¿Qué pasaría si viviéramos para siempre?

Uno de los motivos para vivir la vida intensamente es saber que se acaba, saber que puede que este momento sea el único que tengas para cumplir tu sueño, para viajar a los lugares que siempre has querido conocer… Si viviéramos para siempre, no valoraríamos tanto las relaciones y las personas que tenemos alrededor, ya que sabríamos que no va a llegar un día en el que nos tengamos que despedir de ellas, sino que sabríamos que siempre van a estar ahí. 

Por otro lado, tendríamos todo el tiempo del mundo para hacer cualquier cosa que nos apetezca. Podríamos aprender a hacer cualquier deporte, mirar todas las series que queramos, conocer cada punta del mundo… Sin embargo, una vez hayamos realizado todo esto, ya no tendríamos nada más que hacer y nos aburriríamos. Los días se harían demasiado monótonos. Además, las cosas no tendrían el mismo valor que tienen cuando sabemos que no son para siempre. Nosotros, normalmente, cuando vamos a vivir una nueva experiencia o realizamos una actividad especial, nos sentimos muy entusiasmados y motivados, ya que en parte pensamos que esa puede ser la única vez que vayamos a vivir algo parecido. Sin embargo, si viviéramos para siempre, estas mismas actividades acabarían haciéndonos menos ilusión, ya que podríamos repetirlas todas las veces que quisiéramos. 

En conclusión, creo que si viviéramos para siempre nos acabaríamos aburriendo de vivir. Sabiendo que no tenemos todo el tiempo del mundo, creo que tenemos que aprovechar cada oportunidad y cada experiencia que se nos presenta en la vida.