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domingo, 14 de enero de 2024

¿Magia o destino? Parte 1

Como cada viernes cualquiera en mi vida, me encontraba paseando por el casco viejo, cuando me quedé embobada mirando un escaparate. No podía quitar mis ojos de una chaqueta de cuero negra. Sin dudarlo entré a la tienda, que era de segunda mano, y pregunté por esa maravilla. El recepcionista se asombró, ya que la tenía desde hacía 3 años. Ilusionado me hizo una rebaja porque se quería desprender de ella. Yo feliz acepté y me fui con la chaqueta envuelta en papel de periódico.

La noche siguiente había quedado con unos amigos y quise estrenar la chaqueta, estaba entusiasmada. Pero algo inesperado ocurrió. Cuando metí las manos en los bolsillos había un papel. Intrigada lo cogí y miré su contenido. Era una foto de un chico en la Torre Eiffel, parecía francés. Estaba tan interesada que seguí mirando la foto para encontrar más información sobre él y la encontré. Al voltear la foto hallé un nombre y una fecha, Bastian 18 de Julio de 2024. En ese momento se me abrieron los ojos como platos, no me lo creía. Esa fecha iba a ser en una semana y curiosamente yo me iba a ir a París esa semana entera a visitar la ciudad del amor. Sentí que todo eso no era una coincidencia y que el destino me quería decir algo. Por lo que decidí volver a la tienda de segunda mano a conseguir más datos de este chico.


Cuando llegué a la ubicación donde se encontraba la tienda, esta ya no estaba. No entendía nada, tenía claro que tenía que estar ahí, era como si se hubiera esfumado, como si nunca hubiera existido. Pregunté en los locales de al lado y nadie sabía de lo que hablaba. Algo estaba ocurriendo, pero no sabía el qué. Lo que tenía claro era que iba a averiguarlo, así que fui a París como tenía previsto, aunque los planes habían cambiado. Quería encontrar a ese chico, en ese momento me daba igual Paris.


Una semana después, allí estaba, en territorio francés, yo sola con una misión, encontrar a Bastian. Mi plan era ir a la Torre Eiffel el 18 de julio y verle. En mi cabeza tenía sentido, por qué sino iba a poner esa fecha en la foto?


Llegó el día y a las 8 de la mañana ya estaba enfrente de esa maravillosa estructura de hierro. Estaba muy nerviosa. Me pasé todo el día esperando ver a Bastian, comiéndome la cabeza. Al fin y al cabo yo sabía quién era él, pero él no tenía ni pajolera idea de quién era yo. Las horas pasaban y pasaban, y no aparecía. Era ya de noche y decidí esperar una hora más, hasta las 10, sino se presentaba me iría al hotel decepcionada. 


Dieron las 10 de la noche y empecé a caminar en dirección a donde me hospedaba, cabizbaja. Sin haber dado más de 10 pasos, me choqué con alguien y justo en ese momento empezaron a sonar todas las campanas de París. Me pegué un susto tremendo y cuando levanté la cabeza le vi, era él, era Bastian. Mi expresión facial cambió en una milésima y la suya también. Sin decir ni una sola palabra, emocionada le enseñé la foto que encontré en la chaqueta y mientras, él hacía lo mismo con una foto mía. Los dos pegamos un bote. No podíamos entender nada. Empezamos a hacer tantas preguntas que no nos podíamos ni entender. Decidimos sentarnos en un banco y tranquilizarnos.


Cuando nos tranquilizamos nos dimos cuenta que teníamos que contarnos muchas cosas y era demasiado tarde. Nos fuimos cada uno a su hotel y quedamos en vernos en ese mismo banco al día siguiente al mediodía.


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