domingo, 28 de septiembre de 2025

Sin la U

 La vida en la calle

Las calles siempre están llenas de gente y de vida, menos en invierno, casi todas las personas permanecen en casa, calientes con la calefacción, sin sentir el frío polar de las calles o el viento procedente del norte.       En cambio, la gente no casera, en vez de estar en casa o de salir a las calles congeladas, va a cafeterías, donde se cobijan de lo ya mencionado.

Pero dejando de lado el invierno y centrándonos más en el tema, hablemos de la “vibra” de la vida en la calle, en estaciones como el verano, otoño y primavera.                                                                                     Es posible apreciar cómo  la gente sale bastante más a lo largo de estas estaciones, sobre todo en la zona donde vivimos, debido a no saber el tipo de clima nos vamos a encontrar, teniendo presente en ocasiones a lo largo del mismo día nos hemos encontrado con todo tipo de estaciones.

El salir de casa y no saber si ponerte pantalones cortos o si la chamarra, siendo posible la caída del típico chaparrón y empaparte en milésimas. A pesar de ello, siempre nos acabamos arriesgando, por esto, es más notable la presencia de bastante gente.

A pesar de todo, podemos decir sin miedo a patinar: “vivimos en zonas carentes de climas extremos”.Gracias a todo lo comentado, rara es la vez donde debemos permanecer encerrados en casa.

Todo ello permite el poder hacer vida en la calle prácticamente todos los días, bien para ir al cine, al teatro, a eventos deportivos o simplemente poder estar con los amigos y amigas o familiares en terrazas, bares o dando agradables paseos, probando todo tipo de pintxos y manteniendo agradables conversaciones.

Completamente esto nos hace sentir esas sensaciones de calidez a lo largo de los apiñamientos entre amigos o simplemente recados donde nos vemos obligados a pisar las calles y recorrernos todas las calles.

Para finalizar y en pocas palabras, esperamos y deseamos poder mantener este tipo de vida por desgracia amenazada por el cambio climático.

Lipograma sin la u

Ayer a la tarde decidí pasearme por las tiendas de la Gran Vía. No tenía en mente comprarme nada pero no resistí la tentación y acabé entrando a varias tiendas. Reconozco tener el armario lleno y ser incapaz de no pensar en comprar más. Es inevitable. 

El caso, día de compras implica entrar al Corte Inglés sí o sí. En la entrada me fijé en ese chico sin extremidades, es decir sin brazos. No pensé en nada al verle, solo me llamó la atención. Avancé con mi plan inicial de ir a comprar ropa. Me probé varias camisetas, pantalones también pasé por la sección de cosmética, colonias, bolsos. Vamos, hice más deporte yendo de planta en planta en vez de en los entrenamientos. Al final no compré gran cosa, ya había hablado antes sobre la poca falta de ropa en mi armario. Compré colonia, la tenía acabada, y dos pantalones largos. Aparte, me tiré media hora en la parte de joyería y tras intensas horas allí salí. 

Al salir, el chico sin brazos de antes permanecía todavía. De repente vino directo hacia mí, en ese momento estaba medio intimidada. Entonces me dice: “¿Podrías cerrarme la cremallera del jersey?”

Yo no reaccioné, me pareció raro, como si algo no andaba bien. Es posible que estaba desconfiando bastante pero por si acaso, por si pasaba algo, le comenté mi prisa y pedí perdón. Salí de ahí rápido pero me senté en el banco de al lado para entender este evento tan extraño.

Vi entonces cómo el chico se acercaba esta vez a la señora que salía del Corte Inglés. Él le pidió lo mismo y ésta si le cerró la cremallera. Entonces el chico saca una cámara y le informa sobre la cámara escondida. El chico grababa cómo la gente reaccionaba, si le socorrían y le cerraban la cremallera o no. Al hacerlo, ganabas 20€.

Yo al ver el panorama flipé pero sobre todo pensé en la poca bondad en mí. Mi camino a casa se sintetizó en pensar en la ocasión de poder haber ganado 20€. A la próxima, ya sabré cómo hacer y es posible ganar también 20€.

Lipograma sin u

 Hace ya varios años que tengo a mi perro Mate, y cada día con él es algo distinto. Me lo regalaron cuando era pequeño, con el pelo pelirrojo amarronado y la mirada más mona que he visto jamás. Al principio era bastante torpe, corría por toda la casa sin saber bien a dónde ir, y a veces chocaba con las sillas o se caía al intentar saltar al sofá.

Con el tiempo, Mate se volvió mi mejor amigo. Siempre me espera en la entrada al llegar del cole. Menea la cola con tanta energía que parece que va a salir volando. Si tengo mal día, le tiró la pelota y se me pasa. No hace falta hablar, él simplemente se sienta a mi lado y me mira, como si entendiera todo lo que pienso.

Me encanta sacarlo a pasear por el parque. Corre detrás de las pelotas, salta, pelea con otros perros y siempre termina lleno de barro. Mate tiene muchas manías. Si dejo comida encima de  la mesa, él se sienta cerca, mirándome con esos ojos grandes, esperando que caiga algo. También ladra cuando oye ruidos raros,, aunque casi siempre es por nada.

Cada noche, antes de dormir, se pone debajo de  mis pies. Me hace sentir acompañada y tranquila. No hay día en el que no me saque una sonrisa. Para mí, Mate no es solo mi  mascota, es parte de mi familia.


Lipograma sin la "i"

COMO HACER LO CORRECTO

Es esta una pregunta que nos plantearemos muchas veces, seguramente porque queremos ser buenos, responsables, justos y hacer lo más acertado y coherente con nuestros valores.

¿Pero qué es lo correcto?  Correcto del vocablo “correctus”, como aquello que no presenta fallas, errores o faltas.   Lo correcto se desarrolla de acuerdo con las reglas, normas o valores.

Hacer lo correcto no es algo absoluto, depende de muchos factores, como el contexto, la cultura, la ley, la enseñanza, el credo, el carácter o forma de ser de cada uno, etc. 

Que un acto sea bueno o malo depende del objeto/meta del que la ejecuta.  Por otro lado,  que sea correcto o no se establece en base a sus resultados. Todo acto que cause daño a personas nunca puede ser correcto, aunque el objeto/meta fuera correcta.

Ser una buena persona no supone ser perfecto. Se trata de actuar con honradez, comprender y conectar con el estado en que se encuentran otras personas. Supone ponerse en el lugar del otro aunque no hace falta tener semejante parecer.  Podemos preguntarnos ¿Lo que hago favorece a los demás o solo a nosotros?

Hacer lo correcto es complejo. Conlleva pensar, razonar y resolver los problemas o actos de manera que se tenga en cuenta los factores que se producen en cada caso concreto.  Para hacer este proceso menos complejo, podemos tener en cuenta algunos pasos, como reconocer el problema, pensar y razonar sobre él, explorar las rutas, escoger la mejor ruta, actuar de manera responsable, hacerse cargo de lo que hemos resuelto hacer y evaluar el resultado comparando lo que esperábamos con lo que resultó.

Hacer lo correcto nos produce muchos frutos, como mejora del respeto personal, refuerza los lazos personales y nos causa contento y gozo común.  El lado desfavorable es el temor, la duda, la culpa, la facultad de afectar a la conducta de otros, el desacuerdo, la doble lectura, etc

Para mejorar nuestra moral, podemos tener en cuenta algunos consejos, como conocernos, respetar a los demás, aprender de los ejemplos, aumentar nuestra enfoque sobre las cosas que nos rodean y pensar sobre nuestros actos.


Lipograma sin la u

Mi sitio favorito en el planeta entero es mi villa, La Villa de Ocón así se llama. Pocas casas y pocos habitantes forman ese increíble y valioso sitio para mi, hallado en el valle de Ocón en la Rioja. No hay tanta cosa, solo se compone de  casas rodeando la montaña y arriba de esta se halla el castillo del siglo XI-XII. Pero el valor de mi villa va más allá de lo físico, es cierto, no habrá gran cantidad de gente viviendo todos los días del año, pero en verano en invierno y festivos rebosamos de ambiente. Allí no importa como eres ni de dónde vienes, si eres de esta forma o lo eres de otra, allí nos mezclamos todos con todos, hay peñas, como en todos lados, pero estas dependen de la edad y no de otras tonterías, y eso nos hace ser más abiertos, aprendemos diferentes formas de ver la vida gracias a conocer a diferentes tipos de personas. 


Y cómo no voy a hablar del momento más especial del año, las fiestas. Ojalá otras fiestas tendrían el significado que tienen las fiestas De la Villa, estas van más allá de estar unos días bebiendo, estas son diversión, son risas, son comidas, son canciones, son todos hablando con todos, son las mañanas cotilleando la noche de ayer, son el cohete y son la traca final. Pero lo más más especial de mi villa no se trata de instantes se trata de personas, las cuales han sabido estar en todos los momentos, los peores y los mejores, esas ya son parte de mí.


Entonces a este sitio yo deseo agradecer, y por eso le doy las gracias. Gracias por haberme cambiado la perspectiva, por haberme hecho espabilar, por tener un sitio al que volver siempre que estoy mal, por haberme regalado a las mejores personas, por haberme dado a otra hermana más allá de lo biológico. Gracias por ser el sitio donde más he sentido, donde he llorado, he reído, me he enamorado, y he llorado otra vez pero esta vez de alegría. 


La Villa de Ocón donde el irse sin más no existe, a pesar de que físicamente lo hagamos, jamás nos vamos, siempre lo llevamos allí donde vamos.

Lipograma sin la “u”

 Desde hace años he soñado con tener perros o gatos, siempre les pedía a mis padres, pero en todas las veces me han dejado claro la misma contestación, con la frase de “jamás entrarán esos animales a casa”.  Al cabo del tiempo, me acabé rindiendo y dejé de proponer esa idea, ya era consciente de la imposibilidad de tener esas mascotas.


Pero hace varios meses, mi hermano me empezó a enseñar varias fotos y vídeos específicos del perro de la raza “caniche toy” y decía traerlo a casa. Yo no me lo creía obviamente, y siempre me reía de él. Hasta el 28 de marzo de este mismo año, hace precisamente 7 meses. 


Al llegar a casa cansada del colegio, mi madre me llamó desde el salón y al entrar, entre los brazos de mi hermano estaba Kai, cachorro de 2 meses, el mismo caniche toy negro de los vídeos. No me lo podía creer, no sabía cómo mis padres habían dejado entrar al perro a casa, parecía algo imposible.


Nada más salió mi madre del salón, le pedí a mi hermano la explicación de cómo logró meter al perro a casa. Le convenció a mis padres diciéndoles: “es de mi amigo, se ha ido de viaje y me ha pedido tenerlo en casa por dos semanas”. No sé cómo se lo creyeron, pero yo tenía miedo, no sabía cómo iban a reaccionar mis padres al saber la verdad tras pasar esas dos semanas.


Cada vez se encariñaban más de Kai, no pasaron ni dos semanas y mi madre no podía separarse de él. En ese momento, mi hermano aprovechó para contar la verdad. A mi madre le molestó el haberle mentido, pero estaba feliz por el hecho de no separarse de Kai. A mi padre no le parecía bien pero al cabo de los meses, acabó teniéndole cariño también. 


Ahora, Kai tiene casi 8 meses, es bastante alegre y cariñoso con todos, y por eso, a pesar de no haber pasado tanto tiempo con él, toda la familia lo ama y yo no podría estar sin él. 


Es el mejor regalo de mi vida, no lo cambiaría por nada.




SIN LA U


La liga "hipertensión" es famosa por el nivel y emoción. Cada temporada ofrece partidos emocionantes y llenos de admiración. Los mejores intentan ganar cada partido con estrategia y talento. Cada jornada es importante, y los aficionados animan con pasión y alegría.

Los estadios se llenan de aficionados que cantan y celebran cada gol. Los delanteros intentan marcar, mientras los defensas trabajan para impedirlo. Los porteros saltan y paran con reflejos extraordinarios, salvando a sus compañeros en momentos críticos. Cada acción genera emoción y mantiene el interés hasta el final.

Esta liga sorprende con victorias inesperadas y logran destacar frente a los grandes. Los clásicos provocan rivalidad intensa y llaman la atención de aficionados de todo el globo. Los técnicos planifican tácticas precisas, y los cambios en el once pueden marcar la diferencia.

Cada partido deja historias de tristeza, talento o pasión. Los partidos dan lo máximo en cada hora, mostrando dedicación y amor por el deporte. La liga "hipertensión" combina tradición, emoción y te deja sin palabras, y cada temporada deja momentos memorables.

Lipograma sin la U

 El amanecer abre el cielo con tonos rosados.El aire huele a madera, a pan recién hecho, a calma.

En la aldea, la gente sale despacio, con pasos serenos, cada mirada trae un deseo, un recuerdo, algo de fe. La Dama de la aldea barre la entrada de su casa. El perro la sigue, meneando la cola. No hay prisa, solo el sonido de hojas secas y el eco de voces que se acarician con cariño. En la plaza, el viejo acomoda sillas frente al café. Habla poco, observa todo. El sol le toca el rostro y sonreía sin razón aparente. Le basta con ver el día nacer entero. El aire cambia, trae aroma de flores y tierra. Los niños corren tras la pelota, gritan, caen, se rí­en . Cada risa es clara, sencilla, real. Nada pesa. Todo parece en orden. Al caer la tarde, el cielo se enciende en rojo. La dama enciende velas y reza en silencio. El viejo cierra el café, mira el Horizonte, sabe el modo aparente de el mañana , y eso le da calma. En la noche, el viento entra por rendijas y acaricia las cortinas. La aldea en calma, el tiempo calla y en esa paz plena, todo respira.


U

 El otro día decidí estar con mis amigos, no era como todos los días era especial, solo los veo en verano. Iba a ser solo ir a cenar todos en armonía. Hice lo de todos los días, me besti, merende y prepare el bolso. Pero todo empezó mal desde el principio, me deje los cascos en casa, treinta mins andando asta el centro, que horror. Y no satisfecha con todo lo anterior, me planche el pelo y empezó a chispera, madre mía, el pelo se me empezó a encrespar, me pase toda la tarde poniéndomelo bien para esto, en ese momento me empece a enfadar.

Al llegar al centro escribí a mis amigos haver por donde iban y para el colmo llegaban tarde, mas de media hora esperándoles. Al momento de estar todos decidimos ir al barrio de otro amigo por hacer algo antes de cenar. El barrio estaba legísimos pero se me hizo muy ameno gracias a la compañía, todo el camino recordando anécdotas y riendo sin parar. Yo pensaba que ya había estado es ese barrio pero no, esta bastante perdida pero me encanto. Mientras esperábamos al chaval decidimos comprarnos pipas y comernoslas en el banco da alado de la tienda, lo malo que no entrábamos todos, pero ya habíamos andado bastante como para como para comernos la cabeza encontrando otro banco. El tío no se dio nada de prisa y se empezó a hacer de noche y me empece a volver a enfadar, yo con estas cosas no las soporto. Ya me empezó a entrar el hambre pero por lo menos mi amigo de lo malo malo llego. Pero para ese momento ya era hora de cenar y le convencimos de ir en coche, era 2 por 1 no andábamos y nos ahorrábamos la caminata asta el sitio para cenar, bastante top.

Al llegar al bar nos cogimos la cena y nos movimos al alado de la ría a cenar. La cena me alegro la tarde la verdad. Al momento de ir a casa ya estaba reventada me dolía asta el alma, y en ese momento bajo dios  y le dio la grandiosa idea de a mi amigo de llevarnos a casa, en ese momento empezar a apreciar mas nuestra amistad. La tarde parecia desastrosa y acabo estando bastante bien.


Lipograma sin la u

Días antes de empezar el cole, todavía me encontraba en mi sitio de veraneo, mi sitio favorito, el sitio donde siempre estoy feliz, donde he crecido y donde siempre creceré. De donde te hablo, está en la costa y me hace tan feliz por eso mismo, me encanta el mar, la playa y el verano, allí es todo más fácil siempre. Por desgracia, cada año ese momento llega el final y hoy te voy a hablar de esos días, días tristes pero a la vez felices.

En verano siempre pasa, tenemos tantos planes, no paramos de ir de sitio a otro… No nos percatamos de lo más fácil y acogedor, lo más cercano siempre, la familia. Ese día, mis amigas y yo no teníamos plan, debido a esto, en el momento de mi padre proponer plan, inmediatamente dije si, como he dicho antes, no tenía plan mejor. El plan dicho por mi padre no era novedad, sino el de siempre: coger el bote e ir a la playa de enfrente o simplemente navegar en él. Antes de salir de casa esa mañana, mi madre le dijo el mismo plan a mi hermano mayor, sorprendentemente él también aceptó. Ese día hacía demasiado calor, por lo tanto decidimos no ir a la playa, si no quedarnos en el bote, echamos el ancla en bastantes sitios pero el viento no era agradable, hasta por fin encontrar el sitio perfecto. Allí no había nadie y daba la brisa perfecta, decidimos comer ahí, claramente después de todos los baños ya dados, con el calor en el ambiente, como para no. Además, como había bastante corriente mi padre echó el cabo para agarrarnos y así la corriente no llevarnos, eso hizo pasárnoslo bien entre todos.

Finalmente, deseo recalcar que nos encontramos a conocidos en el día y la mayoría siempre comentaban: “ Se me hace raro ver a la familia al completo, os ha costado convencerles?” preguntaban a mis padres entre risas. En la zona no es demasiado normal ver a toda una familia en el bote, como decía antes, todos prefieren pasar el máximo tiempo posible con amigos y no con padres. Este día decidí volver a repetir este plan más veces el verano que viene.

Lipograma sin la U

 Este verano atendí el concierto de Kendrick Lamar, mi artista favorito. Era el primer concierto de mi vida, así que estaba nervioso. 


Las entradas las compramos con varios meses de antelación. La venta era por la mañana entre semana, y yo estaba en el colegio; no sabría si las teníamos hasta acabar el día. Al volver a casa, mi madre me enseño las entradas. Íbamos al concierto. 


Los meses pasaron. El año escolar llegó a su fin, y  llegó el verano. Por desgracia, todavía faltaba mes y medio antes de ir al concierto. El mes pasó rápido, y, antes de saberlo, estaba con mi madre en el avión hacia Barcelona. Aterrizamos, caminamos al hotel y comimos. Descansamos dos horas y caminamos hasta el estadio del concierto. El ambiente era increíble; había miles de personas, las colas parecían infinitas. La emoción era evidente. Al final entramos a las seis y media, media hora antes del comienzo del concierto. 


El estadio se llenaba cada vez más. A las siete, salió el telonero, y tocó durante media hora. Finalmente, más o menos a las 8, empezó a sonar la primera canción de Kendrick. Las pantallas se encendieron. La gente estaba expectante. Kendrick empezó a rapear. Pero no estaba. 


Y de repente, lo vi: el escenario se estaba abriendo. Apareció el coche. Kendrick se bajó y empezó el concierto de verdad. Salieron llamaradas y todas las personas gritando, saltando, y cantando. Tocó varias canciones, y salió otra persona.


Este concierto no era solo de Kendrick; también cantaba SZA, y no decepcionó. La decoración del escenario de ambos era increíblemente detallada. Entre las llamaradas de Kendrick y los bichos gigantes de SZA estaban ellos dos y los bailarines. El concierto avanzó hasta bien entrada la noche, pero sin bajar el ritmo. SZA y Lamar se alternaban, pero también cantaron a la vez en ciertas canciones. Finalmente, al de tres horas tocaron la canción final, y se despidieron. El estadio entero estalló en gritos, y en la pantalla apareció la palabra "FIN".


A pesar de haber terminado el concierto, el ambiente estaba presente todavía; hasta había alguien tocando canciones de Kendrick con el saxofón. Volvimos, y en el momento en el que llegamos a la habitación del hotel, me tiré a la cama y me dormí.


Lipograma sin la "u"

Hace varios meses salí con mi familia de Bilbao a Madrid temprano en la mañana, teníamos como destino Brasil. Madrid permanecía en calma y el aire fresco me animaba. Llevaba en la maleta algo de ropa, libros y comida. Como el viaje era largo decidí dormir. Horas más tarde, observé cómo el cielo cambiaba de colores, de naranja a rosa, y de rosa a violeta. Cada vez, amanecía más rápido.

Al aterrizar en Río de Janeiro, el calor se hizo sentir al bajar del avión. La región estaba llena de habitantes, bicicletas, y el tráfico era constante. Todo parecía moverse rápido y con vida. Caminamos hacia el hotel, que estaba cerca de la playa. Apenas dejamos las maletas, salimos a caminar por la arena. Sentí la brisa, oí las olas romper y escuché las risas de los niños.

Al próximo día, decidimos ir al teleférico. Al llegar, las vistas me dejaron sin aliento. La zona era increíble, montañas verdes y mar brillante. Todo se podía ver y era inmenso y lleno de color.

Más tarde, exploramos mercados, plazas, barrios y el jardín botánico. Además, probé comidas típicas como el brigadeiro y la feijoada, y aprendí varias palabras en el dialecto de Brasil. La gente local era amable, siempre nos sonreían y nos daban la bienvenida las veces que entrábamos en tiendas.

Al final del viaje, mientras regresaba, sentí nostalgia y alegría a la vez. Brasil me había dado experiencias intensas que jamás olvidaré. Cada momento parecía real, especial, y todavía tengo en mi memoria los colores, sonidos y sensaciones de esos días.

Lipograma sin la u

Los días empiezan más pronto ahora. 

Me despierto con más cansancio del de la noche de ayer.

Hace poco esta era la hora en la que me metía en la cama,

pero no es verano y las clases ya hace tiempo han empezado.

 Enciendo el altavoz y empiezan a sonar las primeras notas. 

Empezar el día mientras está sonando mi canción favorita me hace sonreír.

Las melodías llenan toda mi habitación y cada nota vibra en mi cabeza.

Se perciben melodías de baterías y bajos detrás de la voz cantada, 

una voz que poco a poco se siente más alta. 

Cada canción me lleva a momentos del pasado. 

Momentos felices y momentos más tristes.

Salto canciones si no me generan alegría para no empezar el día con mal pie.

Subo el volumen de las animadas para despertarme del todo.

El reloj avanza y llega el momento de ir a clase.

Entre tanta melodía no me ha dado tiempo de prepararme.

Apago el altavoz y a todo correr salgo de casa.

La letra de la primera canción se mete en mi cabeza, 

y se quedará ahí hasta mañana por la mañana dónde otra melodía se grabará en mi mente.



sábado, 27 de septiembre de 2025

Lipograma sin la “u”

 

Eran las Navidades de 2018 y por mi cabeza solo rondaba saber la verdad. En mi clase, todos decían: “los Reyes Magos son los padres”. Pero yo estaba convencida de otra verdad: “los Reyes Magos venían de Oriente y llevaron regalos al hijo de la Virgen María”. ¿Cómo iba a ser eso mentira?

No pensé mirar en internet, preferí encontrar la verdad en personas más fiables: mis padres. Mi madre me dijo: “no, Marina, eso se dice todos los años, ya verás cómo si confías, te traerán más regalos”. Yo todo esto no me lo creí en absoluto. Así que decidí ir a donde mi hermana mayor, y me contestó: “hazme caso, Marina, eso también lo decían los de mi clase y era mentira”.

Como tercera opción decidí hacerle el interrogatorio a otra persona, esperando recibir otra contestación diferente. Esta vez, mi objetivo era el padre de mi madre. Me senté con él, le mire firmemente a los ojos y le dije: “necesito saber la verdad, ¿los Reyes son los padres?”. Él ni se asombró. Con la mejor sonrisa me respondió: “Sí, pero es la mentira más bonita, ¿no te lo parece? Esa es la gracia de la Navidad”. Por fin sabía la verdad! Pero no podia permanecer callada. 

Como toda niña de 10 años, me dirigí a donde mi madre gritando emocionada: “LO SÉ, LO SEÉÉÉ! Aitite me ha dicho la verdad!” Mi madre se acercó donde estaba él y le miró con cara de enfado, no se lo podia creer. Pero mi aitite persistió en lo bonito y mágico de la mentira, en la mentira mantenida generación tras generación por el bien de los niños, en el secreto ahora compartido conmigo y en mi deber de mantenerlo con mis primos menores. Yo estaba feliz, no implicó decepción por saber la verdad, sino alegría por compartir el secreto de los mayores.  

Desde entonces, si mis primos indagan sobre el tema y está mi aitite cerca, nos echamos miradas recordándonos el secreto revelado hace ya más de 7 años. Y si dentro de varios años me interrogan a mí, responderé como lo hizo mi aitite. 

Lipograma sin la U

Día con Pablo 

Pablo esta mañana se ha despertado como cada día a las ocho. Tenía colegio hoy. Pero antes de salir de casa, se ha preparado el hamaiketako, no hace la primera comida del día y posteriormente necesitara comer, es glotón y, si no, pasa hambre.

Las primeras tres horas de la mañana han sido insoportables para él, debido a las tres materias más odiadas por Pablo: Filosofía, Matemáticas e Inglés. En la hora del recreo ha estado contento, ha estado con los amigos, les llevaba sin ver todo el fin de semana. Además de estar contento por haber visto a los amigos, lo estaba por las próximas tres horas: Historia, Geografía y Castellano.

Posteriormente, se ha ido a casa a comer, y allí le estaba esperando Roberto, el padre de Pablo, y el hermano, Martín para así poder comer con él.

Finalizada la comida, ha decidido echarse la siesta para descansar y coger energía antes de ir a entrenar baloncesto a las 17:30.

Acabado el entrenamiento, ha regresado a casa para asearse y cenar en familia. Llevaba sin ver a Cristina, la madre de Pablo, todo el día.

Finalmente, ha repasado para el examen de Matemáticas de mañana, ha hecho los deberes, y se ha ido pronto a la cama, estaba extremadamente cansado. Mañana será otro día parecido al de hoy. 



Lipograma sin la "U"

 Mi amiga se llama Sofía y le encanta pintar tanto como a mí. Nos conocimos hace varios años, a través de competencias de arte, donde vi el arte de ella por primera vez. Me encantaron demasiado las obras hechas por Sofía , por eso decidí hablar con ella de inmediato. Ella apreció mis halagos, y con toda la amabilidad, también apoyó mi participación.

 Ni ella ni yo ganamos el reto de arte, pero sí ganamos el mejor premio, la amistad. Sofía ha progresado bastante en el arte y eso me hace bastante feliz. Todavía tengo memorias de las obras viejas hechas por ella y les tengo gran cariño, pero el arte más recientes de verdad me ha dejado atónita. Siempre me regala obras, y en esos momentos me siento demasiado alegre, ¡Soy privilegiada al tener a esa artista en mi vida! Y claro, yo también dedico parte de mi tiempo para poder regalarle mis garabatos, pero siendo honesta no son tan lindos como los regalos creados por ella.

 Estos años han sido bastante felices, aparte de hablar de temas de arte, es evidente la existencia de la amistad corriente, donde nos conectamos en otras cosas… Estoy satisfecha con esta amistad y me alegro de haber conocido a Sofía, ella siempre ha hecho tanto por mí. Ojalá Sofía viviera en España, sería bastante divertido reencontrarme con ella en este país y vivir maravillosas experiencias. Creo firmemente en la posibilidad de vernos, ya sea tarde o temprano, pero de esa manera podríamos pasar tiempo las dos compartiendo obras de arte en persona y pasándola al máximo.

Lipograma sin la "U"

La exposición de ciencia en San Sebastián es increíble, tiene tantas cosas que ver que me tiré toda la mañana y parte de la tarde allí. Además, no solo tiene el planetario y animales, sino también hay gran variedad de aparatos científicos interesantes.


Al entrar no sabía por dónde empezar, sin embargo, decidí acercarme a la máquina que creaba el gran remolino de viento, en el que podía meter la mano y sentir cómo giraba el aire a mi alrededor. También estaba la máquina que generaba la misma sensación de adormecimiento en la mano, ¡era bastante llamativo!. Bastaba con girar la palanca y, de repente, toda la mano quedaba completamente adormilada. Además, entre tantos aparatos, a lo lejos vi algo con aparentemente la masa entre líquida y densa, dividida en dos partes, que se atraían gracias a los imanes que tenía escondidos, creando el efecto más increíble que he visto.


Por otro lado, estaba la zona de animales terrestres, donde vimos arañas enormes y venenosas, además de escorpiones y serpientes. La verdad, es que ver a menos de medio metro algo tan grande como la pitón de India impresiona. Y había algo bastante irónico: no tenía sentido que las pobres ranas, ya que eran pequeñas, vivieran en terrenos algo más grandes que las serpientes, y menos con la que estaba allí.


Para terminar, y con algo de prisa ya que casi se nos iba la hora, entramos al planetario. Este tenía como pantalla un techo esférico, siendo el cine que proyectaba las estrellas y el espacio de forma increíble y realista. Además, el narrador explicaba cada detalle del firmamento: las galaxias, los astros y la historia de la exploración espacial. Las imágenes parecían tan reales que, por aquel instante, sentí como si viajara por el cosmos, pasando cerca de planetas y estrellas lejanas.

Esta experiencia me encantó y la recomendaría a todos para pasar el día y divertirse.

Lipograma sin letra "i"

El jueves bajé con Laura al sótano de casa, porque sospechamos que pasaba algo extraño. El apartamento de Laura está al lado del nuestro. Estábamos conversando sobre lo que pasó en clase el lunes, cuando de repente escuchamos una voz rara por la ventana. Esa ventana daba a una escalera común, que acababa en el sótano. Por lo tanto, pensamos que la voz emanaba de ese lugar. Nuestro bloque antes era una cárcel, y las personas de los alrededores, nos han contado cuentos que tratan de los fantasmas de los rehenes muertos en este lugar. 


Con terror en el cuerpo, pero con un gran afán por conocer la verdad, nos calzamos y comenzamos a bajar por las escaleras. Laura, la más cobarde de las dos, no paraba de agarrarme del brazo, temblar y saltar por cosas pequeñas que no eran nada. Yo, por otra parte, que no creo en fantasmas, solamente deseaba acabar con esa bobada cuanto antes para poder regresar al cuarto y volver a charlar con calma.


Al avanzar por el sótano, la atmósfera pasó a ser más pesada. El olor a humedad y el polvo acumulado durante años era notable. Observábamos los ángulos oscuros llenos de cajas y muebles tapados con sábanas decoloradas.

Nos acercamos al fondo del sótano, donde el eco oculto que buscábamos se escuchaba más fuerte. Laura no dejaba de murmurar palabras de alarma y retroceder un paso cada vez que escuchaba algo. Yo trataba de calmarla y concentrarme en la razón de nuestra aventura: encontrar la voz.


Al llegar al punto más oscuro, nos paramos. Todo estaba callado, salvo por un murmullo. Laura con ojos grandes y temblorosos, y yo con ganas de resolver aquello pronto. Avanzamos lentamente, y al cabo de todo encontramos su causa: un gato negro atrapado entre cajas y tablas de hace muchos años. El pobre maullaba asustado y con polvo en el lomo. Al verlo, Laura se sobresaltó por un segundo, pero luego se agachó y las dos comenzamos a jugar con él. Vamos, que esa tarde nos llevó a un hallazgo de lo más sorprendente.

Lipograma sin la letra U

Mi primera carrera la hice en 2022 y casi no salgo viva de ahí. Veréis, era en la Gran Vía y era denominada la  Milla de Bilbao. Yo aparecí con bastante tiempo de antelación para poder calentar correctamente. Empecé con los ejercicios que hacíamos normalmente en los entrenamientos y al de tiempo mis dos amigas, Nahikari y Ane, aparecieron. 

Las tres empezamos a calentar de inmediato y más tarde llegó el entrenador y nos dijo que corriésemos algo para entrar el calor y adaptarnos al ritmo de la carrera. Casi dos horas más tarde nos dieron los dorsales y nos colocamos en la línea de salida debido a que nos tocaba correr ya. Yo estaba con bastantes nervios pero sabía de gente corredora primeriza también y eso me consoló.

La señora dio el pistoletazo de salida y todas la personas echaron a correr como locos y yo como no era menos, también lo hice, grabe error. El primer rato lo llevé bastante bien pero por momento iba empeorando. El asma me empezó a afectar bastante y cada vez bajaba más posiciones hasta llegar a ser la del final. Mis amigas no iban mejor y yo me estaba desesperado. La gente empezó a terminar la carrera y yo iba poco más de la mitad pero eso tenía algo fantástico. Los espectadores me empezaron a animar para terminar la carrera y eso me dio esperanza. 

Terminé la carrera agotada, casi sin poder coger aire. Antes de ver a mis padres me acosté en el banco más cercano para poder coger algo de aire. En ese momento me vio la persona que lleva el coche para llevar las personas al hospital y me interrogó para ver si estaba bien o necesitaba algo como asistencia medica. Yo le respondí con tono de cansancio y me acompaño donde mis padres para cerciorarse de mi estado físico. Más tarde me encontré con mis amigas y comentamos la carrera y las tres aprendimos la importancia de no empezar de manera explosiva la carrera sino de manera relajada y mantenido el ritmo constante.  

Lipograma sin la i

Hace tres semanas que se acabó el verano. Hace tres semanas que se acabaron las tardes entre carcajadas con los colegas, los baños en la playa, los juegos de cartas, los amaneceres y los atardeceres, las verbenas... Son tantas las cosas que voy a echar de menos durante estos meses. Y es que ahora, un nuevo curso ha empezado, y de momento las jornadas y las semanas transcurren lentamente. 
¿Por qué se nos hace tan dura la vuelta? ¿Por qué no podemos gozar de un verano eterno? Estas preguntas me pasan por la cabeza a cada rato, pero no obtengo respuesta. Supongo, que no hay como contestarlas. 

No es justo que después de nueve largos meses de esfuerzo, el verano se palpe como un exhalo. Los segundos, las horas, las semanas... todo pasa volando, y para cuando nos queremos dar cuenta, estamos de nuevo sentados, con los codos sobre la mesa y escuchando de fondo al profesor. 

Ahora nos queda por delante un largo curso que afrontar. Un curso, que personalmente, afronto con duda, respeto, pero sobre todo, con ganas. Sé, por lo que me han contado, que este año no va a ser un paseo por las nubes y que de hecho será bastante enredado. Pero, haya por mayo, habremos llegado a la meta de nuestros años escolares, y estoy segura de que las colegas y los colegas que he hecho durante estos 16 años durarán eternamente. 

Espero que estos meses no se hagan muy pesados, y que para cuando nos queramos dar cuenta estemos gozando del verano y de sus perfectas aventuras de nuevo. 

viernes, 26 de septiembre de 2025

Lipograma sin la i

Dentro de dos semanas es el cumple de nuestra hermana. Hemos estado sus padres y yo pensando en un buen regalo, pero no nos hemos puesto de acuerdo. Ellos creen que comprarle algo de ropa es lo mejor, alguna sudadera o algún vaquero. Pero yo creo que lo que mas espera es algo hecho a mano. Pensaba en hacerle un álbum de fotos, con fotos de cuando era pequeña, con sus colegas del pueblo, sus padres, sus hermanos....
Como no nos hemos puesto de acuerdo, cada uno va a hacer su regalo. Ellos creo que han hecho una compra en Zara con dos blusas, un jersey y cuatro pendientes. Para que yo pueda hacer el regalo he estado hablando con muchas personas de su entorno para que me mandaran fotos con ella. He pensado que lo mejor es hacer el álbum a través de una app, donde solo tengo que poner las fotos que me gustan más, y ellos me lo mandaran hecho a casa. El regalo se supone que me llega la tarde antes de su cumple, ósea que mas vale que no tenga fallos, porque no me voy a poder a devolverlo y hacer otro regalo.
Yo creo que le va a encantar el álbum, y que será un recuerdo muy chulo, mejor que la ropa que le han comprado ellos.

Lipograma sin la U

 El día se abre con calma.

El sol se asoma en el cielo.

El aire entra en la ventana.

El canto de aves me alegra.


Salgo y miro la calle.

El perro me acompaña al andar.

El árbol me da sombra fresca.

Las hojas caen y giran.


El río pasa entero.

El pez nada ligero.

El pato descansa en la orilla.


Los niños corren en la plaza.

Las niñas saltan llenas de risa.

El gato se esconde en la hierba.

El perro ladra de alegría.


El pan espera en la mesa.

El café se nota en la sala.

El plato se llena de aroma.

El día avanza despacio.


El cielo se pinta de rojo.

La tarde llega sin pena.

La brisa recorre la piel.

El aire trae calma.


Se encienden faros en la calle.

El silencio de casa.

El reloj marca la hora.

La noche se acerca lenta.


Miro el cielo lleno de estrellas.

Veo lo bello del día.

El alma se mantiene en paz.

La vida me regala calma.


Lipograma sin la O

 En un valle marginal, entre altas cimas y manantiales, se alza un lugar especial, que está hasta arriba de vida, calma y energía. 

Allí habitan niñas, ancianas, sabias y viajeras, que se ayudan entre sí para crear un ambiente de estima y amabilidad. La tierra es fértil, la luz del día es brillante, y el aire transmite frescura y calma. Las mujeres que viven en este paraje se dedican a cultivar, pintar, escribir y cantar. Cada actividad es vista más allá de una tarea: es un ritual que les permite expresar su esencia. 

En las mañanas se levantan al alba, estiran sus extremidades, respiran aire limpio y agradecen el inicio de una nueva etapa. Luego se dirigen a la huerta, al taller de arte, al aula en la que se enseña a leer y a escribir a las más pequeñas. Allí se transmite saber sin prisa, sin exigencias extremas. 

El aprendizaje es un viaje alegre. Se les enseña a cuidar de sí mismas y del lugar que habitan, a tratar a cada ser mediante la empatía y gratitud. Al atardecer, el paisaje adquiere un matiz entre ámbar y malva, y las estrellas empiezan a aparecer una a una. En ese instante, ellas se sientan juntas, relatan historias y comparten risas. 

Este lugar se mantiene gracias a la entrega y ternura. Es una manera de vida equilibrada, en la que el ser respeta la tierra, a sí misma y a las demás. Así se gesta una armonía estable, que inspira a quien llega, sin necesidad de reglas rígidas ni límites artificiales.

Lipograma sin la “u”

 Deporte

El deporte te aleja de la enfermedad y te anima.

Correr, nadar o saltar son cosas básicas.

Al hacer algo físico, el ánimo cambia.

Hay más energía y la cabeza se relaja.

Excesiva gente mira el deporte solo como ocio.

Pero también es forma de amistad.

Jugar con amigos, pasar la tarde en la pista,

o reír tras ganar o perder, es algo vital.

En la etapa del colegio, el deporte es esencial.

No se trata solo de moverse o tener bola,

también de saber trabajar en equipo.

Cada vez que el compañero marca o falla,

el resto aprende a valorar y a animar.

El deporte también nos aleja  de malos hábitos.

En vez de pasar horas en la cama,

se sale al campo, a la naturaleza o al mar.

Así el día tiene alegría y ritmo.

En la adolescencia, el deporte es imprescindible. 

Sobre todo en la etapa de bachiller. 

Altos niveles de presión a enfrentar y estrés necesario de liberar.

Además da confianza, crea lazos y trae calma.

No es básico ganar siempre,

lo básico es participar y gozar.


jueves, 25 de septiembre de 2025

Lipograma sin la “u”


Este pasado fin de semana lo pasé increíblemente bien. El sábado a la mañana partido de baloncesto, y satisfactoriamente ganamos. Mas tarde comida con mi familia por el aniversario de de mi tia y de mi tío. Había tarta, regalos y bastantes risas. Por la tarde salí con mis amigas de siempre. Caminamos por las calles de Bilbao, hablamos de todo y tomamos pipas y gominolas, definitivamente demasiadas gominolas. El sol brillaba y el día se sentía perfecto. Por la noche regresé a casa cansada, pero feliz.

El domingo invertí varias horas del día a repasar y memorizar para el examen de mates del martes. Hice problemas y repasé los temas más difíciles. Al final del día sentí estar lista y también bastante mas desestresada. Mas tarde descansé viendo mi serie favorita. Mis padres me felicitaron por estar tantas horas repasando. A pesar de pasarse tan rápido el fin de semana, me sentí contenta por haber aprovechado cada momento. Combinar deporte, familia, amigas y aprendizaje es algo bastante satisfactorio.


Lipograma sin la "A"

(borre el otro porque escribí un texto lirico, y tenia que ser narrativo)


El único que pudo

Encerrado en mi prisión, sin poder ver el sol, este soy yo. En el momento que decidí no seguir, mi ser se rindió, no confié en mí, no me merezco el vivir... En un oscuro hoyo, espero por meses mi espíritu mi decisión, que no se tomó, por ende se quebró y se sepulcro. Que inoportuno fui, que por no querer sufrir, me conformé con vivir así, consecuente con mi destino he de ser, por ende ser, no me niego el ver mi ser reducirse el ser un escombro de lo que pude ser. Oh, por qué decidí de ese modo, no lo quiero. Oh, por qué seguir como estoy. Esto provocó que me refugie en un ser oscuro procedente del subsuelo, donde se encuentra gente sufriendo, el se fusionó ahora con mi yo, y desde entonces fuimos uno.

Me sentencio ese ser oscuro, volviendo mi mundo del revés, deseos locos me otorgó, y dió un propósito a mi ser de destrucción, lo ofrecido se consolido. Mi ser de mi prisión se liberó, oxigeno fresco respiró, y dos reyes de lejos vió. Esos no pudieron seguir al escuchar mi voz, el dolor que les dio provocó un ritmo mortífero en su interior, el primero se desplomó, y del otro me olvide yo.

Al sentir el poder de este ser oscuro, los fríos impulsos sin control, de lo que el mundo me quitó, surgieron de repente. Fue mejor, el deseo de poder y control, el rey del mundo soy yo. Entonces el ego despertó, y mi ser devoró sin control, se entrego mi cuerpo por ello, porque soy el único que lo logró, el que el reto superó, quien superó su miedo, y fue entonces el mejor. 

Quiso subir rumbo el sol, y vencerlo en un duelo, tener el control del universo. El ser oscuro que llevo, quien siempre me acompañó, con quien mi ser se fusionó, por fin obtuvo el cosmos, se volvió un ente superior, este orgulloso del sujeto, le convirtió en un ser eterno, el control del universo le otorgó. Pero el no se conformó, el ego le devoró y lucho contra su señor, el duelo épico comenzó.

Y sorprendentemente venció, el ser oscuro murió, entonces el rey de todo, se convirtió en un Dios. El ser que todo conquistó, entonces se convirtió, en el nuevo ser oscuro.


Asi se encontró este escrito; el escritor es desconocido, solo se supo que un ser oscuro lo involucró, y entonces formó un vínculo ello, eco de este universo, que juró volverse dios, y el ciclo recomenzó.

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Lipograma sin “U”

El año pasado por estas fechas hice el viaje más inolvidable vivido hasta el momento con mi familia: mi aita, mi ama, mi hermana y mi hermano.

Todo comenzó pensando en cómo sorprender a mi madre, iba a hacer los años y esta vez teníamos el deseo de esmerarnos; era el año para hacer algo especial, iba a celebrar los 50. La ocasión pedía hacer algo distinto a otras celebraciones.


Pensamos en regalarle algo material como ropa, cosas de belleza, zapatos… pero no nos convencía nada. Por ello, empezamos a pensar en experiencias especiales, para poder recordarlo toda la vida.


Miramos miles de opciones diferentes: conciertos, exposiciones de arte, obras de teatro, viajes con destinos a playas… Pero no estábamos convencidos del todo. Y pensando, dimos con el regalo perfecto: viajar en familia a Londres en Navidad. Ese destino siempre le había llamado la atención, pero no encontrábamos el momento para hacerlo.


Tras haberlo organizado todo, llegó el gran día. 

Eran las cinco de la mañana y mis hermanos y yo corrimos a la habitación de mis aitas a despertarles, como habíamos organizado con mi aita. Llevamos a mi madre a “La Paloma” sin darle explicaciones, y al pasar el control para embarcar, le dimos la gran noticia.


Todo salió perfecto y siempre lo recordaremos todos con gran cariño. ¡Esperamos poder repetirlo pronto!

Mi vecina muerta Mi pareja y yo acabábamos de mudarnos. En nuestro piso solo había dos puertas: la nuestra y la de una vecina mayor. La con...