La vida en la calle
Las calles siempre están llenas de gente y de vida, menos en invierno, casi todas las personas permanecen en casa, calientes con la calefacción, sin sentir el frío polar de las calles o el viento procedente del norte. En cambio, la gente no casera, en vez de estar en casa o de salir a las calles congeladas, va a cafeterías, donde se cobijan de lo ya mencionado.
Pero dejando de lado el invierno y centrándonos más en el tema, hablemos de la “vibra” de la vida en la calle, en estaciones como el verano, otoño y primavera. Es posible apreciar cómo la gente sale bastante más a lo largo de estas estaciones, sobre todo en la zona donde vivimos, debido a no saber el tipo de clima nos vamos a encontrar, teniendo presente en ocasiones a lo largo del mismo día nos hemos encontrado con todo tipo de estaciones.
El salir de casa y no saber si ponerte pantalones cortos o si la chamarra, siendo posible la caída del típico chaparrón y empaparte en milésimas. A pesar de ello, siempre nos acabamos arriesgando, por esto, es más notable la presencia de bastante gente.
A pesar de todo, podemos decir sin miedo a patinar: “vivimos en zonas carentes de climas extremos”.Gracias a todo lo comentado, rara es la vez donde debemos permanecer encerrados en casa.
Todo ello permite el poder hacer vida en la calle prácticamente todos los días, bien para ir al cine, al teatro, a eventos deportivos o simplemente poder estar con los amigos y amigas o familiares en terrazas, bares o dando agradables paseos, probando todo tipo de pintxos y manteniendo agradables conversaciones.
Completamente esto nos hace sentir esas sensaciones de calidez a lo largo de los apiñamientos entre amigos o simplemente recados donde nos vemos obligados a pisar las calles y recorrernos todas las calles.
Para finalizar y en pocas palabras, esperamos y deseamos poder mantener este tipo de vida por desgracia amenazada por el cambio climático.