Hace más o menos un mes, el la puerta del garaje de nuestra urbanización, apareció una pintada. Una cuadrilla de chavales del pueblo llevan haciéndolo desde hace un año en todas partes; debajo de puentes, persianas, trenes, casas abandonadas…
En mi opinión, lo que hacen no es arte. Quiero decir; todos los grafitis no son vandalismo, hay muchos que son verdaderas obras de arte, pero en caso de esta cuadrilla de mi pueblo, lo único que hacen es escribir palabras raras que nadie entiende, o frases de odio. Esto que hacen no es arte, y además lo hacen sobre propiedades privadas.
A pesar de que me encanta el arte, no me gusta que me pinten la puerta de mi garaje, y menos, que tenga que estar cada dos por tres pagando 2.500 euros para tapar estas pintadas.
Por todo esto, se me ha ocurrido, que la mejor opción para solucionar el problema es contratar a un grafitero; un verdadero artista, que nos pinte la puerta del garaje. Quizá así, esta cuadrilla, por respeto a lo que les mueve no pinten sobre la pintada, y además les sirva de inspiración para pintar otras cosas; no sé algo más bonito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario