Estoy seguro de que todos nos hemos dejado llevar por alguna tentación en algún momento de nuestras vidas. Normalmente, estas no son buenas y no nos traen ningún beneficio ya que nos hacen replantearnos decisiones que ya habíamos tomado. A veces, sin darnos cuenta, elegimos lo que nos da una felicidad mundana en lugar de lo que realmente deberíamos hacer.
Me considero una persona que depende de la situación en la que me encuentre pueda caer fácilmente en la tentación o no, pero cuando se trata de comida o deporte, generalmente nunca me puedo resistir a rechazar a algo de comida o salir a hacer deporte. Por ejemplo, si tengo como intención acabarme un temario entero de historia pero un amigo me dice de ir a jugar al fútbol, siempre tomo la decisión de ir a hacer deporte y dejar los estudios para otro día y eso a veces me ha causado sacar peor nota de la que podría haber sacado. Pero al fin y al cabo, disfruto mucho más haciendo deporte con mis amigos que estudiando y sacando mejores notas.
Además, para evitar perder el tiempo cuando necesito hacer algún trabajo importante, tengo que dejar el móvil en el salón para no distraerme y estar conectado en lo que tengo que hacer. En esos momentos el móvil es como una tentación a la que no mucha gente puede resistirse, hay veces que terminó usando el teléfono y desperdició gran parte del tiempo que debería estar haciendo algo productivo o importante.
Está claro que después de caer en una tentación nos arrepentimos, pero controlarlas no siempre es una tarea fácil. Aun así, yo creo que es muy importante aprender a controlar esas difíciles situaciones para aprovechar mejor el tiempo y ser una persona más productiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario