Etiquetas

domingo, 27 de marzo de 2022

Erre que erre

 Mi ama siempre ha sido muy cabezota y yo como hija suya no iba a ser menos. No creo que sea cosa solo de mi familia o de gente catalogada como “cabezota”. Creo que en parte todos somos cabezotas, lo llevamos dentro, forma parte de nuestra naturaleza.  


¿Cuántas veces os han dicho “no hagas esto, no hagas lo otro, que te vas a hacer daño”, y habéis hecho caso omiso, lo habéis intentado igualmente y erre que erre hasta conseguirlo? Seguro que un montón de veces. Yo desoigo las advertencias porque soy tan inconsciente como curiosa. Pero sobre todo, porque yo al igual que vosotros, creo que soy diferente al resto. Creo que soy diferente a quién me ha advertido y que lo que a esa persona le salió mal, a mí me va a salir bien. Y no. La verdad es que no es así. 


La situación se repite una y otra vez pero con diferentes experiencias. La mayoría de las veces que me he caído y no me han salido las cosas, ya me había advertido alguien que por lo general era mayor que yo. Sí, ellos ya han cometido el error y les ha salido mal, pero para mí, cometen el error de querer ahorrarte el disgusto. Tampoco digo que hagamos lo contrario a lo nos están diciendo. Obviamente, todo depende de la situación, algunas advertencias son necesarias pero muchas de ellas no. A veces es mejor darte el golpe porque algunos son necesarios. Aprendemos a base de ensayo y error, y aunque no lo pensemos, estamos limitados. 


Para mí la clave está en conocer nuestros límites, ver hasta dónde podemos llegar. Una vez conozcamos nuestros límites el número de fallos irá disminuyendo. Sin embargo, hasta que llegue ese momento habrá una serie de caídas necesarias que nadie nos podrá evitar. Estoy segura que todavía me quedan unas cuantas caídas por delante. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...