Realmente no se cual es el mejor viaje de mi vida, tampoco sabría quedarme con el peor. He hecho muchos viajes en mi vida, con mis amigos, con la familia… Cada uno de los viajes tiene algo especial que hace que nos acordemos de ellos. A pesar de que todos tengan algo bonito y algo que he aprendido en el viaje, con el que me quedo fue con mi viaje a Irlanda.
Los últimos 4 meses del año 2022 los pasé en Irlanda. Unos días antes de coger el avión todavía no era consciente de lo que iba a cambiar mi vida de un día para otro durante los próximos meses. Iba a vivir con una familia que no había visto en mi vida, ni siquiera hablado con ellos, iba a conocer a personas que hasta ese momento no coincidimos en nada, pero que en poco tiempo se convertirían en piezas muy importantes en mi vida y también iba a estudiar en un colegio con ideologías completamente distintas a Escolapios.
Durante el vuelo, preferí no pensar en lo que podía venir, ya que quería empezar la experiencia con ganas. Al llegar me recibió una mujer en su casa, tenía la casa desordenada, la habitación que me dieron era muy pequeña. Los primeros días no te apetece hacer nada, piensas en porque demonios has decidido empezar una nueva vida desde cero con lo bien que estás en tu casa.
A pesar de los malos momentos, la experiencia acabó siendo increíble. En un principio el único objetivo era mejorar mi inglés, pero no tengo dudas que estar ahí me ayudó a aprender muchas cosas que jamás hubiera pensado. Hoy en día, las personas que conocí ahí, a pesar de que no estén en mi día a día, son personas clave de las que he aprendido mucho.
Sin duda, podría decir que esos cuatro meses fue la época más feliz de mi vida, en donde más aprendí y recomiendo a todo el mundo hacerlo por lo menos una vez en la vida.
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