Etiquetas

lunes, 21 de marzo de 2022

Debacle

 Llevamos un ritmo fuera de lo normal. ¿Qué rumbo está tomando el mundo? Parece que toda la gente se ha vuelto loca, cualquier estamento, gobierno, organización, hasta la propia naturaleza parece estar mareada. Aún no hemos salido de una pandemia global que se ha llevado millones de vidas por delante, y ya podemos ver que medio planeta está preocupado porque un tirano soviético que se aburría en su habitación. ¿De verdad que no hay nada más importante a lo que dedicar tiempo y dinero?

Soy consciente de que actualmente en el mundo hay decenas de guerras y conflictos activos, que el hecho de que haya comenzado una aquí al lado no significa que no haya en otros lugares, sin embargo, ahora es de lo único de lo que se habla. Ya nadie se acuerda de el Covid-19, ese virus que apareció de sopetón, paralizó el mundo, trajo todo tipo de males, y que de pronto desaparece de nuestra lista de prioridades tan rápido como entró. Me considero un gran ignorante, pero es innegable que la manipulación mediática a la que estamos expuestos es abrumadora. Uno ya no sabe qué pensar, la desinformación y los intereses privados se han apoderado de toda fuente de información, y sino tarde o temprano acaban siendo censuradas.

Por otro lado, algo que tampoco comprendo es cómo somos capaces de estar cavándonos nuestra propia tumba, destruyendo nuestro único hogar, y en vez de tratar de invertir la situación, cavamos más rápido. Es algo que me preocupa de mí mismo incluso, esa sensación de saber que estamos haciendo las cosas y ser capaces de que nos dé absolutamente igual. Priorizamos ese bienestar inmediato antes que evitar un futuro trágico hacia el que avanzamos cuesta abajo y sin frenos. Por dramático que suene, es la cruda realidad, pero como humanos que somos a nadie parece importarle hasta que le afecta personalmente.

Es una visión pesimista del momento en el que vivimos, llena de negatividad, tristeza e impotencia, no obstante, no creo que mencionar estos temas deba ser evitado a toda costa. A lo largo de la historia hemos podido ver como una y otra vez han existido grandes críticos con su sociedad, personas que no tenían un pelo en la lengua a la hora de denunciar las cosas malas que veían, y son igual de necesarios que aquellos que levantan el ánimo día tras día. Para avanzar en la dirección correcta es vital hacer autocrítica, y por mucho que prefiramos mentiras agradables antes que verdades incómodas, debemos ser sinceros y poner las cartas sobre la mesa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...