La mitad de mi familia es gallega y vive en un pequeño pueblo de la provincia de la Coruña, a veinte kilómetros de la costa. Sobre todo cuando era pequeña, cada mes emprendía junto a mis padres y mi hermana pequeña, un viaje de cinco horas y media para llegar a casa de mis abuelos. Las horas de viaje se hacían interminables y para hacerlas más amenas, nos entreteníamos escuchando música y jugando al veo veo. Teníamos y aún mantenemos un gran repertorio musical, que va desde Bruce Springsteen a Treixadura, pasando por Fito y sin olvidarnos de Mecano. Pero sin lugar a duda, la protagonista de nuestros conciertos sobre ruedas, es Adele. Mi padre, que siempre ha sido muy fan de la artista británica, era el encargado de poner siempre alguno de sus discos, de modo que es el culpable de que ahora conozca todas sus canciones de pe a pa. La verdad es que se me hace muy difícil elegir una única canción de su gran repertorio, porque la verdad es que todas sus creaciones se pueden considerar temazos. Pero hay una canción que para mí destaca entre las demás. Y como pequeño spoiler, no es una de las “míticas”. “Daydreamer” es la elegida. Es una canción con una instrumental tan sencilla, que me transmite mucha paz. La autenticidad y sencillez de una simple guitarra acústica permite que el vozarrón de la cantante brille, creando una atmósfera que atrapa completamente a cualquiera que la escucha. Además, la letra habla sobre una persona buena, soñadora, que está ahí para cuando la necesitan y que cuida los detalles, y creo que eso representa bastante la persona en la que me gustaría convertirme. Como conclusión, podría decir que esta es una canción que representa en lo que yo deseo convertirme, pero también me transporta a los largos viajes de mi infancia disfrutando en familia del camino a la que considero al que considero mi segundo hogar.
Link: https://youtu.be/_lKVfZ0RthQ?si=vO1dE5efKR5Hmyxs
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