Etiquetas

domingo, 3 de abril de 2022

El chocolate

 Desde hace aproximadamente dos años le tengo una especie de trauma al chocolate. Esto empezó cuando en cuarto de la ESO me fui a estudiar un año a Estados Unidos. Allí, como todos sabéis, el mayor porcentaje de comida que los americanos ingieren es comida basura, pues bien, algo que se come mucho y que supongo que la gran mayoría de vosotros conoceréis son los reese’s. Estas son chocolatinas rellenas de mantequilla de cacahuete, un dulce que me encantaba y como consecuencia, acabé abusando de él. Compraba unos 5 paquetes de estos al día, y, a parte de ser uno de los dulces con más calorías, la consecuencia que me pagó factura a mayor escala fue el efecto que tuvieron en mi piel. 


Nunca he sido una niña con muchos granos, es decir, antes de irme a USA tenía la cara bien, como la mayoría de niños y niñas de mi edad. Sin embargo, fue irme a este país donde se cuida tan poco la alimentación y automáticamente caer en la tentación de empezar a comer lo mismo que ellos. Llegué al colegio en septiembre, y para navidad tenía la cara como una paella. Con el tiempo me empecé a acomplejar y dedicaba mis noches a buscar en Internet tratamientos antiacneicos de todo tipo. Cambié el invertir mi dinero en comida a invertirlo en cremas para la cara, sin embargo, ninguna de estas me funcionó. Seguía teniendo la cara igual, de hecho, cada vez iba a peor por lo que acabé descubriendo la existencia del roacután, unas pastillas para eliminar el acné. Desde el internado llamé a mi madre y le propuse empezar a tomar estas pastillas, propuesta a la que respondió que no (teniendo en cuenta que ella no era consciente de cómo tenía la cara en esos momentos). 


Debido a todos los granos que tenía, empecé a maquillarme y tapármelos como pudiese, cosa que tampoco ayudaba a mi piel. Después de navidades, en enero, me propuse dejar de tomar los famosos reese’s, ya que pensaba que estos eran los principales culpables. Desde entonces, no he vuelto a comer uno de estos chocolates. 


Todo esto hasta que en marzo, cuando fuimos enviados de vuelta a España debido al Covid, empecé a cuidarme la cara como nunca aprovechando que no podía salir de casa, al igual que eliminé de mi dieta todo tipo de alimentos que contuvieran chocolate. En cuanto a la realidad, el mito de que el chocolate saca granos es falso, no existe ninguna evidencia científica que demuestre que esto los provoquen, sin embargo, mi trauma sigue ahí. Con esto no quiero decir que no coma absolutamente nada con chocolate, me puedo comer galletas de chocolate, bollos con chocolate… pero lo que no se me pasa por la cabeza es comerme un onza de una tableta, es decir, chocolate a secas, por no hablar de que no creo que me vuelva a comer un reese’s entero en mi vida, simplemente por el hecho de que pienso que por uno que me coma me saldrán 8 granos por lo menos.


A todo esto, hoy en día si que estoy tomando las pastillas que le pedí a mi madre cuando estaba en Estados Unidos, y por ahora yo creo que es una de las mejores decisiones que he tomado ya que llevo 5 meses con ellas y se va notando el resultado. :)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...