendo al cole y que esto para nada es un adiós al colegio. Y aunque me cueste sé que tengo que aceptar que esto es el fin de una etapa, pero también sé que siempre estaré orgullosa decir que mi cole fue Escolapios.

Blog XIX

 Quedan 5 días y algún que otro examen para que la etapa de estudiante de escolapios termine. Cuesta creer que queden 5 insignificantes días para que una etapa que parecía que iba a ser para siempre llegue a su fin. 

Llevo desde que tengo un año entrando por la misma puerta y, siendo sinceros, con las mismas pocas ganas, o menos. Es cierto que nunca me ha gustado venir al cole a hacer como que presto atención, pero ya que estamos llegando al final, echando la vista atrás, tengo que estar agradecido por todo lo que me llevo.

Sobre todo,  me quedo con las personas que he conocido. A lo largo de estos años, he ido relacionándome con personas con las que he acabado viviendo anécdotas que nunca se me olvidarán, aunque esto también me produce el miedo de que cuando salgamos de aquí, cada uno por nuestro lado, perdamos el contacto.

También me llevo miles de historias de aquellas clases de 3º y 4º de la ESO que siempre recordaré. Siempre se nos ocurría algo que acababa convirtiendo nuestra clase de tutoría en una interminable bronca, aunque nunca servia para nada, porque a la semana siguiente hacíamos algo peor. Desde el altavoz con Silvia y Jon Ander hasta meterme en un armario que movimos desde la otra punta de la clase hasta la mesa del profesor, son anécdotas que nunca se me van a olvidar y que aunque solían acabar con un papelito para firmar en casa, merecían la pena.

Además, en este colegio he empezado a jugar al deporte que me gusta, y gracias al cual también he conocido a personas con la que se que seguiré compartiendo años e historias.

No es fácil asumir el echo de que no vaya a volver a pisar estas clases y pasillos después de tantos años y que a partir de ahora todo será diferente, pero son etapas, y aunque esta haya formado parte de mi vida casi desde que nací, prefiero pensar que la siguiente, por muy difícil que parezca, va a ser mucho mejor.


Blog XIX

 Dentro de nada se termina una etapa que ha durado casi toda mi vida hasta el momento. Después de 16 años siendo estudiante de este colegio, me toca despedirme de él. Hablando de valores o aprendizajes no creo que haya aprendido nada muy especial que no hubiese obtenido en cualquier otro colegio, pero, sí me quedo con algo, es con los amigos que he ido haciendo a lo largo de mi estancia en el colegio.

Echando la vista atrás, creo que no borraría ningún recuerdo en este colegio. Esto no significa que no haya vivido malos momentos, desde luego que alguno si he tenido. Sin embargo, creo que es muy importante recordar las malas decisiones y los malos momentos porque sirven de aprendizaje. Si yo simplemente los olvidase, me estaría condenando a repetir los mismos errores una y otra vez.

Como conclusión, creo que, pese a que tal vez en algunos momentos no me hayan gustado algunos aspectos del colegio, me llevo un gran recuerdo de él. Al fin y al cabo, ha supuesto 16 años de mi vida y en el he conocido a los que actualmente son mis mejores amigos y que espero que sigan siendo amigos míos durante mucho tiempo. Pese a que ya ni vaya a seguir aquí, estoy seguro de que habrá recuerdos de este colegio que yo jamás podré olvidar.

Blog XIX

 Para empezar, llevo en este colegio desde los dos años. Empecé en aquella clase de Infantil donde conocí a los que ahora son mis amigos. El colegio ha sido una etapa que ha marcado mi vida, ya que he vivido momentos inolvidables. Desde esa clase de Vega hasta el momento en el que me encuentro ahora, no he dejado de aprender ni de reírme en las clases.

Si me tuviera que quedar con algo, sería con la cuadrilla que he formado y con la clase de cuarto de la ESO. Esa clase seguramente no la olvidaré en mi vida, ya que fue un curso donde todos éramos como una cuadrilla y todo el mundo tenía ganas de ir a clase. Cada hora que pasabas dentro de ese aula se quedaba corta; en cambio, los profesores estaban deseando que acabara la hora para poder irse de clase, especialmente Jony.

Además, tampoco olvidaré las dos excursiones que hicimos, en las que las risas estaban aseguradas. Tampoco puedo dejar de mencionar los experimentos Javilastyle, donde los científicos locos sacaban su repertorio de experimentos que tan chéveres le parecían a Javila.

Otros momentos inolvidables son los días de Calasanz, junto con las clases de gimnasia de Iru. Seguramente, cada vez que vuelva a pasar por el polideportivo, me entrará nostalgia de esos viernes en los que nos quedábamos jugando a fútbol hasta que Natalia o Borjita nos echaban del cole.

Ahora que esta etapa llega a su fin, me doy cuenta de lo afortunado que he sido por haber crecido en este colegio, rodeado de personas que me han hecho muy feliz. Me llevo recuerdos imborrables, amigos que son como familia y mil anécdotas que contar. Aunque el camino continúa y nuevos retos me esperan, una parte de mí siempre se quedará aquí, entre estas aulas, estos pasillos y este polideportivo lleno de historia.

Ahora empieza una nueva etapa, un mundo totalmente nuevo que me ilusiona y en el que tengo puestas muchas expectativas. Estoy listo para seguir conociendo gente nueva, aprender, crecer y, sobre todo, vivir nuevas experiencias.



sábado, 5 de abril de 2025

Blog XIX

 La verdad es que todavía no asimilo el hecho de que acabamos el cole. Acabamos una etapa en nuestra vida que hasta ahora ha sido la única.


Echando la vista atrás sin duda me quedo con los amigos que he hecho, no solo con mis amigos de ahora sino con todos los que he hecho por el camino, ya que cada uno me ha aportado diferentes cosas esenciales para mi paso por el cole.

Además de esto tengo que comentar la clase de primero de la ESO, la cual me ayudó a expandir mi círculo de amigos, y me ha dado momentos inolvidables, como el pitido con Marien y cambiar el armario de sitio a Carmele.

A mi personalmente no me importaría borrar algún momento en el que teníamos muchos exámenes, pero nada importante, ya que en general, mi paso por el cole ha sido una experiencia de diez.


Si tuviera que sacar una conclusión de todos estos años, diría que ahora mismo no se me ocurre nada, yo para procesar estos cambios necesito un poco más de tiempo. Por lo tanto, cuando a lo largo del verano lo piense mejor ya os lo diré.

viernes, 4 de abril de 2025

Blog XIX

Echando la vista atrás, nos damos cuenta de la importancia que ha tenido el colegio en nuestras vidas. Tanto los aspectos buenos, como los malos, todos ellos tienen algo relacionado con el colegio. Muchos llevamos en este colegio desde los dos años, lo que quiere decir que ni siquiera tenemos el recuerdo de la primera vez que lo pisamos.

Este colegio ha dejado una huella imborrable en nuestras vidas, desde los aprendizajes, los amigos o las alegrías vividas son experiencias únicas e inolvidables. Incluso, muchos momentos malos y difíciles podemos sacar de él. Sin embargo, yo creo que las dificultades hacen a las personas más fuertes y se acaban convirtiendo en aprendizajes. Antes de quedarme con momentos en concreto, prefiero echar la vista atrás con una sonrisa y aprovechar los últimos días aquí. 

Si pudiera borrar algún recuerdo, quizás lo haría con los momentos de estrés que me hacían pasar los exámenes. Pero como he dicho antes, de todo se aprende y yo creo que he mejorado mucho en ese aspecto.

A pesar de que muchas veces no estaba de acuerdo con situaciones o decisiones por parte del colegio, personalmente me quedo con la conclusión de los valores que me han enseñado, las amistades que he conocido y los momentos inolvidables que hemos pasado aquí. 


miércoles, 2 de abril de 2025

Blog XIX

 

Estamos a pocos días de cerrar una etapa muy importante en nuestras vidas: el final de este curso, 2º de bachiller. Ha sido un camino largo y lleno de aprendizajes y experiencias. Mirando atrás, me quedo con las risas en clase, con algunos profesores, pero sobre todo, con las nuevas amistades que he construido en este colegio. Esta ha sido una etapa nueva que al principio asustaba, ya que venía a un colegio nuevo en el que no conocía a prácticamente nadie. Sin embargo, ha merecido la pena completamente.

Sin duda, ha habido momentos difíciles, como las épocas de exámenes, pero aunque tuviera la oportunidad de borrar algo de este camino, no lo haría. Creo que cada una de las cosas que han pasado han sido necesarias para llegar hasta donde estamos ahora mismo, ya que nos han enseñado y ayudado a crecer.

De las cosas más valiosas que nos llevamos es que cada experiencia, buena o mala, nos ha hecho llegar hasta aquí y ser quienes somos. Pero, lo más importante, personalmente, son las amistades que he hecho durante este trayecto. Ahora, con la mirada puesta en el futuro, toca cerrar este gran capítulo.

Fin de curdo

 Estos años de mi vida puro decir que han sido los mejores. cuando empezar mi etapa escolar en el colegio, no me esperaba las amistades que iba a hacer y que iba a deshacer. Pero puedo decir orgullosamente de que no me arrepiento de nada de lo que he hecho.


Para empezar, mi mejor etapa ha sido en los cursos de 3 y 4 de la ESO ya que todos los de clase estabamos motivamos para ir a clae, nos lo pasabamos muy bien. Eramos niños y no parabamos de hacer el tonto en todas las clases hasta el punto de que Eme nuestra tutora de aquel moneto dijo que eramos la peor clase. Recuerdo que haciamos el tonto con cualquier profesor algo inimaginable hoy en día. 


Por otro lado, 4 de la ESO fue un curso muy bonito donde las tonterias del año atras las repetiamos todos los dias. Asi daba gusto ir a clase porque las clases se hacian amenas, 


Actualmente, recordamos con los colegas todos aquellos momentos tan divertidos que habiamos vivido.


domingo, 30 de marzo de 2025

XVIII

No le daría el dinero a Vox. Por mucho que fuera su última voluntad, no podría hacerlo. Entiendo que era lo que ella quería, y me sabe fatal no cumplirlo, sobre todo porque le había cogido mucho cariño. Pero no comparto en absoluto lo que representa ese partido. Sus ideas me parecen injustas, excluyentes, y no van con mis principios. Me sentiría fatal sabiendo que he ayudado a financiar eso.

Tampoco me quedaría el dinero, porque no es mío y no me parece bien aprovecharme. Pero sí lo donaría a una causa que realmente ayude a la gente. Por ejemplo, a la investigación contra el cáncer. Algo que de verdad tenga un impacto positivo, que sirva para mejorar vidas, apoyar a enfermos o avanzar en algo importante.

Sé que no estaría cumpliendo su voluntad al pie de la letra, y eso me haría sentir mal. Pero creo que, en casos así, hay que guiarse también por la conciencia de uno. Y la mía no me permitiría darle ese dinero a algo que va contra todo lo que yo creo que está bien.

Prefiero desobedecer esa última petición, pero hacer algo bueno con ese dinero, que simplemente cumplirla y sentir que estoy participando en algo dañino. Al final, es una decisión complicada, pero tengo claro que intentaría hacer lo más justo.


XVIII

 Si me viese en esa situación intuitivamente cogería el dinero y llamaría una ambulancia. No sería una decisión fácil, elegir entre la última voluntad de una persona antes de morir o seguir mis valores que sé que son correctos.


Pensaría que si su última voluntad era dar tanto dinero a un partido político, sería porque creería que es mejor para la sociedad aunque no sea así. Por ello enviaría la mitad del dinero a algún partido político que sí que vaya a aprovecharlo para mejorar la situación del país. Yo de política no sé mucho, pero si algo tengo claro es que VOX es el último partido político al que ayudaría. 


Por otro lado, siendo egoísta se me quedaría parte de ese dinero. No se si esa mitad o menos pero sería una cantidad de dinero que ayudaría mucho a mi familia y al mismo tiempo podría cumplir la voluntad de esa señora, ya que quedaría dinero suficiente para enviarla a algún partido.


Puede que no sea una reflexión moralmente correcta, pero para ser sinceros es lo que haría. De hecho dudaría en si quedarme todo él dinero directamente pero se que me perseguiría por el resto de mi vida.

Blog XVIII

 Esta pregunta presenta un gran dilema que no es para nada difícil de solucionar. Por un lado, si cumplo la última voluntad de la señora estaría dando dinero a Vox, algo que jamás se me habría pasado por la cabeza hacer en mi vida. Sin embargo, si no lo hiciese, no cumpliría la última voluntad de aquella señora que tan maja me resultaba.

De todas formas, esa señora no tiene ningún familiar y ella está muerta, por lo que si no cumpliese su última voluntad ella no sería consciente y podría descansar en paz pensando que su dinero ha llegado a su destinatario. Por lo tanto, si no me supusiese ningún problema legal, no dudaría ni un solo segundo en quedarme con absolutamente todo el dinero, hasta el último céntimo.

De lo contrario, si pudiera provocarme algún problema legal el hecho de que misteriosamente tanto dinero hubiese llegado a mi, trataría de quedarme una porción del dinero que ni fuese perceptible, compartir otra parte del dinero con mis amigos y familiares y, por último, lo que sobrase lo donaría a alguna ONG o cualquier causa caritativa.

En conclusión, si bien es cierto que podría tener cierto remordimiento por cumplir aquello que la señora deseaba, mayor remordimiento me causaría el hecho de donar el dinero a VOX y desaprovechar una oportunidad que podría resolver mi vida económicamente.

Blog XVIII

Es un debate muy complicado, pero lo único que tengo claro es que intentaré impedir que ese dinero llegase a las manos de Vox, ya que no comparto sus ideales. Sin embargo, esto supondría no cumplir con la última voluntad de quien lo dejó, lo cual me parece algo a respetar y que a su vez, iría en contra de mis valores.

Por otro lado, aunque la tentación de quedarme con el dinero es grande, podría traerme muchos problemas. La gente podría empezar a pensar que yo tengo algo que ver con su muerte, algo que intentaría evitar a toda costa. es decir, no estaría dispuesta a asumir el riesgo ni el cargo de conciencia de quedarme con su dinero.

Asimismo, aunque mi intención no sea cambiar lo que ella decidió, ese dinero podría acabar en las manos equivocadas. Por eso, si pudiera evitar esto, sería mi prioridad. Al final, toda esta situación se convierte en un dilema que se resuelve debido a que no quiero tomar una decisión que me haga sentirme culpable, ya sea por quedarme con el dinero o por permitir que un partido como Vox se lucre. Por lo tanto, seguramente cogería el dinero y lo destinaría algún otro lugar que me parezca más lícito que Vox.


Blog XVIII

 En esta situación se plantea un dilema moral entre las opiniones políticas y las relaciones afectivas con las personas. La señora es encantadora, agradable y siempre ha intentado ayudarme y hemos tenido una muy buena relación. En este caso me pregunto quién soy yo para romper esa relación, independiente de las relaciones políticas. 

Los valores personales no se limitan al partido político al que votamos, sino que van mucho más allá en cuanto al respeto hacia las personas con las que convivimos, cómo les ayudamos y cómo hacemos que entre todos tengamos una vida en comunidad mucho más agradable.

Esto me haría cumplir evidentemente la voluntad de mi vecina, a la que tanto apreciaba y tan bien se ha portado conmigo. Este texto me ha hecho pensar que haría cuando en vez de tratarse de un partido político, se tratara de una asociación, grupo militar o un país dictatorial… que rompe con todos los valores y la dignidad de las personas. Creo que en ese caso sí que seguiría mi convencimiento en los valores humanos que me llevarían a no dar el dinero a una asociación que promueve la desigualdad y el conflicto.






Blog XVIII

 Hoy en día cualquier persona que se encontrase en esta situación no tendría nada claro qué hacer con el dinero. Bastantes personas seguro que cumplirían su última voluntad pero yo antes de donar el dinero a Vox lo tiraba al mar o hacia cualquier otra cosa pero lo que tengo claro es que no les llegaría ni un solo céntimo. 

Por un lado,  si les diese ese dinero iría en contra de mis valores. No me gusta la idea de no respetar el deseo de una señora, pero hay que reconocer que apoyar a Vox no hace nada bien a nadie si no que perjudica a mucha gente. Además, estaríamos hablando de un partido político que no apoya la igualdad de género, rechaza la cultura vasca, el euskera… Apoyan todas estas cosas en pleno siglo XXI, increíble!!!

Así que, sabiendo desde el principio que el dinero no va a llegar a Vox, tengo bastante claro lo que haría con el dinero. Lo primero que haría sería mandar un vídeo a mis colegas con todo el dinero diciéndoles que nos vamos a ir de viaje a cualquier sitio paradisiaco. Lo que sobrara del viaje iría destinado a cualquier fundación contra el cáncer. 

En definitiva, ojalá la señora hubiese tenido otra última voluntad, porque a Vox no le daría el dinero ni en mis sueños más profundos. Pero bueno que la señora por lo menos sepa que su dinero va a alegrar y ayudar a muchas personas.

Blog XVIII

 La pregunta que nos presenta este dilema es una pregunta que sería capaz de responder al cabo de un segundo. En caso de haberme encontrado esa cantidad de dinero, obviamente me lo quedo y no lo dono a ninguna causa, y menos a VOX.


Hay dos razones por las que decidiría quedarme la bolsa de dinero de mi vecina. La primera por la cantidad de dinero que es. 5 millones de euros en mi bolsillo supondría no trabajar ni tener que preocuparme por nada más en mi vida. Es decir que mi vida por la mitad de dinero, estaría resuelto.  La segunda razón y la principal es por la finalidad para la que el dinero iba a ser utilizado. Osea me parece algo tan vergonzoso donar esa cantidad de dinero a una causa como esa, que es que me quedo el dinero pero seguro.


Si que es verdad que aquí entra en juego el respetar las decisiones de los demás, y si cumplir el propósito de la señora que parecía majísima. Sinceramente, respetar las decisiones de los demás es algo a lo que estoy bastante acostumbrado. Es decir, que reconozco que no juzgo a nadie por lo que piensa dependiendo del ámbito, pero el hecho de querer donar esa cantidad de dinero a VOX, supera mis límites. Lo siento pero independientemente de que el dinero no sea mío, no soy capaz de donar ese dinero a una causa que pretende quitar la esencia de Euskal Herria. Una causa que pretende eliminar la lengua euskaldun, y que nos ve a los vascos como inferiores.


En definitiva, el dinero claramente me lo quedaría para mí indudablemente. La cantidad de dinero es muy atractiva, pero si a eso le sumas que va ir dirigido a una causa que pretende acabar con los vascos y quitarnos nuestros ideales e identidad, sería incapaz de realizar dicha atrocidad.

Blog VIII

La verdad es que me encontraría en una situación bastante difícil. Por un lado, considero que es muy importante respetar las últimas voluntades de alguien, pero por otro lado, ir en contra de mi ideales se me hace muy difícil. Las ideas que defiende Vox no solo son completamente opuestas a las mías, sino que también van en contra de los valores que yo defiendo. Me sentiría muy mal por no cumplir la última voluntad de mi vecina, pero sintiéndolo mucho no podría donar ese dinero a una causa que promueve ideologías que no comparto y que además me parecen perjudiciales para la sociedad.


Por otro lado, tampoco me quedaría con el dinero. Aunque la tentación de quedarme con tanto dinero esté ahí, el remordimiento que tendría si me lo quedara sería tan grande que no lo disfrutaría. 


En vez de cumplir con su voluntad de donar a Vox, lo que haría sería donar ese dinero a una causa que realmente creo que puede hacer el bien. Lo más seguro es que lo destinaría a una ONG que trabaje por la justicia social, la igualdad o la ciencia, por ejemplo. Eso me haría sentir que de alguna manera, aunque no haya cumplido con sus deseos, estoy utilizando ese dinero de una manera que beneficia a muchas personas. 


Al final, se trata de ser fiel a uno mismo y a lo que se cree, y en este caso, aunque la última voluntad de mi vecina fuera otra, lo más importante es actuar con integridad y siguiendo los valores de uno mismo.

Blog XVIII

Sinceramente, yo me quedaría el dinero. Igual suena mal, pero en esa situación lo tengo claro. La señora era encantadora, muy amable, y claro que me daba pena. Pero al ver que su intención era dejar todo ese dinero a Vox… ahí ya no puedo seguir con el plan. Yo no comparto nada con ese partido, ni sus ideas ni su forma de ver el mundo. Cumplir su voluntad sería traicionarme a mí mismo.


Además,  ando muy fastidiado de dinero que y viene el verano y la semana santa y ese dinero me vendría muy bien. No le estoy quitando nada a nadie, ella no tenía familia ni nadie que heredara eso. Simplemente estoy evitando que acabe en manos de un partido con el que no tengo absolutamente nada en común. Pero es que además nada es nada, no sé cómo alguien podría estar de acuerdo con un partido que lo único que hace es criticar a la gente por su color de piel o por su preferencia sexual. No sé la verdad aunque fuera la última voluntad de la anciana no la cumpliría m


Yo creo que, en el fondo, es más justo usar ese dinero para construir algo que para alimentar algo que nos separa como sociedad. Así que sí, aunque me costara un poco al principio, tomaría la decisión de quedármelo, una parte la donaría a alguna ONG y así me siento mejor, pero la mayor parte me la quedaría yo para mí y para ayudar a mi familia.


blog

 Yo sinceramente si me encuentro en esta situación, si una señora ha muerto en el ascensor de mi casa y casualmente tiene una bolsa con dinero y ese dinero va dirigido a VOX, sabría desde el principio que ese dinero a VOX  no iba a llegar.


Soy una persona que no sabe mucho de política, pero sé lo suficiente como para saber que ese dinero en VOX no va a llevarnos a nada bueno, a nadie, ya que la mayoría de cosas que defiende VOX no son cosas que yo defiendo. Por ello, ese dinero me lo quedaría, si nadie fuese a investigar porque tengo de repente tanto dinero o porque justo la señora sacó dinero el día en que murió.


Por lo tanto, ese dinero probablemente me lo quedaría y si no pudiese quedármelo, se lo daría a alguna asociación fiable que lo necesite.


Blog XIX

Realmente no sé que haría en esta situación si diera la casualidad de que pasara de verdad, pero pensándolo así en frío creo que sí sé más o menos como actuaría ante este dilema.

Primero pensaría en la naturaleza de mi relación con esta señora, hasta qué punto la respeto y si creo que sus intenciones son buenas. No obstante, aunque este fuera el caso, me lo pensaría dos veces antes de donarle mi dinero a una organización política con la cual no concuerdo del todo.

Por esto mismo se hace tan complicado el elegir algo, al final probablemente mi decisión cambiaría dependiendo de la cantidad de dinero de la que estemos hablando. Si la cantidad estuviera en los miles, sin sobrepasar los 10000€, igual me plantearía entregar el dinero a VOX, esto es porque, teniendo en cuenta la cantidad de recaudaciones que consiguen los partidos políticos al año, sería como un grano de arena y no creo que sirviera para mucho. Además, sí cumpliera los deseos de mi vecina, no me vería en ningún problema legal. Aún así, si la suma fuera mayor, igual me quedaría con algo y el resto lo daría al partido, con tal de no levantar sospechas. Me gustaría poder quedarme con todo o donarlo a fines mejores, pero creo que esto sería lo más seguro para mí.

Así que, si alguna vez me encuentro en esta situación tan improbable, esto es lo que haría.

Blog XVlll

Al principio, sería muy difícil para mi tomar una decisión así. Al tenerle tanto cariño a esta mujer creo que me plantearía el cumplir con su ultima voluntad. Cada uno es libre de tener sus propios ideales. Ese dinero sería dinero suyo que se habría ganado con su esfuerzo. Si ella quería donarlo a Vox estaba en su derecho pero, no me parecería la decision más acertada. Además, ella ya no podría disfrutar de los “beneficios” que donarle ese dinero a ese partido podría traer. En realidad, donarle tanto dinero a un partido politico no haría que ganase las elecciones. Teniendo en cuenta el partido del que estamos hablando, no creo ni que ese dinero se utilizase para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.

Al ser una señora mayor no la juzgaría por sus ideales politicos. Muchas veces estas personas tienen ideales más conservadores, más de su época donde no había tanta diversidad. Me costaría un gran esfuerzo superar el hecho de que no he cumplido con su última voluntad pero, me costaría más cumplirla y sentirme culpable de haber contribuido a que se donase tanto dinero a una causa desconocida. Definitivamente me quedaría con el dinero después de aclarar todas mis dudas y analizar la situación. 

Obviamente no utilizaría ese dinero para mi beneficio propio. Me replantearía dos soluciones, guardar el dinero y negarme a que llegase a Vox o donarlo a la ciencia o alguna asociación benéfica. Creo que optaría por la segunda opción, donarlo a la ciencia, ya que, eso nos beneficiaría a todos y creo que es algo que cualquier partido politico también podría apoyar, por lo que no me sentiría tan mal.

En conclusion, en vez de donarlo directamente a Vox como mi vecina deseaba, lo donaría directamente a algo beneficioso. Tal vez, lo que ella quería es que Vox utilizase ese dinero para mejorar la sociedad, así que no me arriesgaría a que eso no se cumpliese y lo haría yo directamente.

Blog XVIII

 Si yo me encontrase ante esta situación lo que tengo claro es que no me quedaría con el dinero porque va en contra de los valores que he recibido desde pequeño en casa y porque esta acción no me dejaría vivir tranquilo el resto de mi vida y tendría un gran cargo de conciencia. Cuando alguien muere y deja sus últimas voluntades por escrito lo correcto es cumplir con el deseo de esa persona. Pero yo en este caso no cumpliría con los deseos de esta señora porque creo que en lugar de dar ese dinero a los políticos que no se de que  manera lo iban a invertir,  donaría ese dinero a algún  grupo de investigación de enfermedades, como por ejemplo investigación sobre el cáncer, el alzhéimer, la esclerosis múltiple o enfermedades raras, porque de esta manera el dinero serviría para toda la sociedad y ayudaría a un montón de gente. 

Ya sé que las últimas voluntades de una persona es algo sagrado y que nadie tiene derecho a no cumplirlas, pero en que en este caso yo creo que esta persona estaría muy orgullosa de mí y de haber donado su dinero a estas asociaciones porque con su dinero ha contribuido a salvar muchas vidas.

BLOG XVIII

Si se diera esta situación muchas personas dudarían con que hacer. Seguramente, los mas cazurros no tardarían ni 15 minutos en presentarse en la sede de Vox con toda la ilusión del mundo. En mi caso, preferiría quemar todo el dinero y hacer una fogata antes que darle el dinero a ese club de fans de Franco. 

En primer lugar, si diera todo ese dinero a Vox estaría yendo en contra de mis principios. Si es verdad que tampoco es de mi agrado no cumplir con la intención de una señora, pero es que los gustos de ella son un poco raros (dejémoslo ahí).

Por otra parte, estaría ayudando a un partido político el cual rechaza la igualdad de género, niega la cultura vasca, rechaza el euskera, apoya la tauromaquia… si siguiera esta lista acabaríamos de leer el blog al final de la clase. Además son tan agradables que si pudieran prohibirían hasta mi nombre.

De mismo modo, una vez desacatada la opción de darle mi dinero a Vox, no sabría que hacer con él. Probablemente lo daría a la iglesia que lo invertiría mejor y de este modo no me sentiría culpable. Si es verdad que no lo tengo muy claro por que sería difícil rechazar la tentación de quedármelo. 

En conclusión, me encantaría que los gustos de la señora hubiesen sido diferentes pero es que Vox… no lo trago. Me hubiera valido cualquier partido político para poder cumplir su deseo.


Blog XVIII

 Cuando abrí la bolsa y vi que estaba llena de billetes, no podía creerlo. Nos habíamos mudado hacía apenas tres semanas y, en ese corto tiempo, habíamos entablado una relación muy bonita con nuestra vecina de enfrente. Era una señora mayor, pequeñita y encantadora. Siempre fue muy amable con nosotras, así que me sorprendió enormemente enterarme de que, en sus últimas voluntades, quería donar una gran suma de dinero a Vox.

Y ahí empezó el dilema: ¿cumplir con el deseo de una persona a la que tenía tanto cariño, aunque eso chocara directamente con mis ideales? ¿O actuar de acuerdo con mi conciencia y hacer algo con ese dinero que, a mi juicio, beneficiara realmente a la sociedad?

Entiendo que cada persona tiene sus propias ideas políticas, y más aún las generaciones mayores, que han crecido en épocas con menos apertura y diversidad. No la juzgaría por eso. Pero también creo que una gran cantidad de dinero en manos equivocadas puede causar más daño que beneficio. Vox, desde mi punto de vista, es un partido que ha demostrado repetidamente estar en contra de derechos fundamentales: ha negado la violencia de género, ha atacado a la comunidad LGTBI+, ha mostrado actitudes xenófobas y su discurso no representa el bien común, sino la exclusión.

No me parecería ético usar ese dinero para beneficio propio. Ni siquiera me sentiría cómoda simplemente guardándolo. Lo más correcto sería redirigirlo a una causa verdaderamente constructiva, algo que aportara un valor real a la sociedad. Me debatí entre varias opciones: donarlo a la ciencia, a una ONG o incluso entregarlo a la policía. Pero finalmente creo que lo más sensato sería usar ese dinero para ayudar, tal vez a través de asociaciones benéficas o proyectos de investigación. Algo que contribuya al bien colectivo.

Quizás, en el fondo, eso era lo que mi vecina deseaba. Tal vez pensaba que Vox era el canal para lograr un cambio positivo, y si es así, puedo entender su intención, aunque no comparta el medio. Por eso, en vez de seguir ciegamente su voluntad, preferiría reinterpretarla: no es una traición, sino una forma de asegurarme de que su dinero no acabe promoviendo ideas contrarias al respeto, la igualdad y la justicia social.

En definitiva, me costaría mucho tomar esta decisión, pero creo que hay veces en las que hay que actuar con firmeza y conciencia. El cariño que le tenía no desaparecería por no seguir su voluntad al pie de la letra. Al contrario: honrar su memoria también es cuidar del mundo en el que vivimos. Y eso, al final, es lo que verdaderamente importa.

Blog XVIII

 

ChatGPT Plus

Si me encontrara en una situación como esa, tengo muy claro que no me quedaría con el dinero. Va en contra de los principios con los que me criaron, y no podría sentirme bien conmigo mismo. Tendría una gran carga de conciencia. Cuando alguien fallece y deja claro lo que quiere que se haga con sus pertenencias, lo más correcto es respetarlo.

Sin embargo, siendo honesto, en este caso particular, no estoy seguro de que seguiría lo que pidió esta señora. En lugar de entregar el dinero a políticos cuyo destino de ese dinero es incierto, preferiría donarlo a una organización que investigue enfermedades como el cáncer, el Alzheimer, la esclerosis múltiple o enfermedades raras. Creo que esa sería una forma de darle un propósito real al dinero, ayudando a muchas personas y contribuyendo a algo que realmente hace la diferencia.

Entiendo que las últimas voluntades de una persona deben tomarse muy en serio y que lo ideal sería cumplirlas sin falta. Pero sinceramente, pienso que si esta mujer supiera en qué se usó su dinero, probablemente se sentiría satisfecha. Seguro que se sentiría orgullosa de haber ayudado a salvar vidas y de haber hecho algo verdaderamente valioso por el bien de los demás.

blog XVIII

Cuando abrí la bolsa y estaba llena de billetes, no podía creerlo. Nos acabamos de mudar hace tres semanas y nos hicimos muy amigos con nuestra vecina de enfrente en muy poco tiempo. Era una persona mayor y pequeñita, pero muy agradable y majísima. Por ello, me sorprendí al enterarme de que en sus últimas voluntades podría querer donar tanto dinero a un partido como Vox. Aquí es cuando empieza el conflicto: ¿cumplo los deseos de una señora mayor, aunque suponga ir en contra de mis principios, o me quedo con el dinero para hacer algo que de verdad ayude a la sociedad?

Aunque respeto que haya diferentes opiniones o partidos dentro de la política de un país, no me parece que la ideología de Vox busque el bien común, sino que se basa en la exclusión de ciertas minorías. Mis ideales me impiden colaborar con sus intereses. Este partido ha difundido mensajes penosos; su actitud en el Parlamento muchas veces deja mucho que desear, ha negado la existencia de la violencia de género, ha atacado los derechos del colectivo LGTBI+ y en su discurso hay una clara xenofobia.

Por supuesto, no me parecería correcto quedarme con el dinero para mis cosas. Considero que sería muy injusto y podría llegar a ser ilegal. Ese dinero no me pertenece, no es mío. Por ello, considero que lo mejor para todos sería donarlo a una buena causa o lo daría a la policía. Quizá una buena solución para que un partido como Vox no tuviera en sus manos tal suma de dinero sería quedar la carta en la que escribió su última voluntad. No obstante, me estaría poniendo en cierto peligro, porque mi vecina podría habérselo contado a alguien.

De esta manera, definitivamente lo donaría a una ONG, ya que entiendo que si mi vecina quería donárselo a Vox, era porque consideraba que harían buen uso de él para mejorar la sociedad. Así, no traicionaría mis principios y seguiría el objetivo de mi vecina. 

Al final hay que darse cuenta de que hay que hacer lo mejor para todos, puesto que el dinero en las manos inadecuadas puede hacer más mal que bien. No solo se trata de seguir ciegamente su voluntad, sino de interpretar lo que quería llegar a hacer. En definitiva, yo no considero que Vox vaya a llevar a cabo una mejora en la sociedad española, así que preferiría hacer algo más beneficioso para la población.


XVIII

 Si yo me viera en una situación así, tengo clarísimo que no me quedaría con el dinero. Va totalmente en contra de los valores que me enseñaron en casa desde pequeño, y además no podría estar tranquilo conmigo mismo. Me daría un cargo de conciencia enorme. Cuando alguien fallece y deja por escrito lo que quiere que se haga con sus cosas, lo más correcto es respetarlo.

Pero siendo sincero, en este caso concreto, no creo que hiciera lo que pidió esta señora. En vez de darle el dinero a políticos que ni siquiera sabemos en qué lo gastarían, preferiría donarlo a algún grupo que investigue enfermedades, como el cáncer, el alzhéimer, la esclerosis múltiple o enfermedades raras. Creo que así ese dinero tendría un impacto real, ayudaría a muchísima gente y serviría para algo que de verdad importa.

Sé que las últimas voluntades de alguien son algo muy serio y que en teoría hay que cumplirlas sí o sí. Pero honestamente, creo que si esta mujer viera en qué se usó el dinero, estaría contenta. Seguro que se sentiría orgullosa de haber ayudado a salvar vidas y de haber aportado algo bueno al mundo.

Blog XVIII

Para empezar, creo que cada uno debe hacer lo que él mismo considere correcto, no lo que los demás le digan que lo es. Si yo creo que invertir ese dinero en eso no va a hacer bien pues entonces no ejecutaría esa última voluntad y me quedaría con el dinero. A pesar de que haya gente que opine que se debería ejercer la ultima voluntad de la gente sea la que sea, yo creo que hay que saber distinguir si va a ser bueno o malo.

Hablar de política cada vez es más tabú. Se evitan temas de conversación relacionado con ello en cenas familiares, comidas con compañeros de trabajo y en el ámbito educativo. La política se ha vuelto un tema sensible de sacar y del que no gusta hablar por loas discusiones que suele traer.

No creo que quedarse el dinero sea la mejor opción visto desde un punto de vista moral, pero igualmente ese dinero podría ir a una buena causa para honrar a nuestra vecina. De todas maneras, si necesito ese dinero para la educación de nuestro/a hijo/a o cualquier situación importante, no dudaría en quedarme una parte. Siempre y cuando sea por necesidad y no por avaricia, considero correcto quedarse con parte del dinero.

En este caso yo el dinero no lo emplearía tal y como ella dice, pero no por el hecho de ser un partido u otro. Creo que hay cosas más importantes que necesitan ese dinero mucho antes que la política. Las ONGs, casas de adopción, perreras y refugios de animales necesitan muchisimo mas ese dinero que cualquier partido político.

Blog XVIII

 En primer lugar, si me encontrase en una situación así, lo primero que haría sería llamar a emergencias. A continuación, abriría la bolsa y, al ver el dinero, lo guardaría en mi casa. Es cierto que trataría de investigar si ese dinero es legal o lo ha conseguido a través de algún trapicheo.


La cuestión de si me lo quedaría o no está relacionada con mis principios o mis valores. Sabiendo que no tiene familia, no le haría ningún mal a nadie si me lo quedara antes de dárselo a un partido como Vox. Un partido que, desde mi punto de vista, no se merece ese dinero, ya que defienden ciertos ideales o principios con los que yo no estoy de acuerdo. 


Sin embargo, quedarme el dinero sería de cierta forma traicionar la confianza que tenía en mí. Por ello, lo donaría para hacer el bien o a una causa que yo considere justa y que pueda tener un impacto positivo en la sociedad. De esta manera, no me sentiría culpable y tendría la conciencia tranquila.


En definitiva, la decisión de como afrontar esta situación varía según la persona. Cada uno tiene sus propios principios y es su decisión si decide seguirlos o no. Yo, sin duda, no podría actuar en contra de ellos.

blog XIX

 Siempre he pensado en el momento en el que acabaría bachiller y una nueva etapa de mi vida empezaría, lo he esperado con tanta ilusión que ...