Etiquetas

domingo, 28 de enero de 2024

Lipograma sin la I

‒ Tal vez no fue nuestro mejor momento. Nos encontrábamos en el aeropuerto, observando cómo nuestra aeronave se marchaba, la que nos tuvo que estar llevando a casa en ese momento. Naturalmente, estando en Japón, los encargados nos hablaban en su lengua materna, y como en esa época no todos eran capaces de hablar en otras lenguas, no nos logramos entender con ellos. Tras un largo rato de no llegar a nada, nos cansamos de tratar de resolver el problema, por lo tanto optamos por regresar cada uno de nosotros a su hotel. En el trayecto al hotel, me quedé pensando en la mala suerte que tuve. “De no haberme quedado en la cama hasta tarde, seguro que llegábamos” pensé. Tras un rato en coche, llegué hasta el hotel. Tras pagar lo justo para quedarme una noche más, entré al cuarto y me quedé pensando en qué hacer tumbado sobre la cama observando el techo, cuando de pronto me sonó el teléfono. Era un compañero escolar japonés muy cercano preguntándome a ver dónde estaba, y cuando llegaba a casa. Le comenté lo que nos pasó hace un rato en el aeropuerto y que por esa razón, estaba aún en el hotel. Para aprovechar el hecho de que me quedaba en Japón, aunque solo fuera unas horas más hasta que encontrara otro vuelo a España, opté por quedar con él y sus compañeros en el bar. Me duché, me puse ropa nueva y me preparé para el encuentro con ellos, aunque no estaba muy seguro de lo que me esperaba en el bar, ya que nunca pude encontrar un momento para quedar con ellos antes. Al llegar al bar en donde se encontraban, me aseguré de tener el pelo arreglado correctamente y crucé la puerta. No tardé en verles. Me señalaron para que me acercara a ellos y fue en ese momento que de repente me encontré a punto de desmayarme. Junto al compañero con el que hablé por teléfono, estaba la muchacha más bella del mundo entero. Ese fue el día que a tu abuela conoc-


‒ Que encuentro más encantador abuelo.


‒ ¡Pero déjame acabar la frase!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos pagamos por pecadores.

 Cada vez el ser humano es mas cruel y no tiene piedad en hacer cualquier cosa por conseguir lo que quieren, sin importar si muere un inocen...