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miércoles, 30 de marzo de 2022

Tratado para despedir los plásticos

Todos los acontecimientos que han ocurrido recientemente, como la guerra en Ucrania o la misma pandemia, han hecho que pongamos toda nuestra atención en nosotros. Parece que han perdido importancia todas las consecuencias medioambientales que estos eventos están provocando. Cada desgracia que nos ocurre a los seres humanos la naturaleza siempre acaba dañada de rebote.

Por eso, entre tanta desgracia siempre son bienvenidas las buenas noticias: por ejemplo, que un convenio internacional acaba de aumentar la esperanza de eliminar la contaminación de los plásticos. Los representantes de 175 países tomaron a principios de mes una decisión histórica: desarrollar el tratado de reducción de plásticos para el año 2024. Es todo un logro. Los tratados de clima y biodiversidad existen desde hace tiempo, pero uno sobre bosques, por ejemplo, se ha discutido durante mucho tiempo y no se ha tomado ninguna decisión.

Hemos oído y visto muchas cosas sobre el problema de los plásticos. Como el continente de plástico que se está creando en el pacífico, o que hay partículas de plástico en el pescado que comemos. Fragmentos y partículas acaban en la naturaleza y permanecen durante años sin degradarse. Me dejó alucinado un estudio mediante el que habían encontrado microplásticos en todo tipo de lugares: en el aire de los Pirineos, en el Ártico, en el desierto del Sahara... Cada vez se sabe más sobre dónde y cómo está el plástico, pero la investigación sobre sus efectos en la salud sigue siendo escasa.

Se espera que el pacto mundial para reducir el plástico se desarrolle para 2024. Será legalmente vinculante e incluirá todo el ciclo de vida de los plásticos, desde la producción a la basura. Ambas características son importantes. Siendo vinculante, será más fuerte que los tratados del clima y la biodiversidad. Además, como abarca todo el ciclo de vida de los plásticos, su eliminación es más efectiva.

No se si se puede hacer mucho a estas alturas para solucionar el problema de los plásticos, pero nunca viene mal algo de esperanza.

Comida vegana

 Últimamente se ha puesto de moda la comida vegana. Ahora que llega el verano muchas personas comienzan a hacer dietas milagro para bajar peso en poco tiempo y entre una de esas dietas, se encuentran las dietas veganas.

Un vegano es un sujeto que no ingiere productos alimenticios de origen animal, es decir  no  come carne de ningún tipo, ni tampoco sus derivados ,como la leche ,huevos ,yogures..

Como cualquier dieta tiene sus ventajas y sus desventajas.

Entre sus ventajas ,las dieta veganas  ayudan a bajar de peso y controlarlo,previene enfermedades como el cáncer de mama, colon, estómago, próstata y pulmón, disminuye la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares y cerebrales,además , debido al no consumo de grasas animales y colesterol ,los cereales, vegetales y frutas,permiten un mejor control de la diabetes y mejora nuestro estado de ánimo.

Entre sus desventajas están que por no consumir proteínas de alto valor biológico,  ni aminoácidos, como la carne  ,un vegano debe reemplazarlo por una mezcla de cereales y legumbres,  frutos secos, quinoa, arroz integral y guisantes.se debe tomar suplementos de vitamina.

B o cereales enriquecidos y aportes de vitaminas B12 y hierro.

Por todo esto, mi consejo es  que antes de ponernos una dieta por nuestra cuenta, es mejor que nos pongamos  en manos de un profesional ya que podemos acabar con importantes problemas de salud.


lunes, 28 de marzo de 2022

Hasta conseguirlo

Estoy segura de que vuestras abuelas alguna vez os han contado cómo vivían cuando eran jóvenes. Gracias a Dios lo que nosotras vivimos no tiene ni punto de comparación con lo que se vivía en esos tiempos. Sin embargo, hoy todavía estamos muy lejos de conseguir el objetivo del feminismo, la igualdad.


Es cierto que el pensamiento feminista se ha ido adaptando con la época, para nuestras abuelas era poder votar y para nosotras es poder tener hijos y que no nos echen del trabajo, por ejemplo. Esa diversidad de puntos de vista y opiniones es la que nos permite evolucionar, aun así existen una serie de principios básicos que son indiscutibles.


Mucha gente confunde el término feminismo, es algo que todavía hay gente que no tiene claro, y es por donde debemos empezar. Ser feminista no significa ir contra los hombres, aunque muchas personas creeran que concederles el mismo espacio a ellas es reducir el de ellos. 


Por último, la lucha por la igualdad de género no es solo cosa de mujeres. No se trata de apoyar a las mujeres en su lucha, sino de creer que la lucha es de todos y que todos nos debemos implicar en ella. 


Futuras generaciones

Estamos ya a finales de la tercera evaluación y todavía no entiendo cómo he llegado hasta aquí. Pienso que fue ayer cuando estaba en primaria pensando lo duro que iba a ser pasar a la ESO y mucho más pasar a bachillerato. La selectividad es otra de las cosas que siempre he visto muy lejos, es más, todavía no entra en mi cabeza que falten dos meses para hacerla.

Todo el que haya hecho la selectividad te va a mentir, es literalmente imposible que todo el mundo hiciese la sele cuando pusieron el modelo de examen más difícil. Por no hablar de esas personas a las que ves pasarlo super mal y super agobiadas durante toda su época de estudio para la selectividad y luego una vez hecha, te digan que no ha sido para tanto. 

En una cosa estoy de acuerdo y es en el nivel de selectividad dependiendo de la comunidad autónoma. Una cosa es que se estudien cosas distintas porque aquí es importante conocer la historia del País Vasco y en Cataluña será importante conocer la suya, pero de ahí a que el examen de matemáticas de  Murcia sea 8 veces más fácil que el de cualquier otro lugar, justo lo que se dice justo, no me parece. Si fuese que luego a la hora de entrar en otra universidad se tomase en cuenta, pero no, luego a todos nos sorprende que las notas de corte de la mayoría de comunidades del sur sean de 13,5. 

Creo que la solución que debería imponerse es una misma selectividad para todos, tampoco creo que el sistema PISA del que se está hablando los últimos meses vaya a ser mucho mejor. Yo he visto las preguntas y a mi parecer por mucho que intenten plantear una nueva manera de evaluar no creo que la manera en la que la están desarrollando sea la adecuada, pues lo que van a conseguir es que las futuras generaciones salgan cada vez peor reparadas. En este modelo de examen lo que se busca es que en vez de aprenderse conceptos al azar sean cosas más practicas, algo que me parece muy bien, pero que una de las preguntas sea como se lee una gráfica me parece ridículo.

El cambio

Es increíble cómo con el paso del tiempo, a medida que maduramos, nuestros gustos, intereses e ilusiones van cambiando. Esto ocurre casi por arte de magia y sin que nos demos cuenta.


Si echo la mirada muy atrás, me doy cuenta de que antes me gustaba jugar todo el día a fútbol con mis amigos sin importar nada. Jugábamos hasta que empapábamos la camiseta de sudor y no podíamos más. Además lo que me hacía tremenda ilusión era que mis padres me compraran por sorpresa un HotWheels o un muñeco en cualquier tienda.


Y como por arte de magia, a medida que pasaba el tiempo, con entre 10 y 14 años disfrutaba más comiendo chuches con mis amigos y pasando tardes enteras jugando a la play. Todos mis amigos y yo nos conectábamos a un grupo de voz y podíamos disfrutar de una conversación como lo hacíamos cuando quedábamos, pero mientras jugábamos a unos juegos geniales. Fue una época muy bonita la cual recuerdo con mucho cariño y con cierta añoranza. Y cómo no, lo que en ese momento más ilusión me hacía era que me compraran el juego que todos mis amigos se encontraban jugando en ese momento.


Hoy en día tengo gustos totalmente distintos y todavía sigo sin saber por qué estos van cambiando. Supongo que puede estar relacionado con que, a medida que somos más mayores, nuestros padres nos dan más libertad y podemos hacer cosas más guais de las que podíamos hacer antes.


Pese a todo lo mencionado arriba, lo que más me intriga de este tema es que no nos damos cuenta de cómo se van dando estos cambios. Esto por un lado está muy bien si lo que cambia está cambiando a mejor, pero ¿Si está cambiando a peor? Soy incapaz de llegar a algún tipo de conclusión sobre este tema, pero supongo que debemos remitirnos a dejar que la vida fluya y disfrutar lo máximo posible de todo en todo momento.


domingo, 27 de marzo de 2022

Tarta de queso


Sin duda, una de mis postres preferidos, la tarta de queso. Siempre me han gustado los postres que contenían algo de chocolate, como los coulants o simplemente la tarta de tres chocolates, pero hace un año fue cuando probé el postre de mi hermano en una comida familiar, la tarta de queso, y se convirtió en uno de mis postres preferidos. De hecho, en verano al comer helado casi siempre me cojo el de sabor de tarta de queso, o cuando compramos los helados de Häagen-Dazs para una ocasión especial, mi madre y yo siempre recurrimos al de tarta de queso y/o dulce de leche.

Esa explosión de sabores entre la galleta, la mermelada y el queso philadelphia, me dan ganas de no parar. Además, si está un poco derretido el helado, sabe mucho mejor. 


Hay dos tipos diferentes de tarta de queso, está la del horno que esa lleva nata, huevos, queso, azúcar y harina , y la fría,  la del frigorífico que esa es la que me gusta a mí. Esa sí que lleva lo que he mencionado antes; galleta, mermelada de cualquier sabor como la de fresa o arándanos, y el queso philadelphia que está mezclado con leche y mantequilla. 


Este postre requiere un procedimiento un poco extenso y también exige constancia. Primero hay que hacer la base de la galleta, y para ello hay que desmenuzarla en trocitos, por eso lo de la paciencia y constancia. Y luego, hay que preparar la masa del queso philadelphia, que tiene que reposar durante 24 horas. Por último, faltaría añadir la mermelada en la parte superior de la tarta. Aunque el proceso lleva unos 2 días, el resultado lo compensa por su agradable sabor.


Decir también que en grandes cantidades, además de no ser sano, puede empachar mucho. Por lo que si no os gusta mucho el dulce y menos en grandes cantidades, está bien probar un pequeño trozo para disfrutar de su sabor y elaboración. 


Si os gusta la repostería, ¡adelante! Merecerá la pena cocinarla aunque sea una vez cada mucho tiempo.




EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS


Las conspiraciones y leyendas en general han llamado siempre mi atención. Creo que es por ello que este lugar, situado entre las islas Bermudas, Puerto Rico y Miami me atrae tanto. Recuerdo estar descansando en el sofá después de comer, con un documental de fondo, de los que se suelen poner para echar la siesta. No obstante, ese día no tocó siesta. Una de las frases de aquel documental, aparentemente tan inofensivo me atravesó el cerebro y despertó en mí una llamarada de curiosidad. 


Resulta que en este triángulo imaginario han desaparecido cantidad de embarcaciones, aviones y personas. Todas ellas sin dejar ningún tipo de rastro. Las últimas comunicaciones que se tuvieron con algunas de ellas, fueron que al adentrarse en aquel área, perdieron el rumbo y estaban totalmente perdidos. 


Durante un tiempo estuve obsesionada con descubrir el porqué de los sucesos y en mí investigación hallé un gran número tanto de leyendas como de explicaciones científicas. La verdad que la gran mayoría son muy interesantes, sin embargo, de entre todas ellas tengo dos favoritas. 


La primera de ellas es una leyenda que trata de agujeros negros. Se cree que podría haber una especie de agujero negro en el cielo o en las aguas, que provocaría que todo lo que pasara por ahí desapareciera. Hay también aquellos que creen que se trata de la superficie de Atlántida, de monstruos marinos, de OVNIS, etc. En fin, para gustos los colores. 


Por otro lado, la explicación científica que más me convence dice que los sucesos se deben a variaciones magnéticas y niebla electrónica. Los científicos que defienden está teoría, explican que como el Triángulo de las Bermudas es uno de los dos lugares que señalan el norte verdadero (no el norte magnético),  las brújulas se estropean. Más aún, hay quienes piensan que se debe a la meteorología, a explosiones de metano, a agujeros azules o a errores humanos.


En definitiva, como en la mayoría de sucesos de este tipo, existen infinitas ‘respuestas’, cada cual más original, y está en manos de cada uno escoger cuál le convence más y cuánto de creativo quiere ser.


Mis meñiques

Es la primera vez en mi vida que hago esto público, no es que sea nada del otro mundo pero tuve mi época en la que estaba realmente acomplejada de ello. Lo que les pasa a mis meñiques tan sólo los saben mis amigos más cercanos y familia, y no porque se hayan dado cuenta (porque es algo que siempre he intentado esconder), sino porque se lo he dicho yo.


Repito, no es nada excesivamente extraño, tan sólo que mis dedos meñiques de ambas manos son más cortos de lo normal. Si os miráis ahora mismo las manos, os podéis fijar en que vuestros dedos meñiques llegan más o menos al comienzo de la tercera falange del anular, pues bien, los míos llegan a un poco más de la primera, es decir, son casi la mitad respecto a la proporcionalidad que todos los dedos de la mano deberían tener entre ellos. 


Como bien he dicho antes, desde que de pequeña descubrí que mis dedos no eran proporcionales, me empecé a acomplejar, de hecho, hoy en día me sigue dando vergüenza enseñarlos. Lo que solía hacer a menudo era pasarme bastante rato estirándolos, pensando qué crecerían y algún día llegarían a medir lo mismo que cualquier dedo meñique normal. No es que me causen inseguridad pero, por ejemplo, a la hora de conocer a alguien que desconoce la largura de mis mini dedos, procuro hacer lo posible por que no se den cuenta.


Hay situaciones en las que realmente lo paso mal como cuando me piden que enseñe mis anillos, cuando me doy la mano con alguien, cuando me dicen de comparar el tamaño de manos juntando mi mano con la de la otra persona donde se ve perfectamente que mi meñique es un cuarto del suyo… Pero sin duda, la peor de todas era cuando hacía esto del “pinky promise” donde tienes que cruzar tu meñique con el de la otra persona para hacer una promesa, situación en la que yo automáticamente decía que me creyeran cuando les prometía algo y que se dejaran de chorradas con las manitas. Todo esto por no hablar de lo que me costaba llegar a tapar el último agujero de la flauta para que Coto no me gritara y me mandara repetir la partitura.


No os penséis que esto es todo lo que tengo para contar sobre mis meñiques, porque para colmo, aparte de ser unos garbancitos, también están torcidos. Esto no es porque haya nacido con ellos torcidos si no porque de pequeña, mientras me crujía los dedos descubrí que la parte superior de mis meñiques también crujía si la doblada hacía un lado y a raíz de ahí, se han ido desviando hacia dentro.


La verdad es que mis dedos son curiosos, y con el tiempo les he encontrado su gracia además de que, con la tontería, me han servido para escribir otra entrada al blog.






 

El tiempo se acaba.

 Este tema ha sido muy concurrente en los medios de comunicación en los últimos años y, posiblemente, para muchos este tema haya pasado a formar un segundo plano debido al constante bombardeo de datos relacionados con el mismo. Sin embargo, considero que este tema es muy importante y por ello, le dedico esta entrada. 

Me encanta la naturaleza, los paisajes, las montañas, el mar, etc. así como los animales. Ver extensos mares verdes que ondean con el soplido del viento puede que sea una de las cosas que más me relaja. De pronto, en esa inmensa llanura la vida se hace paso cuando ves a un conejo saltando a través del campo o un buitre mareándose en el cielo. 

Sin embargo, últimamente, en esos parajes verdes han crecido nuevas plantas. Sí, se trata de restos de basura que el ser humano ha ido tirando a su paso por esos bellos parajes, latas, botellas, bolsas, cigarros, son algunos de los delicatesen que te puedes encontrar paseando por la montaña. Pero no solo ahí, si bajamos a la costa, al mar, la cosa es aún peor, incluso nos podemos encontrar con peces mascarilla.

Los expertos han cifrado el punto de no retorno en 2030, haciendo que para esa fecha tengamos una huella de carbono neutra. Puedo entender que hay procesos industriales que emiten contaminación y que no podemos eliminar si queremos un producto nuevo. Pero si no reducimos las emisiones, nos veremos destinados a un calentamiento global que producirá la extinción de muchos seres.

Aún así, lo que podemos hacer es cuidar lo que está a nuestro alcance recoger la mierda que veamos en cualquier sitio y así, mejorar algo los habitas de muchos animales. Yo, todos los veranos, recojo muchos plásticos que flotan como medusas en el mar. "Dejemos el mundo mejor de como lo hemos encontrado", Baden Powell, fundador de los scouts. 

En el cine o en casa

Fue hace dos años, tras la llegada de las restricciones a causa de la pandemia, cuando llegué a conocer lo que era echar de menos ir al cine. La verdad, tampoco era algo que hiciera todas las semanas, pero siempre me ha gustado disfrutar de una buena película en la gran pantalla. Sin embargo, a parte de nuestro día a día, la cuarentena también se llevó consigo la posibilidad de realizar planes como el de ir al cine. 


Curiosamente, esto no causó que viésemos menos películas, de hecho, todo lo contrario. Al estar todo el día encerrados en casa, se convirtió en una de nuestras actividades favoritas. En consecuencia, se potenció el uso de diferentes plataformas de streaming, no solo porque no pudiésemos ir al cine, sino porque disponíamos de mucho más tiempo para poder hacerlo. Desde entonces, muchas personas se han acomodado a ver las películas en su casa aunque ya exista la posibilidad de volver al cine.


Por otra parte, otra de las causas por las que vamos menos al cine es que resulta ser bastante caro si lo comparamos con la cuota mensual de esas plataformas (o si directamente no pagamos para ver películas), por lo que en este caso presenta una gran desventaja respecto a estas últimas. De todas formas, bajo mi punto de vista es un precio que merece la pena pagar de vez en cuando.


La verdad es que resulta muy cómodo poder ver todo lo que queramos en casa, pero creo que no hay nada que se compare al encanto que tiene disfrutar de una película en el cine. Si bien es cierto que también utilizo ese tipo de plataformas, me gusta disfrutar en el cine de esos prometedores estrenos. Al fin y al cabo, el ambiente y las instalaciones del cine ayudan a que nos metamos más en la película y la disfrutemos mucho más.

 

Rabia

La rabia es un sentimiento que se conoce de distintas maneras como son la ira, la frustración o la impotencia. Esta, es una emoción básica innata en todos los seres humanos que consiste en una reacción provocada por una frustración de deseo que finalmente no hemos podido lograr. Pues bien, ya que es mi última entrada al blog de este curso, en esta entrada vengo a hablaros sobre la rabia y he de admitir que hablando de esto, me da rabia no hacer más entradas ahora que me encuentro más inspirada y con más ideas que las tendré que guardar para mí. 


Por un lado, esta ira que sentimos se suele producir por diversos motivos. El más común y general de todos suele ser el hecho de querer hacer alguna cosa y que no acabe saliendo. En ese momento es cuando te frustras y te decepcionas, por lo que te acabas viniendo abajo. Un ejemplo sencillo y típico de esto puede ser el hecho de que no te salga un simple ejercicio de matemáticas, química,… o un buen partido de baloncesto cuando has entrenado con muchas ganas. 


También se suele producir este sentimiento de cólera cuando nos quedamos bloqueados tanto si no nos sale una palabra o no sabemos explicar algo, como si no sabemos avanzar en un ejercicio tanto en clase como en un examen. Además, en este último la rabia aumenta ya que te juegas una nota importante para tu futuro (dependiendo también del curso en el que estés). En mi ocasión, desafortunadamente varias veces me ha pasado el no saber avanzar y bloquearme en un examen. Encima, esto me da tanta rabia que hace que me bloquee aún más.


Por otro lado, la rabia también está presente en ocasiones cuando se producen acciones injustas. Un claro ejemplo de esto es la guerra que está sucediendo actualmente en Ucrania. Ver a la gente sufrir, morir, huir de su país… por las acciones de una sola persona produce excesiva rabia interna. 


En definitiva, la rabia es un sentimiento que se produce diariamente por varios factores. Es cierto que te quedas atascado durante un tiempo, pero cuando pasa, recuperas lo perdido y todo queda más o menos solucionado. Dado que no es un sentimiento positivo, para acabar con esta rabia es aconsejable seguir pautas que te transmitan calma para vivir con serenidad y optimismo.

Parece que no me gusta la música

Me encanta la música. Pienso que es una herramienta que sirve para evadirte del mundo, para consolarte cuando estás triste o para hacerte cantar a todo pulmón cuando tienes un buen día. La música vive conmigo, es más, ahora mismo mientras escribo esta entrada tengo el altavoz emitiendo la melodía de una canción nueva. Sin embargo, la música que a mí me gusta escuchar digamos que no es música demasiado comercial y mucho menos escuchada frecuentemente en mi círculo cercano de amigos.

El hecho de que pocas personas escuchen la música que yo escucho hace que, en el momento en el que pongo un pie fuera de mi casa, me tenga que acomodar a la música de los demás. Es decir, si quedamos todos juntos en una casa, mi música no se va a escuchar, si nos estamos preparando para una buena fiesta, todas mis amigas van a estar motivadísimas cantando a todo pulmón mientras yo estoy sentada y si ya nos metemos en la discoteca, voy a sentirme como un pez fuera del agua intentando bailar al ritmo de una música que nunca he escuchado. 

Con todo esto no quiero lamentarme y pensar que soy una desgraciada que no puede escuchar su música cuando está con gente, porque no es así. No me importa escuchar la música de los demás porque me gusta verles felices disfrutando de un buen ritmo o una buena letra mientras se olvidan que están rodeados de más gente. Me gusta ver la cara de alegría que se les pone cuando suena su canción favorita a todo volumen por los altavoces. En definitiva, me encanta ver que el mismo sentimiento que tengo yo con las canciones que a mí me gustan, lo tienen otras personas con sus canciones. 


Por último, y aunque no tenga mucho que ver con lo que he dicho hasta ahora, me gustaría agradecerle a mi madre que me haya educado de la mano de una buena cultura musical. Estoy orgullosa de mis gustos musicales y pienso que, al ser particulares a estas edades, los hacen un poco más especiales. Además, cuando en algún momento concreto mis amigos me dejan poner una de mis canciones, no os podéis hacer una idea de lo mucho que la disfruto.


Erre que erre

 Mi ama siempre ha sido muy cabezota y yo como hija suya no iba a ser menos. No creo que sea cosa solo de mi familia o de gente catalogada como “cabezota”. Creo que en parte todos somos cabezotas, lo llevamos dentro, forma parte de nuestra naturaleza.  


¿Cuántas veces os han dicho “no hagas esto, no hagas lo otro, que te vas a hacer daño”, y habéis hecho caso omiso, lo habéis intentado igualmente y erre que erre hasta conseguirlo? Seguro que un montón de veces. Yo desoigo las advertencias porque soy tan inconsciente como curiosa. Pero sobre todo, porque yo al igual que vosotros, creo que soy diferente al resto. Creo que soy diferente a quién me ha advertido y que lo que a esa persona le salió mal, a mí me va a salir bien. Y no. La verdad es que no es así. 


La situación se repite una y otra vez pero con diferentes experiencias. La mayoría de las veces que me he caído y no me han salido las cosas, ya me había advertido alguien que por lo general era mayor que yo. Sí, ellos ya han cometido el error y les ha salido mal, pero para mí, cometen el error de querer ahorrarte el disgusto. Tampoco digo que hagamos lo contrario a lo nos están diciendo. Obviamente, todo depende de la situación, algunas advertencias son necesarias pero muchas de ellas no. A veces es mejor darte el golpe porque algunos son necesarios. Aprendemos a base de ensayo y error, y aunque no lo pensemos, estamos limitados. 


Para mí la clave está en conocer nuestros límites, ver hasta dónde podemos llegar. Una vez conozcamos nuestros límites el número de fallos irá disminuyendo. Sin embargo, hasta que llegue ese momento habrá una serie de caídas necesarias que nadie nos podrá evitar. Estoy segura que todavía me quedan unas cuantas caídas por delante. 


Hasta siempre

La verdad que se me hace raro estar escribiendo esta entrada, pero finalmente ha llegado el momento. Tras pasar todo el curso pensando y redactando entradas para el blog, creo que no hay mejor forma de poner punto y final a mi paso por este rincón, que diciendo adiós al que siempre ha sido y será mi colegio. No obstante, antes de empezar con ello, me gustaría daros las gracias a todos por haber leído mis locuras y a Aitor por habernos dado un espacio en el que poder expresarnos con total libertad. Hecho el paréntesis, ahora sí, toca ponerse un poco nostálgico.

Han pasado 16 años desde que pisé por primera vez este colegio. La cantidad de momentos y experiencias vividas aquí son inconmensurables. A decir verdad, una parte muy grande de lo que soy hoy como persona, tanto a nivel personal como académico, se lo debo a las aulas y profesionales de este lugar. Parece mentira, pero hasta que llega el momento de decir adiós, no se pasan por la cabeza estos pensamientos.

Las fiestas de Calasanz siempre tendrán un hueco en mi memoria. Cómo olvidar las dantzas, el chocolate con churros, las pachangas, los piques… Estos días son, sin duda, los que más recordaré de aquí en algunos años. Nunca me cansaré de agradecer a las personas que han hecho de estos días momentos inigualables, y se desviven pensando actividades para sacar de cada uno de nosotros esas ganas de jugar y compartir que todos tenemos.

Por supuesto, también ha habido momentos no tan buenos. La frustración, el estrés, la rabia y la impotencia son algunos de los sentimientos que en algún momento me han acompañado. No obstante, estos son, en gran medida, los responsables de la persona que soy actualmente, por lo que también merecen una mención especial en este último grito.

Por último, y como la cosa va de agradecimientos, no me gustaría acabar sin dar las gracias a todos los compañeros que me han acompañado desde que tenía dos años; ellos son al fin y al cabo los responsables de que me vaya con un magnífico recuerdo de mi etapa escolar. Al fin y al cabo, todos debemos estar orgullosos de que en los pasillos siempre se haya respirado un ambiente sano y acogedor. Sin embargo, esta burbuja en la que llevamos inmersos tantos años, finalmente, ha explotado.

Ha llegado el momento de ponerse nuevas metas y mirar hacia el futuro con ganas e ilusión. Después de tanto tiempo, el próximo septiembre ya no seré yo, no seremos nosotros los que atravesemos las puertas de este colegio. Aún así, debemos ver este momento como una gran oportunidad para seguir creciendo en otros ambientes, que seguro que nos ayudarán a seguir creciendo como personas y acercarnos cada vez más a nuestros ideales.

sábado, 26 de marzo de 2022

Enfados y alegrías

Cada cual se alegra a su manera, y cada cual se enfada a su manera. No es sólo que no nos alegren o enfaden las mismas cosas. Quizá lo que para mí es fuente de alegría es indiferente para otro o directamente desagradable. Es más, tal vez lo que a mí me irrita a ti te parezca desestresante. Creo que no estoy descubriendo nada nuevo. 

Pero sea lo que sea lo que te alegre o te enfade, esas emociones no las expresamos todos igual. Algunas personas son más expresivas, otras más frías y además, esas formas de expresarse cambian a lo largo del tiempo. Sobre todo entra en juego la madurez, y nos empieza a importar lo que piensen los demás. Creo que es por eso también por lo que vamos escondiendo cada vez más nuestros sentimientos del resto.

En general, se supone que con el tiempo se aprende a contener más las emociones, y en mi caso tengo que decir esto sí ha ocurrido. Por una razón u otra, he dejado de ser tan expresivo como cuando era más pequeño, ya no muestro alegría ni enfado tan fácilmente. Me he dado cuenta que incluso ante un mismo sentimiento, mi reacción es mucho más fría que hace 1-2 años. Y sé que no soy el único, ya que lo he hablado con un amigo alguna vez y lo he visto en personas de mi alrededor.

Pero aún así, también conozco a mucha gente que no se ha vuelto menos expresiva con el tiempo. Personas que si están tristes es muy fácil verlo, o que si están alegres no hay nadie que no se entere. Claramente, no se expresan como alguien de 9 años, han cambiado su manera de mostrar sus emociones, pero mantienen esa expresividad. 

Obviamente, ser más o menos expresivo no es ni mejor ni peor. Aunque sí que es verdad que a cada uno le puede gustar más o menos la gente más expresiva. A mí me gusta tener de todo, tanto gente extrovertida como gente más fría, pero eso ya cada uno sabrá. 

Cuartos

 Todavía me sorprende la gente que piensa que compartir habitación es algo divertido. Llevo toda mi vida compartiendo habitación, primero con mi hermano y luego, cuando nos hicimos mayores, con mi hermana. Al principio no me quejaba, pero ahora si que creo que en verdad es un fastidio.

Para empezar mi hermana y yo tenemos un horario muy distinto. Este año yo no tengo tanto problema porque me despierto antes que ella, pero hubo una época donde ella se tenía que levantar mucho antes que yo. No me quejaría tanto si fuese una de esas personas que se levanta a la primera, pero es que se ponía 8 alarmas cada mañana a todo volumen con el tono que utilizan los militares para despertarse. Como es lógico llegaba un punto en el que yo perdía los nervios y no me quedaba otro remedio que acabar despertándola a cojinazos.


Otro tema importante es el del espacio. Como mi hermana es la mayor y su curso siempre ha sido “más difícil” que el mío, yo me he tenido que buscar la vida para encontrar un sitio donde estudiar. Es muy incómodo, porque cuando estudió en el salón en seguida viene alguien a molestarme. A día de hoy he de admitir que les he robado la habitación a mis padres, aunque es mucho más incómodo que tener tu propio cuarto para estudiar o ver series.


Si que es verdad que lo poco que me acuerdo de dormir con mi hermano fue bastante gracioso y desesperante. Tardábamos horas en dormirnos porque no parábamos de robábamos la almohada el uno al otro o levantarnos en silencio para asustarnos cuando la luz estaba apagada.


No voy a mentir, gracias a compartir habitación ahora tengo un montón de anécdotas para contar. Al principio de la entrada empezaba diciendo que pasé a dormir con mi hermana porque nos habíamos hecho mayores, que en parte es verdad, pero la principal razón fue porque mi hermana rompió la cama de mi hermano mientras saltaba en ella.


viernes, 25 de marzo de 2022

Tío, ¿te acuerdas de esta canción?

El ser humano tiene un gran número de posibilidades y de formas de recordar algunos momentos en concreto. Muchas de estas pueden ser los sonidos, los olores (que ya se ha hecho alguna entrada sobre eso)..., y en muchas ocasiones, la música.

La música es una herramienta que prácticamente todo el mundo utiliza para mantener o cambiar su estado de ánimo en esos momentos. Yo escucho música siempre que puedo, ya que me ayuda a concentrarme, a relajarme o a alegrarme, según lo que quiera. No obstante, en muchos de esos momentos en los que pongo el Spotify en aleatorio y escucho algunas canciones que hacía siglos que no escuchaba, me suelen venir numerosos recuerdos de algunas de ellas. En muchos casos ni siquiera recuerdo bien el por qué, pero me dejan una sensación muy extraña y no puedo parar de escucharlas durante 1 o 2 días.  

Lo extraño es que en el 100% de las veces que me ha ocurrido esto me ha traído el mismo recuerdo, verano y estar yendo en el coche de mi tío hacia mi pueblo. No he ido en muchas ocasiones con mi tío en coche hacia Segovia, no llegará a 7, pero siempre me viene el recuerdo de un mismo día, como si todas las canciones que me recuerdan a eso fueran el mismo instante. Es por esta razón que siempre que estoy con él en su coche y me toca hacer de DJ, intento poner algunas de estas canciones (que no son ni siquiera super conocidas, sino que me las enseñaba él porque le gustaban) para ver si se acuerda de ellas.


Es justamente esta sensación la que me hizo crear una playlist en la que hay muchísimas canciones que me enseñó él y que me recuerdan a ese momento, como por ejemplo Ayo Technology (que igual muchos no la conocen, pero esta es la que más me recuerda a él), Copacabana (otra de las que más), Kids, Love me again, Counting Stars… Igual algunas de ellas ya sabéis cuales son, pero si no os recomiendo escucharlas.


En resumen, no sabría encontrar una razón por la que estas canciones me recuerdan a ese momento en concreto, ya que ese instante no tenía nada super especial, pero últimamente las estoy escuchando constantemente y me transmiten mucha tranquilidad y nostalgia.


miércoles, 23 de marzo de 2022

¿Expresión inventada?

Veraneo en  un pequeño pueblo rural de Navarra, ahí paso la mayor parte de mi verano. En consecuencia, es inevitable que se me pegue ese acento navarro y con ello sus expresiones. He de decir que a mi me gusta pero el “problema” viene cuando después de un verano vuelvo a Bilbao y sigo hablando con un poco de acento. Ese acento no me suele durar mucho, pero lo suficiente para que mis amigas se rían de mí. 


“Para rato” es una de las expresiones que se utilizan allá y que más vaciles me han caído desde que lo dije aquí, en Bilbao, por primera vez. Este “para rato” no significa que te va a llevar mucho tiempo realizar una acción como “Tengo para rato hasta que acabe de limpiar esta cazuela” ya que este significado creo que todos lo conocemos, sino que tiene otro significado completamente distinto. En Dicastillo, mi pueblo, se utiliza ese “para rato” para referirse a “ni de coña” o como diríamos ahora “nipa”, como ejemplo se podría utilizar así: “Pa’ rato me levanto antes para hacer ejercicio”. Me es muy útil usar esta expresión y la suelo utilizar bastante. 


La primera vez que utilicé el famoso “para rato” en Bilbao, mis amigas se empezaron a reír muchísimo diciéndome que no existía en el contexto que lo había puesto. Me hicieron creer que me lo había inventado, ya que no era la primera vez que me inventaba alguna palabra. No tenía ni idea de donde me había salido utilizar esa expresión de esa manera, pero estaba segura de que no me lo había inventado. Me negué a dejarlo de utilizar, por lo que cada vez que lo decía, mis amigas entendían el significado pero a su misma vez me vacilaban. 


Cuando llegó el verano siguiente y pude ir a Dicastillo, en una cena con mis abuelos, escuché a mi abuelo decir el “pa’ rato” en mi forma. La ilusión que me lleve fue inmensa, no estaba loca y no me lo había inventado. Después de cenar, quedé con mis amigas y les pregunté si entendían a qué me refería con el “para rato” y efectivamente ellas lo usaban de dicha manera. Fue una sensación increíble no solo porque había conseguido encontrar de dónde había salido esa expresión, sino que les pude hacer un “zasca” a mis amigas de Bilbao que tanto se habían reído de mí.


La Fuerza de voluntad

La fuerza de voluntad es algo realmente importante en nuestras vidas. Esta fuerza es la que nos permite hacer cosas cuando no nos apetece pero debemos hacerlas. Un gran ejemplo podría ser levantarse de la cama todas las mañanas para ir a clase, especialmente cuando se nos pegan las sábanas.  


Tener fuerza de voluntad es algo realmente complicado. Cuando no hay una consecuencia directa inmediata, a veces nos gusta demasiado posponer las cosas. Al fin y al cabo, si no va a pasar nada si no hago la cama por la mañana y la hago a la tarde, qué más da. Aunque también puede darse el caso de que nos guste tanto lo que estamos haciendo, que simplemente preferimos sufrir una consecuencia ya que en verdad nos compensa.


Bueno, pues como solución a todo lo mencionado anteriormente están la fuerza de voluntad y la disciplina. Bueno, es una “solución”, entre comillas, ya que gran parte de la población, sobre todo a nuestras edades, tienen una absoluta carencia en estos dos aspectos. Es mucho más fácil estar horas pasando videos en Tik Tok o viendo tu serie favorita, que ponerse a hacer los deberes de química o un voluntario de Lengua. 


Sin embargo, pese a icluirme en el grupo de los que son más amigos de móvil que del boli y el cuaderno, creo que es muy importante pararse y diferenciar lo que realmente te beneficia de lo que solamente te entretiene y no te lleva a ningún lado. Con esto no quiero decir que debais estudiar como cosacos y dedicarle todo el tiempo a los estudios, pero sí que os toméis un tiempo para reflexionar si de verdad merece la pena perder ese tiempo de estudio, por lo que estáis haciendo o por el plan que tenéis. Al fin y al cabo se nos dice que son los mejores años de nuestra vida y que debemos disfrutarlos, pero sin perder el Norte.


El ser humano no es humano

 Pienso que como sociedad estamos viviendo un momento crítico. Primero porque la guerra que ha estallado entre rusos y ucranianos nos está afectando económicamente y segundo porque según los expertos, un error de cálculo de cualquier misil disparado por los rusos que acabe en un país de la OTAN puede acarrear una tercera guerra mundial.

Yo, personalmente, tengo miedo. Muchas veces me pongo en el lugar de esas mujeres que escapan del infierno de una guerra con sus hijos y con una pequeña maleta con todas sus pertenencias. Pienso que hace un mes, esas personas tenían una casa como las nuestras, con sus comodidades y sus alegrías. Los jóvenes hacían las mismas cosas que hacemos nosotros, como ir al colegio, divertirse…y  de un día para otro se han visto despojados de todos sus bienes y se encuentran o en un subterráneo esperando que la guerra acabe o bien en un país estranjero viviendo de la solidaridad de los demás.

Creo que los políticos o mandatarios que tenemos no cumplen con su misión y que son unos ineptos. No es posible que en el siglo XXI y sabiendo lo que fueron las dos guerras mundiales, sigamos pegandonos.

No voy analizar las causas de esta guerra porque no soy experta, pero de lo que estoy segura es  que se podría haber evitado.

Por si la guerra no fuera suficiente, me entero que hay mafias que están al acecho de los convoyes de ayuda y que los secuestran a punta de fusil y o bien se los quedan para enriquecerse o lo que es peor , los queman para que no lleguen a su destino.

Además también están haciendo presencia las mafias de trata de blancas y de órganos. Sinceramente, analizando todo esto, cada vez tengo menos fe en el ser humano.


martes, 22 de marzo de 2022

Los abrazos

Si me preguntasen sin qué no soy capaz de vivir, te diría sin ni siquiera dudarlo, que serían los abrazos. Para mí tienen un efecto terapéutico, y en cierta manera es porque es así (los abrazos de más de 10 segundos generan de manera “científica” numerosos beneficios. Por un lado, generan que nuestro cuerpo segregue oxitocina y endorfinas, produciendo una sensación de relajación. Por otro lado, liberamos otras hormonas como la serotonina y dopamina que contribuyen al bienestar y la calma. Por último, activamos el sistema límbico encargado de la regulación emocional, lo que contribuye a reforzar los vínculos afectivos como la confianza o el apego.

Yo, sin duda, lo tengo más que comprobado. Un abrazo con alguien que me importa (es decir, no vale abrazar a cualquier extraño que se te cruce por la calle) genera en mí un antes y un después emocional. Sé que puede sonar extraño y puede que haya mucha gente a la que un abrazo no le parezca para tanto, pero en cierta manera, es un momento en el que no piensas en nada más que en la reconfortante sensación de sentir a alguien junto a ti. 

Además, te diría que para mi los abrazos son como el chocolate, entran a cualquier hora del día (miento, salvo justo recién levantada). En definitiva, os recomiendo probar esta píldora emocional que salvo que no tengáis amigos, es fácil de poder adquirirla. 


lunes, 21 de marzo de 2022

Debacle

 Llevamos un ritmo fuera de lo normal. ¿Qué rumbo está tomando el mundo? Parece que toda la gente se ha vuelto loca, cualquier estamento, gobierno, organización, hasta la propia naturaleza parece estar mareada. Aún no hemos salido de una pandemia global que se ha llevado millones de vidas por delante, y ya podemos ver que medio planeta está preocupado porque un tirano soviético que se aburría en su habitación. ¿De verdad que no hay nada más importante a lo que dedicar tiempo y dinero?

Soy consciente de que actualmente en el mundo hay decenas de guerras y conflictos activos, que el hecho de que haya comenzado una aquí al lado no significa que no haya en otros lugares, sin embargo, ahora es de lo único de lo que se habla. Ya nadie se acuerda de el Covid-19, ese virus que apareció de sopetón, paralizó el mundo, trajo todo tipo de males, y que de pronto desaparece de nuestra lista de prioridades tan rápido como entró. Me considero un gran ignorante, pero es innegable que la manipulación mediática a la que estamos expuestos es abrumadora. Uno ya no sabe qué pensar, la desinformación y los intereses privados se han apoderado de toda fuente de información, y sino tarde o temprano acaban siendo censuradas.

Por otro lado, algo que tampoco comprendo es cómo somos capaces de estar cavándonos nuestra propia tumba, destruyendo nuestro único hogar, y en vez de tratar de invertir la situación, cavamos más rápido. Es algo que me preocupa de mí mismo incluso, esa sensación de saber que estamos haciendo las cosas y ser capaces de que nos dé absolutamente igual. Priorizamos ese bienestar inmediato antes que evitar un futuro trágico hacia el que avanzamos cuesta abajo y sin frenos. Por dramático que suene, es la cruda realidad, pero como humanos que somos a nadie parece importarle hasta que le afecta personalmente.

Es una visión pesimista del momento en el que vivimos, llena de negatividad, tristeza e impotencia, no obstante, no creo que mencionar estos temas deba ser evitado a toda costa. A lo largo de la historia hemos podido ver como una y otra vez han existido grandes críticos con su sociedad, personas que no tenían un pelo en la lengua a la hora de denunciar las cosas malas que veían, y son igual de necesarios que aquellos que levantan el ánimo día tras día. Para avanzar en la dirección correcta es vital hacer autocrítica, y por mucho que prefiramos mentiras agradables antes que verdades incómodas, debemos ser sinceros y poner las cartas sobre la mesa.


La vida bohemia.

Es como echar de menos algo que no has vivido. 

Mar. Arena. Sol. Salitre. Música. Brisa. Verde. Atardeceres. Olas. Montañas. Pájaros. Selva. Humedad. Arte. Museos. Libros. Escribir. Violín. Galerías. Pintura fresca. Piano. Arpa. Vino. Uvas. Queso. Autocaravana.
En cuestión de segundos he podido crear una lista bastante larga de palabras que me evocan deseo. Todavía exactamente no sé qué es lo que deseo, pero estoy segura de que si siguiera haciendo esta lista, suspiraría unas cuantas veces más de las que ya lo he hecho. 


Dentro de este estilo de vida bohemio, se me hace difícil decantarme por uno en concreto. Es más, acabo de volver a leer la lista y la verdad es que es bastante amplia. Con esa secuencia se puede imaginar una desde en una playa de una isla desierta perdida en cualquier rincón del mundo hasta en un pequeño y probablemente polvoriento ático de escritora en París. 


Me imagino muchas veces cómo será la vida de cualquier artista que se dedique a pintar, tocar algún instrumento o escribir. Precisamente este último, es quizás uno de los que más curiosidad me cree. 
Un pequeño apartamento. Cama de matrimonio, pero no para compartir. Sábanas arrugadas. Te despiertas con los primeros rayos de sol. Abres la ventana que da a una calle no muy ruidosa de un barrio de la ciudad en la que has decidido vivir un tiempo hasta que termines de escribir tu novela. Obviamente, me imagino un apartamento pequeño pero al que se le ha sacado buen provecho, a pesar de estar desordenado. El humo del café que tienes en las manos entra por tu nariz y empiezas a despertarte un poco. Tras desperezarte, te pones manos a la obra, y para cuando te quieres dar cuenta, llevas horas escribiendo. Podría pasarme horas fantaseando con este estilo de vida, tan bonito y tristemente surrealista.


Desgraciadamente soy consciente de que el tipo de vida del que estoy enamorada desde hace años, es bastante irreal. Está claro que todo esto no es más que una idealización, ya que en mi historia no he mencionado (ni pienso mencionar) ningún tema amargo, como el económico.
No obstante, no puedo parar. Ver videos de esos afortunados que viajan por todo el mundo, viven descalzos y tienen a diario el pelo duro por efecto del salitre se ha convertido para mí, en un vicio y en una tortura.


Dicho todo esto, acallo mis suspiros y procedo a acostarme. Mañana me despertaré en mi cama de metro ochenta, en la que amaneceré con ojeras marcadas, cara hinchada, la boca pastosa, y en la obligación de asistir a clases. La verdad es que es difícil romantizar este "estilo de vida".


¿Me lo dejas?

Cuando somos pequeños, a muchos de nosotros, por no decir a la mayoría, nos enseñan la importancia del compartir. Tanto los familiares como los maestros en el colegio hacen especial hincapié en el prestar las cosas a los demás y en que todo es de todos. 


Sin embargo, a pesar de todo el esfuerzo que hacen en transmitirnos esta idea, el ser humano tiene un sentimiento de propiedad que es inevitable. Cuándo préstamos algo tendemos a estar pendientes de esa cosa y nos aseguramos de que nos la devuelvan, ya que es propiedad nuestra. 


Muchas veces, no somos conscientes de que las cosas cuando se comparten se disfrutan más. El sentimiento de haber hecho feliz o haber solucionado un problema de alguien simplemente prestando algo que consideramos nuestro, y solo nuestro, es mucho mejor que el de disfrutar algo en soledad. En estos casos las cosas adquieren otra vida y otro uso cada vez que pasan por unas manos distintas. 


Supongo que aunque sigamos educando a las nuevas generaciones en estos valores estas situaciones no dejarán de darse. No obstante, creo que son mucho más habituales en niños pequeños y que cuanto más mayores nos hacemos nos damos verdaderamente cuenta de lo bonito que es compartir. 


Enpaz esteitx

Para vosotros, ¿qué es el éxito?. Para mí es conseguir que mi propia mente me diga "enpaz estex".

Puede sonar un tanto extraño al principio y no saber sobre qué va esta entrada. Pues bien, anoche mientras estudiaba un examen que tenía al día siguiente, ósea hoy, me vino a la cabeza mis metas en la vida, el éxito... y todas esas cosas que te pones a pensar justo en el momento menos adecuado. ¿Os pasa verdad? Espero no ser la única. Bueno pues empecé a pensar en ello y lo que para mí es el éxito.


En mi humilde opinión, el éxito lo veo como un crecimiento personal de cada uno, es decir, superar los miedos y obstáculos que tiene cada uno en el camino de su vida y que le es difícil de afrontar. Por ejemplo, para algunos tener éxito es aprobar una asignatura pendiente, para otros es ganar una competición en un deporte, y para mí es ni más ni menos que conocerme, superarme, quererme a mí y a los demás. Ser amable, tener seguridad, sentirme arropada por los que quiero y me quieren  y amar sin miedo. 

Para muchos el éxito es tener dinero, un buen puesto de trabajo, ser reconocido, tener muchos amigos, una pareja estable, buen hogar... ósea todo. Yo la verdad que con tener mi pequeño grupo de amigos, mi familia, hacer deporte y llegar a mis objetivos, estoy contenta y satisfecha. Mucha gente se obsesiona con querer ser el o la mejor, tener éxito... y yo creo que debemos de aprender a ser felices con poco aunque queramos más. Está bien ser ambiciosos en la vida, de hecho, yo considero que lo soy según y qué aspecto. No me conformo con poco y a veces peco de auto exigirme, pero a mí con poco me basta. Me esfuerzo para llegar a más pero no me obsesiono.

Además, considero que lo más importante de la vida es la actitud, ni la suerte ni la habilidad ni el talento van ha hacer que logremos algo sin la actitud por delante.

Olores

Son algo alucinante. Nunca entenderé cómo un olor puede hacer tanto, o sea, ¿cómo puede ser que nos transportemos a hace unos años o nos acordemos de alguien con un simple olor? Realmente no le había dado nunca importancia a esto, pero los últimos meses he pensado mucho en el paso del tiempo y los olores me han hecho darme aún más cuenta de lo rápido que pasa.

Esto de los olores nos puede pasar en cualquier momento, incluso andando por la calle a veces reconocemos algún olor, pero la forma más fácil de explicarlo es mediante las colonias o perfumes. Si sois de los que no usáis siempre la misma colonia, como yo, podréis comprobar que al oler la colonia que usábais hace unos años se os vienen a la mente muchos recuerdos. Además, generalmente estos no son momentos concretos, sino sensaciones, lo que hace que el recordar esa época de tu vida sea aún más especial.

Por poner un ejemplo, os hablaré del olor que más me impacta últimamente. Se trata de una colonia que usaba en la cuarentena. Literalmente, durante los meses que estuvimos en casa solo utilicé esa colonia, de forma que os podéis imaginar lo que me pasa cada vez que me la echo. Es algo que la gente suele ver raro, pero la cuarentena me encantó, a pesar de que fue dura. Por ello, este olor me pone nostálgica, porque me hace recordar lo feliz que fui en mi casa ese tiempo.

Como este os podría poner mil ejemplos más, de olores que me encantan, así como ejemplos de olores que me hacen recordar cosas no tan buenas. Además, estoy pensando en probar algún día a comprar una colonia nueva, para utilizarla durante alguna experiencia especial y así dejar de alguna forma “grabada” esa sensación en el olor.


domingo, 20 de marzo de 2022

No me gusta el arte

Sí, habéis entendido bien, no me gusta el arte, o al menos, la mayor parte de él. Sé que os estaré pareciendo la persona más rara del mundo por decir esto y no pretendo ofender a ningún pintor, cantante, músico,.., pero ni me gusta, ni sé apreciarlo.


Lo primero que he de decir es que este sentimiento de rechazo no me viene por ningún "traumita del pasado" ni nada por el estilo, simplemente lo siento así. Para poneros un ejemplo, para mí ir a un museo siempre me ha parecido el tostón más grande, un lugar donde hay numerosos cuadros abstractos valorados en millones de euros simplemente porque los haya pintado un “famosete”. La obra en cuestión: un lienzo blanco con unas simples líneas atravesadas de diversos colores. Mejor que eso, me acuerdo de ir a un museo de París hace un par de años que además era de sumo prestigio y una de las “obras” de aquel museo era un fondo negro con un cuadrado (que ni estaba perfecto dibujado) en una esquina. Me acuerdo girar la cabeza numerosas veces, incluso hasta llegar a tener torticolis, intentando buscar el significado de aquella obra, la posible silueta o mensaje que escondería detrás. Y al final no había nada de nada, era solo un cuadrado. Increíble. 


De verdad, intento entenderlo, pero me parece imposible. Dejando eso a un lado, he de admitir a regañadientes, que como mucho te diría que las obras realistas o expresionistas me pueden llegar a parecer interesantes (y siendo generosa). Los otros estilos, surrealismo, arte pop y demás, me parecen todos igual de feos. 


Cambiando de arte, con la música me pasa igual. Nunca he sido de esas que veía “La Voz” y se le escapaba una lagrimilla al escuchar un vozarrón. Todo lo contrario, era la que cuando veía Got Talent, por ejemplo, esperaba al mago con impaciencia y cambiaba de canal (aunque fuera a un canal que estuviera en anuncios) cuando aparecía alguien detrás de un micrófono. Se que habrá gente que no me entienda. No es que no me guste la música, simplemente no se apreciarla y me cuesta diferenciar a aquellos que tienen talento de verdad de los que no.


En resumen, hay otras ramas del arte que disfruto enormemente, como puede ser el baile. Sin embargo, en general, no me caracterizo por esa persona que ve en el arte la finalidad de existir.


La burbuja de segundo de batxi

Estos últimos meses me he dado cuenta de que entrar a segundo de bachiller es como entrar en una burbuja en la que solo tienes tiempo para estudiar, ver un rato a la familia y salir con tus amigas. Comencé a darme cuenta de esto cuando algunas amigas hablaban de un montón series que estaban viendo y yo ya ni veía casi series porque ni me acordaba de ello. También cuando me salian recordatorios en el móvil de fotos hechas hace un año en las que salía haciendo credihora u otra actividades que realice el año pasado.


Lo cierto es que el curso pasado tenía tiempo de dar clases de euskera a un niño (no se euskera, simplemente lo fingía), apuntarme a todos los voluntariados, leer un montón libros, ver series, pintar, ir a las clases de repaso del cole…Este año la verdad que siento que el día no tiene las suficientes horas y que constantemente el tiempo se me echa encima. La verdad que admiro a la gente que hace mil extraescolares, saca buenísimas notas, sale todos los findes de fiesta y aun les sobra tiempo para lo que quieran.


Si que es verdad que este año me he vuelto mucho más organizada y he estado mucho más centrada. Yo siempre he sido muy despistada y sino decirle a Paula Moreno que es la que ha tenido que sufrir mi despiste durante muchos años. Vivíamos al lado y me pasaba el día llamándola mediante el móvil de mis padres porque no me acordaba de cuales eran los deberes de ese día o cuando era el próximo examen, de verdad que me costaba mucho no despistarme aunque lo intentara, vivía en mis mundos. Iba a su casa a hacer los deberes o estudiar aunque la verdad que siempre terminabamos haciendo de todo menos estudiar. 


Creo que cuando tenga que dejar de hacer entradas, deberes, voluntarios, estudiar o cosas que me ocupen casi todo el día y que envuelven mi vida en una monotonía constante, se me va a hacer muy raro. Tener de repente tiempo para todo lo que quiera va a ser muy raro la verdad y acordarme de todas esas cosas que hacía cuando aún tenía tiempo y las horas no se me echaban encima.



Juegos de mi infancia

Cuando eres pequeño la imaginación es la base de tu creatividad y creo que todos podemos estar de acuerdo que cuando eres pequeño tienes infinitamente más imaginación que cuando eres mayor. Es alucinante todos los juegos que nos inventábamos. Nos imaginábamos miles de cosas desde que los bolígrafos eran naves espaciales hasta que los muñecos cobraban vida.

El otro día, hablando con mis amigas sobre esto, recordé uno de los juegos que más me gustaba y disfrutaba con mi hermana. Consistía en que una de las dos era una trabajadora de una agencia de viajes, mientras que la otra era la clienta que buscaba un destino para viajar. La supuesta trabajadora, se tenía que encargar de encontrarle el mejor viaje al mejor precio, todo esto con una revista que contenía destinos de España para visitar. La “clienta” tenía qué contarle la situación en la que estaba, cuánto dinero se podía gastar, a qué tipo de lugar le gustaría viajar, cuáles eran sus preferencias, playa o monte… 

Parecerá una tontería de juego pero para ser sincera a mi me encantaba porque me hacía pasar por adulta y me creía mayor. Es más, lo que me fascinaba era sentarme delante del ordenador y simular que buscaba un viaje, el simple hecho de dar a las teclas haciéndome sentir una trabajadora, me resultaba increíble. 


Además de este magnífico juego, recuerdo otro que practicábamos a diario en el patio del colegio cuando era pequeña y que marcó mi infancia. Era el juego de vaqueros. Este juego lo practicábamos la mayoría de mi clase cuando éramos niños. Había dos bandos, por un lado, los vaqueros, que eran los chicos quienes ejercían este rol y por otro lado, estaban las Winx (una especie de hadas) y eran las chicas quienes lo protagonizaban. Era una especie de “polis y cacos” en el que los vaqueros tenían que pillar a las Winx y conseguir reunirlas a todas en la cárcel. Así, ganaban la partida, aunque no recuerdo ni una sola vez que se llegase a acabar el juego ya que las Winx tenían poderes y podían defenderse. No había normas como tal y para que un vaquero consiguiera llevar a una Winx a la cárcel simplemente tenía que llevarla, pero tenía que estar atento de que no se escapara en el camino a la cárcel ya que eso estaba permitido, en realidad, prácticamente, todo estaba permitido. Es por ello, que solía haber bastantes piques pero no por ello, íbamos a dejar de jugar a vaqueros y Winx.


De este tipo de juegos nos inventábamos un montón y estoy segura de que eran cien veces mejor que cualquier otro juego de los que hay en los móviles o que pasar el rato viendo la televisión. Es por ello, que agradezco haber podido vivir esa etapa y sobre todo haberla disfrutado tanto.


¿Cabras?


Lo primero de todo es que podéis estar tranquilos porque no, no va a ser una clase de biología. Esta entrada no va a tratar de cabras como tal. Supongo que todos alguna vez en la vida habréis tenido sueños extraños debido a la fiebre. Bueno, pues en está situación me encontraba yo. Debido a que mi cuerpo solo podía limitarse a dormir, así lo hizo, y tras visitar la playa de Burgos, (que da para otra entrada y tiene unas olas maravillosas), me dirigí a una especie de túnel con cabras. Mejor dicho, era como un invernadero de piedra, y en vez de plantas, lo que había eran camas para las cabras. Y bueno, lo más surrealista de todo, es que ahí estaba yo acunándolas. A medida que iba avanzando, las cabras venían a que les acunara y a que les dejara en su correspondiente ‘cama’. He de decir que estas estaban muy agradecidas y la verdad es que me levante con una sensación agradable de la siesta. (Probablemente me habría bajado la fiebre).


Lo cierto es que no tenía el recuerdo de haber soñado nunca con dicho animal, por lo que decidí buscar los significados que esto podría contener. Para mi sorpresa, aparecieron infinidad de resultados, dependiendo de la situación y la imagen de la cabra. Por lo que solo voy a hablaros de los que cumplen con mi situación. 


Resulta que soñar con cabras es generalmente algo positivo, salvo que algo malo les haya sucedido. Obviamente, como existen tantísimos significados para cada determinada situación, tan solo he seleccionado los que juegan a mi favor. 


En primer lugar, el soñar con cabras marrones es una señal para redirigir tu vida y encontrar el rumbo indicado. Se puede interpretar como una expresión involuntaria para tomar la decisión de lograr un cambio y encontrarse a uno mismo. Este sueño manifiesta emociones personales más tolerables que generan mejores relaciones personales y una forma de vivir más tranquila. Además, representa una nueva oportunidad para comenzar desde cero y para establecer metas para alcanzar los objetivos personales. 


¡Con revelaciones como esta, cómo no voy a querer echarme siestas! Si con tan sólo dormir, ya me están avisando de los acontecimientos que me esperan. Aunque bueno, si no os gustan los spoilers allá vosotros. 


Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...