Este colegio ha sido básicamente el epicentro de mi existencia. Mi colegio, donde estudio, de donde son mi amigos, donde juego a baloncesto y de algún modo mi casa. Alguna vez este curso yendo al baño en esos momentos en los que todos están en clase y voy por los pasillos sola he sentido un poco de nostalgia. Porque es imposible no mirar dentro de las clases y recordar la que en un entonces fue tu clase y de repente te vuelven todos los recuerdos que una vez fueron tu presente.
Es complicado elegir con qué me quedo y qué me gustaría borrar porque han pasado tantas cosas aquí dentro. Me quedo con mis recuerdos, mi clase de primaria de C, mi cuarentena de 1º ESO, mis míticos Calasanzs, todos mis tutores y profes y, por su puesto, todos mis amigos. Todas estas cosas me han hecho ser como soy hoy en día y por mucho que haya cosas de antes que querría borrar mirando desde ahora parece que ya no tienen tanta importancia.
En fin, es complicado pensar que esta es mi última semana como alumna en escolapios porque no lo parece después de tantos años. Por mucho que no siga siendo alumna de este colegio yo sé que voy a seguir viniendo al cole y que esto para nada es un adiós al colegio. Y aunque me cueste sé que tengo que aceptar que esto es el fin de una etapa, pero también sé que siempre estaré orgullosa decir que mi cole fue Escolapios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario