El otro día leímos en clase un blog que se titulaba: “Nacemos para morir”. No se si os acordaréis pero a mi por lo menos me hizo reflexionar. Lucía, al final del texto me dio a entender que lo que buscaba era una respuesta a cómo salir de esa agonía constante que consume el poco tiempo que tenemos. Pues bien, creo que tras un par de días comiéndome la cabeza, tengo la respuesta: “Vivir el momento en primera persona”.
Y sí, sé que ahora mismo pensáis que he sacado esta frase de Mr. Wonderful, pero es verdad. Con vivir el momento en primera persona, me refiero a aprender cada día lo bueno y lo malo que nos ofrece la vida.
Si nacemos para morir, qué mejor que vivir el momento, ¿no? Y vale que es una frase muy fácil de decir pero difícil de cumplir y que yo soy la primera que habla mucho y hace poco pero hay que intentarlo.
Yo creo que una de las claves es evitar los juicios negativos sobre lo que hice, hago o haré. Me explico: cuando me quedo atrapada en el pasado, tengo que decirme a mí misma “eso ya pasó y no lo puedo cambiar”, cuando mi día sea gris, puedo pensar que los días grises también son necesarios, cuando piense en el futuro y lo vea poco atractivo, me digo a mi misma que eso son mis miedos y que el futuro ya llegará y tendrá, seguro, cosas buenas también.
La vida merece la pena vivirla, en primera persona, siendo la protagonista. Tendrá cosas buenas y cosas menos buenas, pero sin duda será una vida vivida, porque “Nacemos para vivir”.
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