Etiquetas

domingo, 17 de marzo de 2024

Historias no contadas


Historias no contadas

Como todos conocemos, hace aproximadamente 88 años que  aquí, en España, ocurrió  uno de los episodios más sangrientos y violentos, la Guerra Civil Española. Esta terrible guerra acabó con la vida de medio millón de personas y el encarcelamiento de otras 50.000.  Pero estos son datos ya muy comentados y comúnmente conocidos. Por eso, a mí me gustaría llevarlo más allá de lo que son cifras e indagar en el impacto que tuvo la guerra en las personas: las dificultades que tuvieron que afrontar, sus experiencias… En definitiva, sacar a la luz las historias encerradas detrás de esos números. 

Por eso, os voy a contar la historia de una joven pareja vasca a la que le tocó vivir estos tiempos tan difíciles. Vivían felizmente casados y con dos preciosos niños. Tristemente,  pronto todo cambiaría para ellos y para otras tantas familias, concretamente el 17 de julio de 1936, tras estallar la guerra. 


El marido había estado trabajando en el Primer Gobierno Vasco como funcionario. Por ello, cuando estalló la guerra, quedarse en España para él no era una opción, pues sería detenido junto con su familia. Su escapatoria era Venezuela, de hecho los billetes ya los tenían comprados. ¿El problema? que las mujeres y los hombres viajaban por separado. Dividirse para ellos no era una opción. 


Pensar que en el momento no  existían los móviles y comunicarse no era tan sencillo como hoy en día. Entonces, ¿cuáles podrían ser las posibilidades de encontrarse de nuevo? Ya os lo digo yo, muy muy pocas. Por ello, muy a pesar de las consecuencias que esa decisión les supondría, decidieron quedarse. 

 

Como era de esperar, ambos fueron detenidos. Ambos fueron mandados a la cárcel. Pero cada uno a una diferente. La madre y los dos hijos no estuvieron demasiado tiempo allí, y pronto fueron liberados. Desgraciadamente, el marido no contó con la misma “suerte”, pues tras su estancia en la cárcel, le esperaría otra aún más larga en un campo de concentración. 


Mientras el hombre seguía recluido, la esposa tenía que ingeniárselas para sacar adelante a dos hijos por su cuenta. Se mire por donde se mire, el día a día de las personas del  bando perdedor se resume más en sobrevivir, que en vivir.


Sin lugar a dudas, fueron tiempos difíciles y duros. Por ese mismo motivo, creo que es de gran importancia que seamos conscientes de todo lo sucedido para poder aprender de ello. Y así,  no permitir que se vuelvan a cometer los mismos errores que en el pasado. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...