2500€, ¡Dos mil quinientos euros! No 1000 ni 1500 ni 2000, 2500. Eso es lo que se ha gastado esta semana mi comunidad en limpiar la puerta del garaje. Al parecer hay alguien a quien sus padres no le compran cuadernos para pintar y tiene que hacerlo en las paredes de casas ajenas, y claro, como no, me tiene que tocar a mi. Lo peor de todo es que no es la primera vez que pasa, el año pasado nos gastamos 1000€ en limpiar otro graffiti, pero al parecer, la pintura verde fosforita, con la que el personaje ha pintado esta vez, ces más difícil de quitar, por tanto cuesta más del doble.
Mira, yo no estoy en contra de que la gente exprese su arte. De hecho, me parece importante, ya que cada vez la sociedad es más gris y es necesaria gente que dé color a la vida. Pero ya podrían darle color a sus puertas de garaje y no la mía. Resulta que por el motivo que sea, al edificio blanco entero, una puerta verde, la cual te deslumbra debido a que la luz del sol reflecta en ella, pues como que no queda muy bien. Estoy segura de que habrá lienzos donde la pintura de los graffitis no traspase donde poder dar rienda suelta a la creatividad de cada uno, por lo que no hace falta ir a la calle a pintar. Porque luego es un verdadero coñazo tener que estar limpiando la superficie donde está pintado graffiti.
Yo creo que es momento de instalar cámaras en el portal, más que nada por si esto vuelve a ocurrir una tercera vez poder grabar la cara del gracioso. Porque yo creo que el principal problema con los graffitis es que los autores prácticamente nunca sufren las consecuencias. Ya que como lo hacen durante la noche, en lugares que no están bajo vigilancia, les es muy fácil actuar sin ser descubiertos, pero estoy segura de que más de uno si se le diera un susto no volvería a tocar un aerosol en mucho tiempo.
No todo vale, está bien tener hobbys que puedan desarrollar la capacidad artística, pero el momento que para hacerlo perjudicas a otra persona la cosa cambia. A pintar cada uno a su casa, no es tan difícil.
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