La música es el anestésico favorito de muchas personas. En casa, en la calle con los auriculares, de viaje, en las esperas, con los amigos, cuando todo va bien y cuando todo va regular. Incluso como herramienta para estudiar, memorizar y entender conceptos. Algunos escuchan música en vivo, otros en Spotify y Youtube, otros la producen, la cantan o la tocan en instrumentos musicales. Por todo esto, yo considero que la música conecta a las personas. Las canciones las podemos asociar a personas, experiencias, lugares e incluso momentos de nuestra vida. Esto hace que la música tenga un gran valor para las personas desde hace siglos. Da igual que género escuches ni que artista sea tu favorito, ya que las canciones a todos nos transmiten algo. Las canciones nos transmiten un sentimiento, una vivencia, de alguna manera nos remueve por dentro. Hay canciones que nos ponen tristes, otras nostálgicos, con otras nos sentimos tranquilos y con otras gritamos a pleno pulmón.
Además, la música no es solo desconexión y disfrute. La música que escuchamos también tiene que ver con nuestro crecimiento, superación personal y transformación, pues nos hace reflexionar y cambiar nuestro comportamiento.
¿Podríamos vivir sin música? Quizás sí, pero seguramente la vida sería diferente a como ahora la concebimos. Pocas personas tienen el don de saber producirla, pero todos tenemos la capacidad de saber disfrutarla. Que la música no pare.
No hay comentarios:
Publicar un comentario