La edad es sólo un número

El otro día, mientras me cambiaba después de llegar de clase, mi padre se empezó a reír por una noticia que había escuchado en la radio sobre que la Reina de Inglaterra había rechazado el premio de “anciana del año”. Le hizo gracia porque, a pesar de ser un premio con un importante valor y prestigio, el nombre no deja de resultar curioso. 

Este galardón lleva siendo otorgado a diferentes personas de mayor edad durante más de 25 años. Diferentes profesionales como enfermeros, actores o atletas han recibido este premio. Sin embargo, la reina decidió no aceptar este homenaje, y el motivo es que, según ella, “uno no es tan mayor como se siente”, lo cual me hizo reflexionar.

Le hemos dado demasiada importancia a la edad cuando lo que verdaderamente importa es la actitud de cada persona y la visión que tenga del mundo. Todos habremos escuchado alguna vez la famosa frase de “la edad es solo un número”, y creo que es una frase que lleva mucha razón y que por eso es tan usada, ya que pienso que no hay un límite de edad para nada y que todos nosotros podemos hacer lo que queramos cuando queramos. Si esto no fuera así, ¿cuál sería el límite de edad para ir al parque de atracciones, ir a discotecas o saltar en paracaídas, por ejemplo? Estas actividades las solemos relacionar con gente jóven, ya que es el tipo de gente que suele realizarlas. Es por esto que en ocasiones, cuando vemos a gente mayor hacer este tipo de actividades a las que no estamos acostumbrados a verlos, se nos hace raro, cuando no debería ser de esta forma.

Obviamente, esto depende del estado de salud de cada uno y de las ganas que tenga de hacer cosas que no sean habituales a esa edad. A mí (al igual que a todo el mundo supongo) me gustaría llegar a los 70-80 años y pensar, ¿qué me queda por hacer que no haya hecho hasta ahora? En el momento en el que se me ocurriese algo que pudiese hacer, lo haría sin ninguna duda, a pesar de que a muchas personas les pudiera parecer muy tarde.

Es gracias a estas personas que existe la frase que he comentado al principio. Parece que al llegar a determinada edad se te cierran las puertas a realizar cosas que, ya sea por la circunstancia que sea, no has podido hacer antes. En mi opinión no hay un margen de edad en el que estés obligado a hacer las cosas que quieras y una vez lo hayas pasado ya no puedes, sino que cada persona es libre y puede hacer en cualquier momento lo que le apetezca.