domingo, 8 de diciembre de 2024

Vocación

 

La vocación de ser un gran creador siempre ha estado asociada a la capacidad de transformar experiencias personales en arte. Ante la elección de una vida atormentada con hechos traumáticos en mi infancia o adolescencia que me puedan ayudar a ser un gran creador o tener una infancia plácida y estar condenado a ser siempre un creador mediocre, no sabría muy bien que decidir.

Por un lado, una infancia traumática podría darme una sensibilidad especial. Podría ser una gran fuente de inspiración. La literatura, la música o cualquier forma de arte está siempre llena de experiencias reales y profundas. Hay muchos ejemplos de artistas que tuvieron infancias difíciles, como por ejemplo Van Gogh o Frida Kahlo. Sin embargo, no se puede olvidar el precio emocional que tuvieron que pagar. No sé si es justo sacrificar la paz interior por el arte.

Por otro lado, con una infancia pacífica la vida sería mucho más satisfactoria y tranquila. Aunque eso, en este caso, significaría la mediocridad, quizás no sea un destino tan terrible como parece. Hay muchos creadores que no tienen una especial cualidad y aún así tienen éxito, y podríamos ser uno de ellos.

En conclusión creo que sería una mejor decisión una buena infancia sin tener un don para el arte. Tener una buena infancia siempre es importante para tener una mejor vida, y no creo que la capacidad para ser un buen creador tenga que ponerse por delante.

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