Ante esta situación tengo claro que no actuaría de la misma manera si la persona que me ha atendido es una persona con experiencia o una persona que lleva poco tiempo en ese puesto de trabajo.
En el caso de que la persona que me ha atendido de una manera incorrecta es una persona que acaba de empezar a trabajar y se le ve que es una persona que todavía no tiene mucha experiencia, no le daría una mala valoración porque creo que todavía tiene mucho que aprender y no podemos valorar un libro por su portada. Además, todos tenemos derecho a una segunda oportunidad y estoy seguro de que cuando tenga más experiencia realizará bien su trabajo y no tratara mal a nadie.
En cambio, si la persona que me ha atendido mal es una persona que lleva muchos años trabajando en el lugar y te trata mal por el simple hecho de que no le gusta su trabajo y por eso lo paga con los clientes, a esta persona sí que le daría una mala valoración. En este caso soy consciente de que la persona puede llegar a perder su trabajo pero tengo claro que cuando se trabaja cara al público se debe hacer un esfuerzo para tratar siempre bien a todo el mundo aunque tengas un mal día o no te guste tu trabajo. En el caso de que tras mi mala valoración la persona no llegue a perder su trabajo creo que por lo menos le darían una llamada de atención y que eso le haría cambiar su actitud.
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