viernes, 17 de octubre de 2025

Discomanía

Desde que tengo 6 años voy a unos campamentos de tiempo libre organizados por el gaztegune de Recalde. Se organiza un campamento en todas las vacaciones de navidad, Samanta Santa y verano, estos son exclusivamente para la gente de Recalde, Amezola e Irala y aunque de pequeña no me gustaban ahora no puedo pensar en un verano sin ir. 

Generalmente, en cada campamento, se ponen de moda tres o cuatro canciones que no paran de sonar en todos los días que estamos allí. Casi siempre son canciones que no tienen nada que ver con lo que escucharía un día de fiesta o en mi casa, pero  allí son los temazos más grandes del mundo. Estas canciones van cambiando cada campamento, sin embargo, hay algunas que se quedan como marca de identidad de lo que es estar de campa de siempre con los amigos de siempre.

Una de esas canciones es la más memorable tanto para mí como para los de mi edad, ya que en estos campamentos, aunque dentro se hagan divisiones, abarcan edades desde los 6 hasta los 17, es “El coco no”. No es una canción del otro mundo ya que simplemente tiene una música  animada y  dice prácticamente la misma frase todo el rato: (No no no al coco no)x2, no te me subas al coco no. La canción salió hace doce años, casi a la vez de mi primer campamento. A un monitor le hizo gracia y empezó a ponerla y lo demás es historia.

Pero lo especial de esta canción no es la canción en si, sino su baile. La verdad, no se si es un baile como el de la Macarena y Mi pobre corazón que todo el mundo se lo sabe o se lo inventaron los monitores. Pero cuando suena el patio del albergue se vuelve una verbena de pueblo en toda regla.

No suelo escucharla mucho fuera de esa parte de mi vida, pero las pocas veces qué lo hago, directamente me teletransporto a las innumerables anécdotas bailándola en el campamento. Sin ninguna duda me a marcado y no soy capaz de asociarla con ninguna otra cosa. Realmente de LA CANCIÓN del campamento.

Este verano fue mi último campa como chavala y ahora entro al grupo de monitores. No se que voy ha hacer, si voy a ser monitora solo un año  o si voy a seguir unos cuantos más. Pero lo que tengo claro es que  en el tiempo que este, aunque sea poco, voy a asegurarme de que El coco no marque a otra generación para que la canción del campamento nunca deje de sonar.


https://youtu.be/Cs-yk2p_6BU?si=YEUyoaJCuAPvbWf0



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