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domingo, 19 de diciembre de 2021

EL BRILLO

La mayoría conoceréis este brillo del que hablo. ¿Alguna vez os habéis fijado en los ojos de las personas cuando hablan de algo que les gusta? En los ojos asoma un brillo, que da vida a la persona, como si algo dentro hubiera despertado. Este brillo a medida que vamos creciendo y vamos contagiándonos con la sociedad, va desapareciendo. 


Cuando éramos pequeños, prácticamente todo nos hacía ilusión, daba igual ir a saltar a un charco, cocinar albóndigas de arena, hacer un catalejo con un rollo de papel, ver una mariposa, todas estas cosas que hoy nos parecen insignificantes nos producían una alegría y un brillo indescriptible. Al estar con niños me doy cuenta de que esa ilusión es contagiosa, basta con tener unos minutos de conversación con un niño explicándote por qué se debería de construir un tobogán o una tirolina para bajar al patio y ver que te ha traspasado parte de las ganas y la energía que transmite. 


Creo que es imprescindible que encontremos cosas que hagan que nuestros ojos brillen de esta forma, porque la sociedad necesita de está ilusión. Si os fijáis, en la calle hay muchas expresiones vacías, sin luz, te cruzas con gente muerta viviente, que está viva en el sentido literal de la palabra, respira y completa demás funciones vitales, pero carece de sentimientos y de motivaciones. 


Es verdad, que hay ciertas épocas en las que por X o por Y cuesta más encontrar ese empujoncito, y estamos más desmotivados. Sin embargo, es en esos momentos, cuando tenemos que parar y buscar. El desencadenante de esa luz no siempre va a ser el mismo, puede ir variando, puede ser una conversación con alguien que te haya hecho plantearte cosas, un nuevo hobby o uno que ya tenías y al que le dedicas más tiempo, simplemente observar a gente ejerciendo de algo que disfruta, ir al mar, darte un baño, quedar con alguien que hacía mucho que no veías, un rayo de sol en invierno y un largo etcétera. 


Estas simples actividades no son muy difíciles de realizar y realmente marcan la diferencia. Nos recargan las pilas, para enfrentarnos al día a día, nos llenan de energía y de buen humor y nos motiva a ponernos objetivos e ir a por ellos. Está en las manos de todos tratar de contagiar está ilusión, antes de que la incertidumbre y desmotivación ante la situación actual se expanda del todo.


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