Etiquetas

martes, 12 de marzo de 2024

Elorriaga vs Urresola

Mi familia tiene una historia muy curiosa relacionada con la Guerra Civil. Por un lado, estaban los abuelos de mi madre, que eran rojos hasta la médula. Por otro lado, por parte de mi abuela paterna, eran requetés a más no poder y los de mi abuelo paterno eran nacionalistas y gudaris. Cuando apresaron a mi bisabuelo republicano en la cárcel de Sevilla, mi bisabuela Mercedes le escribía cartas y probablemente la más impactante para mi bisabuelo fue la del 17 de junio de 1937:

Querido Alberto, 

No sé si esta carta te llegará o serán en vano todos mis esfuerzos por encontrarte. Rezo todos los días por que estés a salvo y le pido a Dios que te devuelva a mis brazos para que conozcas a tu hijo. Ya tiene tres meses y es un niño sano y fuerte como su padre, así que le he llamado como tú, Alberto. Llevo días intentando localizarte y por fin he sabido que te encuentras preso en la cárcel de los nacionales de Sevilla. Sé que no muchos los presos que sobreviven, y menos si son tan abiertamente republicanos y anticatólicos como tú, pero yo sigo teniendo esperanza. Hasta que no me entreguen tu cadáver removeré cielo y tierra para encontrarte, te lo aseguro. Le he pedido a Luis, tu amigo del colegio, que intente sacarte de allí porque como se ha pasado al bando fascista le han destinado justo a la cárcel donde te encuentras tú. Tengo fe en que vuestra amistad será más fuerte que cualquier bando y que te sacará de allí.

La situación aquí en Miravalles se ha vuelto insoportable. Todos saben quienes somos los del bando republicano y temo por nuestras vidas constantemente. Desde que te fuiste a luchar las cosas han empeorado y los “paseos” han aumentado. Ya no atacan solamente a los gudaris, también nos están atacando a los civiles. Tengo mucho miedo, por mi y por Albertín, así que he decidido que no voy a esperar a que un fascista venga a mi casa y nos asesine, por lo que mañana marcharé a Santander con el niño en brazos. Una prima mía me ha asegurado que nos acogerá.  Me apena terriblemente dejar mi pueblo, pero ya no creo que tengamos nada que hacer. La guerra está perdida aquí. Incluso se rumorea que un tal Elorriaga entregará la rendición de Bilbao algún día de estos. Malditos nacionalistas, nos han vendido como unos auténticos cobardes para intentar salvar el pellejo, espero que vayan al infierno. Ojalá nunca se mezcle nuestra sangre con esa calaña. 

Por favor, cuídate, porque yo estaré esperándote. Te tengo presente en mis oraciones y en mis plegarias. 

Siempre tuya, 

Mercedes

Años después, en el Bilbao de los años 80, se descubrieron todos los archivos y estrategias del gobierno de vasco de la Guerra Civil en los bajos del Carlton. Una familia, la familia Elorriaga de la época, estaba viendo el reportaje en la tele cuando de pronto mi bisabuelo soltó con toda la parsimonia del mundo:

-¿Hombre, por fin han encontrado eso? Pues sí que han pasado años, si parece que fue ayer cuando me tocó sellar los bajos.

Toda la familia se quedó perpleja. Sabían que mi bisabuelo había sido comandante gudari, pero no tenían ni idea de lo que realmente hizo porque nunca contaba nada. Entonces, mi bisabuelo comenzó a explicarle a mi abuelo que ocurrió realmente:

- Corría el año 37 cuando los altos cargos de aquel gobierno provisional nos enlosó el marrón. Todos habían huido al exilio porque habían dado por perdida la guerra. Además, intentaron salvaguardar al País Vasco con el pacto de Santoña, pero no consiguieron nada. A los comandantes gudaris nos encomendaron la tarea de escoger quién sería el que entregase la rendición de Bilbao. Éramos unos 10 hombres candidatos  y por desgracia me tocó a mi, el resto se marchó a Irlanda. Así que entre los gudaris que se quedaron y yo tapiamos todos los bajos del Carlton y entregamos la rendición de Bilbao. Luego estuve preso en El Dueso, aunque fortuitamente salí de allí con vida. Aunque, también te digo, que a ti no te vino nada mal que nos quedáramos, porque si no no habrías conocido a esa hija de requetés y no te habrías casado con ella. 

Hoy en día, mi familia me sigue sorprendiendo con historias fascinantes sobre la guerra y sobre los papeles que desempeñaron. Tengo antepasados completamente republicanos por parte de ama y por parte de aita tengo por un lado a los carlistas y por el otro a los nacionalistas gudaris. Verdaderamente es un lio de ideologías que  sorprendentemente se entrelazaron unas con otras por algo más fuerte que cualquier ideología política, por el amor. Probablemente mis bisabuelos estarían todos horrorizados si pudiesen ver que su biznieta es una mezcla de los que fueron sus enemigos en batalla, pero para mi es solo una prueba de que en el fondo somos todos humanos y que es más fuerte lo que nos une que lo que nos separa.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...