Todos tenemos una canción que nos transporta a un lugar o a una época concreta de nuestra vida. Pues bien, la canción que más me ha marcado hasta el momento la descubrí en el verano de 2024, en un viaje con mi abuela y mis primas a Tenerife.
Nunca había escuchado “Walking on Sunshine” antes de ese viaje a Tenerife, y jamás imaginé que una canción que descubrí casi por casualidad se convertiría en la banda sonora de uno de los momentos más felices de mi vida.
Estábamos en un chiringuito junto a la playa, viendo el atardecer, tomando un refresco y disfrutando de la compañía cuando un grupo empezó a tocar en directo. De repente, sonó esa canción, con su ritmo contagioso y optimismo. En ese momento, algo cambió: mi abuela, mis primas y yo nos miramos sonriendo sin decir nada, y supe que ese recuerdo quedaría grabado en mi mente para siempre.
Para ser sincera, mi abuela no entendía la letra del todo, pero nos miraba con una sonrisa en sus ojos que transmitía que estaba disfrutando mucho de ese momento único con sus nietas. Y con eso, ya era suficiente.
Al día siguiente, entramos en una de las tiendas del paseo marítimo y, mientras mirábamos ropa, volvió a sonar “Walking on Sunshine”. Mis primas y yo nos dimos cuenta al instante y nos sonreímos.
Me alegra saber que no he conocido la canción de mi vida sola, sino acompañada de personas muy importantes para mí. A partir de ese momento, cada vez que cualquiera de nosotras escucha la canción por casualidad, nos transporta inmediatamente a aquel viaje.
Personalmente, cuando necesito motivación o un poco de positivismo para seguir adelante, es de las pocas canciones que escucho, porque enseguida me contagia esa paz y felicidad que viví en aquel viaje.
https://youtu.be/iPUmE-tne5U?si=L401_LuAeSKT7yho
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