Hace unas semanas acompañé a mi amiga de compras, sin intención de comprar nada, y entramos en Pull&Bear. Hacía años que no entraba en esa tienda porque su estilo nunca me había llamado la atención, pero esta vez quise mirar un poco mientras ella buscaba ropa. Nada más entrar, vi que la tienda estaba desordenada y que había mucha cola en los probadores, lo que complicaba moverse. Las dependientas estaban ocupadas con otros clientes, pero me ayudaron cuando les pedí mi talla. Mientras miraba, encontré un jersey que me gustó y decidí probármelo. Al final lo compré porque me parecía cómodo y práctico y el precio estaba bien. No había planeado comprar nada, así que salir con algo que me gustaba me dejó contenta.
Desde que lo tengo lo he usado varias veces y sigue en buen estado. Es cómodo y sencillo, y lo puedo combinar con varias prendas que ya tengo. Aunque la tienda estaba desordenada y había colas, las dependientas fueron amables y me ayudaron a conseguir la talla que necesitaba. Volvería a Pull&Bear si necesito ropa nueva, a pesar de esos problemas, porque aun se pueden encontrar cosas que valgan la pena. Ahora tengo una prenda que uso mucho y de la que estoy contenta.
Reseña 4/5
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