El otro día se produjo en clase una situación que desgraciadamente no me sorprendió ya que sucesos similares se repiten en las clases frecuentemente.
A Andoni, un chaval super bueno, tímido y un poco gordito, le gustaba Irati. Unos compañeros de clase, los típicos graciositos, chulitos, de esos que piensan que son mejores que los demás, le gastaron una broma a mi inocente compañero. Escribieron una carta como si fueran Irati diciendo que a ella le apetecería tomar algo con él. Lógicamente, Andoni superó con mucho esfuerzo su vergüenza, le enseñó la carta a Irati y le dijo si quería salir con él haciéndole quedar como un tonto mientras los listillos se reían de Andoni.
Me pareció muy cruel y egoísta la actitud de estos niños de clase, no entendía que no se pusieran en el lugar de Andoni, que no les importara y sobre todo que les divirtiera hacer daño a otra persona.
Todos nos dimos cuenta de lo que había pasado. Sin embargo, fuimos mi amiga y yo las únicas que inmediatamente nos levantamos y fuimos a hablar con Andoni. Queríamos apoyarle y que entendiera que no había hecho nada de lo que tuviera que avergonzarse, que eran ellos los que debían hacerlo por comportarse de una manera tan irresponsable. Le explicamos que seguramente esos chicos molestan a los demás para generar miedo y como arma para que nadie les moleste a ellos. Seguramente es su manera de conseguir autoestima, que a Andoni por supuesto le sobra por la gran bondad que siempre demuestra con los demás. Al mismo tiempo vimos como nuestra andereño se dirigía al grupo de graciosos para echarles la bronca y enseñarles que lo que habían hecho no estaba bien.
No se pueden normalizar las burlas y el acoso. Además, ni los compañeros de clase ni los profesores se pueden quedar de brazos cruzados o mirar para otro lado ante este tipo de situaciones. Hay que actuar en el mismo momento en el que se producen, no esperar a ver si vuelven a repetir porque probablemente volverán a ocurrir y ya alguien habrá sufrido daños y consecuencias de ellos que podrían haberse evitado.
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