Cada vez queda menos para el mes de Diciembre y eso quiere decir que el invierno y la Navidad están más cerca. Esa época en la que la mayoría de familias aprovechan para reencontrarse y celebrar. La época del año donde las calles se llenan de adornos, el café es remplazado por el chocolate caliente, los niños y niñas esperan ansiosos y ansiosas la llegada del Olentzero y los Reyes Magos cargaditos de regalos...
La Navidad viene de la mano con el inicio del invierno. Es la estación del año donde la gente se anima a abrigarse con esas prendas largas, acolchadas, impermeables, con botas altas, etc., todo esto para protegerse del frio y las constantes precipitaciones.
Sin embargo, la llegada de esta estación fría, con los termómetros marcando pocos grados, conlleva el incremento de casos de gripe, resfriados y otras enfermedades relacionadas con las vías respiratorias, llegando a colapsar la atención médica en los hospitales.
Por otro lado, están las dos semanas de vacaciones escolares donde familias aprovechan para irse de viaje a la nieve, para poder practicar ese deporte tan peligroso pero a la vez tan excitante y divertido. No obstante, otras familias emplean esos días de vacaciones para descansar y desconectar de las obligaciones profesionales, y así poder dedicar más tiempo a lo que de verdad importa, la familia.
En pocas palabras, la Navidad y el invierno son en definitiva la época perfecta para pasar tiempo en familia, relajándose y divirtiéndose del ambiente que recorre las calles.
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