jueves, 16 de octubre de 2025

Diacomanía

 Muchos conoceréis la canción de “Todos los días sale el sol” o directamente “El txipirón”, porque es súper típica de las verbenas de los pueblos. Suena en todas partes y en cuanto empieza, todo el mundo se pone a saltar y a cantar. Pero para mí, esa canción tiene un significado un poco diferente.


La primera vez que la escuché no fue en una fiesta, sino en la piscina de La Alhóndiga, el Centro Azkuna. Todos los domingos por la mañana iba allí con mi padre y mis hermanas a nadar unas horas, y siempre que íbamos, en la clase de bici acuática ponían “El Txipiron”. A mi padre le encantaba, y al final, de tanto escucharla, me la acabé aprendiendo también.


Con los años, la canción me ha ido gustando cada vez más. Me encanta ver que, aunque salió hace 14 años ya, se sigue escuchando en las fiestas de los pueblos, donde todo el mundo la canta con la misma alegría. Ahora la asocio un montón a esos momentos de fiesta, de pasarlo bien con los amigos, pero también a aquellos domingos en familia.


Echo de menos esas mañanas de piscina, pero las recuerdo con mucho cariño y alegría. Para mí, “El Txipiron” no es solo una canción divertida, es un recuerdo bonito de mi infancia que siempre me acompaña.

Enlace: https://youtu.be/2Fy8P1MVfsQ?si=bqYmiwvveeOPSh2P


Discomanía

La mitad de mi familia es gallega y vive en un pequeño pueblo de la provincia de la Coruña, a veinte kilómetros de la costa. Sobre todo cuando era pequeña, cada mes emprendía junto a mis padres y mi hermana pequeña, un viaje de cinco horas y media para llegar a casa de mis abuelos. Las horas de viaje se hacían interminables y para hacerlas más amenas, nos entreteníamos escuchando música y jugando al veo veo. Teníamos y aún mantenemos un gran repertorio musical, que va desde Bruce Springsteen a Treixadura, pasando por Fito y sin olvidarnos de Mecano. Pero sin lugar a duda, la protagonista de nuestros conciertos sobre ruedas, es Adele. Mi padre, que siempre ha sido muy fan de la artista británica, era el encargado de poner siempre alguno de sus discos, de modo que es el culpable de que ahora conozca todas sus canciones de pe a pa. La verdad es que se me hace muy difícil elegir una única canción de su gran repertorio, porque la verdad es que todas sus creaciones se pueden considerar temazos. Pero hay una canción que para mí destaca entre las demás. Y como pequeño spoiler, no es una de las “míticas”. “Daydreamer” es la elegida. Es una canción con una instrumental tan sencilla, que me transmite mucha paz. La autenticidad y sencillez de una simple guitarra acústica permite que el vozarrón de la cantante brille, creando una atmósfera que atrapa completamente a cualquiera que la escucha. Además, la letra habla sobre una persona buena, soñadora, que está ahí para cuando la necesitan y que cuida los detalles, y creo que eso representa bastante la persona en la que me gustaría convertirme. Como conclusión, podría decir que esta es una canción que representa en lo que yo deseo convertirme, pero también me transporta a los largos viajes de mi infancia disfrutando en familia del camino a la que considero al que considero mi segundo hogar.

Link: https://youtu.be/_lKVfZ0RthQ?si=vO1dE5efKR5Hmyxs




Discomanía: Love Story - Taylor Swift

La canción que se ha convertido en una de las canciones más importantes de mi vida, no la elegí yo directamente y además no la conocía cuando me la presentaron.

A principios de la ESO, como me gustaba mucho la música y quería aprender a tocar un instrumento, me apunté a clases de guitarra. Después de estar unos meses aprendiendo los básicos, el profesor empezó a darme canciones conocidas del momento del género pop para que empezara a tocar canciones completas y no solo ejercicios de clase. Una de las primeras canciones que me dio, concretamente la segunda, fue Love Story de Taylor Swift. El profesor me dijo que me dio esa canción porque fue publicada el año en el que nací (2008), y todavía 12 años después seguía siendo muy exitosa. Yo ya había oído hablar de Taylor Swift antes, pero sí que es verdad que esa canción no la había oído jamás. El mismo día que me presentó la canción, me pasé toda la tarde escuchándola. Me encantó. En clase de guitarra veíamos varias canciones en paralelo para que no me aburriera. Pero yo en casa sólo practicaba esa. 


No lo he dicho antes, pero empezar a tocar un instrumento requiere mucho esfuerzo y trabajo. Para ver algún tipo de mejoría hay que practicar mínimo dos veces por semana. Para mí era difícil encontrar motivación para hacerlo ya que, como tenía muy poca experiencia, todo lo que tocaba sonaba horrible. Por esto, mi madre se propuso que siempre que yo practicara estaría a mi lado y me animaría. Si yo tocaba una canción con letra, ella cantaba y me aplaudía. Entre que las letras estaban en inglés, mi madre no cantaba especialmente bien y mi calidad guitarrística era inferior a mediocre, eso sonaba horrible, pero lo pasábamos genial.


Y claro, como practicaba tanto la canción de Taylor Swift, mi madre, de tanto cantarla, terminó aprendiendo la letra, y desde ahí empezó a extenderse a toda mi familia. Se convirtió en mi himno de la guitarra y la había platicado tantas veces que era la única canción que me salía decente.


Ahora, casi seis años de clase más tarde, la sé tocar a la perfección. Pero esa canción siempre seguirá recordándome, no solo al esfuerzo que hice yo al practicarla, sino al esfuerzo que hizo toda mi familia por acompañarme en el proceso difícil que era tocar algo, intentar que sonara bien, cuando sonaba fatal.


Link: https://youtu.be/8xg3vE8Ie_E?si=pGloimOuKjMvlq8X


Blog 5- “Mi limón mi limonero”

 Mi limón mi limonero


Esta es sin duda la canción de mi vida. Es una canción muy antigua de Henry Stephen. Te  preguntarás ¿y tú de que la conoces? La conozco gracias a Chema y Miriam (la madrina de mi hermana y su marido). 


Cuando éramos pequeñas, mi familia y yo siempre íbamos a Silanes que es donde ellos viven. Íbamos siempre en navidad, semana santa y en verano. Este pueblo pequeño y con 4 habitantes se encuentra en Burgos. Es un sitio mágico para mí. Rodeado de silencio y de pura naturaleza donde desconectar de la vida. Como una burbuja donde aislarse durante 4-5 días. 


Cada vez que bajamos a Pancorbo, un pueblito de al lado, a tomar algo, mi hermana y yo siempre nos subíamos en el coche de ellos porque sabíamos que nos esperaba uno de los mejores viajes en coche de nuestra vida. Me acuerdo perfectamente de la primera vez que Chema nos puso esta canción. Cogió su estuche de los discos e introdujo el CD. Busco la canción “mi limón mi limonero” y se puso a cantar como loco. Por supuesto Miryam le siguió, le seguía a donde él fuera sin pensar tan sí quiero en lo que estaban haciendo. Además la cantaron con incluso más ímpetu  puesto que era una de sus canciones favoritas. Mi hermana y yo al principio solo admiramos cómo se miraban con cada nota que cantaban, como saboreaban esa canción la cual iba a ser la canción de mi vida en un futuro.


Después de ese gran día, mi hermana y yo siempre les pedíamos que nos pusieran la canción. Me acuerdo yo cantandola con mi hermana, bueno más que cantando gritandola. Me acuerdo de las ventanas bajadas y la brisa entrando por la ventana de Chema. Mirar por la ventana y ver los prados amaillos o verdes o marrones, dependiendo la estación del año. 


No tengo ningún tipo de duda que esta es la canción de mi vida la cual siempre me recordara aquellos momento de paz y tranquilidad con mis personas favoritas en este mundo.


https://youtu.be/-Nnh6gIRHy4?si=GoFl9bGlMcq_-cgt


domingo, 12 de octubre de 2025

HOW-TO

 La primera vez que alguna persona se mete al mar abierto a bucear con botella, suele sentir respeto, o incluso un poco de miedo. El mar impone y la idea de respirar bajo el agua puede resultar un poco extraña, pero una vez dentro, una de las cosas que más gusta a la gente es el silencio que se percibe.

Lo primero que hay que hacer es buscar un compañero o compañera con el que bucear, y si es la primera vez que te sumerges en el azul, lo más importante es que lo hagas con un instructor experto, el cual te de instrucciones y te aporte facilidad a la hora de hacer las cosas.                                                                       Una vez conseguido esto, asegúrate de conseguir el equipo necesario; el neopreno, que depende de la temperatura a la que esté el agua, será mas grueso o mas fino, el “jacket”, las aletas, por supuesto la botella y etc.

Después de esto, lo primero será aprender a montar el equipo entero. Al principio puede ser muy confuso, ya que son muchas cosas a tener en cuenta, pero una vez hechas muchas inmersiones, sale solo, es como una rutina.

El primer paso para montarlo es unir el chaleco a la botella, asegurándote de que esté bien amarrada para  que cuando saltes al agua, no salga disparada.                                                                                                Una vez hecho esto, revisa la junta tórica, de esta manera no sufrirás ninguna perdida de aire y seguido coloca los reguladores, comprobando también qué  funcionan correctamente y comprueba que el chaleco se hincha, para evitar irte al fondo del mar como un plomo.

Una vez completado el montaje, vístete con todo lo necesario, es decir, neopreno, escarpines, aletas gafas y la capucha a tu gusto.

Una vez llegado al punto de inmersión y después de haber planificado lo que vas a ver, saltas al agua desde el barco, o bien de espaldas o dando un paso al frente, dejándote caer, pero antes de nada, te tienes que sujetar las gafas, el regulador y el cinturón de lastre, para que nada salga “volando”.

Una vez en el agua tu y tu compañero os tenéis que hacer una revisión mutuamente y ver si todo esta en su sitio. Luego de confirmar que todo esté correcto, comienzas a sumergirte deshinchando el chaleco.             A medida que vas bajando hay que compensar para igualar la presión del oído interno a la presión exterior y evitar, además del dolor, que pueda reventar el tímpano, por efecto de dicha presión.                                 Cuando llegas al fondo, hay que tener en cuenta la flotabilidad, puede parecer algo fácil, pero para lograr rápidamente esa flotabilidad, a parte de tener mucha experiencia, hay que saber controlar la respiración y el cuanto inflar el chaleco. Ya que cada vez que se inhala, el cuerpo tiende a ascender, así que hay que evitar a toda costa subir como una boya, pero al exhalar también hay que tener en cuenta el no irte muy abajo y levantar el fondo marino a medida que aleteas. 

Al terminar la inmersión, la cual durará al rededor de unos 50 minutos, hay que desalar todo el equipo y ponerlo a secar.


How to do

 Todo esto empezó cuando era una niña pequeña. Yo como la mayoría de niños tenia las cejas echas un desastre lo cual a mi no me importaba pero a mi madre los temas de la estética le encantaban y me empezó a acer las cejas. No era nada exagerado de echo segura mente ni se notaba prácticamente pero a mi me encanto me veía muchísimo mas guapa con las cejas echas. Ya ahi empezó mi obsesión. Las cejas son super importantes trasmitir emociones, si están bien echas puede mejorar tu simetría de la cara y lo mas importante es un rasgo distintivo de cada persona. 

Yo en este sentido aprendi a hacerlo autodidacta, al principio me salían fatal una mas corta que la otra, una mas fina y incluso mas levantada, menos mal que el pelo volvía a salir. Pero de un día para otro encontré mi forma perfecta. 

Me empeze a dar cuenta de que esto de hacer las cejas se me daba bien cuando mis amigas mas cercanas me empezaron a pedir que les hiciera las cejas pero llego un momento que que incluso personas con las que no me llevaba  tanto me podían que se las hiciera, lo cual me hacia mucha ilusión.

El proceso es básicamente fijarte en la organización de la cara si tiene una expresión muy fuerte o mas suave decides la forma de la deja. Por mucho que a una persona le quede mejor un estilo de cejas le tienes que preguntar si le gustan de esa forma o prefiere de otra. También hay que hacer una linea desde el arco de cupido asta el rabillo de ojo para saber mas o menos como de larga va a ser. 

Y para mi como paso mas importante es ir quitando poco a poco y mas o menos quitar lineas de pelos, esto quiere decir que tienes que llevar un orden no quitar un pelo de cada lado por que si no te pueden quedar asimétricas  


HOW-TO


Desde hace varios años, noto que tengo problemas digestivos. Así que hace poco,

decidí ir al medico para ver si tenía solución. Lo primero que me mandaron fue

seguir una dieta llamada baja en FODMAP. Esto me restringía de comer muchos

alimentos, como el gluten, azúcar, leche de vaca… Y ello me llevó a empezar a cocinar 

postres caseros y saludables, ya que cuando tenía antojo de algo dulce, no podía

quitármelo con postres y dulces tradicionales.


No fue fácil encontrar un postre que estuviese especialmente bueno ya que no podía

comer muchos alimentos que se necesitaban para hacerlos. Pero un día, estaba aburrida

viendo Tik Tok, y me salió el postre perfecto: “brownie saludable”.  La receta era muy

sencilla y podía consumir todos los ingredientes, así que decidí probarla. 


Lo primero que tuve que hacer fue buscar un recipiente pequeño de cristal (para poder

meter al microondas posteriormente). Después, tuve que coger el plátano más maduro

que había en mi casa y machacarlo con un tenedor. Este paso era importante porque al

estar muy maduro, iba a hacer que el postre estuviera más dulce.


Seguido, añadí a ojo, un huevo y yogur de coco (ya que no contenía leche de vaca) y lo

mezclé todo. Después, tocaban los ingredientes en seco. Así que vertí el cacao puro en

polvo dentro del bol y lo revolví todo (este paso hay que hacerlo con cuidado ya que se

puede salir del bol al revolverlo). Y, por último, eché la levadura química en polvo (para

que multiplicase su tamaño al calentarlo). Una vez tenía todos los ingredientes bien

mezclados y sin grumos, había que meterlo al microondas durante tres minutos más o menos. 


Al sacarlo del microondas la verdad es que no se parecía mucho a un brownie y tampoco

tenía muy buena pinta. Aún así, decidí probarlo. La verdad es que me sorprendió cómo

podía saber tan bien, teniendo en cuenta los ingredientes que llevaba y la pinta que tenía

cuando lo saque del microondas. Desde ese momento, siempre que me apetece algo dulce,

opto por esta opción ya que es rápida y no me sienta mal a la tripa.



HOW-TO

 Desde que era pequeña he ido una o dos veces al año a Francia a esquiar con mi familia y amigos. Siempre he disfrutado mucho de los crepes que hacen allí.  Hace unos 5 años una amiga con la que suelo ir me invitó a desayunar crepes en su casa y estuve observando cómo los hacía. Ahora soy toda una experta porque suelo hacerlos para desayunar con mi familia los fines de semana.  En Francia siempre  les  he visto utilizar una máquina eléctrica especial para crepes (crepera) pero a mí con mi sartén me quedan genial.  

Ingredientes para la masa: un huevo, 125 gr de harina (tamizada con un colador), un cuarto litro de leche, un chorrito de aceite, dos cucharadas pequeñas rasas de azúcar y una de sal. 

Voy añadiendo todos los ingredientes en un bol y mezclo todo con un batidor de barillas. Después, pongo una sartén plana para crepes a fuego medio, y aquí está lo habilidoso de la receta, vierto rápido medio cazo de la masa y muevo la sartén de manera que la masa ocupe totalmente la base de la sartén. Una vez que empiezan a salir burbujitas, le doy la vuelta y cuando coge un poco de calor le añado york y queso.  Cuando el queso se derrite hago un paquetito haciendo dos dosbleces hacia el centro de la masa formando un rectángulo y “c’est fini”.  A veces los hago también dulces con nocilla. En casa mis padres son mis fans número uno. La primera vez que los hice, me quedaron tan bien que decidí escribir la receta en mi diario de “top model”  que tenía llave.  Por supuesto lo cerré y lo escondí para que nadie supiera mi receta secreta.  He de decidir que lo escondí tan bien que yo misma no he sido capaz de encontrarlo. Se podría decir que también se me da bien esconder cosas y luego perderlas. 

HOW-TO

En mi casa nos encantan los brownies y desde hace tiempo soy yo la que junto a mi hermano, mi aita o sola, los preparo en casa. Sé que hacer brownies puede parecer una tarea muy fácil, pero que salgan increíbles no es algo tan sencillo. He de decir que yo al principio no los hacía igual de perfectos que ahora. Por ello voy a explicar la receta que seguimos en mi casa y algunos de los trucos para que vuestros brownies salgan riquísimos.

 

Primero de todo es muy importante precalentar el horno a 170° e ir engrasando el molde con mantequilla o cubrirlo con papel de hornear.


Por otro lado, tenemos que derretir el chocolate junto con la mantequilla en el microondas, en intervalos de 30 segundos para que no se queme y así consigamos una crema súper suave de chocolate y que por cierto está que te mueres, pero eso sí, es importante no comérsela antes de tiempo.

En un bol mediano, mezclamos, la harina, el cacao en polvo, el café, la sal y la levadura en polvo y todo esto lo reservamos para otro momento.


Por otro lado, en un bol grande, mezclamos el azúcar y los huevos, y es recomendable que sea con una varilla.

A esta misma mezcla, le tenemos que añadir el chocolate con mantequilla que hemos preparado antes y ahora si batirlo manualmente. El siguiente paso sería añadir la mezcla de la harina que hemos hecho anteriormente y usando una espátula, la cual es tiene que se de silicona mezclaremos todo. Como toque especial en mi casa nos gusta añadirle nueces y trocitos de chocolate sin derretir. Para que así luego al morderlos notemos el chocolate y las nueces.

Ya para ir acabando esta mezcla la tenemos que echar en el molde que hemos preparado al principio de la receta y cocinarlo durante 40 minutos en el horno. Uno de los mayores trucos sería que, aunque el tiempo de cocinado sean 40 minutos si lo sacamos a los 35, el brownie quedaría más esponjoso y jugoso. Y ahora sí, ¡Listo para disfrutar!


BLOG 4

Ser portero en fútbol no solo consiste en parar balones, sino en ser el líder silencioso que da confianza al equipo. Para empezar, mantén siempre una buena postura: rodillas flexionadas, manos listas y los ojos en el balón. Colócate correctamente entre la pelota y el centro de la portería, y muévete sin quedarte quieto. Trabaja tus reflejos con ejercicios rápidos y aprende a decidir cuándo atrapar o desviar el balón. No tengas miedo de lanzarte al suelo o salir del arco con decisión. La comunicación es clave: avisa a tus defensas con voz fuerte y clara. Entrena también con los pies, ya que un portero moderno debe saber jugar con el balón. Cuida tu físico, calienta antes de cada partido y mantente concentrado en todo momento. Analiza los tiros de los rivales para anticiparte.

Ser un buen portero requiere técnica, valentía y constancia. Debes entrenar los saltos para dominar los balones aéreos y mejorar tu impulso. Aprende a leer el juego y a reaccionar ante diferentes situaciones, desde penaltis hasta centros peligrosos. La calma es tu mejor aliada: si cometes un error, recupérate rápido y sigue confiando en ti. Observa a los porteros profesionales y fíjate en su colocación y movimientos. Mantén tus guantes y equipamiento en buen estado, y revisa siempre tu portería antes de empezar. Además, recuerda que el portero también motiva a su equipo, transmite seguridad y energía. Con disciplina y pasión, cada entrenamiento te acercará a tu mejor versión. Y, sobre todo, disfruta: ser portero es un desafío, pero también una posición única y emocionante.

HOW-TO

 Los tequeños son una comida que me gusta mucho y que mí padre me enseñó a preparar, aunque aquí se les conoce como dedos de queso. Es un plato que como muy a menudo y que he hecho en varias ocasiones, incluyendo una vez que lo preparé en el colegio para una asignatura. El día de hoy les voy a enseñar como yo los preparo paso por paso. 

Para preparar estos tequeños vas a necesitar una taza y media de harina de trigo, dos cucharadas de azúcar, una pizca de sal, cien gramos de mantequilla cortada en cubitos, ciento cincuenta gramos de queso (puede ser blanco duro o el que prefieras para fundir), y aceite suficiente para freír. Si quieres, puedes tener un poco más de harina a mano para espolvorear la mesa cuando estires la masa.

Primero mezcla el azúcar con la harina en un bol grande hasta que se integren bien. Remueve con una cuchara o una espátula hasta que no queden grumos visibles. Luego añade la sal y sigue mezclando un poco más para que todo quede bien repartido.

Agrega la mantequilla cortada en cubitos y mézclala con las manos o con un tenedor. Al principio la mezcla estará algo suelta, pero poco a poco se volverá más arenosa. Si la mantequilla está muy dura, puedes dejarla reposar unos minutos a temperatura ambiente. Cuando la textura se parezca a migas de pan, incorpora el queso y mezcla hasta que se forme una masa uniforme. Junta todo, forma una bola, envuélvela en film transparente y déjala reposar en la nevera unos veinte minutos para que tome firmeza.

Pasado ese tiempo, espolvorea un poco de harina sobre la mesa o la superficie donde vayas a trabajar. Coloca la masa encima y estírala con un rodillo hasta que quede lisa y de un grosor parejo. Corta tiras de unos dos centímetros y medio de ancho y de diez a quince centímetros de largo. Luego corta el queso en bastones de unos seis centímetros de largo y un centímetro de ancho. Coloca cada bastón en una tira de masa y enróllalo con cuidado, sellando bien los extremos para que no se salga el queso al freír.

Calienta suficiente aceite en una sartén o freidora a temperatura media-alta. Cuando esté bien caliente, fríe los tequeños por tandas hasta que estén doraditos y crujientes por fuera. Sácalos con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.

Por último, sírvelos calientes y disfrútalos recién hechos, solos o acompañados de alguna salsa. Son perfectos para compartir o para disfrutar como un antojo a cualquier hora.

HOW-TO

 CÓMO HACER GALLETAS CON CHISPAS DE CHOCOLATE


Hace mucho tiempo que sé hacer galletas con chispas de chocolate. Aunque es más fácil de lo que parece las primeras veces sentía que necesitaba practicar más para conseguir unas buenas galletas, pero el resultado siempre alegra a cualquier persona. Primero se necesita preparar todos los ingredientes: harina, mantequilla, azúcar, un huevo, esencia de vainilla, levadura y, por supuesto, chispas de chocolate; además se les pueden añadir más cosas a elección como almendras o nueces. Y no debemos olvidar dejar que la mantequilla se ablande un poco a temperatura ambiente.

En un bol grande, mezcla la mantequilla con el azúcar hasta obtener una crema suave y clara. Luego, añade el huevo y la vainilla, y bate todo hasta que quede bien integrado. En otro recipiente, junta la harina con la levadura y ve incorporándolas poco a poco a la mezcla anterior. Remueve con una cuchara de madera o con las manos limpias hasta formar una masa homogénea.

Cuando la masa esté lista, añade las chispas de chocolate y mézclalas suavemente para que se repartan bien. Como consejo, si notas que la masa está muy pegajosa, puedes dejarla reposar unos minutos en la nevera. Mientras tanto, precalienta el horno a 180 °C y cubre una bandeja con papel de horno.

Forma pequeñas bolitas de masa con una cuchara y colócalas separadas sobre la bandeja, porque al hornearse se expanden. Mete la bandeja en el horno y deja que las galletas se cocinen durante unos 10 o 12 minutos, hasta que los bordes estén ligeramente dorados.

Cuando las saques, parecerán un poco blandas en el centro, pero se endurecerán al enfriar. Déjalas reposar unos minutos en la bandeja y luego pásalas a una rejilla para que se enfríen completamente.

Ahora solo queda disfrutar de unas deliciosas galletas caseras, crujientes por fuera, suaves por dentro y llenas de chispas de chocolate. ¡Perfectas para compartir con quien quieras!


HOW-TO

CÓMO SOBREVIVIR A UN LUNES POR LA MAÑANA 

Sobrevivir a un lunes por la mañana es como pasar una de las peores pruebas de resistencia física y mental. Todo empieza cuando suena la alarma. Tu primer pensamiento es lanzarla por la ventana, pero te conformas con posponerla cinco veces. Finalmente te levantas, derrotado, andando como si te acabaran de dar una paliza.

Frente al espejo piensas “¿Qué he hecho en otra vida para merecer esto?”. Te duchas si es que hay tiempo y ganas(aunque tus compañeros lo agradecerán), te vistes con lo primero que encuentras (aunque no combine, da igual, es lunes) y buscas algo rápido para desayunar. Si no hay desayuno, tu estómago se encargará de recordártelo en cada clase.

Llegas a clase en modo automático, con las legañas en la cara y cero ganas de hablar con nadie. Las clases se hacen interminables. Intentas parecer atento, pero en realidad estás pensando en tu cama o en tu comida favorita (aunque te comerías cualquier cosa).

En el patio con suerte te da tiempo a estirar las piernas e ir al baño. Después, más clases, más sufrimiento y, con suerte, algún profesor también odia los lunes y se lo toma con calma. Vuelves a casa comes, duermes una siesta que te deja peor que antes de dormir y luego miras los deberes con ganas de llorar.

Al final, te acuestas tarde (otra vez). Y vuelve a empezar el bucle, pero un día más cerca del finde y de las vacaciones.

HOW TO

 Como cortarme el pelo en casa.

Las últimas veces que he ido a la peluquería no me ha gustado nada cómo me han dejado el pelo. Siempre me lo cortan con una forma distinta a la que pido y me lo dejan bastante más corto de lo que quería. Por eso decidí empezar a cortarme el pelo en casa y así quedaría como yo quería. Aunque es verdad que al principio da mucho de miedo, es muy sencillo y además barato.


Primero, es muy importante tener buenos materiales. Lo más importante es tener unas buenas tijeras de peluquería (yo al principio usaba las de clase y se nota bastante la diferencia), un peine, unas pinzas o gomas para dividir el pelo y espejos (uno grande delante, como el del baño, y otro detrás). También va a hacer falta una escoba porque el suelo va a acabar lleno de pelitos.


Lo mejor es hacer esto después de la ducha, con el pelo mojado y bien desenredado. También antes de empezar a cortar el pelo es esencial que tengas claro el corte que te quieres hacer, no es lo mismo sanear puntas que hacerte capas o un flequillo. Para empezar hay que seccionar el pelo en pequeñas secciones. Una vez seccionadas con el peine mascar por donde vas a cortar y ayudándote de los dos espejo para verte mejor, empezar poco a poco a cortar.


 Cuando acabas la primera sección separas otra, y así hasta acabar con todo el pelo. Lo más importante es no tener prisa y cortar poco a poco, para evitar pasarte. Siempre es mejor cortar menos y volver a repasar, que cortar de más y arrepentirse. A medida que vayas avanzando, compara ambos lados para asegurarte de que están quedando simétricos. Un truco útil es usar como referencia un mechón guía: cortas uno, y los demás los igualas con ese.


Si vas a hacerte capas, puedes inclinar la cabeza hacia delante, peinar todo el pelo hacia abajo y hacer una coleta bien centrada en la frente. Luego, con cuidado, cortas en línea recta la punta de esa coleta: al soltar el pelo, verás que se forma una capa suave. Es un método fácil si no quieres complicarte demasiado.


Al terminar, sacúdete bien los restos de cabello y asegúrate de limpiar las tijeras y peines, para que estén listos para la próxima vez. Lo bueno de cortarse el pelo en casa es que, poco a poco, vas ganando seguridad, y terminas cortándote el pelo a tu gusto.

HOW-TO

 Tutorial de como hacerte un “full make up”.


Para que el maquillaje se asiente bien a tu piel y te dure es importante preparar correctamente la piel, para ello antes de nada tienes que lavarla, en mi caso al tener la piel grasa me hago una doble limpieza con los productos adecuados, después de la limpieza viene la hidratación, el paso más importante, con ello se consigue que  más tarde el maquillaje no se te cuarte, además, contribuye a que los productos se mezclen mejor al tener la piel humedecida. Puedes complementar esta preparación con un primer, dependiendo del resultado que desees en tu piel, dar un plus de hidratación, difuminar poros, pegar el maquillaje, etc..


El primer paso sería tapar con el corrector aquellas “imperfecciones”, como granos, recomiendo hacerlo antes de la base ya que el corrector suele ser más claro que esta y si lo pones más tarde lo que conseguirás es tener un contraste de iluminación en sitios que no deseas. Sí no quieres tapar nada puedes pasar directamente a la base, recomiendo depositarla en la mano y luego con la esponja ir aplicándola en  la cara para tener la cantidad justa. Siguiendo con los productos líquidos o en crema ,el siguiente paso es el bronceador (personalmente prefiero los que son en formato barra, en crema), este yo lo pongo sobre los pómulos ¡No debajo de estos, el bronceador no es un contorno!. En lo alto de la frente, en los dos lados del tabique nasal, en la punta en forma de círculo y en la zona exterior del párpado, entre los ojos y el arco de la ceja. Todo esto hay que difuminarlo con una brocha compacta, recomiendo tener a mano siempre una bruma por si los productos se secan. Después viene el colorete, en este caso prefiero los líquidos, recomiendo depositarlo en el pómulo pero más tirando hacia los extremos (más arriba que el bronceador). Es decir, del extremo del pómulo hasta la sien, también me gusta como queda poner un poco en la nariz y en el párpado. Al ser un producto líquido se difumina con brocha compacta como los que son en crema. Para terminar con los productos líquidos, ponemos el corrector, recomiendo ponerlo siempre después de el bronceador y el colorete, tenéis que probarlo, y este lo llevó desde la ojera hasta la sien un poco como había hecho con el colorete, esto amplía la mirada, también recomiendo ponerlo en los extremos de las fosas nasales, a pesar de ser un producto líquido este lo difuminó con esponja.


Ya por fin llegamos a los productos en polvo, colorete en polvo, bronceador en polvo y polvos matificantes, estos sirven para sellar los anteriores productos, se debe utilizar una brocha suelta (con menos densidad de pelo) grande y redonda, una brocha igual pero más pequeña y menos redonda, y una brocha suelta también pero más plana y alargada, respectivamente. Para darle un toque de brillo ponemos el iluminador en la punta y en el tabique de la nariz, con el dedo,  y arriba del pómulo , con una brocha suelta y triangular. 


Los últimos pasos son las pestañas, las cejas y los labios. Para las pestañas recomiendo pintarlas tanto por dentro como por fuera con un rímel de gupillón fino, como el “sky high” o el rímel dorado del Mercadona, el mejor para mi gusto. Las cejas, yo solo me las peino con un gel y listo, darles la forma que más os favorezca. Y para los labios yo me pongo un poco de color con un pintalabios y gloss, pero al igual que las cejas eso es a vuestro gusto y a lo que os sienta mejor. 


Pues eso sería todo, espero que os sirva de mucho.


HOW TO

Hoy voy a enseñar como empezar a escalar. Si nunca lo has hecho, puede llegar a ser muy intimidante entrar a un rocódromo y no saber lo que hacer, mientras ves como todo el mundo sube por las paredes como si nada.

Lo primero es escoger bien los zapatos. Para escalar, se necesita unos zapatos especiales llamados "pies de gato". Como acabas de empezar a escalar, yo recomendaría coger los más baratos del Decathlon, por que aparte de ser mucho más baratos que los zapatos de profesional, son mucho más cómodos. La diferencia con los zapatos normales es que los pies de gato son mucho más cerrados y puntiagudos, por lo que permiten ser más preciso y apoyar los pies en superficies mucho más pequeñas. Aparte, su suela esta hecha de materiales con más fricción que las suelas de los zapatos normales, así es más difícil resbalarse. Pero lo malo de los pies de gato es que, como he dicho antes, son mucho más cerrados que los normales, por lo que pueden llegar a dolerte los pies si los llevas mucho tiempo seguido. Cuando los escoges, coge unos que te aprieten, pero que no te duelan. Esos ya los cogerás cuando ya estés acostumbrado.

Después, necesitas un par de cosas más antes de empezar: magnesio, y, obviamente, un rocódromo. El magnesio es un polvo que se puede comprar en básicamente cualquier tienda de deporte y que permite que tus manos estén secas, así te podrás agarrar mejor a las presas y no te caerás. En cuanto al rocódromo, podrías ir a alguno que esté al aire libre, pero, en general esos no están en buen estado, aparte de que si llueve, no puedes utilizarlos. Vamos, que no son una buena opción. Mi recomendación es ir a un rocódromo de verdad, que aunque las membresías pueden ser algo caras, suelen venir con muchas cosas (zonas para escalar, gimnasio, zonas de entrenamiento específico para escalada, etc.).

Ahora ya tienes todo lo que necesitas, solo toca empezar, pero voy a dar un par de consejos antes. Primero, apúntate a un curso con otras personas. Progresarás mucho más rápido, y incluso puede que conozcas a personas con las que ir a escalar a otros lugares. Segundo, y para mí lo más importante, no tengas miedo de fallar. A mí me ha pasado muchas veces que me caía a la primera y me decía "Buf, esto no me sale. Mejor pruebo otra cosa.". Eso es exactamente lo que no hay que hacer. La gente en los rocódromos es majísima, y no te juzgarán por que caerte; de hecho, muchas veces te darán consejos y te ayudarán. Y finalmente, Roma no se construyó en un día. Verás a personas escalando los niveles más difíciles, mientras que tú escalas los más fáciles, y eso a lo mejor te desmotiva, pero recuerda que esas personas llevan escalando muchos años. La mejor manera de mejorar en algo es haciendo ese algo, así que tú escala y mejorarás.

sábado, 11 de octubre de 2025

HOW-TO

 A veces concentrarse para estudiar puede ser más difícil de lo que parece, sobre todo cuando hay muchas cosas alrededor que llaman la atención. Hoy en día hay muchas distracciones: el móvil, las redes sociales o el cansancio después de un día largo. Pero con algunos consejos sencillos se puede mejorar bastante y aprovechar mejor el tiempo.

Lo primero que ayuda mucho es buscar un lugar tranquilo, donde no haya ruido ni personas que interrumpan. Si además el espacio está ordenado, estudiar se hace más fácil porque la mente también se siente más clara cuando todo está en su sitio.

Antes de estudiar, sirve mucho tener claro qué vas a hacer. Es buena idea hacer una lista o un pequeño horario con los temas del día. Así sabes por dónde empezar y no te pierdes entre tantas cosas. También ayuda dividir los temas y asignaturas por partes y no intentar hacerlo todo de golpe. A mí me funciona usar la técnica Pomodoro, que consiste en estudiar veinticinco minutos y descansar cinco. Puede parecer poco, pero al final se rinde más y te cansas menos.

Teniendo el móvil cerca es muy difícil evitar cogerlo para ver las redes sociales o para responder mensajes. Lo que suelo hacer es ponerlo en silencio o dejarlo en otra habitación. A veces también se lo doy a mi madre y le digo que no me lo devuelva hasta que termine. También hay aplicaciones que bloquean las notificaciones, y eso ayuda un montón si te cuesta dejarlo.

Otro consejo es tener pequeñas recompensas. Por ejemplo, después de una hora de estudio puedes darte un descanso más largo o comer algo que te guste. Eso hace que el estudio no se sienta tan pesado. También sirve variar las asignaturas: pasar de algo más difícil a algo más ligero para que el cerebro descanse un poco.

Por último, dormir bien, comer saludable y moverte un poco durante el día hace que tengas más energía para concentrarte. Estudiar con sueño o con hambre no funciona, porque la mente no responde igual.  A veces parece que es solo cuestión de fuerza de voluntad, pero en realidad también depende mucho de cómo te sientas físicamente. Con el tiempo, concentrarte se vuelve más fácil y estudiar pasa de ser una obligación a una parte normal del día. Puede que al principio cueste, pero cuando ves los resultados, entiendes que todo ese esfuerzo vale la pena.



HOW-TO

Voy a explicar como boxear


En primer lugar, hay que equiparse con la equipación necesaria: guantes, vendas, botas, bucal y comba para el calentamiento. La postura también es importante, se compone de (en caso de ser diestro) pierna derecha detrás y la izquierda adelantada. Las manos a la altura de la cara para protegerla con los codos arrimados al cuerpo. El mentón debe de estar hacia abajo y la mirada al frente.


En segundo lugar, existen 3 tipos de golpes: Directo de izquierda o derecha, golpe con el brazo estirado al oponente. Croché de derecha o izquierda, golpe con los brazos doblados a un lateral de tu oponente. Por último, los ganchos de derecha o izquierda, golpes desde abajo hacia el tren superior del oponente. (Los golpes más fuertes son los que se asestan desde el lado de la pierna que en la posición no está adelantada). 


En tercer lugar la defensa, hay diferentes tipos. La primera es el bloqueo, esta consiste en utilizar los brazos para cubrirse de los golpes. Después están los desplazamientos, moverse hacia los lados para tratar de escapar de un golpe. El cabeceo, esta técnica se basa en esquivar los golpes mediante movimientos de cabeza. Por último el paso atrás, para salir de la línea de ataque.


En cuarto lugar los combates son por asaltos, hay combates de 3 a 12 rounds y estos duran más o menos 3 minutos. Hay un árbitro que controla la legalidad de los golpes usados y separa a los boxeadores en caso de clinch (acabar mutuamente agarrados). El ganador de cada round gana 10 puntos y el ganador es elegido por 3 jueces. Gana quien consiga más puntos o quién consiga KO (si tras un golpe el boxeador golpeado no se levanta en 10 segundos).


HOW TO Hacer un burrito

Para hacer un burrito espectacular es imprescindible unos ingredientes de buena calidad que te garanticen un maginífico sabor y nutrientes en condiciones. Para este burrito se necesita una tortilla que usaremos para envolver el burrito, carne picada o pechuga de pollo, lechuga, tomate,queso, mayonesa, y salsa Burger.

El primer paso sera lavar el tomate y la lechuga, es de vital importancia lavar y secar la lechuga correctamente porque sino estará húmeda a la hora de comernos el burrito. Una vez lavadas ambas verduras, habra que empezar a calentar el aceite de la sarten donde posteriormente añadiremos nuestra proteína sal-pimentada. Al mismo tiempo, cortaremos el tomate en rodajas y la lechuga en pequeños trozos. 

En caso de que nuestra proteína sea carne picada, dependiendo del gusto personal la haremos más o menos, mi recomendación es hacerla poco. Si usamos pechuga de pollo, dará bastante igual porque no es tanta la diferencia. 

Ya cocinada la proteína, deberiamos de tostar la tortilla en una plancha, sarte, y sino, en la tostadora. La que mejor resulta. No debe llegar a quemarse, pero tiene que tener una apariencia tostada, de color marrón no muy oscuro. Para tostarla hay que echar un muy pequeño chorro de aceite de oliva virgen extra, por el contrario,  la tortilla se pegará a la sarten. 

Acto seguido, añadiremos una cucharadita de mayonesa en la tortilla. Por encima, la lechuga y el tomate, y por encima la proteína con queso y salsa Burger al gusto. Para cerrar el burrito, apilaremos el conjunto de alimentos en un lado de la tortilla y doblaremos ambos lados hacia dentro y despues enrollaremos todo con la tortilla (si se hace complicado se pueden usar dos tortillas). 

Lo ideal sería tostar el burrito un poco por ambos lados para que la tortilla este crujiente y el queso derretido.

How to

Cómo hacer un pan casero

En mi familia es muy común hacer pan casero en casa. Desde muy pequeña mi madre me enseñó a cómo hacerlo y desde ahí muchos domingos lo hacemos juntas. De lo bueno que sale siempre, mis padres siempre dicen en broma que deberíamos abrir una panadería familiar. Hacer pan casero es más fácil de lo que parece, y el resultado siempre vale la pena.

Primero, reúne los ingredientes: harina, agua tibia, levadura seca, sal y un poco de azúcar. La harina puede ser de fuerza si quieres una miga más elástica, aunque la común también funciona. Coloca la harina en un bol grande y añade la sal en un lado y el azúcar en el otro. Mientras tanto, disuelve la levadura en el agua tibia y espera unos minutos a que empiece a burbujear. Cuando lo haga, viértela sobre la harina y mezcla con una cuchara de madera. Al principio parecerá pegajosa, pero pronto empezará a tomar forma. 

Pasa la masa a una superficie ligeramente enharinada y comienza a amasarla con las manos. El secreto está en doblar, presionar y girar, con paciencia y sin añadir demasiada harina. Amasa durante unos diez minutos, hasta que la masa esté lisa y elástica. Forma una bola, engrasa ligeramente un bol y colócala dentro. Cubre con un paño húmedo para que no se seque. Deja reposar aproximadamente una hora, hasta que duplique su tamaño. Cuando haya crecido, presiona suavemente para sacar el aire. Dale la forma que prefieras: una barra, una bola o incluso pequeños panecillos. Pon el pan en una bandeja cubierta con papel de hornear. Tápalo de nuevo y deja reposar media hora más para que vuelva a subir. Mientras tanto, precalienta el horno a 220 grados. 

Antes de hornear, haz unos cortes en la parte superior con un cuchillo afilado. Esto permitirá que el pan se expanda sin romperse. Llévalo al horno y hornea durante unos veinticinco o treinta minutos.Verás cómo la corteza se dora y el aroma invade toda la cocina. Golpea la base: si suena hueco, está perfecto. Sácalo y deja que se enfríe sobre una rejilla para conservar su textura. Finalmente, corta una rebanada, unta mantequilla y disfruta de tu pan recién hecho.

Espero que con este tutorial te sirva para hacer el mejor pan del mundo y sobre todo que descubras una nueva tradición familiar para pasar rato todos juntos. Si no te sale bien a la primera, tranquilo no te frustres, a la siguiente seguro que te sale de 10!

How To

Hoy voy a explicar el proceso para preparar unos macarrones con tomate y queso, utilizando una cazuela.

Es una receta ideal para cualquier comida, además de ser sencilla y rápida.

Los ingredientes que primero hacen falta son macarrones, agua, sal, aceite, tomate frito y queso rallado.

Si te apetece, puedes añadir atún, carne picada o vegetales al gusto.

Pon una cazuela grande en el fuego y añade bastante agua.

Cuando el agua empiece a hervir, echa un poco de sal y un chorrito de aceite.

Después, añade los macarrones y remueve un poco para que no se peguen.

Déjalos cocer entre ocho y diez minutos, según cómo te gusten. Puedes elaborar la salsa en la misma olla después de que los macarrones estén cocidos.

Cuando los macarrones estén listos, escúrrelos con cuidado utilizando un colador.

Ahora, añade un poco de aceite a la misma cazuela y cocina allí si utilizas carne picada.

Cuando la carne esté lista, echa el tomate frito y mezcla bien todo.

Coloca nuevamente los macarrones en la cazuela, sobre la salsa.

Combina todo con una cuchara de madera hasta que consigas una mezcla homogénea.

Esparce el queso rallado por encima y revuelve con cuidado.

Reduce el fuego y cubre la cazuela por dos o tres minutos. El queso se derretirá sin necesidad de horno debido al calor.

Al pasar ese tiempo, destapa y mezcla de nuevo para que todo quede bien combinado.

Si te gusta el sabor, puedes añadir un poco más de queso.

Si deseas, añade especias u orégano para darle más sabor.

Antes de servir, déjalo reposar algunos minutos.

Sirve los macarrones calientes de manera directa, desde la cazuela.

Este plato es perfecto para disfrutar en compañía de amigos o familiares.

Es sencillo, rápido y solamente hace falta una cazuela para cocinar todo.

Ahí ya tienes unos macarrones deliciosos preparados para comer!


Diacomanía

  Muchos conoceréis la canción de “Todos los días sale el sol” o directamente “El txipirón”, porque es súper típica de las verbenas de los p...