¿Cómo explicar en una sola palabra lo vivido esta última semana? Indescriptible. Para alguien que no sea aficionado al fútbol seguro que le parece una chorrada, pero para mí, que sigo al Athletic desde que tengo uso de razón es algo increíble.
El sábado 6 de abril fue uno de los días más felices para todos los athletizales, no tengo ninguna duda. Tras 40 años perdiendo finales como Copa del rey, Europa League y Supercopa de España, ganar una competición como la Copa del Rey fue impresionante. Este tenía que ser nuestro año, si no era este, ¿cuándo sería?
Aquel día, Sevilla se convirtió en la calle Licenciado Pozas de Bilbao en pleno día de partido, más de 80 mil personas viajaron a la capital andaluza para ver y festejar la final de la Copa del rey con su equipo. No había esquina de Sevilla en la que no se viese una camiseta del Athletic.
Nunca había tenido la oportunidad de viajar al lugar donde se celebraba una final, pero vista la experiencia, tampoco creo que vaya a ser mi última final. No tuve la misma suerte que mi aita, él sí pudo entrar al estadio, yo me quedé en la Athletic Hiria viendo el partido en las pantallas con dos amigos.
Me pensé mucho si ir a Sevilla porque no me convencía la idea de ir sin entrada, pero ahora doy gracias de que pude vivir aquello, fue algo increíble y que costará mucho que se repita algo igual, mereció completamente la pena ir.
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