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domingo, 14 de enero de 2024

El objeto misterioso

 Era 5 de enero, decidí dar un paseo y una tienda llamó mi atención. Era pequeña y estaba un poco apartada del resto pero tenía una decoración muy llamativa. Al entrar vi objetos de todo tipo y a simple vista estaban en muy buen estado. Yo me fijé en uno en concreto. Estaba al final de la tienda medio escondido como si el objeto tuviera algo especial. Entonces le pedí que me lo envolviera en periódico y me lo llevé a casa. No sé porque lo hice pero sabía que tenía que hacerlo.

Nada más llegar a casa lo saqué y me quedé un rato delante pensando. Era una máquina de escribir y todavía no entiendo porque la había comprado si nunca me ha gustado escribir, pero a la vez sentía que había hecho lo correcto. Ya que la tenía ahí y quedaba poco para el día de Los Reyes Magos, se me ocurrió escribir la carta. Hacía muchos años que no la hacía pero era una buena excusa para poder probarla.


Mientras la escribía tenía la esperanza de que algo pasara pero no ocurrió nada y al terminarla me fui decepcionado a mi cuarto. Sin embargo, al cabo de unas horas tocan el timbre de la puerta. Estaba yo solo en casa por lo que me tocó abrir la puerta. Era un paquete que estaba a mi nombre y me resultó extraño porque yo no había pedido nada. Lo abrí con mucho entusiasmo pensando que podría haber sido cosa de la máquina de escribir, pero no, solo era un paquete para mi hermano que se había confundido al poner el nombre.


Ya había perdido casi todas mis esperanzas de que esa máquina tuviera algo especial, así que decidí volver a mi habitación y me quedé jugando a videojuegos. Después a la hora de cenar nos juntamos toda la familia y al terminar cada uno se fue a su casa.


Al día siguiente al despertarnos vimos un montón de regalos junto al árbol y mis dos hermanos y yo los abrimos muy ilusionados. Le dejamos primero al pequeño ya que le hacía más ilusión y luego fuimos nosotros. Abrimos todos y ellos y estaban todos los que yo había puesto en aquella carta el día anterior. No sé si la máquina tuvo algo que ver o fueron los Reyes Magos, pero cualquiera de las dos opciones eran buenas. A partir de ese día empecé a utilizar más la máquina escribo en ella todos mis deseos y sueños.

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