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domingo, 28 de enero de 2024

Lipograma (sin la u)

Ya han pasado más de 4 años sin volver a China, desde el verano antes de la pandemia. Mis memorias se irán olvidando con el paso del tiempo, del colegio donde aprendí, de los amigos conocidos allí y de la localidad donde vivía. De momento, todavía podría describir la mayor parte de mi casa y del alrededor.

Esta casa era de siete pisos, donde se compartía entre varias familias. Todavía no olvido los detalles de la casa. Al pasar se veía la entrada principal con mobiliarios viejos y retratos. Más adelante se encontraban las escaleras y más a fondo el almacén y la cocina. Incluso más adentro, pasando por la cocina, estaba el jardín donde solíamos plantar vegetales o criar animales. 

Al ascender por las escaleras, a la derecha estaba el salón y entrando por él se hallaba la habitación de mis padres; en el medio el baño y al otro lado la habitación de mi amama. Otro piso más arriba, era la misma división de espacio, pero esta vez las habitaciones son la mía y la de mi hermano. En el resto de plantas, se hallaban lo mismo otra vez, sin embargo, en ellas ya habitaban otras personas.

La casa estaba rodeada de montes y de otros edificios, estaba posicionada más alto de lo normal. Bajando por las escaleras y atravesando callejones, se lograba salir hasta la carretera. No era tan moderna como ShangHai o Pekín, era bastante normal, calles repletas de tiendas o comedores, habitantes caminando y charlando por allí, pocos coches pasando por las carreteras… 

Si avanzamos por la derecha llegaríamos a la parte más moderna y poblada del sitio, tampoco es tan moderna como he dicho, pero está por encima de la parte donde vivía. El área está dividida por ríos, en el lado del frente, es donde hay más edificios, más variedad de tiendas y donde está la estación del tren. Es a lo largo de este río donde solíamos pasear la familia tras la cena. Se podía observar personas en el río, gente mayor bailando y niños divirtiéndose.

Desgraciadamente, a pesar de poder volver próximamente, ya no estará la casa donde vivía y donde compartí momentos inolvidables, por motivo de la demolición del edificio. De todos modos, estas memorias siempre persistirán en mi.


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