Seguramente todos hayáis escuchado alguna vez alguna canción de Coldplay como "Fix you" o "Viva la vida". Pero para mí, y aunque también sea de las más conocidas, la más especial es "Yellow", sin duda una de mis canciones favoritas del mundo entero.
A mi aita siempre le ha gustado Coldplay y los sábados y domingos por la mañana siempre ponía sus discos del grupo y cantaba y bailaba como un loco. Yo bailaba y cantaba con él (aunque no me supiera las letras), pero recuerdo que cada vez que sonaba "Yellow" era distinto. Esa canción producía en mí una sensación que nunca antes había tenido, era capaz de ponerme la piel de gallina y de que mis ojos humedeciesen. Y es que mi cuerpo reacciona de la misma manera cada vez que la escucho.
"Yellow" también me recuerda a los viajes en el coche yendo al pueblo con mi aita. Llevar las ventanillas abiertas, el viento de Castilla revolviéndonos el pelo y acariciándonos la mano que normalmente nos gusta asomar por la ventanilla. Son pequeños momentos que me llenan por dentro y me recargan las pilas para todo el año.
A pesar de que sea una de las canciones más importantes en mi vida y que más me ha marcado, sólo me gusta disfrutarla en ciertos momentos y con ciertas personas. Quizás quede de extraña diciendo esto, pero para mí es una canción tan especial que únicamente la escucho con mis aitas y con algunas de mis mejores amigas.
Hace tres años tuve la suerte de poder escucharla en directo, lo cual fue un sueño para mí, pero sobre todo para mi aita. Recuerdo que lloré muchísimo en cuento escuché el guitarreo de introducción. Esta ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.
Estoy segura de que por muchas canciones que escuche y que descubra con el tiempo, ninguna me hará sentir algo tan bonito y único como lo hace "Yellow". Supongo que se lo tendré que agradecer a mi aita, por haberme dado la oportunidad de descubrirla y de compartirla con él siempre.
https://youtu.be/yKNxeF4KMsY?si=yXKAogiC53kc5bWg
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