Si tuviera que escribir una carta antes de morir durante la guerra civil, lo primero que expresaría sería mi amor hacia mi madre y mis seres queridos. Saber que no volveré a verlos sería muy duro y triste para mí pero intentaría darles algo de tranquilidad con esta carta. Les diría que no sufrieran por mí, porque yo no iba a estar sufriendo y que me voy con la cabeza alta y con el orgullo de haber sido fiel a mis valores.
También hablaría del dolor que estaría sintiendo al ver como la guerra habría separado tantas familias. Me preguntaría cómo hemos llegado a este punto de no darle valor a la vida de la gente. Solo desearía que algún día el país volviera estar en paz y que nadie tuviera que sufrir tanto como mi familia y yo.
A mi madre le pediría que fuera fuerte, que no dejara que su tristeza la hubiera. Le recordaría los momentos felices que hemos vivido juntas, los abrazos, la risas, los días en casa cuando no había guerra. Esos recuerdos son los que querría que conservase, porque creo que eso le ayudaría a ella y a todos mis seres queridos.
Por último, le diría que no es un adiós definitivo, sino un hasta luego. Aunque la muerte nos separase, tendría la esperanza de que algún día nos volveríamos a encontrar. Y cuando llegase ese momento podría decirle todo lo que en esta carta no diría por el estrés de la situación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario