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 La afirmación de Mayor Oreja de que el creacionismo está ganando terreno en la comunidad científica no es correcta. La teoría de la evolución de Darwin sigue siendo la explicación científica más aceptada sobre el origen de las especies, respaldada por amplias evidencias y décadas de investigación. El creacionismo, por otro lado, es una creencia religiosa y no tiene base científica. Aunque algunos intentos se han hecho para presentarlo como una alternativa, la comunidad científica lo ha rechazado porque no puede ser probado ni verificado como una teoría válida.

Respecto al derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos, es cierto que los padres tienen una influencia significativa en la vida de sus hijos y en sus creencias personales. Sin embargo, cuando se trata de la educación pública, las escuelas deben enseñar hechos basados en la ciencia, el conocimiento comprobado y el pensamiento crítico. Los padres pueden transmitir sus creencias en casa, pero la escuela debe asegurarse de que los estudiantes reciban una educación objetiva, que los prepare para entender el mundo real desde una perspectiva científica.

En resumen, los padres tienen derecho a influir en la educación de sus hijos, pero las escuelas públicas tienen la responsabilidad de enseñar lo que está respaldado por la evidencia científica. La teoría de la evolución debe ser parte esencial de la educación, mientras que el creacionismo no debería ser enseñado como una teoría científica. Lo más importante es garantizar que los estudiantes reciban una formación que fomente el pensamiento crítico y el entendimiento.