Por eso, desde mi punto de vista, el planteamiento de esta pregunta no tiene mucho sentido. A un verdadero artista le da igual si sus experiencias personales han sido geniales o completamente terribles. Los artistas son capaces de crear arte de ambas. El éxito que llegue a tener un artista se basará en su talento y su dedicación a la forma de arte que crea, no depende de si su infancia fue traumática o no. Aún así, es verdad que experiencias traumáticas en nuestra infancia se quedan con nosotros para siempre y sí que puede suponer el éxito de muchos artistas.
Dejando esto de lado y suponiendo que en el caso de que una infancia traumática te dé éxito, yo elegiría esta opción. Puede que elija esta opción porque quizás no sé exactamente lo que supondría tener una infancia traumática, es decir, no sé lo que es vivir una infancia traumática. Por eso, quizás me parece que tener éxito en el futuro a costa de unos años malos es algo bastante rentable. Al fin y al cabo, los artistas son capaces de superar situaciones difíciles que han pasado haciendo su arte. Entonces, si soy capaz de superar mis traumas a través de mi arte además de conseguir éxito me parece una mejor opción que la otra.
En resumen, para mí los artistas de verdad no tienen porque vivir experiencias traumáticas para ser exitosos. Simplemente depende de cómo usan sus capacidades artísticas para crear arte a partir de cualquier tipo de situación. Pero si tuviese que elegir, elegiría una infancia atormentada para un éxito futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario