Que llegue ya el verano

 Creo que el objetivo de todos nosotros este año es quitarse ya la selectividad de encima para poder disfrutar del verano. Sin embargo, como ocurre todos los años, después de no haber hecho nada durante todas las vacaciones, cuando toca volver al colegio y estudiar, es como si una nube se posara sobre nuestras cabezas y se quedase ahí hasta el verano siguiente. Y es que parece que nuestro año ronda en torno a esta estación, ya que es el único momento en el que estamos completamente libres de obligaciones. 

Pero las vacaciones no son el único objetivo que tenemos. Este año, por ejemplo, todos estamos expectantes de saber en qué carrera entraremos y por eso, este puede ser el año en el que más nos estemos esforzando. Sin embargo, una vez logrado ese objetivo, el siguiente será acabar la carrera, después hacer un máster y finalmente, trabajar para acabar viviendo eternamente de forma monótona para esperar con ganas siempre a lo mismo: las vacaciones. Y cuando finalmente nos jubilamos, en muchas ocasiones ya se es demasiado mayor para disfrutar de todo con lo que habías soñado de joven.

Es decir, parece que vivimos en un ciclo en el que estamos constantemente poniéndonos metas que debemos cumplir, para que, una vez las consigamos, nos pongamos otras. Total, que al final, por muchas ganas que tengamos de lograr nuestros objetivos, siempre vamos a estar más pendientes de descansar y relajarnos. Porque al final, por mucho que te guste tu trabajo, siempre vas a preferir estar de vacaciones rodeado de la gente con la que te encuentras agusto. Pero parece que cuando envejecemos y por fin no tenemos obligaciones, no sabemos lo que hacer con nuetras vidas.