Lipograma (sin la i)

 Ayer por la noche soñé algo fatal, algo espeluznante, algo que verdaderamente provocó que creyera que no descansar mas en lo que me quedaba de noche era la mejor propuesta. Todo se remonta a cuando llegó la noche, me encontraba sola en el salón porque el resto no estaba, pensando en que era lo que cenar. Cuando ojee los cajones no encontré nada, el estomago no paraba de sonar. Andando por los estantes de la despensa con esperanza, cuando noté algo moverse detrás del frutero que estaba en la mesa. Con mucho cautelo me acerqué. Era algo oscuro, una sombra fea, rara, extraña. Una forma desde luego alargada, avanzaba de lado a lado por las mesas y yo no pensaba en nada más que en ella, el hambre se esfumó. De un momento a otro, la cosa esa se paró, en ese momento, un terror colosal me paso de cabeza al suelo. Era una cucaracha. De un tamaño tan grande que jamás pensé poder ver. Tonta yo pensando que aquella cucaracha estaba sola, porque no. Un ejercito de cucarachas por cada cajón, estante, despensa, bote, vaso, tetera, taza, caja, bandeja, plato…en todo cacharro de almacenaje que se me pudo cruzar por la mente. En. Cada. Cacharro.

Eche a correr por toda la casa hasta llegar a la cama donde me resguardé entre las sabanas y los peluches. Pensando que todo acabó, me relajé, cuando derrepente escuche pequeños rasguños en los laterales de la cama y ademas de notar como algo me tocaba los pies. Tragué con horror  antes de levantar las sabanas y ver aquel averno, cucarachas, cucarachas por toda la cama. No solo eso, aparte de cucarachas pude ver larvas. Estaban sobre el cuerpo, pude notar como andaban sobre el con sus alargadas y asquerosas patas, como empezaban a avanzar rumbo al pecho, cuello, brazos. Poco a poco me ahogaba en ellas y transformaba en una mujer-cucaracha. Me empezaron a morder, arrancar cachos de la capa externa del cuerpo, que se encontraba en ese momento congelado sobre la cama, no era capaz de notar nada, solo dolor. Las larvas alcanzaron los ojos y cuando estaban a punto de entrar en los agujeros de mi cara fue justo cuando me desperté. Sudando. Resulta que me quedé dormida nada más meterme en la cama. “Todo fue un mal sueño” me relaje. Porseacaso comprobé que no quedaran cucarachas,palpite cada parte del cuerpo y nada, no quedaban cucarachas. Lo que no tuve en cuenta es que por la mañana me encontraba con algunas buenas colegas andando por la sala.