Los grafitis. Es común verlos en todos lados de la ciudad, en buzones, contenedores, paredes, o en este caso, garajes. Muchas personas consideran esto como una forma de expresión artística, mientras que hay detractores del arte urbano que piensan que no hace más que ensuciar el paisaje. ¿Quién es el que tiene razón?
Para empezar, me parece importante distinguir dos tipos de grafiti: las obras más elaboradas y los que son simplemente el nombre del grafitero escrito con rotulador, sin ningún tipo de adorno más allá de lo escrito. Los primeros de estos me parecen más aceptables como arte, mientras que los segundos desde mi punto de vista no aportan mucho al paisaje urbano y son prescindibles.
A pesar de que hay piezas de arte urbano que si pueden ganarse el nombre de arte, también es cierto que se hacen sin el consentimiento de las personas cuya propiedad es pintarrajeada. A mi parecer, el grafiti no es algo antiestético y sería difícil imaginarse las ciudades sin él. No obstante, a los que les pintan las verjas de las tiendas o los camiones no les hará ninguna gracia. Por lo tanto creo que pintar grafitis sin permiso debería estar sancionado y considerado vandalismo, pero el gobierno debería contratar grafiteros para pintar murales u ofrecer zonas en las que se pudieran hacer piezas sin represalias.
En cuanto a lo que la puerta del garaje se refiere, creo que se debería someter a voto. Si la mayoría de la comunidad de vecinos está en contra de dejarlo, se debería quitar, incluso tal vez instalar algunas cámaras para ahuyentar a posibles vándalos.
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