Etiquetas

martes, 30 de noviembre de 2021

Ambiente Navideño

Cada día está más cerca la Navidad. Esta es una época del año que muchos disfrutamos por diferentes razones. Algunos porque son vacaciones y hay un par de semanas de relax, otros porque ven a su familia después de mucho tiempo… y ahora que se acercan estas fechas, es un buen momento para hablar sobre ello y reflexionar sobre cómo han cambiado las cosas.


En mi familia siempre ha habido un gran ambiente navideño. Desde siempre mis padres se organizaban con mis tíos y abuelos para poder estar los máximos posibles y poder cenar juntos. Cuando era pequeño iba con mis abuelos de Basauri a pasar la Nochebuena con ellos y con mis tíos. Siempre me he divertido mucho allí, ya que me lo pasaba muy bien cenando con mi familia después de estar sin verles durante bastante tiempo, además de que después de cenar solía quedar también con algunos amigos que tenía allí.


Sin embargo, cuando mejor me lo pasaba era en Nochevieja, que solía ir a casa de mis otros abuelos, en Basurto. Allí el ambiente de esa noche es siempre increíble: cientos de personas en la calle tomando algo en los bares antes de subir a casa a cenar, niños jugando y tirando confeti y serpentinas… Antes de ir a casa a cenar, solía bajar con mi abuelo y con mi tío para ver cómo era el ambiente y ya de paso comprar algunos petardos para cuando llegara el fin de año. Esa era la mejor parte. Una vez todos habíamos comido las uvas, mi tío y yo nos solíamos asomar a la ventana, y al igual que todo el mundo, tirábamos los petardos, confetis y demás tonterías que habíamos comprado durante la tarde.


Todo esto ocurría hace unos años, cuando yo era más pequeño. Hoy en día, las cosas han cambiado mucho, y ese “espíritu navideño” no es tan parecido al de antes. Antes esperaba impaciente poder abrir los regalos que me había traído Olentzero, y ahora obviamente me sigue haciendo ilusión recibir regalos, pero no es lo mismo. Antes me lo pasaba genial en casa de mis abuelos comiendo turrón y riéndonos de cualquier chorrada que pusieran en la tele mientras mi abuelo se disfrazaba de lo primero que encontraba por casa, y ahora por mucho que lo piense y que me esfuerce sé que no va a ser igual. Ahora la Navidad se vive de una forma diferente, pero sea como sea hay que adaptarse y pasarlo lo mejor posible.


En definitiva, con el paso de los años todas estas cosas han cambiado, y por mucho que uno no quiera, todo avanza, tanto para bien como para mal. Es por eso que creo que es muy importante quedarse con los buenos momentos en familia, sobre todo en esas fechas, que te hacen recordar a cuando eramos muy felices y todavía no lo sabíamos.


lunes, 29 de noviembre de 2021

Casas de apuestas

Lo cierto es que nunca me había parado a reflexionar sobre este tema, hasta hace unos días, cuando vi a un conocido meterse en una de ellas. Realmente me impactó y después de hablarlo con mis amigas, me he dado cuenta de que a pesar de ser algo muy común (España es el país de Europa con más ludópatas de entre 14 y 21 años), es un tema del que no se habla. Aunque el hecho de jugar ocasionalmente no implique una adicción futura, los datos a nivel mundial demuestran que hay una relación directa entre el juego y la adición.


No tienes que irte muy lejos para ver un salón de juego. Algo tan fácil como cruzar el paso de peatones de Alameda Recalde y te encuentras con uno de estos sitios delante de tus ojos. O si sales por otra de las puertas de nuestro colegio, no te preocupes porque en la siguiente manzana, en la calle Henao, hay otro salón con un gran rótulo que dice “Salón de juego Dallas”. En definitiva, están por todas partes, incluso ¡rodeando los colegios! ¿Pero, por qué nadie habla de ello? ¿Cómo es que es legal apostar? ¿Cómo es que han dejado que famosos promocionen este tipo de adicciones? 


Está claro que todo es cuestión de dinero, la misma historia de siempre. Pero, aunque el problema sea ya global y no con una buena proyección hacia el futuro debido a las apuestas 'online', sí hay cosas que están en nuestra mano y que podrían, al menos, evitar que nuestros jóvenes empiecen a apostar. Una de ellas es educar sobre este tema no solo en colegios, sino también en casa. Muchos de los que serán futuros ludópatas tendrán su primer contacto con el juego a los 14 años. La mayoría de ellos nunca habrá oído hablar de los peligros que estas adicciones suponen hasta estar expuestos a ellos. En definitiva, todos los datos demuestran que hay una gran falta de sensibilización y me atrevería a decir menosprecio hacia el tema, lo que genera que ni los jóvenes ni la sociedad vean esta adicción como una verdadera amenaza.



Por todo ello, no tengo ninguna duda de que hablar de estos temas es necesario ya que no les hace más propensos a una adicción, sino que les advierte de sus consecuencias


Idiomas

Como todos sabéis, los idiomas son un sistema de signos que utiliza una comunidad para comunicarse oralmente o por escrito. Pues bien, ¿cuántos idiomas sabéis hablar vosotros? No me refiero solamente a saber decir una palabra, sino que a poder mantener una conversación clara con otra persona. En mi caso, domino las siguientes 4 lenguas y en el siguiente orden.


En primer lugar, el idioma que más controlo es el español ya que es mi lengua materna. Desde pequeña me han hablado en este idioma y es el que habitualmente utilizo.

En segundo lugar estaría el francés. Este es mi segundo idioma materno ya que mi padre es de Francia y por ello, he tenido la suerte desde muy pequeña de que él me hablase en ese idioma. Me siento afortunada de poder dominarlo sin casi ninguna dificultad puesto que lo entiendo, puedo hablarlo e incluso escribirlo. Además, también lo he cursado en el colegio durante 4 años y he viajado a Francia bastante para ponerlo en práctica. Por ejemplo, en 3º de la ESO me fui con los demás alumnos de la optativa de francés del colegio a Futuroscope durante 3 días. De esta manera demostramos todo lo que sabíamos sobre esta lengua.

Otro idioma que domino bastante bien es el inglés. Esta lengua es fundamental para poder viajar por todo el mundo. Es otro de los idiomas que nos enseñan en el colegio y asimismo, llevo yendo a academias de inglés desde los 10 años aproximadamente para controlarlo bien.

Por último, el cuarto idioma que sé hablar es el euskera aunque solo se practique en el País Vasco. Es otro de los idiomas que nos enseñan en el colegio. Me parece que es un idioma bonito aunque me cuesta la parte gramatical. Sin ninguna duda me parece el más difícil de los mencionados anteriormente.


Como conclusión, el saber diferentes idiomas es muy importante ya que te permite poder viajar y comunicarse sin dificultades con cualquier persona en cualquier lugar. Asimismo, también te facilita más posibilidades a la hora de encontrar empleo.



Ser zurda

Me encanta ser zurda, no nos vamos a engañar. Siento que es algo especial que pocos compartimos pero que nos une de alguna manera. Sin embargo, al ser una minoría de la población, hay ciertas cosas que no están del todo hechas para nosotros. Algunas tienen cierta relevancia y otras no tanto pero, aquí van.

Las que más se suelen oír son algunas como los bolis de gel que al escribir se nos arrastra toda la tinta o las anillas del cuaderno. Nos podemos encontrar con otras como las sillas donde también puedes escribir (de esas antiguas que hay en el auditorio del colegio). En estas, si nos damos cuenta, una persona zurda tiene que estar girado para poder escribir de alguna manera; cosa que no es especialmente cómoda. 


Sin embargo, hay algunas que, a pesar de no ser tan notorias para las personas, siempre me llaman la atención. Primero tenemos una que no la he visto hacer en ningún lugar de otra manera. Imagínate que vas a un restaurante, te sientas a la mesa y tienes la vajilla puesta de forma específica. ¿Cómo están puestos los cubiertos? Efectivamente, el cuchillo puesto a la derecha y el tenedor a la izquierda ya que es como supuestamente se debería de cortar la comida. Por tanto, lo primero que hago nada más sentarme es cambiar los cubiertos de lugar.


Otro ejemplo sería las letras de los bolis. Es una tontería pero, las letras con las que se escriben las marcas de los bolis o lápices están puestas de manera que al coger el boli con la mano derecha, las puedas leer. Esto está perfecto hasta que llegas tú con tu mano izquierda y te encuentras con las letras al revés.


Todo esto por no hablar de los dibujos de las tazas que nunca ves porque el hueco por donde se coge está para el otro lado, las tijeras especiales porque la gran mayoría de las normales no te cortan o las luces de la biblioteca de la Alhóndiga que al escribir haces sombra sobre tus propios apuntes.


En definitiva, el mundo no está preparado al 100% para personas zurdas pero, tampoco me importa. Siempre es gracioso darse cuenta de un detalle más que indica que las cosas han sido pensadas por personas diestras.


"Qué absurdo"

 ¿No tenéis algún tipo de miedo absurdo? Porque yo sí y hoy os vengo a hablar de él. La verdad es que me da un poco de vergüenza decirlo porque es un miedo que poca gente le tiene pero bueno, allá va. Es ni más ni menos que los ascensores. Puede parecer estúpido y seguramente lo sea, porque es un mecanismo que se lleva usando desde hace cientos de años y ha resultado ser eficaz. Hoy en día facilita mucho la movilidad y sirven para aquellos que no puedan subir escaleras por cualquier razón. Lo acepto, puede sonar un tanto extraño, pero desde la experiencia que os voy a contar a continuación, me dan miedo algunos ascensores.


Nos remontamos a hace 7-8 años atrás cuando una noche entre semana estábamos viendo mi familia y yo la serie “El barco''. Fue entonces cuando en una escena, que la tengo grabada en mi cabeza, aparecía Blanca Suarez quedándose atascada en el ascensor y al estar en un barco, se inundaba de agua. Finalmente no se ahogó pero ese drama que le dan a algunas escenas, hacen que lo vivas tan intensamente que parece que te esté pasando a ti.


Durante esos días me daba miedo montarme en un ascensor por si me pasaba lo mismo. Además, tuve 2 o 3 malas experiencias de pequeña cuando me quedé atrancada en el ascensor de mi casa del pueblo y de aquí. Me acuerdo que en la de mi pueblo estaba con mi hermano pequeño y mi ama. Éramos unos canijos y estábamos muy asustados.


Es ese el motivo por el que desde aquella trágica secuencia y esas veces en la que me quedé atrancada, hoy en día hay algunos ascensores que me dan respeto. Uno de ellos es el de la Salve, simplemente porque debajo de él está la ría y como aquello que ocurrió en la serie, me da respeto montarme. He de decir que alguna vez me he armado de valor y he montado en él, de hecho, si sube alguien conmigo mejor. Puede sonar ridículo pero el hecho de saber que no estoy sola, me ayuda a superar el miedo. 


No todos los ascensores me dan miedo, por ejemplo los transparentes. En el hipotético caso de que te quedes atascado, gritas o te mueves y te pueden ver. Sin embargo, en otros como el de la salve no. Aunque haya cámaras, esa sensación de angustia acaba conmigo.


Me fastidia bastante que cada vez que se da una situación en la que se pueda subir en ascensor o escaleras, y yo casi siempre elijo escaleras, la gente te diga "joe que rara eres" o "si ya tienes 17 años", "¿Cuándo vivas en un séptimo qué?" "¿ y de mayor?". A mí es a la primera que le fastidia y esa clase de comentarios no ayudan a que uno afronte sus miedos, de hecho eso resta. Pero vaya que unos tenemos miedo a algunos ascensores y otros a la muerte.


Estar con nosotros mismos

Iba a escribir sobre otro tema, pero me ha parecido mejor narrar cómo estoy haciendo esta entrada: sentada en un banco mirando al mar. No sé si a todo el mundo le pasa, pero me encanta hacer planes sola y si es con el mar de por medio, mejor.

A lo mejor parece raro, pero pienso que debería estar mucho más normalizado el hacer este tipo de cosas, puesto que mucha gente tiene asociado el estar a solas con algo malo y realmente es todo lo contrario. El otro día leí una frase que decía algo así como: “Cuando aprendes a estar solo es cuando empiezas a rodearte de gente con la que de verdad quieres estar” y pienso que es totalmente cierto. No le damos la importancia que merece al estar acompañados de nosotros mismos, puesto que estamos acostumbrados a estar rodeados de gente y esto hace que nos termine dando miedo el vernos sin nadie alrededor. De la misma forma, como bien dice la frase, una vez sabemos que podemos estar a gusto sin gente, es cuando comenzamos a rodearnos de las personas que realmente nos aportan, ya que dejamos de ver el estar cerca de alguien como una necesidad.

Desde mi punto de vista, el estar solo nos aporta conocimientos muy diferentes a los que nos aporta el estar con gente, dado que nos encontramos de frente con nuestros pensamientos. Gracias a esto, le damos muchas más vueltas a la cabeza que cuando estamos distraídos con otras personas y esto hace que lleguemos a conclusiones que, al menos para mí, tienen mucho valor. Asimismo, la soledad nos ayuda a valorar nuestra forma de ser, algo muy útil, ya que somos los únicos que nos vamos a acompañar toda la vida y si no aprendemos a vivir con nosotros, vamos bastante mal.

Si no lo habéis probado todavía, os animo a realizar alguna actividad solos como dar un simple paseo que, aunque parece broma, mucha gente no es capaz de dar sola. Os aseguro que no os arrepentiréis y que os enseñaréis a vosotros mismos muchas más cosas de las que pensáis.

domingo, 28 de noviembre de 2021

No sabéis la suerte que tenéis.

Suena el despertador. Abres un ojo y después el otro. Tras desperezarte durante unos minutos, reúnes fuerzas para levantarte e ir al baño, estás a punto de salir de la habitación, pero tienes que retroceder tus pasos para volver a tu mesilla y coger las malditas gafas. A punto he estado de chocarme contra el marco de la puerta. Casi me vuelvo a pegar el globalmente conocido golpe esquina-meñique. Salvada por esta vez.
Así es como podría comenzar un día habitual en mí, y en otras miles de personas miopes, hipermétropes o padecedores de este incordio de “trastorno común de la visión”.


A diferencia del dentista, siempre he acudido de manera muy regular al oculista, en parte porque mi padre y la mayoría de su familia es miope, y lo mismo con la familia de mi madre. Así que podemos decir que las cartas estaban echadas, y yo tenía muchas posibilidades de tener un as. Efectivamente, la primera vez que acudí al oculista me avisaron de que probablemente una de las siguientes veces que volviera, saldría por la puerta del edificio con una “recetita” para comprar mi nuevo accesorio. Y así fue. En 5 de primaria me compré mis primeras gafas.


Siempre que mis primos más txikis o las afortunadas de mis amigas me preguntan “¿pero, cómo es no ver?” les respondo “Es como cuando pasas un dedo graso por la cámara de un móvil y tienes que limpiarlo para poder hacer una buena foto.” Creo que hasta ahora no he conseguido describirlo mejor. De verdad que es insufrible.
Y bueno, creo que es buen momento para decir que yo tengo 3 y 2,75 dioptrías, que para quien (por desgracia para él/ella) sepa de lo que hablo, sabrá que no es mucho. Es lo suficiente para ir por la calle y no saber quién te saluda, de no saber de quién están hablando mis amigas porque no veo a quién tengo a más de 2 metros de distancia, o de lógicamente no ver NADA de lo que pone en la pizarra si estoy en última fila sin gafas.


Dicho todo esto, mis más sinceros agradecimientos al inventor de las lentillas. Qué maravilla de invento. Me parece increíble como un plastiquito me hace la vida mucho más fácil. Bueno, y por no mencionar que ahora desde que tenemos que usar mascarillas, la combinación mascarilla y gafas es horrible. En unos segundos los cristales se te han empañado enteros y pasas a ver incluso peor de lo que veías antes. Desde entonces, han sido pocos los días en los que haya ido al colegio con gafas. No sé cómo puede haber gente que ya sabiendo que no ve nada sin gafas, sale a la calle sin ellas. Yo personalmente, no puedo perderme todo aquello que sé que existe. 
Así que como conclusión, os recordaré a todos los que veis por gracia de la vida, lo cómodos que vivís. 


Pasear sola

Pasear sola, definitivamente una de las actividades que más me gusta hacer. Es como MI MOMENTO, el momento del día en el que me aíslo de todo, me meto en mi propio mundo y recorro las calles de Bilbao con la música a todo volumen en los auriculares. 

Es curioso, siempre antes de salir a dar uno de mis paseos me paro a pensar unos minutos en que recorrido me apetece hacer ese día y, por una razón u otra, hay días en los que me apetece ir más por la zona del Guggenheim, otras por Gran Vía, o bajar al Casco Viejo… Una vez tengo seleccionada la ruta en mi cabeza, toca decidirse por la música, la cual depende principalmente de mi estado de ánimo del momento. Hay días en los que estoy más reflexiva y tiro por la rama de canciones en inglés, otros días estoy con la vena fiestera activada y salgo motivadísima a la calle con todo tipo de canciones de fiesta y otros simplemente estoy indecisa por lo que cambio de música constantemente. Una vez tengo la música pensada, tengo que decidir si llevarme conmigo a uno de mis perros, a los dos, o irme sola. Si llevo a los dos es normalmente porque necesitan salir a la calle, no por gusto, porque la verdad que llevar un perro hiperactivo que se te cruza constantemente en una mano y otro que se niega a caminar y prefiere fregar los suelos de Bilbao en la otra es, con perdón, un coñazo. Sin embargo, cuando me llevo a uno de los dos, es generalmente porque ese día me apetece socializar ya que soy ese tipo de personas que al pasear a su perro le gusta que le paren, que le pregunten sobre la raza, su nombre, de dónde viene, contar anécdotas, que me cuenten las suyas… al contrario que muchas otras que prefieren ir a su bola sin que nadie les interrumpa. Al contarlo así, da la sensación de que me lleva tiempo "organizar" mis paseos pero para nada, tan solo me lleva unos minutillos pensar en el recorrido, la música y la compañía.

A todo esto, por alguna razón, me da la sensación de que mis padres, especialmente mi madre, encuentra raro esto de que me vaya a pasear sola y automáticamente se piensa que voy a quedar con algún desconocido o algo por el estilo, sin embargo, la verdad es que prefiero mucho más irme sola que acompañada de alguien, es como mi mejor manera de desconectar por un rato.

"Días de confinamiento" (1 de 2)

El otro día, en uno de mis ratillos tuiteros, me topé con una noticia que comentaba los efectos que tiene pasar mucho tiempo en casa en las personas. Esto me hizo recordar los días tempranos de la pandemia, aquellos en los que estuvimos encerrados en nuestras casas. Las vivencias del confinamiento comenzaron a rondar en mi cabeza. No sé si fue una buena o mala experiencia, pero desde luego que la recuerdo con cierta nostalgia.

Me acuerdo de aquel 14 de marzo de 2020 como si fuera ayer. Era domingo y hacía dos días que nos habían comunicado que el lunes no teníamos que acudir al colegio. Sin embargo, ese día, la noticia fue mucho más impactante: a partir del día siguiente, lunes, todo ciudadano debía permanecer en su domicilio hasta nuevo aviso. Solamente se podía salir para ir al supermercado o a la farmacia, o para ir a trabajar en el caso de algunas personas. La incertidumbre era real.

En un primer momento, creo que como la mayoría, pensé que tan solo serían una o dos semanas y que, por tanto, se quedaría en una mera anécdota, de esas para contar a los nietos. Sin embargo, cuando la cosa se empezó a alargar, me di cuenta de que, lejos de ser una tontería, lo que sucedía era algo serio. La duración del decreto se alargaba sin cesar y los medios de comunicación cada vez publicaban noticias más tristes y desalentadoras. Estábamos en una pandemia, como esas que había estudiado ese mismo año en Biología y veía como la cosa más lejana del mundo.

No hubo más opción que acostumbrarse a una nueva forma de vida. Por un lado, comenzaron las interminables videollamadas y los trabajos en línea. El classroom estaba que echaba fuego y, aunque en un principio parecía algo de otro planeta, pronto nos habituamos a este nuevo modelo de aprendizaje. Por otro lado, las peleas por ver quién tiraba la basura o iba al super estaban a la orden del día. ¿¡Quién lo iba a decir!? 

Pisar la calle se había convertido en un privilegio. Algo que hasta ese momento veíamos como algo normal, para nada impactante, había pasado a ser algo que valorar. El hecho de abrir la puerta del portal era lo más destacado en ese momento. Sin embargo, nada era como antes. La gente en el super estaba callada, la tensión se palpaba en el ambiente. Cuando te cruzabas a alguien por la calle, las miradas eran amenazadoras, parecía que salir de las cuatro paredes del hogar era un delito. De hecho, hubo ocasiones en las que me llegué a sentir incómodo. Por cierto, ni una mascarilla se veía, eran malas según decían… 

Continuará

 

Equipo

 

 "Hemos decidido apuntarte a un equipo de fútbol", eso fue lo que me dijeron, sin darle más importancia de la que tenía y sin saber que esa decisión iba a marcar el resto de mi vida. Aún recuerdo el día en el que me lo dijeron mis padres y creo que fue uno de los más felices de mi vida. Probablemente sea la primera cosa de la que tengo memoria, así que suelo decir que ese día despertó mi consciencia al oír la noticia. 

 En mi caso, empecé a jugar a fútbol a los cinco años, edad a la que  todavía ni siquiera existe una categoría en la que poder jugar. Sin embargo, aunque no se nos considerara parte del  fútbol escolar, nos juntaron a todos en un pequeño equipo que corría detrás del balón sin ningún tipo de orden o sentido. Mis padres me decían que pasaba más tiempo jugando a karate kid con mi compañero de al lado que prestando atención al partido, pero la verdad es que era muy divertido. Hace unos meses encontré al chico con el que tanto jugaba, pero desgraciadamente parece que el no se acuerda igual de bien... De todas formas, esta experiencia tan temprana me vino muy bien ya que me ayudó a conocer un ambiente diferente al del colegio.

He seguido practicando este deporte durante toda mi vida, y he vivido todo tipo de cambios en el equipo. La mayor parte solía renovarse cada año, por lo que cada septiembre había un montón de caras nuevas en el vestuario. En aquel momento pensaba que a los chavales que se iban no iba a volver a verles nunca, pero afortunadamente Bilbao no es tan grande como yo pensaba y casi siempre me suelo encontrar a alguno. Algo que me lleva apasionando desde pequeño es la facilidad que tenemos para hacer amigos cuando jugamos a fútbol, siempre y cuando uno no sea nefasto jugando, claro está. No importa si llegas a un equipo en el que no conoces a nadie o si eres el hijo del entrenador, que tras pasar un par de días en el campo juntos ya encuentras a ese compañero que  va a tener que escuchar como le cuentas tu vida durante el resto del año.

A nuestra edad, yo veo el fútbol de otra manera al igual que el concepto de equipo. Nosotros nos vemos cuatro días a la semana, y al final tenemos que pasar bastantes horas juntos todos los meses, por lo que con el tiempo se va creando ese sentimiento de grupo y de compromiso con el resto de integrantes. Sinceramente, formar parte de un equipo es algo que recomiendo a todo el mundo por todas las ventajas que tiene. No solo conoces a personas nuevas y te mantienes en forma, sino que también te ayuda a alejarte un poco de toda la rutina, tener una motivación más para los momento difíciles y a entablar fuertes amistades.

Aingura

Como comentó Irene en su entrada sobre el campo de trabajo, una tarde tuvimos la oportunidad de visitar y conocer Aingura, un proyecto de Itaka que trabaja con los niños del barrio de San Francisco. Aquella vez, consistió en jugar y hacer actividades con los niños que estaban de colonias de verano allí. 


Ahora, que llevo ya un mes yendo como voluntaria todos los jueves, me he dado cuenta de que no solo consiste en que jueguen y se lo pasen bien. Este proyecto se creó con la intención de ayudar a estos niños, ya que normalmente pasan mucho tiempo en la calle, no tienen a nadie que les ayude con los deberes y suelen tener situaciones complicadas en casa.


Cuando vienen a Aingura lo primero que hacemos son los deberes, cada uno se sienta a realizar las tareas que ha traído del cole y los monitores les ayudamos con cualquier cosa que no saben o trabajamos aquello en lo que tienen más dificultades. Una vez acabados todos los deberes nos toca la parte que más les gusta, la de jugar, pero que en realidad es bastante más difícil que la de los deberes.


¿Por qué digo esto? Porque son niños que no tienen paciencia, que a la mínima sueltan la mano, que si no les gusta algo gritan, que les cuesta respetarse… Por ello, para mejorar todas estas cosas hacemos infinitas actividades como jugar a juegos de mesa, hacer pulseras, jugar a fútbol, hacer kahoots, hacer coreografías, cantar y todas las que os puedan ocurrir. 


Por eso cuando te piden el lápiz por favor, no tiran la silla de una patada cuando se enfadan o te dan las gracias y un abrazo cuando se van a casa, una piensa que algo está haciendo bien y que esto merece la pena. Además, no solo son ellos y ellas los que aprenden cosas allí, cada vez que salgo del local lo hago con una lección mucho más importante (al menos para mi) que la de aprender a sumar y restar.


sábado, 27 de noviembre de 2021

La cumbre de Glasswoo

 

Hace unas semanas se celebró la cumbre del clima y como todos sospechábamos ,todo ha quedado en promesas.

No se entiende, que sabiendo a ciencia cierta, que el cambio climático es un hecho, sea imposible ponerse de acuerdo entre países para tomar medidas que atajen el problema.

Desde que tengo uso de razón estoy oyendo términos como emisión de gases invernadero,combustibles fósiles,huella de carbono  ,crisis climática,..y veo que no se ha avanzado nada.

Yo me preguntaba cuál podría ser la razón para que si el cambio climático ya está en marcha , no se haya conseguido ningún acuerdo , pero ya he llegado a una conclusión y es que todo es cuestión de dinero.

Aquí lo que pasa es que nadie quiere que le pisen su negocio. Primero los países árabes que no quieren perder el negocio del petróleo, luego Alemania que como tiene mucho carbón, pues claro, no lo va a desaprovechar ,China que es el mayor emisor de gases, solo se compromete a cumplirlo antes del 2030 y así sucesivamente.

No se dan cuenta que los mandatarios de los países están en el punto de mira y si ellos no dan ejemplo qué vamos a pensar los de a pie?

Pues claro, lo que está pasando es que la mayoría de la gente que se tiene que comprar un coche, en vez de comprarlo eléctrico lo compra de gasolina porque es más barato.

Si queremos dejar un mundo mejor tenemos que arrimar el hombro todos  y para empezar si todos los líderes políticos hubieran ido en vuelos comerciales y no en sus propios jets, la famosa huella de carbono hubiera sido muchísimo menor.


Estar malo

En realidad por una parte me gusta, pongámonos en situación: un miércoles cualquiera te levantas mareada y simplemente piensas que es por el madrugón o por levantarte rápido pero diez minutos más tarde comienzas a sentirte cada vez peor y acabas vomitando en el baño, tu padre se da cuenta de tu malestar y decide mandar un correo al colegio diciendo que no irás. 

A partir de ahí suelen pasar varias cosas, cuando eres pequeño lo más común suele ser quedarte en casa de los abuelos mientras tus padres trabajan, acompañar a tus padres a hacer los recados o quedarte en casa simplemente siguiendo las recomendaciones del médico y viendo la tele a todas horas. 

Mi opción favorita era la de acompañar a mis padres a hacer los recados como ir al supermercado y descubrir la segunda vida de los adultos. No se porque pero ver a padres comprando a las 12 de la mañana un miércoles cualquiera me sorprendía muchísimo, era una visión que nunca había tenido sobre lo que hacía la gente que no iba al colegio o a trabajar. Alguna vez también me tocó ir con mi abuela y me sorprendía también porque conocía a todas las señoras con las que coincidía y con todas tenía una conversación parecida: sí, es que se me ha puesto mala la niña y me la he traído a hacer los recados.

Ir al medico también me llamaba la atención porque en la sala de espera de mi pediatra siempre había un montón de niños que también se habían puesto malos ese mismo día o cosas similares y recuerdo que había televisiones y muchos juguetes porque siempre había que esperar mucho tiempo aunque no tengo mal de recuerdo de ello.

También me gustaba mucho quedarme en casa de los abuelos porque si ya de por si los abuelos te cuidan como nadie, cuando tienen todo el día libre para dedicarse a cuidarte lo hacen como nadie podría hacerlo.

En cambio, cuando te haces mayor estar mala suele ser más aburrido porque ya no te quedas en casa de los abuelos sino que normalmente te quedas tú sola en casa y cuanto más mayor te haces peor te viene estar malo porque te retrasas en las cosas del colegio y no has podido adelantarlas porque no has estado en clase para verlas, aunque el maratón de películas en el sofá no te lo quita nadie.



martes, 23 de noviembre de 2021

Mi experiencia con el deporte

 Si tuviera que pasarme toda la vida haciendo algo, sin ninguna duda, sería haciendo deporte. Llamadme loca, pero las horas que más disfruto de mi semana, incluso más que salir de fiesta, son en las que realizo alguna actividad física. Lo cierto es que no me imagino mi vida sin él. El deporte ha formado parte de ella desde que tengo uso de razón, pues esta es mi historia.


Mi primer contacto con las actividades físicas fue a los 4 años. A esa temprana edad, decidí apuntarme a ballet. Recuerdo que no es que se me diera muy bien, pero yo me sentía una bailarina profesional. Sin embargo, al ver que todas mis amigas se apuntaban a gimnasia rítmica, decidí yo también hacerlo. Así que cambié el tutú por abrirme de piernas, literalmente. Tardé 4 años en darme cuenta de que la flexibilidad no era lo mío, y decidí darle una oportunidad al baloncesto. La verdad, es que no me puedo quejar porque han sido 9 muy buenos años, con mil y una anécdotas. Sin embargo, hace 3 años, vi que la ilusión ya no era la misma y hacer basket se había vuelto, simplemente, una rutina.


Tras mucho pensarlo, decidí desapuntarme y sustituir esas 3 horas semanales por ir al gimnasio con amigas. No os voy a mentir, no hacíamos casi deporte, pero disfrutaba enormemente el rato que compartía con ellas en aquel lugar. Al siguiente año le dimos una oportunidad al spinning, que es básicamente pedalear al ritmo de la música. He de decir que mientras duraba la clase, miraba el reloj constantemente deseando que se acabara porque había dejado de sentir las piernas. Sin embargo, esperaba con impaciencia que llegaran los lunes y miércoles para poder volver a repetir aquella sensación.


Este año, he retomado un deporte que había hecho puntualmente de pequeña: el surf. Sinceramente, apuntarme en invierno ha sido una de las mejores decisiones de este año. Por un lado, disfruto compartiendo un hobbie con amigas; verlas caerse o mejorar se convierte se convierte en momentos de risa e ilusión compartida. Por otro lado, el mar es el mejor aliado de la desconexión. Por muchos exámenes que tenga, en el mar, la única preocupación que tengo es que las olas de 5 metros de Sopelana no acaben con mi vida. 


Spinning, surf, tenis, gap… al final me he dado cuenta de que al menos para mí, lo que disfruto no es haciendo un deporte concreto, sino dedicarme ese rato a mí misma. Sin duda, esas 4 horas semanales son una “recarga de pilas'' para toda la semana. Ojalá pudiera dedicarle más tiempo, pero por el momento me alegro de poder hacer lo que me gusta y desconectar, aunque solo sea por un rato, del estrés de cada día.


lunes, 22 de noviembre de 2021

Dentista

 “Hoy toca ir al dentista”. Como odio esa frase y como odio ir al dentista.

Antes cuando era pequeña y tenía que ir a alguna revisión o lo que fuera, no le daba mucha importancia, pero mientras han pasado los años y he tenido que ir, en ocasiones me pongo muy nerviosa. 


Yo creo que esto se debe a que tras haber estado yendo durante toda la ESO por los famosos brackets que cada vez más gente los tiene o ha tenido, he acabado hasta el moño de haber ido una vez al mes durante 4-5 años. Aguantar alguna que otra cirugía, tener un hierro suelto, las llagas, los dolores de cabeza que tenía por la presión en los dientes y por no hablar de los moldes. Sí, esos dichosos moldes que te hacen para después construir las fundas o el aparato del paladar. 


Por si no sabéis qué son esos moldes, los cuales odio con todo mi ser, son una masa que se hace con una masa chiclosa que la ponen encima de un instrumento con forma de la parte superior de la boca y te lo pegan al paladar para sacar el respectivo molde de los dientes. 

Hay a gente que no le molesta esa masa espesa en el paladar y están tan tranquilos pero a otros como a mí, nos dan unas arcadas enormes que parece que vas a echar toda la comida del día. Encima, tienes que estar aguantando esas prolongadas arcadas durante 30 segundos hasta que se endurezca la masa. 30 segundos que aparecen 30 minutos.


Yo creo que por eso odio ir al dentista, porque he tenido tan malas experiencias tumbada en esa camilla, que cada vez que voy para alguna que otra revisión o para un empaste, el corazón me va a mil por hora. Sin embargo, el resultado final merece la pena.

Aunque cueste ir porque sabes que vas a sufrir mientras te ajustan esos hierros, y a nadie le apetece sufrir un miércoles a las 2 de la tarde cada mes, merece la pena para luego ver el resultado. De una manera u otra lo recompensa.




OBJETIVOS

Todos tenemos alguna meta que queremos cumplir, ya sea a largo o corto plazo. Por ella, nos esforzamos un poco cada día, tratando de dar lo mejor de nosotros mismos. Sin embargo, parece que muchas veces se nos olvidan nuestros propósitos y no sabemos en qué estamos invirtiendo nuestro tiempo.

La principal razón, en mi opinión, por la que nos ocurre esto, es el hecho de que nos cueste tanto dar con objetivos a largo plazo, puesto que es difícil saber qué nos va a hacer felices dentro de un tiempo. Pueden pasar muchas cosas: que de repente lo que pensábamos que nos iba a gustar no nos guste, que mañana descubramos algo mucho más interesante, etc.

El olvidarnos de nuestras metas es algo muy relacionado, sobre todo, con la situación en la que estamos muchas de las personas de esta clase, si no todas y por esto me parece muy importante. Tenemos objetivos, como el entrar en la carrera que deseamos estudiar, pero muchas veces el día a día nos hace que nos los replanteemos, que dudemos de ellos o incluso que los olvidemos.

Pienso que esto es algo que deberíamos cambiar, puesto que no tiene sentido que, debido a la monotonía, estemos luchando por algo sin tenerlo en mente todos los días. Ya no solo en el ámbito de los estudios, sino en la vida en general. Todos tenemos algo que queremos aportar y si no lo tenemos siempre presente, no vamos a poder exprimir ese algo.

Yo, personalmente, os animo a que dediquéis tiempo a encontrar vuestros objetivos, si es que todavía no los conocéis (que es el caso de muchas personas). Si ya tenéis claro a lo que queréis llegar, os invito a que encontréis la forma de tener presente cada día ese objetivo. Por ejemplo, realizando diferentes actividades que os recuerden vuestra meta, como practicar algún deporte concreto, dar un paseo o tomar un café con una persona que os haya llevado a tener esa ambición.

viernes, 19 de noviembre de 2021

Coreano

 

한국어


Empecé a estudiar coreano cuando estaba en 2º de la ESO, todo comenzó cuando un compañero del curso nos dijo que escuchaba música coreana, a mi me pareció algo bastante curioso por lo que decidí escucharla yo también y me volví adicta.


Poco a poco me sumergí más en la música y cultura de este país, tanto que quise aprender coreano por lo que ese mismo año empecé a auto enseñarme coreano gracias a una web llamada Talk to me in Korean, esta constaba de diversas lecciones repartidas por niveles, por suerte o por desgracia estas lecciones sólo estaban disponibles en inglés por lo que se podría decir que he aprendido coreano gracias al inglés.

Mucha gente cree que las lenguas asiáticas en general, son casi imposibles de aprender, sin embargo se equivocan, no todas son como el chino que por cierto, no es tan difícil como la gente piensa.


Hoy en día el idioma coreano es más conocido en Europa gracias a la popular serie Squid game, esta serie ha incitado a bastante gente a aprender este idioma, cosa de la que me siento orgullosa ya que un gran número de personas piensan que el continente asiatico se reduce a China cuando no es cierto.


Para practicar coreano suelo hablar por apps de intercambio de idiomas con nativos, normalmente por mensaje de texto, de esa manera si usan alguna expresión gramatical que no conozco puedo buscarla en internet y de ese modo mi coreano suena más natural y nativo.

También suelo escribir cosas en coreano en mis notas a parte de mis apuntes, a veces escribo sobre mi historia en cuanto al aprendizaje del idioma o simplemente cuento lo que me ha pasado el fin de semana.


Animo a todo el mundo a aprender un nuevo idioma ya que te siente muy bien cuando ves que por ti mismo has podido aprender un idioma.

Todavía no hablo fluido pero sí que es verdad que puedo mantener una conversación en coreano y espero que en un futuro pueda viajar a Corea para poder practicarlo mejor.


domingo, 7 de noviembre de 2021

¿Apagón mundial?

Hace cosa de una semana, la ministra de defensa de Austria Klaudia Tanner comunicó que había posibilidades de que de aquí a cinco años hubiese un apagón en Europa. Esta noticia no tardó en expandirse por todo el continente y poco después por todo el mundo. A día de hoy hay muchas personas preocupadas que están preparando reservas de agua, comida, linternas, pilas, velas, cerillas y baterías por si en algún momento esto realmente ocurriese. ¿Qué podríamos hacer si de verdad nos quedáramos sin electricidad?

Para empezar, creo que es triste que solo nos demos cuenta de lo dominados que estamos por la tecnología cuando nos dicen que nos podemos quedar si ella. Muchas de las cosas que utilizamos a diario necesitan electricidad y si de un día para otro el mundo entero se quedase sin ella, probablemente, sería nuestro final. Cosas tan básicas como el agua o la comida sin electricidad se acabarían en seguida, las empresas quebrarían y nos quedaríamos completamente incomunicados. La calefacción y la mayoría de aparatos que utilizamos para cocinar tampoco funcionarían (a menos que funcionasen con gas) y viviríamos en una oscuridad continua.

Sí el apagón sólo se diese en Europa por dos semanas, que es lo que dicen muchos medios, lo más probable es que ocurriese lo mismo que cuando empezó la pandemia con el papel higiénico; la gente se volvería loca comparando litros de agua y números exagerados de pilas. Evidentemente sería algo complicado de llevar, pero no supondría el fin de nuestra existencia.

En conclusión,  creo que deberíamos empezar a darnos cuenta de lo dominados que estamos por la tecnología y creo que globalmente deberíamos idear/tener algún tipo de plan en caso de que realmente ocurriese el apagón. El hecho de que hasta día de hoy no haya ocurrido no quiere decir que en un futuro no muy lejano vaya a ocurrir y que derrepente, de un día para otro, nos veamos completamente indefensos ante la oscuridad.

¿Causan los videojuegos y películas agresividad?

A raíz del ataque a cuchillo que tuvo lugar en la noche de Halloween por un hombre vestido de Joker ha surgido de nuevo el debate de si los videojuegos y películas son causantes de este tipo de actitudes.

Para defender que si existe relación se suele argumentar que los niños ven muchas películas violentas aún cuando no han madurado lo suficiente como para separar la ficción de la realidad. En este caso la responsabilidad cae sobre sus padres, las restricciones de edad suelen ser bastante claras. De hecho un estudio realizado por la universidad de Oxford en 2019 concluyó que los jugadores de videojuegos violentos no son especialmente más agresivos. Sin embargo recalca que la adicción puede provocar comportamientos similares.

Los videojuegos y películas pueden potenciar pensamientos psicópatas pero no crearlos. Volviendo al ejemplo del principio, nadie en su sano juicio sale de un cine pensando en imitar al protagonista, incendiar un tren y apuñalar a 17 personas. Si idealizas a un protagonista que claramente es un psicópata y asesina a sangre fría a varios de sus amigos durante la película es culpa tuya y no del director. 

Es curioso que desde las instituciones se diga que los videojuegos son causantes de la agresividad de los jóvenes cuando la salud mental parece no preocupar a nadie y se invierte considerablemente menos que en otros países de la UE

Aunque muchos criminales se hayan inspirado en películas para delinquir la solución no pasa ni por prohibir la sangre en el cine ni por censurar las películas violentas, el problema viene desde más atrás.


CORAL GARDENERS

Al igual que hable en otra entrada sobre el Ocean CleanUp, también se está llevando a cabo en el Oceano Pacífico concretamente en la Isla de Moorea, en la Polinesia Francesa, un proyecto para salvar los arrecifes de corales. Lo que más me sorprendió fue el gran impacto que tienen estas estructuras subacuáticas en el océano y en nuestras vidas. 


Los árboles producen un tercio del aire que respiramos, mientras que los corales producen lo demás, son, por llamarlos de una manera los pulmones marinos, absorben nuestro CO2 y desprenden oxígeno. Más aún, los corales componen un 1% de la superficie marina, y a pesar de ello protegen las costas de las olas grandes, actuando como rompeolas y es el hábitat del 25% de las especies marinas. Sin embargo, el calentamiento global está aumentando las temperaturas de los mares, lo que provoca que los corales se estresen, se decoloren y finalmente acaben muriendo. 


Un grupo de jóvenes surfistas amantes del mar, se dieron cuenta de lo decolorados que estaban los corales, hicieron una investigación sobre el fenómeno y se dieron cuenta de la gravedad de esta situación. Es por ello que decidieron tomar acción y crear una fundación sin ánimo de lucro para alargar la vida de los mares y dar visibilidad al asunto.


El nombre de está fundación es Coral Gardeners y en ella participan voluntarios de todas partes del mundo, quienes se encargan de coger trozos rotos de corales, y los colocan en cuerdas en un vivero. Una vez que estos corales han crecido lo suficiente, los colocan cuidadosamente en las rocas de las zonas más degradadas, con cinceles, alicates y cemento marino. Esta fundación tiene una página web en la que tú adoptas el coral que más te guste y ellos lo cultivan, lo plantan y te van actualizando sobre su crecimiento. 


Coral Gardeners ya lleva más de 15.000 corales plantados desde 2017, y está consiguiendo concienciar sobre uno de los ecosistemas en mayor peligro de extinción. Entre los desechos que tiramos al mar y el cambio climático estamos matando al mar, y esta es solo una solución para prolongar en la medida de lo que se pueda la vida de los océanos. Es esperanzador ver como gente jóven está buscando soluciones a este gran problema y me encantaría poder formar parte de esta organización en un futuro y trabajar como voluntaria durante un tiempo.


Composiciones de Beethoven

 Seas o no una persona que sabe sobre música, todo el mundo conoce al famoso compositor Ludwig van Beethoven. Fue un importante compositor, director de orquesta y pianista alemán del Clasicismo y principios del Romanticismo. Su obra está compuesta por numerosas piezas, entre las que se encuentra la conocida Sinfonía nº 9 que fue inscrita oficialmente en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO. Sin embargo, a este compositor no solo se le atribuye un gran mérito por componer estas fantásticas obras (algunas a muy temprana edad), sino que parte de su obra la compuso estando sordo.

Todos somos conscientes de la dificultad que implica componer una pieza musical, que se incrementa a la hora de componer la estructura armónica de una sinfonía para orquesta. Es fundamental tener los conocimientos básicos de la música y tener un buen oído para realizar una buena armonía entre las diferentes voces. Pero en el caso de este compositor, en cierta etapa de su vida ya no pudo depender de su oído para componer. 


Este es uno de los hechos por los que se pueden destacar las dotes de este personaje histórico para la música, siendo capaz de componer sin escuchar sus obras. Se conoce, que aún habiendo perdido la audición él era capaz de recordar los sonidos de todas y cada una de las notas y de reconstruir una melodía con esos sonidos. Cuanto más pienso en ello, más me impresiona la capacidad de Beethoven para componer en esa situación, y me pregunto si sería yo capaz de hacer algo así. 


Evidentemente, no me veo ni de lejos capaz de hacer algo así, no solo por lo que implica el hecho de no poder escuchar si no por todas las demás dificultades que tiene hacerlo, aunque entiendo que es algo que cualquiera no podría hacer. Bajo mi punto de vista, es algo para lo que hay que nacer, y por mucho que se aprenda,  las personas que nacen con el don de la música siempre van a tener ventajas y una sensibilidad especial en este ámbito. 


Admiro las obras musicales de muchos compositores, pero creo que siempre voy a estar asombrada por las composiciones de este músico, con las que consiguió hacer historia sin verse frenado por su deficiencia auditiva.


Studio Ghibli

 Desde muy pequeño las películas de animación me han llamado mucho la atención, no solo por el trabajo que supone crearlas, si no también por la variedad de estilos que existen a la hora de animar una película o serie. A pesar de haber innumerables estudios a lo largo del mundo, son las películas de Studio Ghibli las que me acompañaron en mi infancia y que a día de hoy siguen siendo una gran fuente de inspiración para mí.

Este estudio de animación japonés fue creado en 1985 por el director Hayao Miyazaki y desde entonces han estado produciendo películas taquilleras y ganadoras de varios premios. Algunos de los títulos más conocidos que pueden resultar quizás familiares son “El viaje de Chihiro”, “Mi vecino Totoro” o “La princesa Mononoke”. Desgraciadamente, en 2014 el estudio dejó temporalmente la producción de películas debido al retiro de Miyazaki. 


Pero dejando a un lado la parte teórica, ahora procederé a dar las razones por las que, bajo mi punto de vista, este estudio ha ganado tanta popularidad. 


Lo primero que suele llamar la atención son los temas tratados. Por lo general, estas películas van dirigidas a un público joven y, en consecuencia, tanto el contenido como el estilo de animación deben de ser apropiados a la edad del espectador. Sin embargo, en cada una de sus películas se implementa una crítica sobre un tema controversial. En algunos casos la crítica es clara, pero en otros se deja a interpretación de cada uno. Lo bonito de esto es que al volver a ver estas películas habiendo pasado un tiempo, el cómo recibimos ese mensaje varía, ya que dependiendo de la situación en la que cada uno se encuentre, se puede interpretar de una forma u otra. 


Por otro lado, también cabe destacar la excelente banda sonora que acompaña a todo el trabajo visual. A través de su música instrumental tan característica, se consigue la inmersión del espectador en los mundos fantásticos que tan cuidadosamente han sido creados. 


En resumen, una vez vistos muchos de sus trabajos, entiendo el motivo por el que este estudio se ha vuelto tan famoso en todo el mundo. Cada una de las producciones es única y los temas que se tratan, junto a la ambientación creada, hacen que la experiencia sea inolvidable

Toda la verdad de mis mentiras

Este es un libro que me leí en verano y trata de un grupo de amigos y amigas que se van de despedida de soltera en una caravana. Lo que me hizo reflexionar de ese libro fue ver cómo las cosas pueden cambiar de un momento a otro y que no todo es como parece.


Este grupo de amigos y amigas parecía ser un grupo con una buena amistad y buen ambiente hasta que las verdades que estaban ocultas salen a la luz. Verdades que se llevan escondiendo durante bastante tiempo y que ciertas personas saben, pero otras no. A veces verdades para no herir a los demás y otras verdades ocultas para seguir manteniendo una relación muy especial y no querer estropearla, aunque puede que pase todo lo contrario, que vaya a mejor, pero claro es mejor no arriesgarse.

Me llamó a atención también que cuando esas verdades salen a la luz hay dos tipos de personas: las que se van, y las que se quedan, y ahí se ve quién estaba apoyando desde el principio y quién no.

"No conocemos a la gente. No la conocemos como creemos". Esta es una frase del libro que me llamó la atención porque me parece que tiene toda la razón. Muchas veces creemos conocer a alguien bien, pero en realidad no sabemos si esa persona tiene dentro un montón de cosas guardadas que no ha querido mostrar. No sabemos si esa persona se comporta de cierta manera con nosotros porque igual no se siente lo suficiente cómoda como para abrirse con total libertad y nosotros creemos conocerla bien.

Leer

Desde que tengo uso de razón me ha gustado leer. No sé si es porque mi ama y abuela son unas amantes de la lectura o porque mi abuelo es profesor de lengua y siempre me ha estado hablando de libros. Sea cual sea la razón, la lectura es algo que siempre ha estado en mi vida.

Desde que era pequeña, mi ama siempre me ha inculcado la lectura ya sea comprando libros o leyendo ella. Digo esto ya que, cuando somos pequeños, tendemos a copiar a nuestros mayores (en este caso mi ama y mis abuelos). Por tanto, si mi familia se tira una tarde entera leyendo, la probabilidad de que yo coja un libro y me ponga a leer es más alta. De todas formas, esto no tiene por qué ser así siempre ya que mi hermano ha vivido en la misma familia que yo y creo que lleva sin coger un libro por gusto propio 10 años. 


Por otra parte, creo que la lectura no está hecha para todo el mundo ya que es una actividad que requiere tiempo, silencio e imaginación. Esto último es porque, cuando te dan un libro, tienes cientos de páginas por delante que se tienen que dar forma en tu cabeza. En el libro te pueden dar una descripción detallada de todo pero, realmente, no te vas a acordar ni de la mitad de la descripción y te vas a acabar inventando a otra persona en tu cabeza. No obstante, eso es lo bonito también. Cuando lees un libro, cada persona se puede imaginar los personajes y escenarios de una manera diferente generando así que la experiencia sea única para cada persona. 


De todas maneras, a día de hoy hay una gran cantidad de libros que han sido llevados a la pantalla. No voy a ser hipócrita diciendo que no me gusta ver las películas porque que feo eso de que las hayan llevado a la gran pantalla pero, sí es verdad, que muchas veces las personas no se paran a leer el libro porque ya existe su correspondiente película. 


Dicho todo esto, me encantaría ver a algunos de mis amigos que no leen por nada en el mundo, coger un buen libro, leerlo, enamorarse de él y que me vengan diciendo qué les ha parecido. Digo esto porque leer un buen libro es un placer de la vida.


sábado, 6 de noviembre de 2021

Mi experiencia cercana a la muerte

Tenía unos 7 u 8 años y era verano, mi hermano y yo estábamos en el pueblo y estábamos viviendo con nuestros abuelos porque nuestros padres estaban trabajando en Bilbao. Una mañana, mis abuelos decidieron ir a un pantano con arena al que la gente del pueblo suele llamar Playa Pita. 

Por la mañana, estuvimos en el pinar que hay al lado de esta playa porque mis abuelos querían hacer una barbacoa para comer y tenían que estar cerca de las cocinas que había en el pinar para preparar todo, por lo que mi hermano y yo jugamos en el pinar y no nos bañamos en el pantano. Después de comer, descansamos un poco hasta que nos hiciese la famosa digestión, que sigo sin saber si es un mito que se inventaron las familias para que esperásemos un rato antes de meternos o si lo decían de verdad y fuimos a alquilar un pedalo que es algo típico en esta playa. 


Cuando nos tocó subir al pedalo, mis abuelos empezaron a pedalear ya que si no pedalean dos personas no funciona el motor y mi hermano y yo nos quedamos de pie sin hacer nada. Mi hermano comenzó a tirarse por el tobogán y yo quise hacerlo pero no me dejaban porque decían que era un pantano peligroso y que era muy pequeña, yo al ver que mi hermano se tiraba todo el rato y no pasaba nada pensé que era mentira lo de que era un pantano peligroso y me tire por un lado del pedalo cuando mis abuelos no me veían.


Cuando caí al agua me di cuenta de la profundidad que tenía y se me quitaron al segundo las ganas de nadar por lo que decidí volver al pedalo, pero al agarrarme para subirme note como algo me tiraba del pie y me di cuenta de que tenía un pie enganchado a un alga que tiraba de mí. Tras intentar salir se me quedo atascado el otro pie en una de las ruedas del pedalo y cada vez se me resbalaban más las manos al intentar agarrar el suelo del bote. Mi abuelo me vio y se tiró al agua corriendo para sacarme pero no conseguía sostenerse bien en el pedalo, más tarde consiguió tirar de mí con mucha fuerza y meterme en el pedalo. 


Tras este suceso, fuimos rápido a la orilla y volvimos a casa con una sensación tan rara que no hablamos nada durante el camino a casa, solo se oía la música que tenía puesta mi abuelo en el coche. A día de hoy seguimos recordando este día de manera poco agradable y siento algún que otro escalofrío cuando mis amigas planean ir a este pantano a alquilar un pedalo.






Mi cena preferida

Al contrario del comentario realizado por Anjana en su entrada al blog relacionada con los huevos fritos, he de decir que a mi me encantan los huevos fritos, y no solo es que me encanten, sino que me atrevo a escribir que viviría comiendo huevos todos los días. Se pueden cocinar de miles formas que si huevos cocidos, huevos revueltos, huevos rellenos, tortillas y muchas variantes más, todas igual de sabrosas. 


Una de mis mejores experiencias es cuando voy a mi pueblo a pasar el fin de semana y mi abuela me prepara unos huevos con chistorra y patatas fritas. Para mí, nada que envidiar a cualquier otra cena. Pero diré más, cuando termina el fin de semana y vuelvo a Bilbao suelo visitar a mi amama que siempre suele prepararnos para cenar una tortilla de patata con pimientos verdes, pocas cosas pueden compararse a ello. 


Por cierto, todo lo que acabo de decir no tendría el mismo sentido si no iría acompañado de un buen trozo de pan con el que untar y mezclar los sabores de los huevos.


En estos momentos, soy jóven y sé que puedo abusar de este alimento ya que cuando sea mayor, tendré que limitar la cantidad de huevos que pueda comer semanalmente debido a que tienen mucho colesterol. Creo que este dato es una motivación más, para disfrutar de estos platos en mi actual edad. 


Por todo lo anterior, y teniendo en cuenta que son las ocho y media de la noche, me despido de esta entrada al blog ya que he puesto el aceite a calentar en la sartén para hacerme dos buenos huevos fritos para cenar.


Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...