Etiquetas

jueves, 29 de febrero de 2024

Marcando épocas

Era el verano de 2022. Yo y mis amigos nos dirigíamos en dirección al pueblo de veraneo habitual, disfrutando del último verano antes de nuestro inicio en bachillerato. Uno de mis mejores amigos entusiasta de la música, había descubierto una nueva canción de un artista poco conocido. Debido a mi gusto musical muy cambiante, tiendo a cansarme de las canciones muy rápido pero en esta, hubo algo que en las demás no había visto, algo que hizo que pegara conmigo incluso hasta el día de hoy. El tema fue muy bien recibido por todos mis amigos y sinceramente, me gustó a mi también. En cada momento de ese viaje nos encontrábamos con música, y esta sin duda fue una canción recurrente. Tanto nos gustó la canción que no dejó de sonar a lo largo de todas las vacaciones.


Al acabar ya el verano, yo y mi amigo habíamos ido descubriendo más sobre el compositor de nuestro himno de verano. Y fue aquí que descubrimos todo un mundo de música creada por este mismo cantante. Por suerte, las canciones no fueron lo único que nos encontramos al investigar sobre su carrera musical. Encontramos también que ese mismo octubre daría un concierto en Bilbao. Puesto que el artista seguía siendo relativamente poco conocido, las entradas nos salieron a un precio muy económico y no dudamos en comprarnos una cada uno. Acudimos al concierto que a día de hoy, sigue siendo el que más impactado me dejó. Además, tuvimos bastante suerte ya que poco después, el artista en cuestión comenzaría a aumentar exponencialmente en audiencia, tanto que empezó a sonar en muchos lugares distintos. En fiestas, en la radio, en los bares… En definitiva, se empezó a convertir en un cantante muy conocido. 


Quizás tan solo fue que me gustó como sonaba la canción esa primera vez que la escuché, que sonaba distinta a cualquier otra y que esto hizo que pegara conmigo, pero sospecho que esto no fue el verdadero motivo. Hoy en día suena la canción en cualquier lado y soy transportado a esos momentos de hace dos años. Ese verano en el coche con las ventanas bajadas, el aire cálido y placentero contra mi piel, el cielo azul sin ningún rastro de nubes, y sobre todo el estar rodeado de las personas que más aprecio. Y el concierto, gritando las canciones junto a un amigo verdadero, esas canciones que tantas veces habíamos escuchado juntos, y que ahora estábamos teniendo la oportunidad de vivirlas de cerca. Soy transportado a estos momentos, y no puedo evitar mostrar una sonrisa.


https://www.youtube.com/watch?v=gevlOhNYOgE

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...