Opino que la sugerencia es indudablemente sensible, y la respuesta no es sencilla de ofrecer. Al final, se trata de una propuesta atractiva, dado que tengo la posibilidad de ganar mucho dinero por una historia que ni siquiera me pertenece. No obstante, estaría de algún modo traicionando a mi amiga, a quien en un instante difícil de su vida eligió confiar en mí. El dinero, aunque sea una suma elevada, no posee el mismo significado que la confianza y fidelidad de los amigos.
Al principio, pienso que lo más complicado sería decirle a mi amiga que un día, sin intención, me solté y revelé su secreto. A pesar de que lo hice sin querer y sin reflexionar, y aunque no mencioné los nombres, traicioné la confianza que ella tenía en mí. No tengo más opción que enfrentar mis fallos y ser franca con ella.
Una vez que se lo haya narrado, ella tomará la decisión de si desea que la historia sea divulgada o no. Si decide no hacerlo, respetaría su elección completamente, ya que, al final, lo que sucedió con su padre en el accidente fue una historia que tocó el corazón de muchas personas. De lo contrario, si no le interesara que su historia se publicara, le aconsejaría al chico repartirse las ganancias entre los tres. Él tomaría una porción por transformar el acontecimiento en un guion, mi amiga por ser la dueña de la historia, y yo por haber actuado como intermediaria entre los dos. En resumen, si no hubiera hablado, ninguno de nosotros tendría la oportunidad de ganar ese dinero.
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