Etiquetas

domingo, 27 de marzo de 2022

Hasta siempre

La verdad que se me hace raro estar escribiendo esta entrada, pero finalmente ha llegado el momento. Tras pasar todo el curso pensando y redactando entradas para el blog, creo que no hay mejor forma de poner punto y final a mi paso por este rincón, que diciendo adiós al que siempre ha sido y será mi colegio. No obstante, antes de empezar con ello, me gustaría daros las gracias a todos por haber leído mis locuras y a Aitor por habernos dado un espacio en el que poder expresarnos con total libertad. Hecho el paréntesis, ahora sí, toca ponerse un poco nostálgico.

Han pasado 16 años desde que pisé por primera vez este colegio. La cantidad de momentos y experiencias vividas aquí son inconmensurables. A decir verdad, una parte muy grande de lo que soy hoy como persona, tanto a nivel personal como académico, se lo debo a las aulas y profesionales de este lugar. Parece mentira, pero hasta que llega el momento de decir adiós, no se pasan por la cabeza estos pensamientos.

Las fiestas de Calasanz siempre tendrán un hueco en mi memoria. Cómo olvidar las dantzas, el chocolate con churros, las pachangas, los piques… Estos días son, sin duda, los que más recordaré de aquí en algunos años. Nunca me cansaré de agradecer a las personas que han hecho de estos días momentos inigualables, y se desviven pensando actividades para sacar de cada uno de nosotros esas ganas de jugar y compartir que todos tenemos.

Por supuesto, también ha habido momentos no tan buenos. La frustración, el estrés, la rabia y la impotencia son algunos de los sentimientos que en algún momento me han acompañado. No obstante, estos son, en gran medida, los responsables de la persona que soy actualmente, por lo que también merecen una mención especial en este último grito.

Por último, y como la cosa va de agradecimientos, no me gustaría acabar sin dar las gracias a todos los compañeros que me han acompañado desde que tenía dos años; ellos son al fin y al cabo los responsables de que me vaya con un magnífico recuerdo de mi etapa escolar. Al fin y al cabo, todos debemos estar orgullosos de que en los pasillos siempre se haya respirado un ambiente sano y acogedor. Sin embargo, esta burbuja en la que llevamos inmersos tantos años, finalmente, ha explotado.

Ha llegado el momento de ponerse nuevas metas y mirar hacia el futuro con ganas e ilusión. Después de tanto tiempo, el próximo septiembre ya no seré yo, no seremos nosotros los que atravesemos las puertas de este colegio. Aún así, debemos ver este momento como una gran oportunidad para seguir creciendo en otros ambientes, que seguro que nos ayudarán a seguir creciendo como personas y acercarnos cada vez más a nuestros ideales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...