Sin duda, la realidad es que los grafitis están en un punto intermedio. Las personas que pintan grafitis se ven como artistas que se expresan mediante un lienzo público. Son la base de las expresiones artísticas urbanas más imaginativas, bonitas y emocionantes que existen ahora mismo, También hay que decir que no todo el mundo opina igual, algunos propietarios y comunidades no los aprueban.
Se puede llegar a entender que el graffiti se tome como Vandalismo, ya que hay casos en el que la pintura no pinta nada o está hecho de una forma vulgar, pero al final todo depende de la persona, puesto que lo que algunos ven arte, otros que no aceptan los grafitis los pueden ver como vandalismo. Lo cual a mi parecer no tiene sentido, entiendo que no te gusten los grafitis, pero considerarlos vandalismo por ver tres o cuatro que no te gusten es un poco hipócrita. Día a día se puede ver arte en los museos, lienzos con líneas o cuadros de solo un color que no requieren ningún esfuerzo y se consideran arte.
En nuestro caso nos han grafiteado la puerta del garaje, lo que algunos vecinos no les ha hecho ni pizca de gracia y quieren quitarlo lo más rápido posible, y pintarlo como ha estado siempre. En mi opinión, las típicas líneas rojas y blancas de los garajes ya no están de moda y creo que en vez de pintarlo como antes podríamos contratar al famoso grafitero Kisk para que nos hiciese un grafiti chulo en la puerta. Por suerte a la comunidad le pareció muy buena idea, ya que habían escuchado maravillas de este grafitero y nos hacía buen precio.
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