Lo primero que se me ocurrió cuando leí el dilema fue que ojalá nunca me ocurra en la vida real algo del estilo, porque hasta este momento sigo sin tener muy claro que sería “lo correcto” para hacer.
Mi primera opinión y la que he tenido durante casi toda la semana ha sido que yo donaría el dinero a la asociación a la cual la quería donarlo mi vecina. Mi reflexión ante esta manera de pensar, era que según mis valores cada uno tiene derecho a hacer lo que quiera con su dinero (aunque haya personas que no estén de acuerdo con tu opinión) y decir lo contrario, sería ir en contra de mis principios. También me he imaginado que pasaría si la situación fuera la contraria: imaginad que yo no tengo a nadie a quién entregar mi herencia, que me da un ataque, e iba a donar mi dinero a una asociación para la protección de víctimas de abuso sexual. Pero cuando muero, en lugar de cumplir mis deseos, mi vecina decide no donar mi dinero a donde yo quería sino a una asociación ultraderechista, porque es lo que va a favor de sus valores. Me parecería fatal, me parecería vergonzoso y caradura.
Aun así, siguiendo con la situación original, me imagino a mí misma yendo con la bolsa de dinero a la asociación ultraderechista y me parece imposible. No sería capaz de entrar por la puerta. Estaría pensando en todo lo bueno que podría hacer ese dinero en el mundo, y todo el mal que va a hacer en esa asociación. Me parece más práctico incinerar la bolsa con los billetes, que acercarla al edificio. No lo haría, no cumpliría el último deseo de la señora. No me importa que fuera amable, ni que hiciera buenos bizcochos, ni que tuviera un perro.
Haría un mal menor por un bien mayor. No soy una defensora total de esa frase, pero en esta situación no se me ocurre otra. Prefiero ir en contra de uno de mis valores en una situación muy concreta, que ir en contra de más de uno de mis valores, y hacer daño a personas vivas (a diferencia de mi vecina que está muerta).
Por esto, yo no me quedaría el dinero para mi vida, tampoco lo llevaría a la policía o a una notaría porque allí, por ley, van a terminar cumpliendo los últimos deseos de mi vecina. Sino que haría una búsqueda en profundidad de qué problemas sociales hay en el mundo, y qué asociaciones fiables aceptarían esa cantidad de dinero. Y por último, después de encontrar una que se alinee con mis creencias, lo donaría a esa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario