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miércoles, 14 de febrero de 2024

Prisioneros de lo efímero

 Soy una persona a la que le gusta estar al tanto de lo que hacen mis amigos y amigas, que tal les va, que es de ellos… Fue por esto mismo por lo que me adentré en las redes sociales de mi amigo, al cual llevaba mucho tiempo sin ver por cuestión de distancia. Me asombró una foto en la que aparecía él con su novia en Gaztelugatxe, no porque fuese una imagen muy bonita, que también, sino principalmente porque en el fondo de la imagen aparecía mi hermano interactuando cariñosamente con una chica la cual no era su novia. Para mayor colmo resultó que aquella chica no era mi mejor amiga, la que para entonces se suponía que era la pareja de mi hermano, por lo que no me quedó más opción que la de contárselo.



En cuanto quedé con ella para decirle lo sucedido se me vino a la mente lo normalizadas que están situaciones como esta en la sociedad actual, pues eran inimaginables en la España de hace 70 años. Hoy en día se cometen muchas más infidelidades que en aquellos tiempos, este hecho quizá venga dado por lo efímero que es todo hoy en día. Nos conformamos con emociones y estímulos intensos pero de corto plazo, un ejemplo de ello son las redes sociales. Lo que más se consume a día de hoy es TikTok o Instagram, redes sociales en las que se publican videos de no más de 30 segundos, porque sino el consumidor se aburre y pasa a ver el siguiente video.



Este hecho no toma protagonismo solo en el ámbito de las redes sociales, se puede extrapolar a cualquier situación. Cada vez somos menos pacientes y necesitamos más cambios para experimentar nuevos estímulos, como en las relaciones amorosas. Todo ello añadido al desarrollo tecnológico año tras año, da como resultado una sociedad en la que somos prisioneros de lo efímero, y en términos generales, se puede considerar este contenido como la droga de la juventud actual.


Tras este acontecimiento no me quedo otra opción que la de consolar a mi amiga y discutir con mi hermano, tratando de liberarlo de la condena de la efimeridad entre barrotes de las redes sociales.



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