Si yo me viera en una situación así, tengo clarísimo que no me quedaría con el dinero. Va totalmente en contra de los valores que me enseñaron en casa desde pequeño, y además no podría estar tranquilo conmigo mismo. Me daría un cargo de conciencia enorme. Cuando alguien fallece y deja por escrito lo que quiere que se haga con sus cosas, lo más correcto es respetarlo.
Pero siendo sincero, en este caso concreto, no creo que hiciera lo que pidió esta señora. En vez de darle el dinero a políticos que ni siquiera sabemos en qué lo gastarían, preferiría donarlo a algún grupo que investigue enfermedades, como el cáncer, el alzhéimer, la esclerosis múltiple o enfermedades raras. Creo que así ese dinero tendría un impacto real, ayudaría a muchísima gente y serviría para algo que de verdad importa.
Sé que las últimas voluntades de alguien son algo muy serio y que en teoría hay que cumplirlas sí o sí. Pero honestamente, creo que si esta mujer viera en qué se usó el dinero, estaría contenta. Seguro que se sentiría orgullosa de haber ayudado a salvar vidas y de haber aportado algo bueno al mundo.
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